Caminé rápido hasta la casa de Chan, él ya estaba afuera jugando con la hoja de un árbol.

Se detuvo cuando me vio.

—Has venido este año también —dijo, yo asentí sentándome a su lado y le di el regalo que había comprado para él.

—Feliz cumpleaños, Chan.

Miró la caja y sonrió.

—No hice nada para festejar —dijo, estábamos teniendo la misma conversación de todos los años, entonces yo decía no importa y me iba, pero este año no, habíamos avanzado hace unos días no iba a retroceder tan fácil.

—Lo sé, es por eso que también traje esto —saqué la tarta de fresa que llevaba en una bolsa—. Comámosla juntos, con tu madre también.

Él me miró y pasó sus manos por mi cabello cariñosamente.

—Papá está en casa, no quieres conocerlo, créeme, mejor vayamos a otro lado.

—Está bien.

Asentí y lo seguí hasta el parque, antes compramos algunas frituras y comida instantánea que estaba muy caliente en nuestras manos.

Nos sentamos en unas bancas alejadas de los niños y nos pusimos a comer. Platicamos de algunas cosas sin importancia sólo tratando de que la conversación no se rompiera, no quería que se rompiera.

—En la noche iré a la casa de mis abuelos con mamá, queremos llegar temprano, será divertido, me gusta ir a la ciudad, ahí está la mayoría de mi familia.

—No tengo más que a mi madre —dijo, pero también me había dicho que su padre estaba en casa—. No haremos nada de todos modos, pero espero que tengas un feliz año nuevo.

—Estaremos de regreso para año nuevo así que sería bueno si pudiera verte.

—Hablas como si me fueras a extrañar.

—Pero te voy a extrañar, Chan, más ahora que nos estamos llevando mejor.

—Umm... supongo, yo...

Antes de que dijera algo estúpido como siempre hacía cuando ponía esa cara, como si él no fuera bueno saque la tarta y unas velas.

—Es hora del postre —encendí las velas deseando que el aire no las apagara—, pide un deseo.

Chan sonrió y sopló, pero las velas no se apagaron por eso, vi volar el pastel lejos y caer desparramado en el pasto.

—¡Joder, Hyunjin! —Chan gritó, apretando los puños y levantándose de su lugar.

Los ignoré, sólo viendo el pastel donde unos perros se habían acercado a lamerlo.

Estúpido Hyunjin.

—Te diviertes demasiado bien sin el remordimiento de haberte follado a mi novia, ¡me molesta!

—¡No es mi culpa que no pudieras complacerla y me buscara a mí!

Vi a Hyunjin golpearlo y a Chan regresar el golpe.

Los niños que estaban cerca corrieron.

—¡Oigan!, ya basta —pedí sin saber que hacer—. No se golpeen.

Ambos me ignoraron rodando por el pasto, traté de alejar a Hyunjin de Chan, pero sólo conseguí ser empujado hacia atrás.

—¡No te metas! —Hyunjin me gritó y Chan logró empujarlo.

—No, Chan, no lo hagas —lo tomé del brazo, logrando que se detuviera.

—¡Él empezó! —gritó, zafándose de mi agarre, molesto tomó el regalo que le di y se fue.

De nuevo me quedé ahí ayudando a Hyunjin a ponerse de pie.

—Ese idiota —dijo, limpiando la sangre de su nariz—. ¿Qué hacías con él, Jeongin?, no dejes que se te acerque, te llevara por el mal camino.

Tomé mi mochila negando y corrí para buscar a Chan sin despedirme de mi dongsaeng.

Lo alcancé y corrí a abrazarlo por la espalda, él se detuvo y tomó mis manos entre las suyas y yo... sin saber por qué lloré.