Extra
—Jongdae, así no, tienes que acechar antes de lanzarte, —Chanyeol reprende a su hijo.
—Lo siento, pa, —responde algo avergonzado de haber provocado que el ciervo huyerá de ahí.
—Si sigues haciendo eso morirás de hambre en el futuro, —resopla negando con su cabeza, —vamos a intentarlo de nuevo, no regresaremos a casa hasta que logres cazar algo, —golpea el suelo con su pata delantera.
El lobo adolescente suspira pensando que otra vez moriría de hambre hasta la noche, el día anterior, el anterior y la semana anterior había pasado lo mismo; a duras penas ha podido cazar un triste ratón de campo al que le faltaban dos patas.
Jongdae no entendía porque era tan malo para cazar siendo que era un alfa y su padre uno de los mejores cazadores del pueblo. Su madre siempre le decía que esas cosas se lograban con esfuerzo y eso al principio lo motivo hasta que supo que su padre cazaba alces a la edad de catorce años y él ya tenía dieciséis.
Le desmotivó cuando sus dos de sus hermanos menores atraparon una liebre; eran niños y lo habían hecho jugando, ni siquiera se habían esforzado. Cómo tenían suficiente comida en casa dejaron ir al pequeño animal.
—No gruñas, los asustas, —Chanyeol le vuelve a regañar y le da un golpe en la cabeza con la pata. —A ver, mira como lo hago yo y hazlo así, —rueda los ojos para luego buscar con su mirada una presa.
Jongdae sobaba su cabeza con su pata mientras miraba al lobo más grande yendo a por un jabalí que pasaba por ahí, miro con atención cada uno de los movimientos de su padre hasta cuando tuvo en su hocico al pequeño animal que gritaba, luego lo dejo ir ya que solo lo había embocado.
Jongdae se sentía nervioso, era peor que cuando tenía que aprobar los exámenes del colegio porque sino su padre lo ponía a cortar leña y no le dejaba ver a Minseok; una vez reprobó porque precisamente había estado demasiado tiempo con el omega, nunca pensó que sus padres lo castigarían así.
El lobo joven trato de hacer lo mismo que su padre, como lo había venido haciendo por semanas, pero no pudo, el conejo se le escapó a penas trato de ir por él. Chanyeol solo negó con su cabeza decepcionado, el alfa menor quería ir al regazo de su madre para llorar porque se sentía inútil.
Regresaron a casa muy tarde en la noche, ambos estaban sudados, cansados y sucios. Jongdae se sentía incómodo porque pensaba que en cualquier momento su padre le gritaría, nunca antes le había insultado o golpeado a parte de los coscorrones en la cabeza, pero igual le tenía miedo siendo que aún no lograba cazar nada.
Al día siguiente Jongdae fue al colegio como de costumbre; sus hermanos menores iban detrás de él, eran cuatro, los trillizos estaban acabando la escuela y el otro recién la empezaba; sus padres tuvieron al pequeño luego y hace un año su madre había dado a luz un pequeño omega.
—Hermano, ¿Es verdad que pronto vivirás con Minseok? —pregunta su pequeña hermana.
—Bueno, aún falta un tiempo para que eso pase, —explica mientras caminan.
Jongdae suspira cuando piensa en que pronto tendrá que construir una casa para vivir con Minseok después, pero pensaba que posiblemente se iba a caer ya que sentía que todo hacia mal. Dejo a sus hermanos en la escuela y él fue al colegio.
Se suponía que aunque no trabajarán como cazadores, todos los alfas existentes en el mundo debían saberlo, de hecho era algo innato en ellos y sus padres alfas solo los guiaban, no les enseñaban de cero como a él.
Ni su madre o padre le obligaban trabajar en algo, él podía elegir lo que quisiera ser, pero pensaba que no era bueno en nada y eso le desanimaba. Se sentía un alfa patético, para rematar todo, era sumamente bajo, había heredado la altura de su madre, al menos era más alto que Minseok.
—Hola, alfa, —la voz suave de su omega favorito entro por sus oídos, —¿Qué sucede? Pareces cansado, —forma un puchero.
—Otra vez mi papá me estaba enseñando a cazar, —bosteza mientras estira sus brazos, —¿Cómo así por aquí? —pregunta extrañado ya que ese era el colegio para alfas.
—Quise darte esto, —le extiende una canasta de mimbre con un pañuelo encima. —Las hice ayer en la tarde, en la clase de repostería, pero me olvidé, —rie nervioso.
Jongdae temió probar la comida del omega; lo amaba con locura, pero sabía que tan mal cocinaba el pequeño. Cuando probó una de las galletas, se aguanto una mueca de asco en cuanto empezó a masticar, sonríe con dulzura a Minseok.
—Están muy ricas, Min, las comeré en el almuerzo, —sonríe y luego besa la frente del omega.
—Me alegro mucho alfa, —aplaude ligeramente felicitándose a si mismo, y se inclina hacia adelante para presionar sus labios en la mejilla de él, —bueno, me tengo que ir porque sino llegaré tarde a clases.
Jongdae se despide con la mano de Minseok, pensaba que el omega se veía hermoso con aquella túnica celeste. El omega nunca había sido especialmente delgado como su madre, el señor Luhan, pero eso le gustaba en realidad; incluso a veces se tenía que frenar a si mismo para no morder al omega en medio del pueblo.
Recuerda que cuando recién comenzó a oler a alfa, dejando el aroma de sus padres atrás, que fue cuando cumplió doce años, le pregunto enfadado a su padre porque no podía morder a Minseok siendo que se suponía era un acto normal ahí e incluso así se enlazaron ellos, sus padres. El mayor le dijo que era cierto, pero que cuando marcó a su madre él ya tenía una casa, un empleo y era lo suficientemente mayor para formar una familia. Jongdae quiso desobedecer a su padre pensando que era una tontería y le costó un castigo.
Ese suceso casi enfrenta nuevamente a Chanyeol y a Sehun porque el segundo alfa se enfureció cuando vio a Jongdae encima de su hijo intentando morderlo. Chanyeol estaba enojado con su hijo, pero tampoco iba a dejar que Sehun lo matara así que estuvieron a punto de ir a los golpes; fue Baekhyun quien se interpuso, primero golpeó el trasero de su hijo con una tira de caña y luego se disculpo con los padres de Minseok por el actuar del joven quien también se tuvo que disculpar.
Pasados unos días, Luhan invito a la familia Park a la fiesta de flores de Minseok, era un evento donde los padres celebraban que su hijo omega comenzaba a oler a su propio aroma dejando el de sus padres. Ahí Sehun y Chanyeol volvieron a hablarse, ambos terminaron riéndose al final del día así que todo volvió a la normalidad.
Sehun le había dicho a Jongdae que no le molestaba que en un futuro fuera el alfa de su hijo, pero que primero tenga una casa para vivir, no siendo un mocoso que ni siquiera sabía limpiarse el trasero solo. Al joven alfa le molestó un poco eso, pero igualmente acepto por lo que ha trabajado duro para ser un buen alfa para Minseok, pero ni siquiera podía cazar un conejo y eso lo deprimía. ¿Y si un mejor alfa marcaba al omega?
—Joven Park, —puede escuchar la voz de alguien. —¿Está aquí? —pregunta bromeando al ver que su alumno apenas se daba cuenta del mundo.
—¿Qué? —frunce el ceño y luego rueda los ojos cuando sus compañeros se rieron debido a su despiste. —Lo siento, —se disculpa con el profesor.
—No importa, —niega con su cabeza, —lea el párrafo cuatro, —ordena.
Jongdae suspira y decide leer. El día transcurrió normal, lo mismo de todos los días así que cuando llegó la noche lo único que pudo hacer fue quedarse dormido como un muerto. Baekhyun fue a revisarlo y vio que su manta estaba en la esquina de la cama por lo que la cogió para tapar a su hijo, beso su frente y luego salió del cuarto.
—Chan, estás siendo muy duro con él, —Baekhyun se cruza de brazos mientras entra al cuarto que comparte con su alfa, —siento que está demasiado presionado, —suspira caminando hacia Chanyeol.
—Otra vez está conversación, —Chanyeol rueda los ojos, —ya tiene dieciséis años, necesita aprender a cazar, —responde serio mientras se coloca una camiseta sin mangas.
—Ni siquiera sabemos si se va a dedicar a eso, —se sienta en el filo de la cama mientras hace un puchero. —¿Qué tiene de malo que no sepa cazar?
—Pues que es un lobo y es un alfa, —resopla. —Así no se dedique a eso, tiene que saberlo. ¿Qué pasa si algún día no tiene el mercado para comprar carne y necesita conseguirla por si mismo? —le increpar mientras camina hacia el omega. —Vivimos en el bosque, no en la ciudad bonita de la que siempre me cuentas, —se sienta junto a su esposo para dejar un beso en sus labios.
—Ya lo sé, pero me duele ver qué cada día está más desanimado, ¿Y si se deprime? —infla sus mejillas molesto.
—¿Se que? —arquea una ceja sin entender lo que dijo el omega.
—Deprime… —desvía la mirada, —olvidálo, solo no quiero que se estrese demasiado, —hace una mueca con su boca mientras mira sus manos.
—Cariño, tu eres un omega y te he visto cazando mejor que él, no dejaré que mi hijo no sepa hacerlo, —pone sus manos sobre el colchón para acostarse.
—Solo se un poco más paciente, por favor, —se da la vuelta para gatear por la cama hasta que estuvo junto a su marido. —Es nuestro pequeño, —mira con ojos de cachorro al alto.
—A veces siento que tú lo has mimado demasiado, —tuerce la boca, pero cuando vio los ojos aguados del omega se callo y lo abrazó.
—Bueno, mañana mi pobre niño podrá descansar ya que nuestros pequeños irán con sus abuelos, —le saca la lengua y achina sus ojos.
—¿A qué te refieres? —ladea su cabeza.
—Mañana entraré en celo, —sonríe travieso mientras lleva una mano para acariciar la mejilla del alfa. —¿No lo recordabas? —sus mejillas se sonrojan cuando siente la mano de Chanyeol sobre su trasero.
—He estado tan ocupado con Jongdae que me he olvidado de todo, —hace una mueca de preocupación. —Supongo que él y yo merecemos un descanso; ¿Quieres que ponga otro lindo cachorro en tu vientre? —susurra cambiando completamente de tema.
—¿No crees que ya tenemos muchos, amor? —se da la vuelta quedando con su vista al techo cuando Chanyeol se monta encima de él.
—¿Cinco? ¿Mucho? —frunce el ceño mirando hacia la cabecera de la cama, —no creo, mis padres tuvieron más de quince y Sehun va por su séptimo cachorro, —vuelve a mirar a Baekhyun quien tenía una mirada horrorizada, —bueno, podemos esperar a que Hanyul crezca un poco más, —se ríe para luego besar los labios de Baekhyun.
El omega llevo sus manos hacia la espalda ancha de su marido mientras esté comía su boca. Chanyeol comenzó a acariciar los muslos gruesos de su esposo mientras golpeaba su pelvis contra su trasero simulando embestidas.
La madera logro amortiguar los gemidos altos de Baekhyun mientras Chanyeol le hacía el amor, agradecía profundamente que no se pudiera escuchar nada afuera de la habitación porque sus hijos estarían sumamente traumatizados.
Al día siguiente Jongdae desayuno y cogió la mochila que su madre le dió, al parecer eran aquellos días "especiales" dónde tenían que ir con su abuela, sabía porque se tenían que ir, pero prefería no ponerse a pensar en ello.
Cuando las clases terminaron y fue a ver a sus hermanos, algo llamo su atención; era un ruido sumamente alto. Cuando se dió la vuelta se dió cuenta que era Minseok quien corría en su dirección mientras gritaba.
—¿Qué pasa? —pregunta el alfa sumamente confundido mientras el omega se escondía detrás de su espalda aterrado.
Algo respondió su pregunta o más bien alguien, un alfa camina con parsimonia hacia donde ellos. Ahí fue el principio de su desgracia, o algo así.
El alfa era mucho mayor que ellos, pero le gustaba Minseok y había querido cortejarlo, algo muy raro, pero él quería hacerlo y el omega se oponía rotundamente por lo que había empezado a perseguirlo.
Mientras un omega siguiera estudiando no podía ser marcado por nadie, pero al graduarse tenía el peligro de que cualquier alfa muerda su cuello y aquel hombre estaba decidido. Ni siquiera las amenazas de muerte de Sehun parecían detenerlo.
Jongdae no iba a permitir que le quitarán a su omega por lo que decidió que se esforzaría más para convertirse en un adulto que pudiera proteger a Minseok. Cuando quiso darle una paliza a ese alfa, fue él quien terminó siendo curado por su madre y regañado por su padre.
—Eres un mocoso ¿Cómo se te ocurre ir a buscarle pelea? —fueron las palabras de Chanyeol.
—Pero tú si lo golpeaste… —susurra.
—Eres mi hijo, es obvio que lo haría, mientras sigas en el colegio debo defenderte, —rueda los ojos.
—Pero soy tu hijo, debería ser igual de fuerte que tú, —dice a modo de queja mientras mira a los ojos del alfa mayor.
—Por ser mi hijo no serás yo, además no tienes mi edad ni mi experiencia, —resopla porque no sabía exactamente como lidiar con un adolescente ¿Él había sido así?
—Enseñame, no quiero ser una decepción de alfa para Minseok, quiero ser un alfa fuerte para él, —mordisquea su labio mientras hace una mueca ya que su madre puso alcohol en la herida de su brazo.
Chanyeol se cruza de brazos y recuesta su espalda contra la pared para luego mirar a su esposo quien lucía preocupado. El alfa acepta sabiendo que su hijo no sé detendría ante alguna negativa.
Para Jongdae no fue algo realmente fácil, cada hueso roto y herida lo formó para ser alguien realmente fuerte tanto por dentro como por fuera. Incluso con el tiempo comenzó a ser bueno en la cacería.
La parte más difícil de todas fue hacer su propia casa; aunque le alegro que tanto su padre como Sehun y algunos de sus tíos le ayudarán a ello. Al principio su madre le llevaba el almuerzo, pero luego comenzó a ser Minseok quien lo hacía, pero sentía que moría cada que probaba la sazón del omega.
—Luhan ¿No le enseñas a tu hijo a cocinar? —pregunta una vez Baekhyun a Luhan luego de probar un pedazo de pollo guisado del omega joven.
—No, se lo enseñan en la escuela como a todos, —se encoge de hombros.
—Pues deberías darle unas clases, matara de una infección al estómago a mi hijo cuando se enlacen, —cogio un tomate para ver si estaba maduro.
Ambos omegas se habían encontrado en el mercado del pueblo, en los últimos años se habían empezado a llevar mejor que antes, incluso al punto de hablarse con más confianza. Luhan había dejado completamente su ilusión pasada con Chanyeol así que ahora se dedicaba enteramente a su marido y a sus cachorros.
—No creo que sea tan malo, —pone un dedo en su quijada. —Pero igualmente revisaré, no quisiera que mis nietos se quejen de su madre, —se ríe para luego escoger unas cuantas hortalizas.
Era el día de graduación para los alfas y como era de costumbre tenían que formar grupos de cuatro para cazar, el que atrapará el animal más grande sería el que mejor nota obtenga y eso ayudaría mucho al momento de tener un empleo.
Jongdae estaba sumamente nervioso ya que aunque había podido cazar presas pequeñas, no pensaba que pudiera con algo más grande y más estando en grupo, no quería ser una carga para ellos.
Sus compañeros rodaron los ojos cuando supieron que era con el joven Park con quién le tocó, en las clases de cacería le habían visto fracasar una y otra vez por lo que tenía pésimas notas ahí.
Minseok por su parte estaba aburrido porque su ceremonia de graduación era larga y tediosa. Quería ir a la graduación de los alfas para ver a Jongdae, pero no podría irse hasta que todo terminara. Su padre lucía más hastiado que él y su madre lloraba porque ya no era su cachorrito.
Desde que termina la ceremonia él podría ser tomado por cualquier alfa y eso le llenaba de temor, era por eso que su padre a pesar de estar aburrido hasta la muerte, no se había ido. Mientras un alfa estuviera a su lado no le sucedería nada malo.
Minseok vivió con miedo durante unos días pensando que en cualquier momento ese alfa o algún otro entre a su casa o le siga al mercado cuando salía con su madre. Estaba bastante enfadado ya que Jongdae aún no había ido a su casa para llevarselo.
Debido a que el cortejo no era común, los omegas no lo esperaban ni les importaba en lo absoluto. Usualmente tenían algún novio antes de graduarse con el que se enlazaban después, como era el caso de Minseok. Sin embargo, él no había venido desde la graduación.
Esa tarde estaba muy molesto porque la mayoría de sus amigos ya estaban viviendo con sus alfas, habían pasado dos meses. Su amigo Jeonghan había venido el día anterior para presumir que ya estaba esperando a su primer cachorro y Minseok quiso golpearlo porque sabía que lo hacía a propósito. Al menos tenía un alivio ya que su padre le había contado que aquel alfa que lo pretendía había tenido un accidente, se había embriagado demasiado y se cayó por una cascada muriendo abajo.
En un momento quiso ir a la casa de la familia Park para reclamarle al alfa, pero su padre dijo que si hacia eso golpearía su trasero hasta dejarlo rojo.
—Los alfas buscan a los omegas, no al revés y mi hijo no sé va a comportar como un cualquiera, —esas habían sido las palabras de Sehun.
Minseok llegó a pensar que quizás Jongdae ya había encontrado a otro omega y por eso no venía por él, ¿Había sido por su mala sazón? Se había esmerado en mejorar, aunque no creía que Jongdae fuera alguien tan superficial. No quería terminar en aquel aquel festival dónde un grupo de alfas perseguían a los omegas, él quería estar con su alfa.
—Mamá, ¿Por qué Jongdae no ha venido? —protesta ese día Minseok mientras cortaba unas papas. —¿Ya no me quiere?
—Uhm, la verdad no sé, —Luhan deja de cortar la carne para pensar, —de hecho no lo he visto desde hace bastante tiempo, pero podría preguntarle a Baekhyun cuando lo vea en el mercado, —dice finalmente cuando ve el rostro de sufrimiento de su hijo.
.
Jongdae estaba molesto, no había podido salir de su casa ni ir por su omega. La situación actual era que la hermana de su padre había venido desde otro pueblo junto a su esposo y su hijo omega.
Cómo su padre tenía que trabajar y el marido de su tía paseaba con su esposa, él tenía que cuidar al omega para que no venga algún alfa a morderlo. Chanyeol ya había hecho alusión de que se vayan porque sabía cuántas ganas tenía su hijo de enlazarse, pero su hermana parecía estar demasiado cómoda ahí.
—Lo siento mucho tíos, pero creo que ya no podré seguir cuidando a mi primo, —dijo un día en la cena ya hastiado y sumamente molesto porque había escuchado como los adultos hablaban de los planes que harían esa semana.
—¿Pero por qué? ¿No se llevan bien acaso? —pregunta su tía preocupada.
—No es eso, mi primo me agrada, —dijo mirándolo, —pero yo tengo cosas que hacer también, —responde intentando no mandar a freír espárragos a la mujer.
—Hermano, no puedo creer que tú hijo se niegue a cuidar a su primo solo unos días-
—No han sido solo unos días, querida hermana, ya son dos meses dónde mi hijo ha sido niñera gratuita sin poder salir ni a dar un paseo, —le interrumpe Chanyeol dejando sus cubiertos a un lado. —No hay que ser abusivo con los demás, además ustedes pueden pasear con su hijo ¿No? —mira a su hermana que lucía molesta.
—Pero… —sus palabras murieron en el viento al ver la mirada profunda de su hermano.
Chanyeol conocía a su hermana, era mayor que él y había sido una abusiva desde siempre, se victimizaba para conseguir lo que quería y hacía un berrinche si no lo conseguía. En realidad no había dicho nada ahora porque había querido que Jongdae hablara, ¿Qué alfa sería para Minseok sino podía quejarse de algo que lo molestara? Debía ser un adulto y no un niño si quería enlazarse.
Al día siguiente la omega se fue junto a su marido y su hijo; Chanyeol sabía que no podía ir a la casa de sus padres porque no podrían estar tan a gusto sin hacer nada cómo habían estado en su casa. Su billetera sufrió ya que tuvo que compensar a Baekhyun por haber soportado a aquella familia.
Al día siguiente Jongdae recibió la excelente noticia por parte del líder de la aldea, debido a sus buenas notas fue escogido para ser el contador del pueblo, era un cargo realmente importante y no todos los alfas gozaban de ese beneficio. Los padres del chico estaban muy felices por él, aunque más contento estaba Jongdae ya que no tendría que pelear con nadie ni cazar nada.
Cuando amueblo la casa con su primer sueldo, se animó a comprar un ramo de flores gigante para luego encaminarse hacia la casa de la familia Oh. Antes de eso se despidió de sus padres, Chanyeol le dió un abrazo corto y Baekhyun hizo un drama grande ya que no lo quería dejar ir, su padre tuvo que agarrarlo para que lo suelte, Jongdae en ese momento estuvo a punto de llorar y quedarse en su casa, sobre el regazo de su mamá, pero sabía que ya no era un cachorro y tenía que vivir su propia vida. Ahora Traga saliva nervioso ya que no sabía cuan enojado podría estar Minseok por haberlo hecho esperar tanto.
Cuando toco la puerta se pudo ver la cara de Luhan, no tenía un buen gesto y parecía que lo acuchillaba con la mirada, aunque no fue tan fea como la de Sehun que si lo amenazo.
—Si vuelves a hacer llorar a mi hijo, te despellejare vivo ¿Entiendes? —lo coge del cuello de su camisa para zarandearlo.
—Lo siento mucho, realmente lo siento, —se disculpa una y otra vez, —tengo buenas razones para no haber venido antes, —mantiene su mirada sobre la del alfa mayor.
—Ahorratelas, Minseok te ha estado esperando, —lo suelta. —Él es mi primer hijo y quiero lo mejor para él, por eso he dejado que tú seas quien lo marque, pero no dudaré en dejar viudo a mi hijo si te pasas de listo con él, —golpea el pecho de Jongdae con su dedo.
—Jamás haría algo para hacerlo infeliz, —dice con seguridad.
Sehun se queda parado un rato para luego rodar los ojos, pensaba que las palabras de Jongdae eran ciertas, además que sabía que sería un buen alfa para su hijo. Lo conocía desde siempre y sabía que no era un mal muchacho por lo que perdonaba su impuntualidad.
—Ya puedes bajar, Minseok, —dice de mala gana, ya había olido desde hace un rato el aroma de su hijo recién bañado esperando arriba de las escaleras.
—Gracias, papá, —baja en un santiamén hasta llegar a estar junto a Sehun. —Jongdae, —susurra mirando al alfa, se para frente a él para luego golpear su mejilla. —Eres un idiota, me has hecho esperar más de dos meses, —una pequeña lágrima sale de su ojo izquierdo.
—Realmente lo siento, —dice mientras frota su mejilla, —yo-
El abrazo del omega interrumpió sus palabras, se sorprendió, pero inmediatamente también rodeo al chico para acunarlo en su pecho. Se sentía algo incómodo porque Sehun seguía ahí, dándole una mirada profunda de muerte.
—No puedo creer que nuestro pequeño ya vaya a formar su propia familia, —suspira Luhan mientras abraza a su marido quien puso un brazo en su cintura.
—No llores, si quieres podemos hacer otro hoy día, —dice sugerente alzando y bajando sus cejas hacia su esposo.
—Solo en eso piensas, —rueda los ojos y se ríe a lo que Sehun le guiña un ojo.
Minseok abrazo a sus padres con fuerza, no pudo despedirse de sus hermanos ya que había ido a acampar con sus abuelos en otro pueblo. Luego vendría a casa para verlos.
Jongdae abraza por los hombros a Minseok; ninguno de los dos llevaba equipaje ya que era costumbre que cuando una pareja salia de su casa para vivir juntos, el alfa tenía que ser quien comprará todo, nada salía de la casa de sus padres.
Esa noche Minseok estuvo sumamente nervioso, sabía que tendría que ser marcado, pero no sabía que esperar. Sus amigos le habían dicho que dolía mucho, su madre le dijo lo mismo, incluso se aventuró a preguntarle a su suegro quien le dijo que al principio era como morir, pero luego realmente era fascinante.
Jongdae había pedido el día libre porque sería su enlace así que se lo habían dado y pudo pasar todo el resto del día junto al omega. Al principio fue realmente raro, a pesar de que siempre se lo imaginaron, ahora vivir juntos era extraño.
Minseok había preparado la cena y esperaba que al alfa le gustara, su madre se había esmerado en enseñarle. Le dijo que no quería que terminara matando de una intoxicación a su propio marido.
—¿Te gusta? —preguntó tímido cuando se sentó en la mesa. —Dime la verdad, si no te gusta esta bien, trataré de mejorar, —mordisqueó, su labio inferior mirando el estofado de carne que había preparado.
—Me gusta, —le sonrió, —solo ponle un poco menos de sal, —le recomendo amablemente recibiendo un asentimiento.
Volviendo al momento actual, Jongdae estaba tomando una ducha, así que aún tenía un momento para tranquilizarse antes de que ocurriera lo inevitable y que bueno, realmente tampoco quería evitar. Sus manos temblaron ligeramente cuando escucho como la puerta del baño se abría.
Había un silencio incómodo en el lugar; se conocían desde que nacieron, pero ahora se sentían como extraños. Querían que aquella bruma tensa se fuera. Minseok trago saliva cuando el alfa se sentó a su lado.
—No tengas miedo, —le susurra. —Nunca te lastimaría, —lleva su mano hacia el rostro del omega para acariciarlo.
—Lo sé, es solo que me siento raro sabiendo que vamos a formar nuestra propia familia, —baja la mirada mientras inhala con fuerza, —hasta hace poco aún íbamos al colegio.
—Bueno ya somos adultos, —sonríe tratando de dar un poco de calma al pequeño, —es normal que formemos nuestra familia, —pone su mano sobre la de Minseok.
—Está bien, entiendo, —asiente y luego de sorpresa sus labios son tomados por los de Jongdae, era su primer beso y fue realmente mágico.
Poco a poco la ropa de ambos empezó a desaparecer, las manos de ambos acariciaban el cuerpo ajeno intentando tener más de él para si mismo. Sus labios chocaban y se degustaban entre sí.
Jongdae se tomó el tiempo suficiente para preparar al omega hasta que su entrada pudo permitirle el paso a tres de sus dedos. Abre las piernas del pequeño para poder acomodarse entre ellas.
—No hagas que me duela, por favor, —pide Minseok pensando en que uno de sus compañeros le dijo que su entrada había sido desgarrada y aún así su alfa no se detuvo en ningún momento.
—Jamás te lastimaría, mi amor, —se inclina hacia abajo para volver a tomar los labios del omega mientras tomaba su propia erección para alinearla con el botón rosado de Minseok, —no tiembles, relájate, —mordisquea el labio inferior de Minseok.
La virgen y pura entrada del omega fue siendo penetrada poco a poco por el miembro igual de inexperto de Jongdae. Dolía mucho, realmente estaba doliendo, su lubricante natural ayudaba a qué resbale, sin embargo las lágrimas no pudieron evitar salir de sus ojos.
—Para, por favor, —suplica Minseok ya que Jongdae había empezado a empujarse dentro, —duele.
—Lo siento, —el alfa inmediatamente se detiene y mira el rostro de Minseok, —no quise lastimarte, —besa el rostro del omega mientras lleva una mano al miembro de él. —¿Quieres que salga? —pregunta mientras empieza a retirarse.
—N-No, no salgas, —dice inmediatamente. —Solo dame un momento para acostumbrarme, —respira profundo mientras mira al techo.
—Si quieres podemos hacerlo otro día, está bien, —le propone mientras sube y baja su mano lentamente por el tronco del pequeño miembro rosa.
—Mamá y papá me matarán si mañana no ven una marca en mi cuello, —sacude su cabeza en negación mientras trata de seguir respirando profundamente para relajarse.
—Pero no quiero obligarte si aún no estás listo, —su mirada decae.
—No me estás obligando a nada, yo quiero, —dice un poco más calmado. —Muevete, —pone sus manos en la espalda del alfa para sujetarse.
Jongdae saca su miembro para volverlo a introducir lentamente a lo que siente como las uñas del omega se entierran en su espalda. Gruñe ligeramente por el ardor y luego vuelve a salir para entrar en su cálido cuerpo.
Poco a poco el dolor fue pasando, el alfa había golpeado una parte dentro de su cuerpo que lo había hecho retorcerse en la cama. Después de eso solo recuerda haber rogado por más, él había abusado de aquel punto de una manera tan brutal que pensó que terminaría inconsciente en cualquier momento.
Su abdomen se tenso y su espalda se arqueó cuando su clímax lo golpeó, no era su primer orgasmo, ya antes en sus celos los tuvo cuando había tenido que lidiar solo con el, pero ahora que fue provocado por un alfa la sensación era diez o veinte veces mejor. Aunque otra vez lloro del dolor cuando algo grueso se interno en su cuerpo, ¿Acaso era el nudo del que tanto le habían hablado? Cuando chorros de semen llenaron su cavidad pudo sentir un dolor indescriptible, era ardor mezclado con placer, su cuello estaba siendo mordido con fuerza. Estaba enlazandose con el alfa que había amado durante toda su vida y no podía ser más feliz.
—Te amo, Minseok, —dijo antes de salir de su cuerpo.
—Yo también te amo, mi alfa, —pone sus dos manos sobre las mejillas del alfa. —Ahora eres mi marido, —sonrie para luego ser besado lentamente.
Dos meses después Baekhyun estaba feliz arreglando una fiesta de celebración por el embarazo de Minseok; su primer nieto estaba en camino y ambas familias estaban sumamente contentas.
Baekhyun siempre había pensado que no se arrepentía de haber vuelto a aquella época, era feliz con su familia y aunque sabía que estaba envejeciendo, que jamás volvería a ver a sus padres o a su mejor amigo, él estaba con su marido, sus hijos y próximamente con su nieto. No podía pedir nada más.
.
—Papi ¿Nos cuentas otra vez la historia del abuelo Baekhyun? —pregunta un pequeño niño sin uno de sus dientes delanteros.
—Ya lo he contado muchas veces, ahora deben ir a cenar, su madre se molestara, —dice alegre mientras se levanta y escucha quejidos por parte de los dos pequeños frente a él.
—Siempre que la cuentas, hay algo nuevo, —dice mientras se levanta para tomar la mano de su hermana y salir del cuarto detrás de su padre.
—¿Ya se lavaron las manos? —pregunta Kyungsoo mientras sirve los platos sobre la mesa y luego sirve en un pozuelo sobre el suelo la comida del gato. —Channie, tus manos están sucias, ve a lavarlas o no tendrás postre, —amenaza mientras su mejilla es besada por su marido.
—Ya voy a lavarme, mamá, —dice un poco de mala gana mientras se retiraba al baño.
—Tu hijo es igual de testarudo que tú, —bromea Kyungsoo mientras mira al alto.
—Quizás heredé eso del abuelo Baekhyun, siempre me dices que él era muy testarudo, —se ríe mientras se sienta en su silla.
—Se me hace raro que le digas abuelo Baekhyun, —frunce la nariz y corta la carne del plato de sus hijos.
—Es que es mi abuelo, —se ríe mientras lleva un pedazo de carne a su boca. —¿Sabes que no conozco casi a la familia Oh? He escuchado que son empresarios ricos, pero solo los ví una vez cuando era niño en una reunión de navidad, son unos estirados, —entorna los ojos aburrido.
—Es mejor no estar cerca de gente así, —dice Kyungsoo mientras ve como su pequeño Chanyeol se sienta en la mesa. —Cariño, la ensalada también se come, —dice al ver que su hijo comenzaba a apartarla en el plato.
—Me pregunto que pasaría si alguien más cae por aquella ladera, —se pregunta más para si mismo Chanyeol.
—No lo sé, cuando intentamos ir, nunca encontramos el camino, —se encoge de hombros.
—Supongo que hay que cosas que son mejor no saber, —sonríe para luego seguir comiendo.
Kyungsoo asiente y besa los labios de su marido para luego empezar a comer; su vista viaja al cuadro grande sobre la pared. Era una pintura de la familia Park y la familia Oh sosteniendo a un pequeño bebé. Habían días en que lloraba porque extrañaba demasiado a su amigo, pero al ver aquella pintura recordaba lo feliz que había sido y eso era suficiente para detener sus lágrimas cambiandolas por una sonrisa.
Cada época de día de los difuntos iban al mausoleo de la familia Park; aún le era raro ver la tumba de su amigo, saber que estaba descansando ahí le era un poco perturbador realmente. Cómo se sofocaba ahí solía dar paseos mientras su marido rezaba por sus ancestros. Una vez lo vio, a Baekhyun paseando con aquel hombre que era su marido, a diferencia de su descendiente ese hombre realmente daba miedo, lucía tan grande; cuando quiso alcanzarlos simplemente se difuminaron en el viento. No le molestaba vivir en el bosque después de todo, ese lugar tenía algo extraño, pero agradable y lo amaba al igual que a su familia.
***
Al fin subí el extra, es que realmente no sabía de qué tratarlo así que por eso me demore. Espero que les haya gustado porque no habrá más capítulos. ❤️😌
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