Presión
— entonces... Se supone que midoriya es tu alfa pero tú no quieres que sea tu alfa porque eso te hace enojar pero si ves que alguien se acerca a midoriya con motivos ulteriores te enojas igual.
Katsuki volvió a evaluar su situación, estaba contándole sus problemas (cosa que de por sí ya es rarísima) a denki.
K a m i n a r i D e n k i.
Una jodida locura considerando que era un completo imbécil.
Pero hey, resulta que es de confianza el hijo de puta.
— eso dicen — podía notarse que bakugou estaba mal con todo lo que le estaba ocurriendo y el hecho de que fuera sincero con alguien tan fácilmente no era buena señal.
¿Qué tan destruido por dentro debe estar para eso?
— ¿y en vez de centrarte en como es ser un omega te centras en eso?
— ¡¿disculpa?!
— ha pasado una semana bakugou, y no es que no me importe como te sientas pero quizá podrías controlar tus impulsos de omega si te enfocaras en lo que los produce y no te dejaras llevar tanto por ellos.
Katsuki se quedó estático por un momento, sobretodo porque denki tenía la razón y dijo algo seriamente.
— ¡¿tú crees que yo no intento olvidarme de eso?!
— no, solo digo que cuando intentas olvidarte de un tema lo mantienes más presente en tu cabeza, ¡distráete bakugou!
— ¡¿cómo?!
— la verdad no tengo idea.
— eres un idiota.
— eso me lo han dicho muchos — respondió kaminari con una sonrisa burlona.
Bakugou suspiró.
En poco tiempo tendría que verse con deku de nuevo para ayudarlo con esa mierda de ser alfa, era como una especie de obligación o ir con un terapeuta.
Un terapeuta bastante incompetente por cierto.
— bueno, me largo — dijo el cenizo dirigiéndose a la puerta.
— ¡suerte bakugou!
— ¡no la necesito!
.
.
.
Deku no sabía nada de lo que estaba ocurriendo a sus espaldas.
En su perspectiva él solo ayudaba a kacchan con su falta de conocimiento sobre los omega y viceversa pero sentía que el rubio estaba más extraño de lo normal.
Decidió atribuírselo a toda esta situación que habían vivido, era normal si sentía repulsión a su lado con lo que había hecho pero... eso no quitaba el dolor que le provocaba ver como pegaba un salto hacia atrás cada vez que se le acercaba, y no creía tener el derecho para preguntarle si algo andaba mal.
Su forma de disculparse tampoco era la mejor, la ayuda que le estaba dando no era suficiente y lo sabía.
Estaba seguro de que en cuanto terminara el "acuerdo" que tenían kacchan se alejaría de él, y eso le aterraba, ¿quién querría perder a un amigo de la infancia/ rival después de todo?
— ¡oye nerd! — deku levantó la mirada y vio a katsuki — ¿kacchan?
— nada de "kacchan" idiota, levántate y acompáñame.
Izuku miró confundido — ¿qué?, ¿a dónde?
Katsuki no respondió y siguió su camino dando a entender al pecoso que tenía que callarse y obedecer.
«Todo lo que pido es que no estén por ninguna parte» pensó de camino a su habitación.
Ese grupo de bastardos ya lo tenía harto, kirishima y todoroki no insistían tanto pero uraraka era otro nivel, ella era la culpa de que ese "lazo" que tenía con deku no saliese de su cabeza.
— entra — dijo katsuki abriendo la puerta.
Izuku entró tímidamente a pesar de haber estado durmiendo ahí por casi una semana, la ventana de la habitación estaba abierta, seguramente para que su aroma no se impregnara por todos lados.
vio a kacchan sentado en la cama mirándole con su típica expresión ruin.
— o-okay, ¿de qué quieres hablar en específico?
— ¡¿yo?! — Bakugou se cruzó de brazos — ¡TÚ TIENES QUE PREGUNTAR ALGUNA MIERDA!, ¡te apuesto que sigues sin saber nada sobre los alfa, estúpido!
— ¡sí sé sobre los alfa!
— ¡¿a sí?!, entonces dime nerd, ¿cada cuánto es el celo en un alfa?
El pecoso se puso a dudar y a murmurar intentando recordar ese dato mientras caminaba de un lado hacia otro, kacchan intentó soportar el ruido mientras miraba por la ventana para despejarse.
Hubo un momento en el que simplemente se aburrió.
— ¡deja de murmurar, inútil! — deku solo siguió en lo suyo mientras estaba siendo reprendido.
Katsuki suspiró.
No había caso con ese idiota.
— ¡ya me acordé!, ¿es cada seis meses verdad?
—... por esta vez te salvaste.
Izuku se alivió y se sentó en el piso para no desesperar al rubio más de lo que ya.
— hey kacchan.
— ¿hm?
— ¿eso de camuflar mis feromonas está funcionando? No estoy muy seguro así que...
— debo admitir que sí — dijo con sus mejillas algo enrojecidas.
Él no ama a deku.
Es sólo atracción física, ese lazo del que tanto hablan es... no tiene sentido.
Pero su cuerpo afecta a su mente tanto como su mente afecta a su cuerpo.
Que balance de mierda.
— que bueno — el peliverde sonrió y soltó una risa algo nerviosa.
¿Era idea de katsuki o empezaba a hacer más calor en su habitación?
¡la jodida ventana estaba abierta!
Espera... quizá sea porque la puerta está cerrada con seguro.
Pero abrirla significaría dejar a la vista que estaba con deku y habría más posibilidades de que uraraka se pusiera a observarlos.
— eh... ¿kacchan? — el cenizo hizo caso omiso.
Ahora era él quien estaba muy metido en sus pensamientos.
«¿qué mierda debería hacer ahora? No puedo despejarme por más que lo intente»
— kacchan.
«a este paso me va a dar un jodido ataque»
— kacchan, responde.
«contar hasta diez nunca me ayuda»
— ¡oh vamos!
«estoy mal de la puta cabeza, ¡¿por qué no puedo calmarme?! No me jodan con que es deku. Piensa katsuki, no puede ser esa mierda ¡¿dónde quedó el puto consejo del cargador viviente?!»
El pecoso vio a bakugou frunciendo el ceño.
Parecía que estaba descifrando el secreto del jodido universo.
Así que así se siente...
«¡contrólate por la mierda! ¡¿de verdad esto es porque el bastardo se rió?! ¡Es injusto!» ciertamente, era injusto. Proponerse ignorar a deku y enfocarse en regular el comportamiento de su cuerpo era una cosa pero ponerla en práctica...
Carajo.
Bakugou apretujó las sábanas de su cama mientras seguía en trance y mordió su labio inferior.
«lo odio... lo odio tanto»
— ¡kacchan!
— ¿huh? — el rubio sintió una presión extraña en su pecho y por un segundo abrió los ojos como platos.
No pudo evitar mirar a deku al instante algo confundido.
Sus mejillas enrojecieron, de alguna forma podía sentirlas arder.
Su mente quedó en blanco de un segundo a otro... ¿eso era...
— para qué... ¿para qué usas tu voz de alfa? — bakugou frunció el ceño, estaba obligado a hacerle caso a su cuerpo.
Y su cuerpo se sentía indefenso ante la insinuación del alfa.
Era tan frustrante...
— ¡¿Q-QUÉ?! ¡¿LA USÉ?! — izuku se echó para atrás sorprendido y asustado— ¡¿pero cómo?!
— claro... no sabes regular tus feromonas por tu cuenta, ¿por qué esperaba que supieras cómo usar tu voz de alfa?
— ¡es que no logro entenderlo!
— ¡¿eNTONCES POR QUÉ NO PREGUNTAS BASTARDO?!
— ¡porque nunca me sale!
— ¡TE ACABA DE SALIR AHORA! — el omega fue hacia la ventana para respirar muy hondo en cuanto reaccionó.
Deku sabía que la voz de los alfa era capaz de "doblegar" a los omega de cierta forma.
Pero nunca ha tenido la intención de usarla.
— ¡bueno! ¿Entonces cómo funciona kacchan?
—¡se supone que también a voluntad propia imbécil!
La culpa invadió al peliverde.
...
—... kacchan lo siento.
— más te vale — el rubio frunció el ceño antes de ir hacia su escritorio y sentarse en una silla.
— ¿trajiste tu libreta?
— uh, sí.
— pues toma nota — katsuki suspiró algo molesto — la voz de un alfa es para "marcar territorio", es una forma más rápida y efectiva de "someter a otros alfas", o una especie de amplificador de feromonas.
Deku anotaba rápidamente en su libreta.
— entonces... ¿los alfa solo someten? Los estás dejando muy mal kacchan — bakugou escuchó una risilla.
— no es mi culpa que tú no entiendas la fisiología de un alfa y que yo tenga que sonar redundante por eso nerd.
— bueno, supongo que tengo que aprender sobre la fisiología para controlar mis instintos.
— espera, ¿cuál de todas tus mierdas de instintos?
«oh mierda» pensó izuku antes de echarse hacia atrás y casi caerse de la cama del rubio.
Kacchan no sabía sobre todos los instintos que lo atacaban de vez en cuando, ¿qué le diría? Su silencio solo empeoraría las cosas.
— deku, responde pedazo de mierda.
— yo, ah... — comenzó a titubear con la esperanza de que algo los interrumpiera.
Pero nada.
— ¡¿y bien?!
— e-el instinto de... morder — dijo rendido.
Al inicio, deku mordía su brazo cada vez que tenía la necesidad, las marcas se iban casi al instante así que todo estaría bien. Pero con el paso del tiempo sus instintos le hacían morder más fuerte, así que reemplazó su brazo con otras cosas.
Lápices, su almohada, aveces su propio labio... entre otras.
Katsuki abrió sus ojos algo sorprendido por no haber notado el lápiz prácticamente destrozado con el que el pecoso escribía.
— ¡¿Y POR QUÉ MIERDA NO DIJISTE NADA?! — deku recibió un golpe en la sien antes de ver al rubio apoyar los codos en la mesa y suspirar.
— sé que es lo primero que te dijo recovery girl — hizo una pausa — pero físicamente ya estás preparado para marcar, tienes serios problemas de autocontrol.
— como si no lo supiera kacchan, no es mi culpa querer morder cosas.
Katsuki rascó su cuello y pensó que la idea de ser marcado por deku no era tan desagradable.
«¡jODER!» sus pensamientos estaban demasiado revueltos.
¡no! ¡no puede ser el omega de un inútil como él!
— como sea, ¿qué puedo hacer para dejar de morder cosas?
— quizá tomar supresores, no tengo ni idea de lo que irá a pasar así que pregúntale a recovery girl si puedes hacerlo.
... ¿acaso era una indirecta para "vete de aquí y no regreses"?
Izuku se sintió mal una vez más y se preguntó por qué había sido tan estúpido.
Suspiró con un deje de tristeza y desgano.
— kacchan...
— ¿sí?
—... ¿acaso no quieres estar conmigo?
El cenizo se atragantó.
¡¿que mierda?!
— ¡¿hUH?! DEKU — su corazón latía a mil por hora y estaba por salirse de su pecho.
—... que si te molesta estar aquí conmigo, ya sabes... después de lo que hice...
Ah... no era el sentido que esperab-- pENSABA.
no era el sentido que pensaba.
«¿por qué el mundo está conspirando en mi puta contra? » pensó.
Primero era uraraka molestando...
Después la jodida voz de alfa.
Después el instinto de morder de deku.
¡¿y ahora esto?!
Tenía que ser una broma.
— ¿eso importa? Porque ya deberías saber que si sigo aquí es por algo.
— oh... okay... ¿así que no te desagrado?
— si sigues así vas a empezar a desagradarme.
.
.
.
El aroma a menta seguía muy presente en la habitación, ¿o era que su olfato era muy sensible?
Como sea, no se quejaba del todo.
Sus intentos de negación se desvanecían cada vez que sentía la esencia.
Era tan relajante y adictiva.
«el maldito de deku pensando que lo odio y resulta que es lo contrario» inspiró una vez más disfrutando de lo embriagante de ese aroma.
«sé que no puede ser cierto, yo no soy su omega y él no es mi alfa pero ahora mismo... » cerró sus ojos acurrucándose entre las sábanas.
«se siente tan bien»
El cenizo terminó por dormirse con una sonrisa boba y las mejillas sonrosadas.
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