Me levanté de un salto de la silla haciendo que esta cayera al suelo, todos incluso la profesora me miró.

-¿Pasa algo Fanny?- preguntó perpleja.

-No señorita...bueno si, solo que esperaba que usted me diera permiso de ir a la comisaria a declarar-explique intentado sonar tranquila.

-¿pero...por qué tan repentino?-soltó la tiza sobre la mesa mirándome fijamente.

-yo...es que yo...-me vi interrumpida por Sian.

-No se preocupe señorita yo puedo acompañarla- todos se giraron hacia él perplejos incluso la señorita Veronica.

-muy bien supongo, pónganse al día de la clase con sus compañeros-terminó girándose de nuevo hacia la pizarra.

Tomé mi mochila saliendo del aula, pero mirando de reojo a Sian que venía justo detrás de mi en silencio. Ninguno de los dos dijimos nada ni siquiera cuando nos montamos en su coche.

(...)

Agradecí su silencio en todo el camino, tantas veces que odie que no hablara, pero esta vez estoy agradecida del cómodo silencio. Nos bajamos del coche pensé que me seguiría de camino dentro de la comisaria pero se limitó a recostarse al coche sacando un cigarro y llevándoselo a la boca, me quede un minuto observándolo en silencio antes de continuar con mi camino al que pareció notar mi pregunta sin tan siquiera decirla.

-Te espero aquí, Fanny-respondió tras soltar el humo.

-Vale-me giré volviendo a mi camino.

Me adentre en aquella comisaria con las manos sudorosas y el corazón latiéndome a mil. .Me acerqué a la recesión con las manos esta vez temblando.

Y si el asesino o la asesina piensa que vengo a contar lo que sucedió aquella vez. Las escenas en mi mente vuelven uno y otra, y otra vez. Me van a pillar eso seguro.

-¿se encuentra bien, señorita Vera?-la voz de un policía joven de ojos azules grisáceos y cabellos castaños me atrajo a la realidad.

-si...¿por qué lo dice?-contesto con una sonrisa.

-porque esta pálida, pero tranquila no le haremos nada solo la hemos hecho venir para hacerles unas preguntas porque usted encontró a la víctima-comentótratando de hacerme sentir mejor.

-eso no pasaría sino metieran presión-la voz de Sian me hizo sentirme tranquila y sin saber porque razón.

-señor Jobs, que maravilla tenerlo aquí por sexta vez, se puede saber por qué cada vez que hay asesinatos usted estavinculado de una manera o otra-habló entre dientes el chico.

¿Cómo?, ¿Cuántas veces Sian a estado involucrado?

-Tal vez si ustedes se encargaran de hacer bien su trabajo eso no pasaría, en ves de estar acusando sin pruebas-sonrió con triunfó al ver que el chico cerró sus puños con rabia.

-Muy bien, venga por aquí señorita Vera-me colocó una mano en el hombro señalándome la sala de interrogatorio.

-No la toques- le apartó la mano en un movimiento brusco.

-¿Perdón, señor Jobs?-lo encaró.

-que. no. la. To. Ques- pronunció entre dientes de manera enojada.

El chico colocó la mano en la pistola eléctrica y Sian lo observó de una manera que esta mi me heló la sangre, pero aquel chico ni siquiera se inmuto. Es hora de que actué antes de que la cosa se ponga fea.

-Podría señor hacerme las preguntas, mmm...solo quiero irme a casa-intenté sonar segura.

-espera Fanny que estamos en algo yo y el agente, ¿a que si?-volvió hablar Sian con cinismo.

-¡Agente Hill, a lo suyo!-intervino una chica vestida de policía igual que el chico.

-Muy bien hermana...digo agente Hill-respondió el chico caminando hacia la sala de interrogatorio.

Ella observó a Sian esta vez tomando el lugar de su hermano. Mientras que yo me encaminaba hacia la sala de interrogatorio con el agente, sentí el peso de la vista de Sian todo el camino hasta que desaparecí dentro de la oficina. Me senté justo frente al chico que aún estaba algo cabreado.

Genial, ahora Sian me lo cabreó.

<<tranquila que nuestro chico misterioso le parte la cara si se pasa>>

Tienes razón conciencia.

-Muy bien señorita Vera, soy el agente Rapha Hill el encargado de este caso-se presentó con tranquilidad como si hace unos segundos no estuviera cabreado.

(...)

El interrogatorio paso bastante rápido y para nada incomodo. De hecho, terminódándome su número de celular por si pasaba cualquier cosa.

-Muy bien terminamos, ya puede continuar con su día perdoné las interferencia-se disculpó acompañándome hasta la salida.

-tranquilo no es nada espero que encuentre al culpable, cualquier cosa yo lo llamo-me despedí con un apretón de mano.

-Fanny-me gire mirándolo.

-¿si?

-cuidado con Sian-con eso se giró volviendo dentro de comisaria.

¿A qué se refería?

Me adentré en el coche de Sian pero él no está, estará todavía con aquella agente. El tono de mi celular comenzó a sonar:

but mama I'm in love with a criminal, and this type of love isn't rational, it's physical. Mama please don't cry, I will be alright. All reason aside I just can't deny, I love the guy.

Lo tomé viendo que se trata de número oculto. Mi corazón late a mil con el temor que sea el asesino que me vio entrar en aquella comisaria, aun así, algo me hizo querer contestar.

-¿si?

-Fanny, llama a Glenn y dile que te recoja.

-¿Eh?-solté sin saber que decir.

-Mierda, Fanny soy Sian. Que mi primo...-no lo deje terminar.

-Ya entendí, pero cómo es que tienes mi número-pregunto como tonta.

-Ahora no es momento de eso, solo has lo que te digo-colgó sin avisar y yo tire el celular en el asiento del conductor con enojo.

-Maldito Sian-gruño furiosa, marcando el número de Glenn.

-¿Fanny, qué pasa?-quiso saber.

-mmm...Sian me dijo que te llamara y te dijera que vengas a buscarme...-no me dejo terminar parece que eso pareció bastarle.

-Voy para allá, espérame ahí no te muevas. Y compárteme tu ubicación-también colgó.

Los odios, se notan que son primos. Pero que tanto secreto. Me coloque los auriculares tras compartirle mi ubicación.

(...)

Después de unos largos e insoportables minutos vi el coche de Glenn, enseguida que me vio me hizo gestos para que subiera y eso hice. Tan rápido como subí arrancó el coche con una velocidad que hasta mí me dio miedo.

-Se puede saber porque tanto apuro, o más bien alboroto-interrogue molesta.

-Va a pasar algo muy malo Fanny-respondió entre dientes.

-Pero el qué...si vamos a estar juntos no quiero secretos-eso pareció bastarle porque freno en seco volteando a verme.

-Mierda, Fanny me lo pones complicado. No te es suficiente saber que lo único que yo y Sian queremos es protegerte, por una puta ves ten la puta boca callada y déjame hacer lo mío-escupió de una forma que jamás lo había visto, solo asistí.

(...)

Pasaron dos horas desde que Glenn me llevó a su casa y se fue al jardín llamando a varias personas. No entiendo que carajos pasa, pero tampoco quiero saber. Creo que entre menos cosas sepa mejor es, ya estoy harta de guardar este secreto. Así que no creo poder con otro.

A los minutos restantes Glenn aparece por la puerta tan calmado como siempre como si nunca hubiera pasado nada, como si hace un instante no hubiera movido hasta el cielo; mar o la tierra.Tan pronto me ve se pasa una mano por la nuca sonriendo.

-Fanny...perdona lo de hace poco en el coche es que estaba algo alterado...-le hice una seña para que se sentara a mi lado e hiciera silencio.

No quiero saber; hablar del tema. Solo me apetece hacer algo que relaje y me mantenga la mente ocupada. Cuando se dejó caer a mi lado me lance sobre él besándolo, pareció asombrado, pero al instante siguió el beso.

Sus labios son suaves, su ritmo es lento, calmado con la delicadeza de no lastimarme. Sus manos me toman de la cintura y del muslo posicionándome encima de él.

Esto no está mal, para nada mal.

Se despega de golpe observándome fijamente a los ojos acariciándome la mandíbula y rozándome el labio inferior con el pulgar.

-Te quiero, Fanny. Desde el minuto uno en que te vi-confiesa con sinceridad.

-Yo...siento no poder responderte ese te quiero, me cuesta mucho poder decir lo que siento. Además, creo que es muy rápido-me calló volviendo a besarme.

Yo me deje guiar por sus labios, su beso sincero y sus caricias. Sus sentimientos tan reales y yo sin poder sentir lo mismo porque un cierto rubio de ojos verdes no sale de mi mente. Espero enamorarme de Glenn, pero que no sea tarde.

-Glenn, quiero hacerlo contigo-confieso.

-Fanny...-lo beso para que se calle.

Lamento ser egoísta, pero prefiero hacerlo con alguien que, si me quiera, que con alguien que no lo hace. Además, Gleen es lindo, esta bueno y me quiere.

¿Pero se merece que le hagas eso?

Calla conciencia no me hagas sentirme mal.

Me beso con más ganas, bajo de mi boca hasta mi cuello dejando un camino de besos húmedos. Tiro de mi blusa hacia arriba dejándome en sujetador, siguió hasta mis pechos el camino de besos hasta volver a mi boca. Sus manos me tocan por todos lados son caricias deliciosas pero que no siento que me causan nada más que cosquillas. De un tirón me desasí de su pulóver, tal vez ver lo bueno que esta haga que me caliente. Su torso bien trabajado y definido estaba para morderlo, pasar la lengua por todos los lados como si fuera una barra de chocolate y su abdomen esta para rallar queso, pero nada...él no es Sian. Mire a sus ojos que me miran con tanto deseo y amor que cualquier chica se sentiría maravillosamente contenta, valiosa y feliz. Se desasió de mi showdejándome en bragas siguió con sus caricias y besos con calma contemplado y disfrutando de cada parte de mí. Yo solo me limito a fingir que me gusta como loca, aunque no sea así. El bulto de su entrepierna está cada vez másgrande. Y eso sí que esta grande, pero nada.

Y la magia del momento se acaba cuando la puerta de la casa se abre mostrando dos pedazos de ojos esmeraldas que solo de verlo el calor en mis mejillas se encienden.

-¡Mierda, Sian!-masculla Glenn cubriéndome con la manta que ni cuenta me había dado que estaba ahí.

Una sonrisa torcida y bien sexy se forma en sus labios al verme a mi así y al él con la polla de esa manera.

-Lamento interrumpir, aunque bueno esa chica tenia cara de que quería que los interrumpirá-admitió contento.

-Te rompería la cara de no fuera porque estaba preocupado-soltó colocándose la camisa.

-Ahora debes ir tú-respondió perdiendo la sonrisa.

-¡¿Ahora?!-exigió.

-Si, ahora-declaró.

-Pero...Fanny -me miro.

-Puede quedarse o yo la llevo como quieras-habló como si yo no existiera.

-Me quedo- respondí cuando me volvió a mirar.

-Muy bien, vuelvo enseguida. Espérame en mi habitación, justo así-susurró dejando un corto pero tierno beso en mi frente.

Una sonrisa tonta se me dibujo en el rostro cuando Sian suspiro como si fuéramos todos los problemas de su vida, me cubrí con la manta subiendo las escaleras a su habitación.

Espera cuál es su habitación.

Llego a un hermoso pasillo de paredes de mármol, un suelo blanco que mi reflejo se ve en él. Hay cuatro puertas y cuadros de bosques encantados, me detengo en uno que aparece una chica de cabellos negros y blancos frente a una escuela e una grieta que se extiende hacia la escuela. La chica parece triste, pero algo en ella parece estar descontrolado. Doy un brinco cuando siento el aliento de alguien en mi nuca, me volteo quedando frente por frente a Sian.

-¡Jodeer, avisa!-lo aparto de un empujón.

La sonrisa de su rostro se ensancha en sus ojos se encienden una chispa de algo que no puedo descifrar. Mi cuerpo se queda estático cuando levanta su brazo señalándome, me miro viendo que se me cayó la manta que me cubría.

Estas en paños menores delante de Sian, pareces no darte cuenta.

-¡¿Dios, qué miras?!-chillo cubriéndome con las manos cuando da un paso hacia mí-¡Aléjate, pervertido!

-Ya estas así de insinuante? -se detiene agachándose delante cogiendo la manta.

Su respiración la siento entre la cara interna de mis muslos, bajo la mirada encontrándome con sus ojos verdes viéndome desde abajo. Mi mente viajó a uno de esos sueños húmedos que tuve una ves con él, donde bueno él técnicamente esta metido entre mis piernas. Dándome placer en ese punto que me hace volverme loca, en ese punto exacto que me he tocado pensando en él tantas veces. El calor me invade y mis mejillas se tiñen en rojo cuando siento la humedad entre mis piernas y lo siento sonreír.

Mierda, la cagaste hermana.

-Mira nada más como te puse de solo agacharme-musitó cerca de mis piernas y mi pulso se aceleró.

-¡I...imbécil-titubo sin apartar los ojos de los suyos.

Una sonrisa tan espontanea y sexy salió de su garganta hizo que mis manos temblaran.

-No me quiero imaginar si hago esto-llevo sus manos a la cara interna de mis piernas subiendo lentamente.

Me envolvió en excitantes caricias hasta llegar a mis muslos y continuar subiendo. Mis piernas comenzaron a temblar, él lo noto porque enseguida me sujetó con una mano mientras con la otra siguió recorriéndome. Acercó sus labios a mi pierna derecha dejando su respiración, mordiendo y dando pequeñas succiones en la cara interna de mi muslo sin dejar de mirarme. Jadeos se escaparon descontrolados de mi boca mientras me aferraba con fuerza a la pared, la temperatura de mi cuerpo se elevó a niveles que no sabía. Mordí mi labio inferior con tanta fuerza que comenzó a brotar sangre cuando levantó mi pierna para tener más acceso a mi parte intima. Esta tan mojada que la braga parece que la moje en la ducha. Comenzó a frotar sus dedos en mi intimidad por encima de la braga, un gemido se escapó de mi boca y el mundo entero se esfumo. Mi mente esta nublada ante tanto placer.

-¡Jodeeer!-gemí cuando apartó la braga de un tirón introduciendo uno de sus dedos dentro de mí.

-Ya no me puedo controlar más-su voz salió tan excitante que no pude evitar gemir otra vez.

Dicho lo último llevo su cabeza a mi intimidad y sin dejar de introducir sus dedos dentro de mí, su lengua empezó a dar lengüetazos en mi botón. La visión que tenía desde arriba era atractiva eexcitante que no pude más cuando aumentó el ritmo haciendo que terminara en su cara mientras me miraba. Mi cuerpo se acalambro nunca me había corrido de esa manera ni siquiera cuando me tocaba pensando en él. Desenredé los dedos que tenia en su cabello que no sabia decir con exactitud cuando lo hice.

Mis mejillas se tornaron rojas cuando lo vi mirándome.

-Yo...yo...-me cortó cuando se levantó del piso besándome.

¡Me está besando!

¡Eso es lo de menos después de esa corrida!

Gracias conciencia tu siempre tan buena.

De nada.

Sus labios impactaron tanta brusquedad en los míos que me ardió mi labio inferior, un ardor que se transformó en placer enseguida que sus manos me agarraron el trasero levantándome del suelo, llevándome con él. Imagino que a su habitación porque sentí la puerta cerrarse de un tirón, estoy demasiado concentra e ida en sus labios que son como la seda y su ritmo tan demandante, volcánico. Bajó de mi boca a mi cuello llenándolo de besos húmedos, mordió y succionó lo suficiente como para dejarme pequeñas marcas. Se acerco a trompicones a la cama dejándome caer en ella, se despojo de la camisa y del pantalón como una bestia sedienta en deseo. Tiró de mi por las piernas cargándome de nuevo llevándome hacia la pared donde al lado estaba el espejo que nos reflejaba a nosotros.

-¿Lista?-susurró en mi oreja en lo que jugaba con la lengua en ella.

-Por fa...-no me dejó terminar cuando con una habilidad increíble rompió mis bragas, sacó y me embistió.

-¡Jodeeer!-un gemido lleno de placer y dolor salió desde lo más profundo de mi garganta.

-Eres tan hermosa, jodeer-jadeó mientras me embestía una y otra vez con rudeza y rapidez.

-¡Sigue, más!-suplico mirando sus ojos llenos de deseos.

Nuestro reflejo en el espejo mientras cogemos es tan caliente que no podré verme más en un espejo sin pensar en Sian, en este momento.

Oh, no. Nuevo nivel de masturbación desbloqueado.

Ahora no, conciencia.

Nuestros cuerpos chocan de manera perfecta, el único ruido que se escucha ahora mismo es el de nuestros aplausos y no precisamente con las manos, más nuestros gemidos y jadeos. El ambiente de la habitación subió a un doscientos por ciento de calor, nivel mental nula totalmente. Nunca antes había sentido este tipo de sensación, mi fluido corre por mis piernas. Pego mi frente a la de él cuando veo que aprieta los músculos de su cuerpo y su miembro se tensa dentro de mí. Sus ojos me miran con tanta excitación y cariño que siento que estoy apunto de morir asfixiada. Algo caliente en mi interior se expande y él pierde la fuerza un segundo ante de seguir moviéndose como si nada. Me lleva a la cama tirándose conmigo encima, lleva sus manos a mi cintura guiándome. Aún sigue erecto y me sorprende, pero supongo que es que tiene muchas ganas.

(...)

No se en que momento terminamos de coger y nos quedamos dormidos. Solo seque despierto encima de él, mientras el me abraza. El ruido de un coche detenerse frente a la casa hace que me sobre salte.

¡Mierda, Gleen!

¿Quién es ese?

Mi novio.

Oh, sí. Huye de ahí.

-Sian-lo llamo en apenas un murmuro.

-¿Eh?-responde soñoliento llevándome con él para abrazarme.

-Sian, Gleen acaba de llegar-explico aterrada.

-¿y?-esta vez abre los ojos viéndome.

-que estoy desnuda contigo en la cama-señalo desesperada.

-¿y qué?-concluyó mirándome como si no entendiera nada.

-¿Y qué?, que estoy con él. Que es mi novio y si me ve desnuda contigo sabrá que tuvimos sexo, esto terminará muy mal-admito con un hilo de voz.

-Verás, Fanny. Esto fue idea de Gleen él estaba completamente seguro de que tú no querías estar con él sino conmigo yhizo esto para que tú pudieras...-no lo deje terminar.

-O sea que te acostaste conmigo no porque te gustara, sino por algo que planearon tu y Gleen-repetí con el nudo creciendo en mi garganta.

-No eso no es tan así...-no lo dejé terminar.

Tomo mi ropa interior me la coloqué por el camino en lo que salgo de la habitación, con el dolor más grande en el pecho y los ojos llenos de lágrimas. Recojo mi ropa vistiéndome cuando Gleen se acerca a mí.

-¿Qué pasó? -inquirió cuando de mala manera lo empuje pasando por su lado.

-¡Fanny, espera!-la voz de Sian se hizo presente por las escaleras.

-¡Váyanse a la mierda los dos!-grito, con mi voz desgarrada por el dolor y las lágrimas.

Doy un tirón a la puerta de la salida, caminando hecha una furia. Sentí los pasos apresurados detrás de mí. Corro y los siento detrás de mi corriendo.

-¡Fanny, espera!-me llamó Gleen-¡Esto es tu culpa!- le espectó a Sian.

-¡Fanny!-esta vez me llamó Sian.

Saco la mano al ver un taxi este se detiene, me monto a gran velocidad antes de que me alcancen.

-¡Apresúrese que no me alcancen!-exclamo al conductor.

Este arranca y Sian me hace alguna seña que no entiendo, y tampoco quiero entender. Gleen se petrifica, pero a mí me da igual, el dolor de ser utilizada me duele mucho más. Se me olvido que yo nunca confió en nadie y esto me lo deja bien en claro. Me toma una hora darme cuenta que el taxi se detiene, estoy en un sitio abandonado y de noche. El vello de mi cuerpo se me eriza al ver que el conductor no está en el asiento del conductor. Miro aterrada hacia la ventana de mi lado viendo la cara de un hombre observarme con maldad.

Oh, no. Qué te costaba hacer un trio con esos bombones.

Abre la puerta tendiéndome la mano para ayudarme a salir.

-Esto...no es...-coloca un dedo sobre mis labios.

-Cuanto tiempo, Fanny-suelta con su voz andina.

-Lo siento, no lo conozco-habló intentando no sonar asustada.

-Pero yo si pequeña, veras te refrescare la memoria. Una navidad...-mi mente dejo de escuchar.

No puede ser.