"Quiero ir a un sitio donde pueda ser yo"

El auto apenas si se meneaba al recorrer el camino de terraceria, en el asiento trasero las maletas traqueteaban a cada bache.  De verdad parecía una aventura

A sus veinte años Anette nunca había permanecido en ningún lugar más de un año,  sin embargo, esta era la primera vez que dirigía su rumbo. Siendo hija de vendedores habia aprendido a recorrer los caminos y tambien a hablar con soltura, aun así decidio tomar una ruta rural, las ciudades con sus grandes edificios nunca le llamaron la atencion, tal vez porque despues de tantos años yendo de una a otra no habia misterio ni novedad en ellas

El campo parecia ahora el terreno a dominar

Dificilmente alguna vez su padre se detuvo a negociar en los pueblos de camino, segun decia en esos sitios no hay dinero y la ignorancia es reina. A Annete le brillaron los ojos, no es que las ciudades se escaparan de aquella soberana, solo que la emocion de descubrir algo nuevo, algo inhóspito la llamo

Acostumbrada a la soledad Anette no temia a buscar problemas, siempre creyo que la prudencia era una necesidad social, por el contrario su madre siempre cuidaba no incomodar a los demas "Lo primero en los negocios es la atencion".  Su madre solia tener razón casi siempre excepto en una cosa no todo son negocios

Crecer en una familia donde siempre se priorizaba la ganancia sobre bienestar le había imposibilitado disfrutar su vida, no recuerda un cumpleaños o fiesta sin que sus padres hablaran de sus productos, para sus padres ir a un convívio o evento social era la perfecta ocasión para deshacerse de algunos objetos de su inventario, joyería, ropa, electrodoméstico, aires acondicionado e incluso autos ellos podían conseguir lo que quisieras siempre y cuando obtuvieran un beneficio extra, aun si el comprador no lo supiera

Pasadas las largas hileras de enormes arboles, por fin encontró algo de civilización. Erigido a orillas del río un pequeño pueblo le daba la bienvenida, la briza fresca de niebla, el olor a cedro y olmo de la madera cortada, el aroma a pan recién horneado y más que nada el amargo sabor a tierra en la boca la hicieron sentir viva.

"Tal vez esta vez, seguro esta vez todo sera diferente"