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XVII

Baekhyun estaba desnudo, arropado bajo las mantas de su cama mientras veía a su alfa sentado en el filo poniéndose una camisa, pensaba que su marido era realmente sexy. Acababan de hacer el amor, pero aún así le calentaba verlo, ver aquellas pequeñas gotas de agua que resbalaban por su pecho debido a que salio de la bañera hace unos minutos.

—¿Te vas tan temprano? —pregunta Baekhyun mimoso mientras se sienta para frotarse contra el brazo del alto. —Ni siquiera te vas a despedir de nuestro pequeño, tampoco quieres ir desayunando. 

—Cariño, ya me despedí ayer de él y ya te dije que allá nos darán de comer, —gira un poco su cabeza para dejar un beso en la frente de su mimado esposo. —Tú descansa. 

—¿Pero por qué tienes que ir? —hace un puchero mientras se acomoda hasta quedar sentado en las piernas de Chanyeol. 

—Escolta de la hija del líder, —rueda los ojos, —me cogieron de niñera de esa mocosa malcriada, —frunce el ceño al recordar a la chica. 

—He oído de ella, —hace una mueca, —es un estúpida caprichosa. —Abraza el cuello de su marido. —¿Vas a estar tu solo con ella? —arquea una ceja.

—No amor, van a ir más alfas, —acaricia la mejilla del pequeño berrinchudo. —¿Desconfías de mí, precioso? 

—No, yo jamás desconfiaría de tí amor, desconfío de esa tipa, —frunce el ceño y se aferra más al pecho del alfa. —Do me dijo que tú le gustabas.

—No te preocupes, ella siempre me desagrado, además estoy enlazado contigo. Ella no puede hacer nada, —se encoge de hombros mientras aparta con sus dedos algunos cabellos del rostro de Baekhyun. —Por cierto, ¿Qué tal ha estado Jongdae en la escuela? 

—Muy bien, ya hizo muchos amigos, pero… —su sonrisa cambia a una mueca de preocupación, —se la pasa solo con Minseok, el hijo de tu amigo. 

—¿Qué tiene eso de malo? Se llevan bien desde que son bebés, —pregunta no entendiendo a su esposo. 

—Bueno sí, pero tienen que socializar más, ya tienen seis años. Pero están todo el tiempo pegados como chicles, —hace una mueca. 

—¿Te cae mal Minseok, mi amor? —se ríe algo incrédulo.

—No, él es un niño. Quién me cae mal es su mamá. —rueda los ojos y luego se levanta arrastrando la manta.

—¿Aún se llevan mal? —el alfa hace una mueca torciendo su boca. 

—O sea, ya no es grosero conmigo, pero aún hay esa barrera que nos impide llevarnos bien. —Suspira y luego abre el cajón de su cómoda dónde guardaba sus joyas, peines, aceites, maquillaje, etc. 

Chanyeol se deleita por la vista de la manta alrededor de las caderas anchas del omega y como se apretaba en su cintura formando una bonita silueta que lo dejaba babeando; Sin embargo, cuando la manta cayó, su miembro dió un salto. El omega había dejado resbalar la tela quedando completamente desnudo para luego sacar algo de un cajón y se da la vuelta. 

—Que buena vista, —el alfa respira profundamente ya que tenía que irse en unos minutos y su omega iba a hacerlo retrasar si seguía sin ropa.

—Verdad que sí, sobre todo con mi collar, —el omega alza su cabello largo con su mano, mostrando su cuerpo únicamente adornado con aquella pieza de oro donde estaba grabado el nombre de su marido. —Realmente te esforzaste, incluso tiene piedras preciosas. 

—Vaya que mi bolsillo se esforzó, —susurra ganándose una mirada interrogante del omega, —nada mi amor, —sonríe inocente. 

Chanyeol aún recuerda el problemon que le armó el omega porque no le había dado el collar; el alfa le explicó que era porque pensó que lo ofendería si le daba eso, que incluso le dijo perro a Luhan por llevarlo. Baekhyun no escucho razones e hizo un berrinche terrible hasta que Chanyeol le invito a cenar afuera al día siguiente, en dónde le regaló un precioso collar de oro, dos pequeños diamantes y esmeraldas donde estaba escrito "Park Chanyeol" y así el omega estuvo feliz y contento. 

Baekhyun camina nuevamente hacia Chanyeol para sentarse en sus muslos y levanta la cabeza para besar los labios del alfa quien gustoso le correspondió, su mano fue a la cadera del omega.

—Te amo, Channie, —susurra para luego acurrucarse en el pecho del alto. 

—Yo también te amo, mi pequeño mimado, —descansa su quijada sobre la cabeza de su esposo.  

Luego de unos minutos Chanyeol tuvo que terminar de vestirse y Baekhyun se acostó en la cama solo viendolo, se despidieron con un largo y profundo beso.

Sin darse cuenta se había quedado dormido de nuevo, ya que cuando el omega se fue aún el cielo estaba algo oscuro. Ahora comenzó a despertarse poco a poco por una pequeña vocecita.

—Mami, mami, —Jongdae estaba arrodillado en la cama mientras movía el cuerpo del omega con sus pequeñas manos. —Ya mismo tengo que ir a la escuela, mami. —Sigue insistiendo hasta que Baekhyun abre los ojos y bosteza. 

—¿Ya te bañaste? —el niño asiente con la cabeza, —voy a hacer el desayuno. —Tenía mucho sueño debido a que había estado despierto en la madrugada. 

El omega se pone una bata para salir de la cama, baja al primer piso seguido de su hijo quien ya estaba vestido y con su mochila lista. Le gustaba que Jongdae era bastante independiente y le daba menos trabajo a Baekhyun.

Luego de un rato ambos se hallaban comiendo tranquilamente. Baekhyun miraba a su hijo pensando en cómo hubiera sido si sus otros dos cachorros estuvieran vivos. 

—¿Qué pasa, mami? —el niño pregunto curioso.

—Nada mi amor, ve a lavarte la boca, —Baekhyun salió de sus pensamientos y vio que su hijo ya había terminado de comer por lo que recogió los platos mientras el niño se iba al segundo piso. 

Fue al segundo piso para vestirse, una túnica larga apretada de color beige; Chanyeol una vez le dijo que algunos omegas se habían quejado de Baekhyun por su vestimenta, le dijo entre risas que sus alfas se distraían viendo al omega cuando esté llevaba a su hijo a la escuela. Baekhyun le había preguntado si a él le molestaba que se pusiera ropa tan apretada y el alfa le dijo que no, que le gustaba que todos se enteraran el manjar que tenía en casa y que solo él podía probar. Luego de eso hicieron el amor.

Baekhyun jamás salía de su casa luciendo despeinado o algo así, siempre estaba completamente prolijo al igual que su pequeño hijo. Estaba cepillando su largo cabello hasta que vio a su pequeño en la entrada de su cuarto.

—Vamos, amor. —Toma la mano de su hijo y salen de la casa para ir hacia la escuela donde ya le esperaban las miradas tontas de los alfas y a sus omegas enojados. —Portate bien, —le dice a su pequeño mientras se agacha para acomodar el cabello del niño detrás de su oreja.

—Sí mami, —sonríe ampliamente, Baekhyun siempre pensó que su hijo parecía un gatito cuando sonreía. 

—Jong, —se escucha la voz de otro pequeño quien fue a abrazar a Jongdae, —buenos días, señor Park. —Saluda respetuosamente a Baekhyun.

—Buenos días, pequeño, —sonríe amable, pero su cara se vuelve una mueca al ver a la mamá del pequeño, —buenos días, —una sonrisa falsa se dibuja en su cara. 

Ambos omegas se miraban de una manera bastante desagradable, que cubrían con falsa amabilidad mientras que sus pequeños se tomaban de las manos para entrar a la escuela donde estaba un maestro esperándolo a todos los niños que estaban ingresando. 

—Veo que sigues queriendo la atención de los alfas, ¿Chanyeol no te la da? —pregunta de una manera casi inocente. 

—Me da todo lo que tú quisieras que te dé a ti, —entrecierra los ojos mientras se cruza de brazos. 

—Podrás ser su esposo, pero siempre deberás recordar quién estuvo primero en su corazón, a quien él amo, —sonríe de medio lado.

—Debería darte vergüenza, estás casado, —dice con una mueca mientras mira sus uñas. —Sehun te ama, pero tú patéticamente sigues detrás de un alfa que ya no siente nada por tí, —rueda los ojos. —Deberías concentrarte más en tu familia, tienes tres hijos y un marido que da todo por tí.

—Tú no me vas a decir lo que debo o no hacer, —la mirada de Luhan se volvió más seria. —Yo sabré lo que hago. 

Baekhyun niega levemente con la cabeza mientras ve como Luhan se va enojado de ahí. Siempre se levantaba temprano para dejar a su hijo y no verle la cara a Luhan, pero al parecer ese día tuvo que hacerlo. 

Al chico le gustaba las miradas que recibía, se sentía como una joya incalculable que solo uno podía tener, el alfa que amaba con cada parte de su corazón. Aunque cuando recién llego, odio al hombre, ahora no se imaginaba su vida sin él… 

***

Chanyeol estaba aburrido, se encontraba caminando junto al palanquín donde estaba la hija del líder, bueno una de sus hijas. La chica era tan bonita como molesta, era como un mosquito zumbando en el oído. 

Como un grupo de alfas renegados habían empezado a atacar diferentes aldeas con un principal objetivo según había oído, llevarse a los omegas. Al parecer, no eran los mismos tipos de hace años, estos alfas estaban en desequilibrio con sus lobos y eso es lo que los hacia más peligrosos, muchos ya ni siquiera razonaban bien. Ahora el líder de Sullen quería hacer un trato con el alfa de otra aldea mucho más grande para poder ponerse a salvó y, sí, su hija era el regalo. Una nueva esposa para el líder de aquel lugar. 

Chanyeol sentía un poco de lastima por la chica…

Ahora había tenido que escuchar el llanto de la omega todo el camino, y claro los insultos hacia su padre, Chanyeol también compartía bastante el sentimiento de odio hacia el hombre. Cómo se le ocurría ponerle de niñero de ella, él quería estar en su casa. 

—Chanyeol, —se escucha la voz de la chica cuando se detuvieron a comer. —¿Y si me ayudas a escapar? 

El alfa se atoro con su comida cuando escucho lo que la chica le dijo, luego tomo agua y levantó sus cejas sorprendido. Era cierto que ella tenía cierta confianza con él ya que se conocían desde la escuela, pero sinceramente el alfa no era apegado a ella porque siempre había preferido tener un límite de confianza con todos los omegas.

—Pero que dices, ¿Está usted bien? —pregunta incrédulo. —Como me pide eso.

—No me hables tan formal, nos conocemos desde hace años, —ella se arrodilla frente a él para quedar cara a cara ya que el alfa estaba sentado sobre una roca. —Podemos huir juntos. —Sonríe con ternura mientras baja las pestañas.

—Estoy casado y tengo un hijo, —levanta sus cejas con obviedad. —Y tú tienes que cumplir tus obligaciones. 

—Tú omega es muy bonito, seguro consigue otra alfa rápidamente, y además como dices que es mi obligación ser una de las esposas de aquel viejo, —hace un puchero entristecida mientras se sienta de lado dejando que su vestido blanco se deslice por el suelo.

—Creeme que si algún alfa se atreviera a tocar a mi esposo, estaría muerto en segundos. —Su voz salió más gruesa y profunda cosa que atemorizó y calentó al mismo tiempo a la omega. 

—Eres malo conmigo, estuve enamorada de ti por años e incluso te lo dije, pero no quisiste nada conmigo y llegó ese omega de la nada y bum, fue tu esposo. —Ella se cruza de brazos y frunce el ceño molesta. 

—Sabes muy bien que los hijos de líderes solo se casan con otros líderes o sus hijos, —rueda los ojos por la insistencia de la chica.

—Eso es absurdo, aunque lo sé. —Suspira y luego mira de reojo al alfa que solo usaba una camiseta negra sin mangas, aquellos músculos definidos estaban tentandola. —Entonces podrías hacerme un favor… —ella ruega mientras intenta poner la expresión más tierna que puede. 

—¿Cómo qué? —pregunta desconfiado de lo que pueda decir la omega. 

—¿Podrías acostarte conmigo? —pregunta de manera coqueta. 

Chanyeol piensa que si estuviera bebiendo algo, lo hubiera escupido en ese instante, realmente esa omega era muy atrevida para ser hija del líder, usualmente los omegas eran recatados y educados, más los que eran familia del líder. 

—¿Qué parte de que estoy casado no entro en tus oídos? Y así no lo estuviera tampoco lo haría, —dice casi molesto con ella. Necesitaba respirar para relajarse.

—Oh vamos, solo será una vez. Cuando vaya allá solo podré estar con ese vejete, —su mirada se llena de tristeza mientras mira al suelo de tierra. —Por una vez quisiera probar a un alfa de verdad… —susurra mientras dirige su mirada hacia el rostro de Chanyeol. 

—Ve a tu palanquín y no vuelvas a hablarme, —dice molesto mientras se levanta. 

Todo el camino tuvo que soportar nuevamente a la omega llorando; desea poder haberse puesto algodones en los oídos. No la odiaba, pero sabía que era mentira lo de que nunca probó a otro alfa, a ella le encantaba estar de hombre en hombre, solo que su padre no lo sabía o bueno Chanyeol no lo sabe ya que el líder jamás dijo nada sobre ello, solo sabía que a veces los alfas que se atrevían a tocar a los omegas de la familia, desaparecían misteriosamente. 

Al llegar a la aldea, el alfa a cargo, presento a la omega quien tuvo que ir a enfrentar su destino. Chanyeol no supo más de eso ya que fue a dormir al lugar donde le habían asignado. Hubiera querido que también envíen a Sehun para no aburrirse tanto; se llevaba con los otros alfas, pero no era lo mismo. 

Al día siguiente supo que en realidad la omega no se iba a casar con el líder, sino con su hijo mayor, el heredero de la aldea. 

Cómo estaba todo hecho y el líder de aquella aldea había firmado el acuerdo entre ambas aldeas, Chanyeol por fin podía regresar a su casa. Una sonrisa se dibujo en su rostro al saber que su esposo y su hijo estaban esperándolo en casa. 

***

Baekhyun estaba en la habitación de Jongdae, sentado junto al niño para ayudarle a hacer sus tareas, explicándole lo que no entendía. Estaba algo desanimado porque no había dormido con su marido y al parecer ese día tampoco, porque ya casi se ocultaba el sol y el alfa aún no venía. 

—Mami, ¿Por qué yo no tengo hermanos? —pregunta de pronto.

—Bueno, es porque no he querido. —Explica, —quise tener todo mi tiempo y cariño solo para tí, ¿Por qué? ¿Quieres tener un hermanito? —pregunta dulcemente.

—No, —sacude su cabeza, —es que Minnie me preguntó eso, —se encoge de hombros. —Yo quiero que mami y papi solo me quieran a mí, —sonríe ampliamente. .

—Entonces está bien seguir así, —se encoge de hombros. —Seguirás siendo hijo único por un largo tiempo más, —dice contento mientras le da un beso esquimal a su hijo quien se ríe y abraza a Baekhyun.

Luego de eso siguieron haciendo las tareas hasta que se acabó y Jongdae fue a bañarse, Baekhyun le puso la pijama para acostarlo mientras le contaba un cuento en forma de canción, Jongdae amaba la voz de su madre, le hacía sentir tan relajado y seguro incluso más que los abrazos de su padre. 

Baekhyun se levantó una vez el pequeño se quedó completamente dormido, se quedó por unos segundos parado contra el marco de la puerta, simplemente admirando al cachorro. Realmente estaba muy feliz de haber tenido a su bebé, se arrepentía de las palabras feas que le decía a su barriga cuando estuvo embarazado. 

Cerro lo puerta para irse a su habitación para bañarse y luego ponerse una pequeña bata traslúcido color palo de rosa para irse a dormir; suspira triste cuando no tiene a su alfa para abrazar. 

Sus ojos comenzaron a abrirse cuando escucho ruidos fuertes afuera de la casa, se sentó en la cama cuando un montón de gritos lo asustaron. Se levantó de inmediato y se puso un salto de cama para asomarse por la ventana; sus ojos se agrandaron cuando vio a un montón de bestias desagradables arrasar con todo, había fuego y omegas corriendo con sus hijos.

Baekhyun de inmediato se dió la vuelta para ir a la habitación de su hijo quien seguía durmiendo, tomo al pequeño alfa en brazos para acurrucado. No sabía a dónde podría ir ya que si salía estaría en peligro, pero también temia que entrarán a la casa. Lo único que podía hacer era quedarse con su pequeño hasta que su alfa volviera. 

—Mamá ¿Qué pasó? —pregunta adormilado el niño mientras empieza a despertarse. 

—Nada mi amor, solo guarda silencio ¿Sí? —susurra al pequeño para luego acurrucarlo en su pecho. 

—Está bien, —susurra de igual manera. —mami ¿Qué son esos gritos? 

—No es nada, no te preocupes, —sonríe con dulzura para luego acariciar la cabeza de su hijo.

Baekhyun respiraba con fuerza intentando calmarse para no asustar a Jongdae; cuando los gritos de afuera se volvieron más fuertes, Baekhyun empezó a cantar en voz baja para su pequeño quien empezaba a dormirse de nuevo. 

Después de unos minutos pudo escuchar como la puerta se abría de golpe, luego pasos fuertes hasta que estuvo frente a la habitación, Baekhyun tenía brillo en sus ojos, su animal estaba preparado para saltar encima del ser que estuviera en frente. 

—Vaya, se nos olvidaba uno, —dijo con voz ronca un alfa que más bien parecía alguna criatura grotesca sacada de un libro de terror. 

Baekhyun dejo a su hijo a un lado y de un salto se convirtió en un lobo que cayó sobre un sorprendió alfa, no se esperaba que el chico intentará defenderse. Baekhyun empezó a morderlo aprovechando la distracción del tipo, no se detuvo hasta que aquel tipo era solo una mezcla de carne y sangre. 

—Mami, —el niño se sentó mientras frotaba sus ojos. 

Baekhyun se transformó de nuevo en un humano quedando con su ropa desgarrada y solo el salto de cama encima. Fue hasta Jongdae para tomar su mano y jalarlo con fuerza para salir de ahí, ya no era seguro. 

El niño estaba asustado ya que su madre no decía nada, solo caminaba sujetándolo mientras mantenía su mirada al frente. 

Baekhyun retrocedió cuando un grupo de alfas se pusieron en frente de él; gruño mientras ponía a Jongdae detrás de él, no iba a dejar que le hagan daño a su cachorro bajo ningún motivo, correría sangre si eso pasaba. Las uñas de Baekhyun se convirtieron en garras y sus dientes en colmillos largos mientras que sus ojos se volvieron brillantes por completo. Incluso aquellos alfas se asustaron un poco ya que aquellos ojos significaban que el omega iba a pelear y mataría al que estuviera en su paso si fuera necesario, nunca habían visto algo así en un omega, ellos usualmente solo corrían y gritaban por ayuda. 

Baekhyun se convirtió de nuevo en animal, y cuando los alfas se acercaron a él, el omega no dudo ni en segundo en ir hacia sus cuellos. Jongdae se había escondido detrás de un árbol al ver a su madre peleando contra aquellos lobos feos a su parecer, su mamá lucía como un dios precioso era lo que pensaba. 

Baekhyun estaba agitado y débil, estaba herido en algunos lugares de su cuerpo, y cubierto de sangre y pedazos de carne. Con la poca energía que tenía se dió la vuelta para ir a ver a su pequeño, creía que quizá el niño estaría asustado por haberle visto así, pero no. Jongdae fue a abrazar a su mamá quien se inclino para que el niño se trepara encima de él y empezar a correr para alejarse. 

Mientras corría se dió cuenta que varios alfas habían empezado a seguirlo, tenía que correr más rápido. A pesar de que había podido matar a esos tres alfas, seguía siendo un omega y era más débil por lo que sabía que no podría contra los que le seguían. 

***

Chanyeol estaba regresando al pueblo cuando llamas altas llamaron su atención y luego oyó gritos, gritos desgarradores que hicieron que el alfa solo pensara en un cosa, su familia. 

Mientras corría su ropa se rompió dejando ver a un gran lobo gris cuyas patas se dirigían hacia el omega hasta que lo vio, su hermoso lobo omega estaba corriendo lleno de sangre y con su hijo en la espalda siendo perseguidos por un grupo de bestias horrendas, parpadeo por unos segundos pensando que había estado cerca de convertirse en algo así en el pasado.

Baekhyun se escondió detrás de Chanyeol quien empezó a gruñir con fuerza haciendo que aquellos lobos retrocedan unos pasos, pero sin dejar de gruñir y enseñar sus colmillos.

—Vete, yo me encargaré de ellos. —Le ordena el alfa.

—Pero amor, no puedo dejarte solo, te matarán, —dice desesperado ganándose un ladrido. 

—Vete, corre, mantén a salvó a nuestro hijo, —vuelve a gruñir.

Baekhyun asiente y cuando las bestias se acercan, el empieza a correr con Jongdae sujetado de su lomo, el niño lloraba en la espalda de su madre y de los ojos del lobo también salían pequeñas lágrimas que el viento frío de la noche se llevaba consigo. 

Sus patas estaba ardiendo, pero al menos ya no lo seguían, pero estaba tranquilo ya que su mordida seguía ahí, podía sentir el lazo aún vivo dentro de su cuerpo. 

Sabía que si se quedaba en algún lugar por muchos minutos podrían ir hasta él por lo que necesitaba alejarse lo más que podía, pero sin darse cuenta dió un paso mal y sus patas resbalaron por una ladera donde cayó rodando hasta que su cabeza se golpeó contra algo duro y solo pudo ver negro. 





*





–¡Baekhyun!

Los ojos del omega se abrieron lentamente hasta que la luz de un foco lo hizo cerrar nuevamente los ojos.

–Apaguen ese foco, –se escucho una voz que el omega realmente no pudo distinguir.

–Sí, sí enseguida, –respondió otra que tampoco pudo reconocer.

Baekhyun volvió a abrir los ojos mirando a un grupo borroso hasta que su vista empezó a enfocarlos, luego mira alrededor, era una habitación blanca con aroma a alcohol y cloro.

–Gracias a la Luna estás vivo, –una omega dijo entre lágrimas.

–¿Mamá? –pregunto de repente y como si fuera un álbum de fotos digital, su cerebro empezó a llenarse de imágenes y recuerdos. –¿Qué hago aquí? –dijo mientras tocaba sus sienes intentando aliviar el dolor en su cabeza.

–¿No recuerdas? Caiste por una ladera cuando fuiste a acampar con tus amigos y pasaron algunas semanas buscándote, en realidad, –suspira y toma aire, –pensamos que estabas muerto, pero tú prometido no quiso darse por vencido y bueno, un equipo de búsqueda liderado por él te encontraron. –Sonríe al final.

Baekhyun dejo de masajear su cabeza para luego mirar al que reconocía como Kyungsoo, su compañero de cuarto. Después de eso abrió sus ojos llevando su mano a su nuca.

–Quiero un espejo, –exigio y luego entro su prometido.

–Baekkie, cariño, –dijo acercándose y los otros sonrieron.

–¡Dije que quería un maldito espejo! –grito ignorando por completo al alfa y sorprendiendo al resto.

–Baekkie, tu-

–¿Es que acaso no me escuchan? ¡Quiero un espejo! –dijo al borde del colapso recordando cómo Chanyeol se había quedando en ese lugar… protegiéndolo.

Kyungsoo al ver cómo su amigo se había descontrolado e incluso estaba llorando decidió pasarle un espejo que traía en su bolso.

Baekhyun tomo el espejo casi arranchandolo de las manos de Kyungsoo quien se asustó al ver Baekhyun en ese estado, el omega siempre era jovial, tranquilo y divertido, no así.

Sus padres, como los amigos de Baekhyun y su prometido se veían entre sí intentando comprender el comportamiento del omega y el porqué necesitaba aquel accesorio de manera tan urgente.

Baekhyun aparto su cabello y posicionó el espejo de manera que pudiera ver el lugar donde el otro lo mordió, tocó su piel intentando sentir los bordes de la cicatriz, pero no había nada, su mordida había desaparecido por completo, el sabía lo que eso significaba.

–Chanyeol… –Sus ojos como si fuera una llave de agua empezó a desbordar lágrimas gruesas. Su lobo se hallaba muriendo dentro de él, aullaba y rasguñaba.

–Cariño… –Su madre se acercó cuidadosamente, –¿Quién es Chanyeol y por qué miras tu cuello? –hablo en un tono bajo pero audible.

–Es mi alfa, mi alfa, y ya… Ya no tengo su marca, –dijo más para si mismo sin darle atención a las miradas confundidas de todos en el lugar, –su marca, n-no está, –seguía mirando intentando ver si había algo, pero no, su piel estaba limpia.

Todos miraron al doctor quien se hallaba revisando el archivo que una de las enfermeras le pasó, fruncía un poco el ceño y suspiro al escuchar al omega quien seguía murmurando.

–Baekkie, pequeño, –la mujer se sentó y tocó su mejilla para que la mire, –tu no tienes alfa, tú prometido aún no se ha enlazado contigo, estabas inconsciente en el bosque. –La mujer suspira, –puede que quizás lo hayas soñado ¿Puede ser no? –Pregunta mirando al doctor.

–Quizás sean alucionaciones producto del golpe en la cabeza, mandaré a qué le hagan una tomo-

De repente las palabras del doctor se vieron interrumpidas por el estruendo del espejo del omega rompiéndose contra una de las paredes, todos quedaron en silencio de repente.

–¡No estoy loco!

Una vez Baekhyun pensó que al estar de nuevo en casa estaría feliz, al irse del lado del alfa su vida estaría en paz nuevamente, pero eso estaba en el pasado ahora, y en ese momento solo quería correr a dónde el hombre, el amor de su vida, para comprobar que estaba bien, no quería pensar que… En realidad todo fue producto de su imaginación.

Sus ojos bajaron a sus manos empuñadas sobre la sábana, luego miro al sofá junto a la pared donde estaban sentados algunos de sus amigos, de repente su vista aterrizó en algo que brillaba, era un collar.

–¿Qué es eso? –pregunta en voz baja mientras apunta a la joya.

–Oh, es con lo que te encontraron, –su padre alza la pieza dorada.

Los ojos de Baekhyun se agrandaron a dimensiones impresionantes en cuanto vio el collar, aquel que le había regalado Chanyeol, el collar de reclamo, el que usaba cuando dejó al alfa atrás con aquellas bestias asesinas. 

–No fue un sueño… –Susurro y luego cayó inconsciente sobre la cama.




***
Este fic está cerca de su final ✌️

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