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Me gusta la exclusividad, no algo que pueda tener cualquiera.
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—¿Se conoces?—preguntó la chica mientras variaba la mirada de mí a el chico. Este se quedó mirándola sin decir nada.

—Es mi exnovio— crucé mis piernas para hacer más interesante el momento, la mirada de la chica era una novela por completo.

—¿Eso es cierto?— la chica volvió su vista al peli castaño.

—¿Oh? Si lo es— estaba incómodo, se nota a kilómetros, en realidad en todos se sentía esa incomodidad.

—Bueno, saliendo de este momento totalmente tenso— esa chica llamada Belinda empezó a reir— Ven SangJin te enseñaré a los chicos— palmeó despacio mi hombro y asentí, di media vuelta para seguirla.

Me detuve para ver a la pareja y vi como la chica entró a la casa seguido del chico.

Puede ser que no sea tan malo después de todo.

Sonreí y seguí de nuevo a la chica hasta donde estaban aquellos otros tres chicos.

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—La casa tiene unas seis habitaciones y somos ocho personas, así que te toca compartir conmigo— la chica abrió la puerta de la habitación y entré, arrastrando junto conmigo mi maleta —Esta será tu cama— señaló la otra que había vacía y sin tender

—Tu parte del closet— abrió las puerta e hizo correr una gran cantidad de ropa que había en las perchas.

—Gracias— puse la maleta encima de la cama y miré la habitación, estaba decorada bastante bonita, una pintura morada claro adornaba las paredes mientras que las cortinas blancas cubrían las grandes ventanas.

—¿Te gusta?— miré a la chica y estaba sentada en su cama.

—Si, esta bonita— sonreí volviendo a detenerme en frente de mi maleta

—Debes de estar cansada— asentí— Bueno dejaré que te acomodes, el baño esta al final del pasillo, al parecer al arquitecto que hizo la casa no se le ocurrió hacer otro baño, por eso tenemos unos solo— rió de su mismo comentario y empezó a caminar de vuelta a la puerta— Después te explicaremos las reglas de la casa ¿Esta bien?— asentí y salió de la habitación.

Suspiré poniendo mis manos en mi cintura y miré nuevamente la habitación, al parecer no será tan malo.

Abrí la maleta y tomé mi toalla más la ropa que me pondría después de tomar un baño, saqué mis pantuflas y las dejé en el suelo.

Me senté en la cama para poder quitarme los zapatos altos que llevaba.

Sentí la puerta abrirse y miré, encontrándome con la figura de aquel chico.

—¿Qué haces aqui?— abulte mis labios y me levanté de la cama poniéndome las pantuflas.

—Hola a ti también TaeHyung— le sonreí para luego empezar a tomar las cosas.

—Te pregunté algo SangJin ¿Me estas siguiendo?— sentí mis uñas doler al cerrar un poco la mano teniendo de por medio la tela de la ropa.

—Ten cuidado Kim, puedes ser que explotes por tanto ego— empecé a caminar para salir de la habitación pero me detuve a su lado, él mirando en sentido contrario a donde yo lo hacia— Y para que sepas, te he estado siguiendo por estos dos años — le susurré mientras reía de lado y salí de la habitación para ir hacia el baño.