Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35

COLIN

Tengo miedo.

No sé qué hacer, cómo reaccionar o si responder la llamada. ¿Por qué demonios la hermana de Gwen me está llamando tan temprano por la mañana? ¿Y por qué todavía no le contesto si mi relación con Faith es buena y quedamos en buenos términos al conocernos? Me cuesta despertarme y tomar decisiones, por lo general no contesto llamadas antes de las diez y quizás sea un buen momento para seguir durmiendo porque son apenas las siete en la costa oeste. No sé por qué está comunicándose conmigo y claro está que no lo sabré a menos que le responda, pero me preocupa. Le prometí una entrada para mi concierto, quizás se trata de eso porque ya hemos anunciado la gira y las ventas se han disparado. Sin embargo, hay otra parte, mi lado pesimista y temeroso, que cree que algo horrible ha pasado. No me agradan las malas noticias, tampoco no tener respuestas.

Suspiro y miro una vez más la pantalla. Ha sonado varias veces, si no contesto ahora, se cortará la llamada. Al demonio. Ahogo un bostezo y deslizo el dedo por la pantalla.

—Hola —suelto con la mayor naturalidad que puedo conseguir mientras restriego mi ojo e intento calmar mi ansiedad—. ¿Sucede algo?

Colin, al fin me contestas, hombre. ¿Estás ocupado? Soy Faith, por cierto. No sé si me tienes agendada.

—Tu misma te agendaste —le recuerdo—. Y no estaba ocupado, estaba durmiendo.

Podrías haberme eliminado —responde con un tono tranquilo que me indica que todo está bien por ahora—. Y lo siento por despertarte. A veces olvido la diferencia horaria porque Gwen se despierta muy temprano. Como sea, llamo por tres razones. ¿Cuál quieres primero?

—¿Tengo que elegir? Te recuerdo que acabo de despertar.

Me gustaría que lo hicieras.

—¿Hay una buena noticia, una mala y una terrible?

Hay dos buenas y una terrible.

—Empecemos por las buenas, ¿sí? —Trago saliva—. Interrumpiste mi sueño y tengo que conectar mis neuronas antes de recibir una noticia terrible.

Me parece justo, pero recuerda que tú lo quisiste así.

—Me estás asustando, Faith. ¿Gwen está bien?

Lo está.

—Entonces dime las buenas.

Bien, noticia número uno. Sé que tienes entradas para mí y mis padres, pero aún no me han llegado.

—Eso no suena como una noticia.

La noticia es que sigo esperándolas y que me volveré vieja y amargada si no haces algo para cambiarlo.

—No tienes entradas porque estás en una lista.

¿Y cómo funciona eso?

Sonrío al darme cuenta que esta conversación no acabará rápido y decido comenzar mi día con buena actitud. Estoy solo en la ciudad, mis amigos y compañeros continúan en Los Ángeles por lo que el departamento está vacío. No tengo obligaciones, me he tomado unos días de vacaciones al igual que Key y Lee. Tampoco tengo comida en la heladera así que tendré que salir por mi desayuno.

—El día del concierto, tú y tus padres tendrán que anunciarse por la puerta trasera y los dejarán pasar. Les harán un pequeño recorrido y luego los llevarán a sus asientos reservados.

Vaya... y el idiota de mi ex se creía importante. ¡Yo soy importante! Tengo VIP en uno de los conciertos del año.

—Claro que tú eres importante, Faith. Tu ex era solo un idiota.

Habría sido genial saberlo antes, ¿sabes? Desperdicié más de ocho años de mi vida con él y casi me caso.

—De nada.

Escucho su risa del otro lado mientras salgo de la cama y me dirijo hacia el armario. No iré al baño hasta que no terminemos nuestra conversación porque sería súper grosero de mi parte, aunque mientras tanto puedo abrir las cortinas y buscar mi ropa.

—Ahora que la primera no noticia fue revelada, ¿cuál es la segunda?

Es probable que me veas seguido por San Francisco.

—¿Eso qué significa?

Estoy en un proceso de entrevistas con un colegio privado de San Francisco. No es seguro aún que consiga el puesto, pero...

—Pero te tienes fe.

Muchísima fe. Y aunque al principio lo hice solo porque Gwen me lo pidió, creo que es una muy buena oportunidad.

—En otras palabras, te vería seguido porque te mudarías aquí.

Exacto. Gwen y yo hemos empezado a ver departamentos porque no podemos vivir las dos sobre su pastelería y no sé si estoy lista para estar sola.

—Estarás bien, Faith.

Eso es porque quieres privacidad con mi hermana, cerdo.

No puedo evitar reír al escucharla y ella no tarda en carcajearse también. No voy a mentir, la mejor parte de Gwen viviendo sola es la privacidad, pero también creo que Faith estará bien. Necesita tiempo con ella misma y por lo que su hermana me ha contado, en la casa de sus padres no tiene mucho de eso.

—No quiero apresurar esta charla, ¿sabes? Me gusta hablar contigo, pero quiero orinar.

Hazlo.

—¡No contigo en el teléfono!

Okey, ya entendí. Quieres cortar, pero quieres la noticia terrible antes de hacerlo.

—Así es.

Correcto, que conste que te di primero las buenas porque así lo quisiste.

—¿Tan malo es?

Si algún día ves a Leighton Stone, dile que la odio.

—No entiendo.

Toma asiento, ¿sí?

Sus palabras no me sientan para nada bien, aunque sigo su consejo y vuelvo sobre mis pasos para tomar asiento en la cama deshecha. Froto mi ojo con mi mano libre una vez más y respiro profundo porque todo en mí me dice que lo que viene a continuación no me gustará ni un poco.

—Estoy sentado. Habla.

Esa idiota de Stone ha escrito una nota terrible sobre Gwen. No solo la ha criticado por su ropa, que dicho sea de paso es adorable, sino que la ha llamado una busca fortunas. —Noto el enojo en su voz y a medida que habla, comienzo a sentirlo en mí también—. Ha escrito que se está aprovechando de tu fama para obtener ganancias con la pastelería y que su participación en la fiesta de revelación de sexo de los hijos de Taylor O'Malley son una prueba de eso. ¿Cómo siquiera se enteró de eso?

—¿Ha escrito algo más? —pregunto entre dientes.

Puedo sentir mi propio pulso en mis orejas porque con cada palabra que ha soltado, mi enojo ha aumentado. No culpo a Faith por retrasar la noticia porque, como ella ha dicho, yo le pedí que no lo dijera de inmediato. Sin embargo, mi enojo no es hacia la hermana de la chica que adoro y quiero, sino hacia la periodista de chimentos que no parece tener nada productivo ni significativo en su vida. Que hable de mí o de mis amigos no me molesta, nosotros solitos nos metimos en este mundo y sabíamos a qué nos enfrentábamos, pero ¿Gwen? Es una historia distinta.

Solo estoy comenzando. Prácticamente le dedicó un libro a mi hermana. Habló sobre su relación, de que ella no estaba interesada en ti al principio y que quería salir con alguien más, pero que cuando te empezó a ir bien, ella se fijó en ti. Supuestamente fuentes cercanas a ti le han revelado que te rechazó y luego fue por ti cuando una de sus canciones se volvió viral. ¡Y no solo eso!

—¡¿Hay más?! —suelto con asombro.

Ha metido a mis padres en la bolsa también.

—¿Quién diablos se cree que es?

No lo sé, pero si la cruzo por San Francisco, la atropellaré.

—¿Cuándo ha publicado todo esto?

Anoche, pero lo vi esta mañana recién. No se lo he mencionado a Gwen y ella no mira las redes sociales o las noticias porque yo se lo aconsejé, pero siento que tarde o temprano lo sabrá. Y tarde o temprano se sentirá horrible.

—Iré a la pastelería y se lo diré yo mismo.

Tienes que revisar tus amistades, Colin.

—¿Disculpa? —Mi voz se llena de confusión y, de hecho, alejo el teléfono de mi oreja para dedicarle una mirada—. ¿Qué he hecho yo?

Ella ha mencionado fuentes cercanas a ti. Alguien está filtrando información.

—Key y Lee nunca harían eso.

No hablo de ellos. Quizás algún otro músico que está celoso de su ascenso.

—Firmamos una cláusula de confidencialidad al entrar. Todos. Ningún artista se atrevería a arriesgar su carrera por un poco de dinero fácil.

Alguien ha soltado la lengua, Colin. Y estoy comenzando a enfadarme porque se están metiendo con mi hermana y es el ser más puro que conozco.

—También estoy enfadado, créeme.

Busca la fuga y hazme saber quién es así te ayudo a patear su trasero. ¿Lo prometes?

—Lo prometo, Faith.

Se despide de mí luego de hacerme jurar que la llamaría si Gwen se siente mal o no toma bien la noticia y me recuerda a modo de broma que si no puede entrar al concierto de Curse el próximo mes, me hará la vida imposible. No tardo en comenzar a moverme cuando la llamada llega a su fin y me doy una rápida ducha antes de salir del departamento. La pastelería debe estar abriendo pues son las ocho y espero que la malintencionada nota de Leighton no cause estragos. La primera vez que habló de nosotros, no pude salir sino con guardias de seguridad y si esta vez consigue el mismo alcance, sospecho que voy a tener que aceptar la idea de un guardaespaldas. Uno para mí y, de ser posible, uno para Gwen porque no podría perdonarme si algo malo llegara a sucederle.

Una larga fila se ha formado frente a la puerta de la pastelería y me asustaría si no fuera porque las últimas semanas ha sido así. La comida de Gwen se hizo conocida cuando se empezó a hablar de nosotros, sí, pero el reconocimiento es suyo porque nadie cocina tan bien como ella.

Estaciono la camioneta en el callejón detrás del negocio y me apresuro a moverme hacia la puerta porque temo que alguien esté esperándome. Toco el timbre y una oleada de alivio me recorre cuando una sonriente Gwen me abre.

Todavía no lo sabe.

—Buenos días —saluda haciéndose a un lado—. No te esperaba tan temprano por aquí. Creí que ibas a aprovechar para dormir más antes de la gira.

—Hubo un ligero cambio de planes. —Beso sus labios al pasar y cierro tras de mí—. Buenos días, lindo sweater.

—Me lo regaló un músico, ¿sabías que los bajistas tienen buen gusto?

—Muy graciosa.

—¿Quieres desayunar?

—¿Cómo sabes que no he desayunado?

—Tienes cara de estar muriendo de hambre.

—Error, tengo cara de que ansío nuestra cita de mañana.

—La cita ganadora.

—Ajá.

La recibo gustoso cuando se acerca a mí y me entrega un abrazo. Rodeo sus hombros con mis brazos y ella hace lo mismo con mi cintura, apoyando su cabeza contra mi pecho. Huele a vainilla como siempre y tenerla así me brinda la fuerza que necesito para sacar el tema. No quiero que tenga un mal día ni amargarla con las cosas horribles que Leighton Stone ha escrito, aunque tampoco me gustaría que se entere de una manera más violenta.

—¿Estás muy ocupada?

—Bueno, tengo que terminar unos petit four y unos croissants, pero puedo darte diez minutos de mi tiempo antes de seguir.

—¿Te parece si subimos?

—¿Tengo que preocuparme? —Su ceño se frunce haciendo aún más visible su confusión.

—No.

—Nunca me pides que me aleje de la pastelería —señala.

—Tienes razón, pero no tienes que preocuparte. Solo quiero que hablemos a solas.

—Bien, le haré saber a Steve que estaré ausente unos minutos.

—Gracias.

La dejo ir y puedo sentir mi corazón marchitarse. No sé cómo decirle lo que han escrito de ella sin lastimarla porque a pesar de que le ha restado peso al asunto desde el inicio, sé que esto no le gustará. Como tampoco le gustaría saber que hay gente horrenda en redes sociales que habla de su aspecto y dice cosas horrorosas de ella, lo cual, a mi parecer, es una locura porque todo en Gwen es perfecto.

—Bien, vamos —me indica al regresar—. Mi masa hojaldrada se echará a perder si tardamos mucho.

—Seré breve —le prometo.

Su mano busca la mía y me guía escaleras arriba. Noto que está intranquila y no puedo culparla porque me estoy comportando raro. No he podido dejar de pensar en lo que dijo Faith, hay alguien que está filtrando información. No es Steve porque nunca dejaría que alguien hablara mal de su mejor amiga. Mis amigos no son, tampoco mi equipo. No creo que los otros artistas de la discográfica hayan dicho una palabra porque sería muy idiota de su parte. Debe ser alguien con menos que perder.

—¿Quieres un café? —me pregunta al entrar y suelta mi mano para adentrarse a la cocina—. También tengo fruta y cereal. Puedes buscar algo más elaborado en la pastelería.

—Un café estaría bien.

—¿Y cereal? —insiste.

—También, gracias.

Me siento en el sillón mientras ella calienta el café y me sirve cereal con leche. Me gustaría ayudarla, prepararme mi propio desayuno, pero las manos han comenzado a temblarme y estoy tan nervioso que hasta he perdido el apetito.

—Me alegra verte esta mañana —dice volviendo con sus manos ocupadas—. Creo que voy a tener que cancelar nuestra salida barra no cita de esta noche.

—¿Por qué?

—La pastelería está siendo una locura y no alcanzo a cubrir todas las tareas. —Suspira y noto su cansancio—. Steve me ayudará a ver qué hacer cuando termine nuestro turno de hoy.

—¿A ver qué hacer?

—Si contrato a alguien que me ayude o si pido un préstamo para hacer una segunda sucursal.

­—Eso es grande, Gwen. Te felicito.

—Gracias. —Sonríe—. Ahora bien, dime qué es lo que tiene tan inquieto.

Mi sonrisa se esfuma al oírla y no puedo evitar pensar qué es lo que Leighton dirá cuando Gwen expanda su negocio. Ella merece crecer, que todo el mundo conozca su talento y el empeño que le pone a su trabajo. Quiero que la gente reconozca su pasión, así como reconocen la mía.

—Leighton Stone ha vuelto a escribir sobre nosotros, sobre ti.

—¿Y es malo? La primera vez nos preocupamos y fue inofensivo.

—Es malo, Gwen. Lamento haberte metido en esto.

—¿Qué ha dicho? —murmura—. ¿Por qué me estás pidiendo perdón?

Le entrego mi teléfono con la página donde la nota ha sido publicada. Podría narrarle lo que la periodista ha escrito y una conocida revista en línea ha publicado, aunque creo que es mejor que ella pueda leerlo por sí misma. Sé que eso es lo que yo querría de estar en su lugar y por la manera en la que toma mi móvil y pasa sus ojos por las palabras, noto que es lo que necesita.

Me quedo en silencio a su lado, no bebo café ni como mis cereales. Quiero estar para ella porque puedo ver en su cuerpo como se va tensando más y más a medida que avanza. No es lindo lo que ha escrito y no la culpo por lo que sea que decida hacer. Gwen no merece esto.

—Tienes razón —dice finalmente con la vista fija en sus manos— es malo.

—Lo lamento, Gwen.

—No tienes que hacerlo. No es tu culpa, ni tampoco la mía. —Sus ojos me buscan y me entrega mi móvil­—. Pero si esta idiota cree que puede hablar mal de mí, no tiene idea de con quién se ha metido.

—¿Gwen? —murmuro sin entender.

­—Quizás no tengo ciento de miles de seguidores, pero me aseguraré que mi respuesta le llegue.

No entiendo a qué se refiere y tampoco sé qué tanto preguntar. Me quedo en silencio mientras se pone de pie y va hacia el baño. Debería seguirla y abrazarla, aunque también creo que necesita su espacio porque el brillo en sus ojos no son más que lágrimas contenidas.

Y mientras experimento el silencio en su sala de estar, un nombre viene a mi mente. Un nombre acompañado de un rostro y de todos los momentos que Gwen y yo pasamos cerca de esa persona. Si mis sospechas son reales, voy a matarlo.

¡Buenas, buenas, florecillas! ¿Cómo están hoy?

He adelantado la publicación del capítulo ya que la semana pasada no actualicé y porque algo me dice que voy a olvidar de publicarlo esta semana. Hay muchas cosas sucediendo y "De una boda y otras mentiras" se ha llevado mi atención esos últimos días.

¿Qué les ha parecido el capítulo? ¿Qué creen que hará Gwen al respecto?

Por fin vamos a tener la segunda cita y el desenlace que será muy genial, pinky promise.

Muchísimas gracias por su apoyo y por su paciencia. Gracias por leer, votar y comentar.

Les deseo una bellísima semana y les envío muchos abrazos.

MUAK!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro