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III

La luz del sol se filtraba por la ventana que daba directo al rostro de un Baekhyun profundamente dormido quien luego de unos segundos sintió como su piel quemaba así que aún medio inconsciente decidió girarse y sus ojos se abrieron levemente solo para enfocar el cuerpo desnudo de un hombre grande que le resultó familiar; era idéntico al de su pesadilla.

–Pero… ¡Qué mierda! –exclamo en voz baja, temiendo despertar al otro.

En seguida pateó las sábanas y salió de la cama, pero apenas se puso de pie, un ardor punzante en su zona baja que provocó una gran caída quedando de rodillas con la cara sobre el suelo.

–Realmente no fue una pesadilla, –susurro jadeando asustado mientras se sentaba sobre sus talones aún con aquel dolor, y en realidad no quería prestarle atención a la sensación pegajosa entre sus glúteos y sus muslos.

Después de unos minutos se puso de pie como pudo, respirando profundamente para que su cuerpo dejara de doler. Busco alguna prenda para vestir encontrando una camisa de aquel hombre así que se la puso junto a un gran abrigo que estaba en la entrada de la casa.

Los pies de Baekhyun estaban helados y este se arrepentía de no haber buscado algún par de zapatos, pero a mitad del bosque supuso que ya era muy tarde para eso; siguió caminando tratando de encontrar algo que lo llevará de vuelta a su hogar, pero sinceramente necesitaba que algo calentará sus pies; no quería convertirse en lobo porque sabía que seguramente el animal correría de nuevo hasta los brazos de aquel alfa, si ahora mismo estaba arañando por regresar.

Ahora estaba de nuevo junto al río donde se baño y el tipo lo encontró. Vio que su mochila ya no estaba ahí y tampoco sus zapatos, supuso que quizá la corriente del río pudo haberselos llevado; puso un dedo en su quijada pensando en el camino dónde había caído en primer lugar; creía que quizás volviendo ahí podría encontrar algo que lo devolviera a su hogar. Cómo todo estaba con una espesa niebla, típica de la mañana, no podía distinguir demasiado, pero aún así camino por una bajada teniendo cuidado de no resbalarse.

Chanyeol estiró su brazo para poder acurrucar a su pequeño esposo, pero en cuanto quiso abrazarlo, solo pudo tocar la tela de la almohada. Sin embargo, no le prestó mucha atención, supuso que el omega estaría preparando el desayuno o algo así; simplemente estiró sus brazos y bostezó audiblemente para luego sentarse y quedarse mirando a un objeto fijamente, que resultaba ser uno de los pedazos de la camisa del omega, solamente soltó una corta risa recordando los eventos de la noche pasada.

Luego de unos minutos, decidió que era momento de levantarse; se dirigió al cuarto de baño para poder limpiar los restos de fluidos corporales de su piel. En cuanto terminó, bajo pensando que quizás el omega estaría en la cocina, pero amplio los ojos sorprendido al ver que no había nadie, en el perchero de la entrada no estaba su abrigo. Solo respiro profundamente y luego de colocarse sus botas, decidió salir a buscar al pequeño fugitivo.

Busco por el pueblo un rato, pero lo abandonó ya que el omega no parecía estar por ese lugar, luego recordó el río donde lo encontró, así que fue hacia el bosque, estaba algo ofuscado por tener que estar haciendo eso.

Llego al río, pero no vio a nadie y suspiro ruidosamente, luego sus ojos grises brillaron y sus fosas nasales se ensancharon captando el aroma a su alrededor hasta que logro percibir su propio aroma sobre uno más dulce, el de su esposo.

Camino tranquilamente entre la hierba húmeda, los rayos del sol no entraban completamente en aquel bosque espeso por lo que hacía algo de frío ahí; llegó a un barranco y cuidadosamente dió un salto hasta llegar abajo, sus pies llegaron hasta unas rocas grandes dónde estaba el omega recostado con los ojos cerrados.

–¿Viniste temprano en la mañana para dormir en estás rocas heladas? Vaya, ¿Es parte de algún ejercicio raro? –pregunta burlonamente mientras arquea una ceja.

–¿Qué haces aquí? No debiste venir, –frunció el ceño aún con los ojos cerrados.

–Soy tu alfa, es mi deber protegerte, por eso vine a buscarte, temía que te haya pasado algo y ahora debo llevarte a casa, –se encoge de hombros.

–Estoy tratando de ir a casa, pero aún no puedo salir de esta pesadilla, –susurra mientras abre sus ojos y vuelve a ver las ramas largas de los árboles, gira su cabeza y ve al alfa parado ahí mirándole con suma paciencia.

–¿Te golpeaste la cabeza o algo así? –hace un gesto de aburrimiento mientras bosteza, –ven, vamos a casa, aquí hace mucho frío y te vas a congelar, –estira la mano hacia el más pequeño, pero este golpea su dorso provocando que el alfa resople y entorne los ojos.

–Puede ser, quizás esa es la respuesta, –sus ojos brillaron como sintiéndose iluminado para luego darse un cabezazo contra la roca.

–Oye ¡Pero que rayos! –fue de inmediato hacia el omega para detenerlo viendo cómo ahora su frente estaba roja y con unas gotas de sangre, –¿Estás loco? –arqueó una ceja y lo levanto entre su brazos.

–No y bájame, necesito volver, –dijo aún sintiéndose desorientado por el golpe.

–No te bajaré, mira sé que nuestro encuentro no fue el mejor, pero no esperaba que te resistieras tanto, –dijo sorprendido mientras se llevaba a su esposo colina arriba para volver a su hogar.

–¿Esperabas que simplemente me dejara llevar por ti? –exclamo molesto.

–En realidad sí, –se encogió de hombros, –es lo que los omegas hacen, si un alfa los elige, ellos simplemente se van con él, –sus palabras fluyeron tan naturales que asustaron a Baekhyun.

–¿Y si ya tiene una pareja, pero que aún no lo ha marcado? –sabía que aunque luchará no podría salir de los brazos del alto, por lo que en esa ocasión se dió por vencido.

–Es raro ver algo así, usualmente si un alfa quiere a un omega lo marca, pero si se diera el caso, entonces ambos pelearían a muerte o hasta que uno de los dos se rinda y el omega tiene que ir donde el ganador. –Salieron del bosque y el alfa saludo desde lejos a un par de personas para luego caminar directo hasta su casa.

–¿Es en serio? ¿Y la policía no los arrestaría por asesinato? –Baekhyun hizo una mueca de desagrado.

–No, es legal hacerlo, aunque primero se necesita notificarlo al líder de cada pueblo o ciudad, –llegaron y Chanyeol puso a Baekhyun en el suelo.

–Realmente aún son unos cavernícolas, –se cruza de brazos y resopla.

Chanyeol rueda los ojos y luego le da una leve nalgada al omega quien amplía sus ojos sorprendido, –lo que digas, ahora ve a cocinar, son más de las ocho y aún no he comido. –Luego de decir eso, subió.

–Pero que le pasa, –su voz salió teñida de indignación, –que se lo haga él, –muy enojado fue a la sala y plantó su trasero en el sofá. –Cabrón, –susurro mientras intenta pensar en como regresar a su casa.

Luego de unos minutos Chanyeol bajo vestido solo con unos pantalones sueltos y una camiseta sin mangas, con una mochila en su espalda; respiro profundo al ver a su omega sentado en el sofá.

–Baekhyun, creo que no he dejado las cosas muy claras aquí, –camina directamente hacia el más pequeño quien frunce el ceño y lo mira de mala manera.

–Pues yo sí que las dejaré claras, ¡No seré tu sirviente! Si quieres hacer algo, hazlo tu mismo, yo no-

Chanyeol lo corto y agarro su cabello con fuerza haciendo que Baekhyun suelte un gemido de dolor, los ojos del alfa estaban brillando, aunque su rostro seguía viéndose relajado.

–No me importa de donde vengas o como hayas sido criado, aquí los omegas hacen las tareas del hogar y cuidan a los cachorros, es su única obligación mientras que los alfas somos quien provee y protege ¿Entiendes? –su voz salió más gruesa de lo habitual.

–Puedo cazar y trabajar para mantenerme yo solito, –sus ojos también empezaron a brillar con enojo lo que sorprendió un poco a Chanyeol, pero no lo dejo saber.

–¿Cazar, trabajar? –el alfa dejo salir una carcajada, –los omegas no hacen eso y lo tienen prohibido, no me hagas tener que irte a ver a la cárcel, –dijo en tono burlesco.

–Eres un imbécil, todos aquí son unos idiotas, –empezo a llorar sin quererlo, de inmediato sintió los brazos del alto rodeandolo, –suéltame, ¡No quiero que me toques! –intenta empujarlo.

–Baekhyun, ya basta, –le dijo firme, pero sin alzar la voz, –no entiendo que te ocurre, eres un omega realmente extraño. –Acaricia su cabello mientras el otro descargaba sus lágrimas sobre la camiseta del alto.

–Y-Yo no soy de esta época, –soltó en cuanto terminó de llorar y se aparto un poco del alfa que cedió su abrazo.

–¿De qué hablas? –toca su frente, –no tienes fiebre…

–Escúchame… yo vengo de unos años más adelante, –el alfa limpia las lágrimas de sus mejillas, –yo estaba con un grupo de amigos acampando en las montaña y luego empezó una tormenta, caí por una ladera y quedé inconsciente… En cuanto desperté estaba aquí y luego empecé a buscar a mis amigos, pero no encontré nada y ví que el lugar era un poco diferente, simplemente pensé que era mi imaginación así que fui al río a quitarme el lodo para después seguir buscando, fue ahí cuando me encontraste. –Lo último lo dijo en un tono de enojo mientras frunce el ceño.

–¿Consumes supresores? –pregunta el alfa de repente confundiendo al omega por el cambio de tema abrupto.

–Bueno sí, es lo normal si no estoy marcado, –se encogió de hombros, –bueno, supongo que ahora ya no los necesitaré, –entorna los ojos.

Chanyeol golpea su propia mano, –eso eso, son los supresores los que te hicieron daño, salieron hace pocos años por lo que aún deben tener errores, bueno eso leí en el periódico, –toma el mentón de Baekhyun alzandolo para dejar un beso en sus labios.

–¿De qué hablas? No estoy loco, además tus cambios de comportamiento me asustan, a veces me tratas mal y otras eres cariñoso, –se aparta un poco.

El alfa suelta el mentón de Baekhyun y se encoge de hombros, –no te trato mal, simplemente te hago saber quién está a cargo en esta relación, soy cariñoso porque eres mi omega y jamás verías mi lado… Uhm como decirlo, serio sería quizás la palabra, bueno no verías ese lado si te comportaras como un omega normal. –Su voz salió tranquila, simplemente mirando al otro.

Baekhyun se cruza de brazos y arquea una ceja, –¿Y cómo se supone que según tú, es un omega normal? –pregunta burlonamente.

–Primero, no hablaría en ese tono; segundo, ya me habría preparado el desayuno; tercero, no hubiera luchado contra mí cuando lo marque, luego pues no me cuestionaría, haría las labores de la casa sin quejarse y con una sonrisa, abriría sus lindas piernas para mí cuando lo quisiera y en general obedecerme y mantenerse callado. –Se encoge de hombros sin prestarle demasiada atención a la expresión horrorizada de Baekhyun.

–Pero tú quieres un esclavo, –sacude su cabeza. –¿O sea que si te coges a otro omega tampoco podría hacer nada? Yo tengo voz, no puedes simplemente callarme, tengo derecho a negarme o a opinar.

Chanyeol arquea una ceja y frunce el ceño intentando procesar lo que el omega le decía, en toda su vida jamás había escuchado a un omega hablar sobre esas cosas; siempre eran amables, callados y sumisos.

–Eres muy raro… –fue lo que escapó de la boca de Chanyeol, –además jamás me acostaría con otro omega, eso no hace un alfa. –Suspira, –también deberías saber que no es que yo sea él que quiera ese comportamiento… Simplemente así es como es. Sin embargo, deberías estar agradecido que te toco un alfa tan bueno como yo, otro alfa probablemente ya hubiera llenado tu cuerpo de hematomas y sangre solo por haberle alzado la voz, yo siempre he sido considerado un alfa muy tranquilo en el pueblo.

–Yo no debería agradecerte por no agredirme, tu simplemente cumples con el deber de cualquier ser decente. No me pienso callar y si quieres comer, pues cocina para-

Baekhyun no pudo seguir hablando porque algo pesado cayó sobre su mejilla volteando su rostro y sacando unas gotas de sangre que cayeron al suelo bajo la atenta y asustada mirada de Baekhyun que luego se dirigió al rostro fruncido de Chanyeol.

–No me obligues a comportarme como un alfa normal, no me gusta alzarle la mano a los omegas porque son seres frágiles, pero no seguiré aguantando tu insolencia. –Termino de decir y luego salió de la casa dejando a un lloroso omega quien seguía mirando el lugar por donde se había ido.

–Jamás nadie me había golpeado, –toco su boca y luego miro las manchas de sangre. –Necesito volver a mi casa… Pero no sé cómo, –cayo de rodillas sintiendo el sabor metálico bañando su lengua.

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