Capitulo 1: Retorno
- Kazuma Satou, tu has muerto. -con rostro tranquilo declaró Aqua
Esto es tan familiar.
Me encontraba delante de la Diosa inutil como el primer dia que nos conocímos, el día en el que morí.
Para algunos que seguro están aquí sin conocerme les explicaré:
Soy un ex estudiante y habido jugador de videojuegos. (Es un recluido voluntario) Al salir de mi hogar me morí del susto, fui enviado a otro mundo como héroe, tras casi dos años logré matar al rey demonio y recibí como recompensa un deseo; por pura curiosidad pedí regresar en el tiempo para probar algunas cosas, una Diosa rara me concedió eso dándome algo así como una dimensión alterna de bolsillo donde podría vivir mi aventura desde el inicio al irme a dormir.
Y si se preguntan, "pero Kazuma, ¿acaso no estabas cansado de aventuras y querías una vida tranquila?" pues les respondo: váyanse a la mierda y déjenme desear lo que quiera, ¡¿oyeron?!
En fin, regresando a la realidad, parece que Aqua está molesta por algo... debe ser por que la estuve ignorando los últimos quince minutos.
- Oye, ¿Me escuchas? -la tonta peliazul sacudía su mano para llamar mi atencion- Sé que es un anuncio muy fuerte el escuchar que has muerto, pero no necesitas poner una cara tan tenebrosa.
¿A quien le llamas tenebroso, perra inutil? Ahora recuerdo el por qué te elegí en primer lugar, sin embargo, en esta ocasión no me dejaré controlar por mis emociones... respira Kazuma, tu eres más que esto.
- ¿Y ahora por que pareces tan calmado? No eres un monje del monte Tinder (Tibet) o como se llame, eres un hikikomori, ¿recuerdas? -apoyó su mentón sobre su palma y batió la otra dándose aire.
-No soy un hikikomori, no me llames así. -ya irritado, le conteste.
Aqua, como era de esperar, no me tomo importancia, se acomodó en su asiento y aclaro su garganta.
- ¡Ujum! Bien, ahora que estas escuchandome te diré tus opciones: -De la nada, saco de su escritorio una pizarra con dos dibujos en ella- primero, puedes ir al cielo y pasar tus días como un anciano hogareño; segundo, puedes renacer en tu mundo pero perdiendo los recuerdos de tu vid-
-No quiero ninguna de esas opciones y tu descripción apesta, ¿no tienes nada más que ofrecerme?
Prefiero saltarme todo el dialogo inutil y innecesario. Además, su voz chillona de cuando se creía una Diosa es insoportable.
- ¡¿Que- que me has dicho?! - Se levantó abruptamente y sus labios temblaban de furia- ¡Maldito!, ¡¿como te atreves ha hablarme así?!
-!No me interesa tu charla y palabrería, dame otra opción, Diosa inutil! - Yo también me levante para encarar a esta zorra.
-¡Tu no eres nadie para hablarme así, solo eres un nini hikikomori sin amigos ni pareja, un ser insignificante a donde quiera que vaya! -Camino a mi apresuradamente y me tomo del cuello de mi traje deportivo.
- ¡Al menos no soy una Diosa buena para nada que solo holgazanea en su asiento y que se refugia en el alcohol! -yo también la tome del cuello de su blusa.
Si cree que no le haré nada esta muy equivocada, Satou Kazuma defiende la igualdad de género ante todo.
- ¡Lacra!
- ¡Borracha!
- ¡Perdedor!
- ¡Incapaz!
Justo cuando ibamos ha entrar a los golpes, para suerte de Aqua, un ángel vino y nos separo, le dijo algo a la Diosa de la pobreza y esta, retomando su papel, me dijo.
- Muy bien, ¿Qué opcion elegirás? -me dio una sonrisa condescendiente al sentarse.
- No quiero ninguna de las dos, ¿Acaso no hay una tercera opción?
- Es cierto que la hay, pero no te creo apto para ella.
¿De que esta hablando? No hablo de eso la otra vez.
-Bueno si no es esa opción no elijo nada. -me cruce de brazos esperando respuesta, pero nada paso, para mí sorpresa.
Ella sacó una bolsa de papas fritas de una marca reconocida y las comió despreocupada.
-Tomate tu tiempo, tengo toda la eternidad para esperarte...
Si crees que me impacientarse y tomaré otra opción estás muy equivocada. Una de las habilidades que logre sacar con las tres inútiles fue una paciencia muy grande, además, con lo infantil que eres pronto te aburrirás, de eso estoy seguro.
***
Tres horas... tres horas he estado aquí en silencio, esperando una respuesta. Aqua se encuentra leyendo un cómic mientras el ángel, como yo, estaba buscando con que entretenerse.
Aquella ayudante emplumada me miró y yo la miré, me sonrió y le sonreí, esta hizo una seña hacia aqua. Creo entender su punto.
Asentí en silencio y ella suspiro con alegría.
- Oye Aqua.
- Yo soy Aqua-Sama para ti, ¿oíste? -detrás de su despreocupada mirada, perece estar muy impaciente. - ¿Qué quieres?
- Esto es para ti -Saque mi dedo medio con una sonrisa, desesperarla era lo mejor
Hice lo que la angel me pidio. La que se llevó las manos a la cabeza y parecía querer matarse. Aqua extendió su mano hacia mí con una sonrisa aterradora.
- Esta bien, tu lo has querido. Seras desterrado al infierno por toda tu eternidad -su frente palpitaba y su mano brillaba de azul.
Esta loca, ¡¿Acaso eso es la forma de actuar de una Diosa?! ¡Parece un demonio apunto de torturar a un condenado!
- ¡¡Cal- cálmate, yo solo lo hice por que la angel esa me hizo la seña!! -Me encogí ante la diabólica diosa.
Como si tuviera el cuello oxidado, se giro toscamente hacia su asistente y juraría haber escuchado un chirrido.
- A-Aqua-Sama, no se exaspere... ¿A- Aqua-Sama?... ¡No, no se acerque!
La diosa de las torturas rengueaba en sus pasos como un zombi. ¡Qué miedo!
- Yaris-chan... ¿Por qué lo hiciste? -sus manos se extendieron para tomarla.
- ¡Yo solo quería recordarle que tiene muchas almas esperando, y esperaba que el chico ayudara! -Su mirada se dirigió a mi pidiendo ayuda.
Lo siento, tu eres responsable y yo no puedo hacer nada. Decir algo seria una sentencia de muerte para mí.
- Aah... ¿Solo era eso? -Se recompuso de su modo asesino y parece contrariada, aunque no me sorprende, siendo Aqua - Podías habérmelo fichó hace tiempo.
Dio una sonrisa cordial como si nunca se hubiese enojado. Su bipolaridad me asombra.
- Bueno, entonces... ¿Podría dejar ir al chico? -su temor se notaba en sus piernas temblorosas.
- Oh, claro.
Camino hacia mí repentinamente con los brazos cruzados. Su rostro mostraba disgusto, pero quería contenerse.
- Aah... esta bien, te dejare tomar la tercera opción.
Bien, sabía que cedería.
En silencio escuché la explicación de la tercera opción de aqua, aunque mi atencion estaba más centrada en la idea de haberle ganado a la testaruda de Aqua.
- bien, toma. - repentinamente me dio un diario con las armas legendarias- elige sabiamente, es una sola oportunidad.
Eso lo sé bien. Veamos, un arma estaría bien, algo como una espada está fuera de discusión. Demasiado cliché. Sería mejor algo fuera de lo convencional. Algo como...
- ¡Oye!, ¿Ya te apuras? - su grito molesto resonó junto al crujir de una papa.
¡Pero si acaba de darme las opciones!
Mejor no te desconcentres, no te desconconcentres... respira, ella es solo una tonta, respira.
- ¿Vale acaso tanto esfuerzo? No espero nada de un nini hikikomori como tú. -comió otro Snack de forma ruidosa.
Ooh... esta espada maldita esta maldita~
- Por cierto, cuando vayas procura no morir con un bostezo ¡Pff! -la O-diosa cantuvo su risa con su palma.- Y sería una gran pena que murieras por reirte demasiado, kusukusu kusukusu~.
Quiero hacerme bolita e ir a mi habitación. Un dios no debería burlarse de la muerte de uno. Ya verás Aqua, cuando despierte romperé tu preciada colección de vinos.
- kusukusu~ con eso ya termine de relajarme. -se acerco a mi a paso lento.
- Ni que tu fueras la gran cosa, seguro serias inutil como arma trampa. -sonreí a pesar de mi enojo.
- Eso es imposible, y si lo fuera sería la mejor opcion. -cruzo los brazos y sonrió orgullosa.
- Si, como no.
- ¡E- eso es completamente cierto, soy una diosa después de todo! -su ego de diosa pareció tambalear- además, ¿tú de que hablas? Moriste por un susto, no podrás derrotar ni a un duende.
Con que intentas atacarme ¿eh?
- Podría derrotar a ese rey demonio con cualquier cosa.
-No creo que puedas con una silla - se mofo Aqua.
- En ese caso, ¿Preferirias a esta silla o a mi? -su ronrisa arrogante surgió ante su invitación.
No me vas a ridiculizar a mí. ¿Crees que no llevaría a esa silla? Hasta una pulga es más útil que tú.
- La silla es mi elección. -cruce los brazos decidido.
- Claro que si, es obvio que soy la mejor... ¿Qué? -las palabras de la diosa de los farsantes se detuvieron junto a su voz confiada, quedando estática ante mi respuesta.
Ja! Eso era lo que esperaba. Es una tonta si cree que hará caer a Kazuma Satou.
- ¡Espera! Creo que no escuchaste bien, yo soy una de las opciones. -la loca agitó sus manos mientras vociferaba.
- Por eso elegí la silla. -mi sonrisa crecía tanto que me confundirian con cierta huérfana telepata.
- Egk!...
Eso es música para mis oídos. Ese quejido vino de su ego rompiéndose.
- ¡Arr! -como una fiera sus ojos se afilaron y me fulminaron.- Te crees mucho, ¿no? Te arrepentirás.
Que amenaza más cliché.
- Angel-san, ¿podrías transportarme a ese otro mundo por favor? -ignore olímpicamente a la diosa bestial y le sonreí a su acompañante.
- C-claro... -sonaba dudosa, mas extendió su mano a mi y el clásico círculo mágico me tranporto con mi arma trampa a Axel.
Espera, ¿arma trampa?
XXX
...
XXX
- ¡NOOOOO! -mi grito resonó en la vacía calle durante la tarde.- ¡me deje llevar otra vez!
La noche ya avisaba su lleg-... ¡No! Estoy demasiado molesto para describir el lugar.
Golpeé con furia la silla que me fue entregada por culpa de Aqua. Maldita perra.
Con molestia arrastre la silla hacia el único lugar donde podría continuar mi aventura: el gremio de aventureros.
El chillido de la silla lastimaba mis oídos, por lo que al pasar la cuadra levante la silla sobre mís hombros.
¡Aay, esto pesa demasiado!
Al pasar por las calles la gente me miraba extrañada.
- ¡Qué! ¿Acaso nunca han visto a alguien con un mal día? -refunfuñando alejaba a los pueblerinos chismosos y niños curiosos.
Pronto entre en el gremio, estaba repleta de gente que me observaba, más a diferencia de la ocasión anterior me miraban con preocupación.
¡No voy a causar problemas! ¿Por quien me toman?
- ¡Bi‐bienvenido al gremio! -la camarera más cercana me saludó mientras llevaba comida en una bandeja.
- ¡Grr!
No estoy de humor para nada, desaparece.
Entendiendo el mensaje, la señorita se esfumó hacia una mesa con clientes.
¡Qué fastidio!
- Muy buenas tardes joven, ¿Qué es lo que necesita. -un recepcionista me atendió al acercarme.
- Grr... quiero registrarme como aventurero -murmure por la cólera que aun estaba en mi.
- Disculpe, ¿Cómo dijo?
- ¡Que me quiero registrar! ¿Estas sordo o que? -Grite al recepcionista que salto por el susto.
- Señor, le pido que se controle o tendré que llamar a... seguridad -su amenaza vaciló porque no tienen seguridad.
- ¡llamalos entonces! Tonto. -respondí con burla.
- ¿Esta seguro? -Se notaba el temblor en sus palabras.
- ¡Qué si, llama ahora mismo o te doy con la silla! -mi amenaza lo hizo retroceder.
- ¡Sol-San, ven aqui! -tras su llamado el suelo retumbó levemente.
¿Quién carajo es Sol? Nunca había escuchado nombrarla.
Desde la puerta de "Solo personal" se sintió un ambiente pesado y para mi sorpresa todos se tensaron.
Una sombra se proyectó desde el espacio debajo de la puerta. Era gigante ¡Qué miedo!
- ¡Ujum!... ella es la encarga de asuntos problemáticos.
La puerta se abrió y de ella salió una loli albina con traje del gremio que fue hacia una de las cabinas de atencion. No tenía porque temer.
- Sol, de servicio al cliente -la presentó con una sonrisa nerviosa.
- Eh... ¿Debería asustarme? -estaba decepcionado.
El chico me miró sorprendido y asintió en silencio.
Es una loli, ¿Qué es lo que puede hacerme?
- Cliente-San, acérquese al mostrador número 4, por favor -la formalidad de sus palabras era estremecedora, parecia un robot.
Sin ninguna intimidación (se cago encima) me acerque y antes de que pudiera hablar puso en mis labios su dedo índice.
- No deseo ninguna explicación de como le fue hoy, quiero saber el porqué le gritó a uno de mis empleados estrella.
¿Empleados estrella? Si nunca había visto a ese chico.
- Estaba enojado -miro a un lado haciendome el resentido.
- ¿Él hizo mal su trabajo acaso? -su mirada fría me penetro hasta los huesos.
- ¡No, pero no me atendió a tiempo! ¡¿Que clase de gremio no prepara a los recepcionistas?! -trate de echarles la culpa a ellos.
- Calmese primero.
- ¡No me voy a calmar! ¿Qué clase de trato es este? ¡parezco un criminal!
- Le dije que se calme o tendré que-
- ¿Tendrás que qué? No eres más que una niña con traje, deja de actuar tan... -mi cuerpo se tenso tanto que no pude hablar.
Ella parecía muy molesta y emanaba maná a borbotones.
- Por sus comportamientos y formas de proceder ofensivas será vetado del gremio. -puso en mi frente un sello e inmediatamente salí volando hacia la puerta.
- ¡¡Ahh!!
Impacte contra el duro suelo de la calle y lanzaron conmigo mi silla. Al intentar entrar el sello se activo y sentí que me electrocutaba.
- ¡Maldita!
Sin más remedio vague por las calles solo, sin comida y con solo mi silla como soporte. Después de unos minutos llegué a una plaza y me conté en un banco de piedra debajo de un árbol.
- Vaya día de mierda, me gustaría descansa-
Sentí en mi cuello algo frío y tal vez cortante. Por el rabillo del ojo vi a tres ladrones que seguro esperaban una víctima hace tiempo.
Lo que me faltaba.
- Danos todo lo que tienes sino quieres estirar la pata. - el que me tenia con el cuchillo hablo.
En un acto muy cliché, del cual estoy muy apenado, empuje el cuchillo del ladrón lejos de mi cuello.
Espera, eso es...
- ¿Tratabas de amenazarme con una cuchara? -me puse en pose de combate.- puede que no lo creas, pero yo fui un aventurero experimentado.
Me lanza al combate, con todas las posibilidades de ganar.
- ¡Ugh!
Solté un quejido sordo al ser golpeado en la boca del estómago. Siento que todo se oscurece.
***
FIN DEL CAPITULO 1
(Créditos a Liver020, mi amigo zoofilico, por la portada. Sigan su cuenta y lean sus historias.)
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