La puerta empezó a ser golpeada fuertemente, Chan me miró con miedo en sus ojos, le regalé una mirada dulce seguido de una sonrisa y me apresuré a abrir.

—¿Quién?

—Soy yo; Hyunjin, abre.

Abrí la puerta y el menor entró rápidamente, cerré, Hyunjin miró a Chan y dejó las bolsas del súper en la mesa.

—Traje esto, es un poco de comida instantánea, pan, leche, bebidas y ropa, espero que les sirva, no podré venir mañana —Hyunjin volvió a mirar a Chan, parecía que tenía miedo de él—. La mamá de Chan me depósito este dinero y lo cambié por yuans, también fui al casino chino para que la policía no se pregunte por qué estoy cambiando el dinero.

—¿Crees que esto nos alcance?

—Para unos días, sí, pero tendrán que hacer algo más, yo qué sé. Tu madre dijo que me mandaría dinero después, creo que va a vender la casa y el coche, por supuesto la policía sospecha de ella.

—Me siento mal por mi mamá, no debería estar haciendo esto.

—Bueno, eres su hijo, no hay nada que una madre no haga por sus hijos, la madre de Chan incluso se echó la culpa —Hyunjin miró otra vez a Chan que estaba serio sentado en una esquina.

—Dijo que lo haría.

—Obviamente la policía no le cree. Jeongin, déjame ayudarte, estoy aquí por ti, no por él, dime, ¿fuiste tú? —tomó mis manos entre las suyas—. Si no lo hiciste, no tienes que pasar por esto, declararé a tu favor, diremos que él te usó, que él te engañó y te manipuló para que huyeran juntos, de verdad no tienes que pasar por esto.

—No hables como si Chan no estuviera aquí, Hyunjin. Y sí, fui yo —bajé la mirada, apenado.

—No, no es verdad, tú no eres un asesino.

—Lo hice —me aferré a sus manos—, y fue horrible, pero era él o yo, no me arrepiento de nada. ¿Tienes miedo de mí, Hyunjin?

—No lo tengo —dijo—. Sé que no eres malo, es sólo que me duele verte aquí... Por cierto, les traje esto.

Sacó un libro de su mochila y me lo dio.

—¿Qué es?

—Es como un diccionario chino, viene lo básico, creo que les será de ayuda. Jeongin, tengo que irme, ellos no me están vigilando como a los otros porque saben que me llevaba mal con Chan, con los demás declaramos que perdí contacto contigo cuando se juntaron, la policía nos creyó, pero salí de Daegu casi al mismo tiempo que ustedes no quiero que sospechen.

—Dios, Hyunjin, de verdad que eres un buen amigo.

—Los chicos vendrán para vacaciones en unos días, aparentemente a visitarme, pero tenemos un plan para realizar en el aeropuerto.

—¿Ya tienes los pasaportes? —pregunté con mis manos temblando, últimamente no dejaban de hacerlo.

—Todavía no, pero los tendré pronto, estoy apurando a mis amigos. Bueno, ya me voy, Jeongin.

—Está bien, adiós.

Hyunjin salió y antes de irse me dio un abrazo que respondí con gusto.

Cerré la puerta y Chan me miró.

—¿Por qué mentiste? —me dijo—. ¿Por qué le dijiste que tú lo mataste?

Fruncí el entrecejo.

—Porque yo lo hice, ¿no lo recuerdas?

Chan probablemente seguía en shock.