Helena:
¿De qué estás hablando?

Mikellino:
Digo que no nos hagamos falsas ilusiones.
Yo planeaba dejar de trabajar para la iglesia,
¡Pero con todo lo que está pasando, tendré que seguir trabajando aquí!

Helena:
¿Falsas ilusiones?
¿Estás hablando en serio?
¿Qué pasó con aquel joven que creía en la fé?
¡Aquél que no importaba en la dura situación en que se encontraba, siempre se alentaba a no rendirse!

Lógani:
Helena, tranquila.

Helena:
¡Y ahora dices que planeabas en abandonar la iglesia!
¿Qué fue lo que te pasó?

Mikellino:
No sé trata de mí, también se trata de mí hermano pequeño.
Además, hoy tenía que pagar a la señora Marine, le prometí que tendrá el dinero para este día.

Helena:
Pero estoy segura que todo va ha salir bien, con fé podremos salir de esta situación.
¿Acaso no aprendiste nada en el orfanato?

Lógani:
Oh oh...

Mikellino:
El orfanato.
Eso ya es pasado.

Helena:
¡Espera!
No quise decir eso.

Lógani:
Helena, déjalo.

Helena:
No quería decir eso,
no sé que me pasó.

Lógani:
Hay que entenderlo,
el tiene un hermano pequeño que cuidar, y todo esto que está pasando, era de esperarse que perdiera la fé algún día.

Helena:
Aún así, espero que el Señor lo cuide.