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Capítulo 94. Desahogándose con Lucas.

Olivia llegó agotada a su casa. Había sido un día de mierda. Entre lo de Vanesa y que finalmente tuvo que ayudar a su compañero con el cadáver descuartizado y mutilado de Carmen, y el de Álvaro, que aunque ya sabía cómo había muerto éste porque se lo había contado Marco, ella debía hacer su trabajo y comprobarlo por sí misma. Por lo tanto, en el trabajo no tuvo mucho tiempo para pensar en la inspectora.

No tenía ninguna gana de hacerse algo para cenar. Y lo primero que hizo nada más entrar en su casa, fue sentarse en el sofá. Se quedó mirando a la nada, pensando en Vanesa. En que en ese momento deberían estar juntas, cenando, descansando o amándose en su cama. Si todo hubiera salido como ella esperaba, y si no hubiera aparecido Sara. Y en cambio se encontraba sola, con ganas de llorar y de irse a la cama. De sólo pensar en Sara, se desmoralizaba. Esa chica era muy hermosa, tenía el cabello castaño, al igual que su mirada, pero era una mujer de rasgos finos y no pasaba desapercibida. Además era bastante más baja de altura que Vanesa. Se las imaginó juntas y tuvo que reconocer que hacían una pareja muy bonita, y eso la desanimó mucho. Ya se podía ir olvidando de la inspectora.

Se levantó del sofá y se preparó un whisky con hielo. Esa noche necesitaba estar relajada e irse a dormir pronto. Ya el día siguiente sería otro día. Sabía que le iba a costar dormirse. Justo cuando iba a dar el primer sorbo a la copa, le llamó su hermano por teléfono. Estuvo pensando en coger la llamada o no, pero finalmente decidió que hablaría cinco minutos con él, no le vendría mal dejar de pensar en Vanesa aunque fuera por ese periodo de tiempo.

-Ey hermanita, vaya día has debido de tener hoy, ¿No?-Le preguntó su hermano a Olivia. No se había despegado de la pantalla del televisor, durante todo el día habían estado retransmitiendo en vivo lo que estaba ocurriendo en la ya apodada por los periodistas "la casa de los horrores". Y Lucas sabía perfectamente que su hermana habría tenido un día muy ajetreado en el anatómico.

-Hola Lucas, sí, la verdad que estoy agotada, necesito irme a dormir pronto. Ha sido horrible. Parece que me lees la mente. Y fíjate que estoy tan sobreexcitada que no sé si podré dormir. Además esta noche pasada tampoco he pegado ojo. Debo de tener unas ojeras que si me descuido las piso con mis pies.

-Vi las noticias, Marco y tu chica han cogido al cabrón ese. Y joder, han detenido al psiquiatra de ese perturbado. Pero...¿Cómo un perturbado de ese calibre puede tener un psiquiatra? Me gustaría que cuando supieras cosas me contaras. Porque en las noticias cuentan lo que les conviene. Y yo quiero saberlo de primera mano por ti.

-Ya ves, porque estaban los dos en la misma línea. Resulta que ahí el que debía de mandar era el psiquiatra, y Álvaro ejecutaba. Los objetivos de ambos eran los mismos, por eso se debían de entender tan bien. Se utilizaban mutuamente. Formaban un buen equipo, desde luego. García tiene que interrogarlo. Pero ya lo hará mañana. El pobre ha pasado una de las peores noches de su vida en esa casa. De todas formas, Lucas, sabes que no debo contar nada. Y menos cosas de la investigación que me puede contar Marco.

-Lo vi todo por la televisión, no han parado de hablar de lo mismo durante todo el día, y lo que no sé es cómo tuvieron agallas de meterse ellos dos solos sin refuerzos en esa casa. Tu chica sí es valiente. O eso, o es que está loca de remate.

-Para empezar, es lo primero, Vanesa no está loca de remate, y para continuar, no es mi chica, en realidad. Te comenté que nos estábamos conociendo, pero la cosa parece que no va a avanzar. Así que mejor que no me vuelvas a sacar más el tema.

-¿Y eso, por qué, Oli? Joder, yo que te iba a pedir que nos la presentaras ya...Nos vamos a quedar con las ganas de conocer a esa gran mujer, que según lo que le dijo García a los periodistas fue que todo el mérito era de su compañera. Y para colmo la hieren.

-Bueno, ha aparecido su ex novia y parece que Vanesa aún la tiene presente. Así que yo ahí no pinto nada, Lucas. Pensaba que ya la tenía superada, o quise creérmelo, pero...Se vieron hoy después de un año, y donde hubo fuego, siguen quedando cenizas.

-¿En serio? Pero, ¿Cómo es que ha aparecido su ex? Joder, eso ha sido la guinda del pastel para el día que has tenido, en serio. Definitivamente necesitas que el día de hoy finalice.

-En el hospital donde han atendido a Vanesa. La ha atendido su ex. Ella es enfermera. En fin, prefiero no pensar ni hablar más del tema, Lucas. Porque lo tengo muy reciente y si te soy sincera me duele. Sabes, las cosas pasan por algo -dijo Olivia a su hermano. En ese instante, mientras hablaba con Lucas estaba pensando que tal vez había tenido que aparecer Sara para ella poder irse a Londres sin ningún tipo de atadura ni remordimiento.

-Vale. Te entiendo, perdona entonces Oli, pero, vete a dormir, hoy tuviste un día muy duro, mañana será otro día.

-Eso voy a hacer. Lo necesito. Necesito dejar la mente en blanco. Ha sido un día de mierda lo mires por donde lo mires.

-Bueno, Oli, entonces mañana te llamo. Espero que estés mejor que hoy. Cuando los papás me pregunten tendré que mentirles.

-Hazlo. Ya los llamaré yo cuando esté más animada. Gracias Lucas.

Los dos hermanos colgaron la llamada. A Olivia le había venido bien hablar con Lucas. Éste siempre sabía cuándo su hermana lo necesitaba, y siempre estaba para ella. Olivia esbozó una sonrisa forzada, cogió la copa de whisky y se acercó a la ventana. Cuando se acabara la copa de whisky, pensaba irse a dormir directamente. Su estómago se encontraba cerrado por los nervios, no tenía nada de hambre, y no iba a comer por comer.

Mientras miraba la lluvia caer, está vez con más debilidad que la última vez que estuvo mirando por la ventana, de madrugada, le dieron ganas de llorar. Veía a unas pocas personas correr por la calle, para evitar mojarse tal vez, o quizás porque había alguien en sus casas esperándolas, y cuando pensó en eso, una lágrima se deslizó lentamente por su mejilla.

Cuando sus ojos ya no pudieron aguantar más y se iban a dejar llevar por el llanto, escuchó el timbre sonar. Se sobresaltó y casi se le cayó de la mano la copa. No esperaba a nadie a esas horas. Pensó que podía ser García, pero luego lo descartó rápidamente porque éste se encontraría con su familia descansando, así que sin más preámbulos se dirigió a la puerta a abrir, no sin antes secarse las mejillas. No quería que la vieran llorar, pero cuando abrió la puerta y se encontró a Vanesa en el otro lado de la puerta, estuvo a punto de desmoronarse por completo, además su estómago todavía se cerró más y su corazón comenzó a latir de una manera que Olivia tuvo miedo de que Vanesa lo escuchara.

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