Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14

COLIN

Despierto asustado, desorientado y con la sensación de que voy a morir. Protejo mi cabeza como instinto, me doblo y coloco en posición fetal para mantener a salvo mis órganos vitales. No entiendo qué demonios está sucediendo, por qué me están atacando. Todo es confuso, ruidoso y creo reconocer una voz entre el caos que me envuelve. Cuando el sueño se va y el entendimiento lo reemplaza pocos segundos después, noto que es Harley quien ha saltado sobre mi cama y me golpea con una almohada repetidamente sin darme un descanso. No duele porque está siendo tranquilo con el ataque, pero el corazón me late a mil por minuto debido a su mala manera de despertarme. Voy a desarrollar una arritmia por culpa de estos dos.

—¡Harley, ya!

—¿Cómo tuviste la audacia de no contarme apenas sucedió?

—No sé de qué demonios hablas. —Protejo mi cabeza y quiero darle con algo por molesto—. Bájate de mi cama y deja de molestarme. Me queda mucho sueño acumulado todavía.

—Sueños eróticos seguro.

—¿Eh?

Por fin detiene sus golpes y respiro profundo al dejar de sentirme violentado. Mi amigo se tira a mi lado en la cama y por la ropa que lleva puesta noto que acaba de volver de entrenar lo que significa que me he despertado ridículamente tarde de nuevo. Él se fue de fiesta anoche y el que se despierta tarde soy yo.

—Anoche vino Gwen-Gwen.

—¿Por qué le dices así?

—Y un pajarito me contó que los encontró a ambos encerrados en esta habitación —continúa sin prestarme atención—. ¿Desde cuándo cierras con llave, Col?

—No sé de qué hablas. Me acabas de despertar de una manera horrible y no quiero hablar contigo.

—Creí que teníamos un trato.

—¿Estás drogado? —suelto frotándome los ojos y poniéndome de pie—. No sé de qué hablas.

—Tú, amigo, me tienes que contar cuando pasen cosas importantes en tu vida. Acostarte con Gwen es una de ellas.

—No me acosté con ella y si lo hubiera hecho, no te lo diría porque hay algo que se llama privacidad. A ti y a Key les vendría bien conocerla, es muy beneficiosa.

—Claro que te acostaste con ella, mentiroso.

Suspiro, estoy muy dormido para esto.

—No, no lo hice.

—¿Y la puerta cerrada y los gemidos?

Me detengo a medio camino hacia el baño y le dedico una mirada de sorpresa. ¿Gemidos dijo?

—No sé de qué hablas.

—Tu rostro acaba de confirmármelo —se burla.

—No tuvimos sexo.

Le practiqué sexo oral y fuimos interrumpidos, pero ese es otro asunto. A él no le concierne, tampoco a Key y quiero que lo que pasó con Gwen no sea tema de conversación con mis mejores amigos. Sí, sucedió lo que tanto quería y no llegamos a completarlo, pero no hablaré de ello con nadie porque no sería respetuoso.

—Eres un aburrido, Col. Creí que teníamos la confianza suficiente como para hablar de estos temas como adultos.

—Lo dice el que me despertó con almohadazos.

—Podría haberte tirado de la cama. De nada.

—No hablaré de esto con nadie.

—O sea que sí sucedió algo. —Sonríe.

—No me refería a eso.

—¿La besaste?

—Harley, ve a molestar a Key.

—Key se fue.

—¿A dónde se fue?

Se encoge de hombros y aprovecho para seguir caminando hacia el baño. Necesito una ducha para terminar de despertarme y borrar los rastros de un sueño raro y excitante. Lo que sucedió anoche fue genial y está claro que mi inconsciente lo recuerda o no habría tenido a Gwen rondándome por la noche como un ángel de la guarda con poca ropa e iluminada por la luz de la luna.

—Hoy saldrás con Gwen, ¿verdad? —exclama para que lo escuche.

—Iremos al cine.

—¿Irán al cine o irán al cine y no verán nada?

—Iremos al cine a ver.

—Que aburridos.

—Algunos podemos vivir sin la mano en los pantalones, Lee.

—Pero tienes que admitir que es más divertida mi forma de vivir.

No discuto porque algo de razón tiene, al menos cuando se refiere al sexo. Su estilo de vida no coincide con el mío, no sobreviviría ni un día siendo como él, pero está en lo cierto al afirmar que tiene más diversión que cualquier otra persona que conozco. No soy como él, sin embargo. No anhelo una relación de cuento de hadas porque sé que no son reales y el amor tan meloso me hace replantearme los límites que las personas están dispuestos a aceptar por sentirse acompañados. Anhelo un amor como la música: libre, apasionado, cambiante y con enseñanzas.

***

Está lloviendo de nuevo y me preocupa que Gwen no pueda llegar al cine. No hay mucha gente alrededor y no corremos el riesgo de quedarnos sin entradas, temo más por su seguridad porque todos parecen conducir mal cuando hay tormenta y los transportes públicos no suelen detenerse donde deben. Hoy he vuelto a usar a Key de chofer aprovechando su lindo Jeep y el hecho de que tiene un torneo de billar no muy lejos de aquí. Es probable que lo llame al salir, como un hermano mayor que tiene que cuidarme.

Los relámpagos rompen la espesura de las nubes y los truenos acallan todo lo demás por momentos. Me encuentro a segundos de llamar a Gwendolyn para cancelar o cambiar de planes, quizás ver una película en su casa y así evitarle una gripe; sin embargo, verla ingresar con un tierno paragua rojo a lunares detiene todos mis pensamientos. Tal y como lo prometió, lleva el sweater que le regalé y lo ha acompañado con unos pantalones sueltos color caqui y la sonrisa más amplia y bonita de todas. No tarda en encontrarme con la mirada y se acerca sin dudar al banco donde estoy sentado.

—Hola, Col. Lamento la tardanza, está diluviando. —Suspira al dejarse caer a mi lado—. ¿Crees que necesitamos construir un arca?

—¿Un arca como la de Noé?

—Sí, podemos pasar por el zoológico y liberar algunos animales.

—Lo tienes todo planeado, ¿eh? —Sonrío—. Tu golpe maestro para sacar a los animales de cautiverio.

—Nadie podrá culparme si es el fin de los tiempos.

Su atención va a parar a la cartelera frente a nosotros y la verdad es que no sé muy bien qué decir. Bromear está bien, nos entendemos cuando estamos divirtiéndonos como ahora. Mi problema es, claramente, que no se me da bien iniciar conversaciones importantes con ella. Me nublo, entro en pánico y termino no llamándola por una semana,

—Comenzaba a preocuparme por ti —me sincero, alejándome un poco de lo que cruza mi mente—. Estaba por decirte si querías que cambiáramos nuestros planes para que no tuvieras que tomar el metro.

—Vine en la camioneta de repartos de la empresa. —Ríe por lo bajo—. Va contra mi política, pero llueve demasiado y no quería empaparme por segunda vez consecutiva.

—¿Eso significa que podrás llevarme a casa?

—Claro que sí, tendrás el placer de viajar en el Gwenmóvil.

Nos ponemos de pie para comprar nuestras entradas y me encuentro sonriendo como un idiota al sentir que enreda su brazo con el mío. Ya lo ha hecho antes y no tiene que significar nada, aunque también puede significar algo. No quiero pensarlo mucho porque estoy dándome cuenta que quizás debería dejar por primera vez que todo fluya. Mi corta relación con Gwen se ha tratado de eso, de dejar que todo siga su camino natural porque lo que planeo y lo que hago nunca coinciden.

—¿Veremos la nueva película de Marvel? —pregunto con ilusión.

—Por supuesto. Me insulta tu pregunta, creí que ya habías asumido que era la única opción correcta para esta noche.

—No lo sé, Gwen. Me he encontrado con personas que odian las películas de superhéroes, capaz tú también eras una psicópata como ellos.

—Estás a salvo, Col. Tengo mis locuras, pero amo a los superhéroes y antes de que lo preguntes, siempre he sido team Ironman.

—Por un segundo entré en pánico.

—Es la única respuesta correcta.

—Coincido. —Sonrío—. Fue la mejor época de Marvel.

Sin siquiera notarlo comenzamos una extensa conversación sobre las películas que hemos visto, las series y algunos comics. Debatimos sobre por qué Wanda es más poderosa que los otros vengadores y lo mal que la han tratado a pesar de todo lo que ha perdido. Continuamos la charla hasta que compramos nuestras palomitas y M&Ms, y llegamos a una excelente conclusión al pisar la sala. La película no comenzará hasta dentro de quince minutos y no tenemos apuro para irnos temprano.

—Iremos a cenar luego, ¿verdad?

—Comienzo a creer que tienes la lombriz solitaria o algo así —bromea—. No es normal estar siempre tan hambriento, ¿sabes?

—Me han hecho estudios y puedo asegurarte que estoy bien, solo soy glotón.

—En ese caso me parece genial que te obliguen a hacer ejercicio porque te mantienes sano y... —La veo tragar saliva con algo similar al nerviosismo—. Y te mantiene en buena forma.

—¿Genial para quién? —me quejo—. Preferiría ahorrarme el sufrimiento.

—¿Y perder la respiración en medio de un concierto porque no te puedes el trasero?

—Ya suenas como la doctora Monica.

—No sé si sentirme ofendida.

—No te sientas ofendida, eres mucho mejor que ella. Tú me das chocolates y me sigues con mis locuras.

—Anoche no —me recuerda con algo que parece vergüenza—. Me refiero a Key y yo te negamos tu ración de pizza y la cambiamos por comida china. Si quieres conozco una pizzería increíble por aquí.

—Me gusta cómo suena eso.

—Y, además, tenemos mucho de qué hablar.

—¿Sí? —suelto con una pizca de temor.

—¡Claro que sí! Navidad es en diez días y tenemos que ponernos de acuerdo para ir a Connecticut. Yo compré mi pasaje en avión hace unas semanas, pero quizás podamos conseguir uno para ti en el mismo vuelo.

—Oh, claro. Navidad. —Aclaro mi garganta que se siente seca de pronto—. Seguro conseguiremos algo.

—Te quedarás conmigo en casa de mis padres si eso está bien para ti. No hay hoteles en el pueblo, quizás algún Airbnb, aunque no puedo prometerte que sea cómodo. Tenemos una habitación disponible en casa, la que era de Faith...

—Estaré cómodo en casa de tus padres, descuida —la interrumpo—. No necesito más que una almohada y una manta.

—¡Estoy emocionada! Intentaré mostrarte todo. Mi escuela, la plaza donde jugaba, la tienda de mi padre donde vendí mis primeros dulces.

—También estoy emocionado. —Y miedoso—. Le compré un regalo a tu familia y desde entonces no dejo de preguntarme si les gustará.

—No era necesario, Col. Y seguro les gustará, mi padre adorará tener a otro hombre en casa.

—Espero que no busque a un hombre muy varonil porque mi padre es un hombre de ciencia y no de campo. Con suerte sé pescar.

—Mi padre prefiere la cocina y las chimeneas, no te llevará a la naturaleza a morirse de frío.

Las luces de la sala comienzan a atenuarse avisando que la función está próxima a iniciar. Me acomodo en mi asiento y noto que Gwen también lo hace. Se acerca hacia mí y por un momento creo que va a dejar caer su cabeza sobre mi hombro.

—También me gustaría hablar de otra cosa contigo —susurra y noto el cambio en su cuerpo, se tensa y me mira de una manera extraña—. Sobre anoche.

—Sobre anoche —repito.

—Fue inesperado y la pasé genial...

—¿Pero...?

—Pero creo que deberíamos dejarlo pasar y que se aclaren nuestras cabezas. No sé tú, pero yo no he podido dejar de recordarlo. —Cierra los ojos con fuerza y noto que se ha sonrojado porque sus mejillas han cambiado de color incluso en la penumbra—. Eso sonó muy pervertido, lo siento.

—Yo tampoco dejo de recordarlo, Gwen. Y también lo disfruté, de verdad.

—Lo que quiero decir es que quizás sea bueno que lo dejemos estar por unos días y pensar si en verdad es algo que queremos repetir. La situación de anoche llevó a ese encuentro y no quiero que lo nuestro se ponga tenso o raro por apresurar las cosas.

—¿Por cuánto tiempo deberíamos dejarlo estar?

—No lo sé, ¿hasta volver de la casa de mis padres?

Asiento como respuesta porque no hay nada más que pueda decir. Respeto su decisión y no voy a presionarla. Me gusta su amistad, disfruto pasar tiempo con ella y reírnos, aunque no fue eso lo que me impulsó a pedirle su número. Gwen comienza a gustarme y no de una manera amistosa ni tampoco se trata solo de su físico.

—Claro, podemos hablarlo al volver.

—Gracias, Colin.

—Volviendo al tema de la Navidad y de tus padres, necesitaré que me acompañes a buscar sweater porque no he visto ninguno tan lindo como los tuyos.

—Tienes que saber buscarlos.

—Debes enseñarme tu magia.

Mi tonto intento de cambiar de tema funciona porque su cuerpo vuelve a su estado natural de relajación y encuentro agradecimiento en sus ojos. Mi cuerpo, en cambio, no vuelve a estar del todo relajado porque esta vez sí deja caer su cabeza en mi hombro y se acurruca contra mí sin importarle la separación plástica entre nuestros asientos.

Hasta después de Navidad.

No es mucho, solo unas semanas. No voy a explotar, tampoco moriré. Unas semanas para dejarlo estar, para saber si fue cosa del momento o si de verdad se trató de algo que queríamos en silencio. Yo sé mi respuesta, espero que coincida con la suya.

Hola, bellas criaturas. ¿Cómo están?

Nos queda un capítulo para terminar esta mini-maratón y la verdad es que estoy muy feliz y emocionada con su cariño en estos días. Las lecturas han crecido un montón y no me lo veía venir. MUCHAS GRACIAS.

En cuanto al capítulo, ¿qué opinan de la decisión de Gwen? ¿Creen que les durará la convicción o Navidad traerá más de un regalo? Adicional, ¿qué opinan de Harley?

Les deseo un bellísimo día y nos leemos mañana con un nuevo capítulo.

MUAK!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro