Dos años después, ahí seguían ambos, manteniendo una relaciona a distancia, quizás era algo raro para los ojos de los demás humanos teniendo en cuenta la edad que aparentaban, pero era muy obvio que la vejez, en este caso, no importaba para enamorarse y conseguir una nueva relacion que pone con los pelos de punta a ambos individuos que pertenecían a esta.

Les gustaba mucho hablar por videollamada, más que nada al argentino, el cual no paraba de adular y mencionar lo lindo que era para él lo que veía atraves de la pantalla, cosa que ponía rojo al mayor y lo hacía avergonzarse tanto como se sentía adulado.

Ninguno de los dos dijo su gran verdad, principalmente por miedo, Pero tampoco se podría decir que todo lo que decían era mentira, pues solían disfrazar la verdad con relativa facilidad, atravez de cambiar nombres de sus familiares o conocidos, ambos realmente se sentían cómodos con aquella relación.

Pero como con toda pareja, el deseo físico no tardó en llegar, y no eran solo sobre agarrarse de las manos o darse un beso, pronto los mensajes coquetos se intensificaron a medida que la relación avanzaba.

Y como perro en celo, después de dos años, Argentina aprovechó las vacaciones de verano para ir a visitar a su enamorado de vuelta a Londres, obviamente esquivando cualquier obligación o permiso.

Fue recibido con un beso en la mejilla y un abrazo por parte del tierno y pequeño europeo, ambos fueron al hogar de este, charlaron por un rato y comieron algo, mas casi no tardaron en empezar a coquetearse y a insinuarse, ambos estaban ansiosos por estar juntos y decidieron no esperar un día más, la acción simplemente comenzó.

Argentina estaba sobre Reino Unido, ambos agarrados de las manos y totalmente sumergidos en el placer y el calor del otro, estaban conectados y sasiando sus más antiguos instintos como tanto lo habían deseado durante ya tanto tiempo. Argentina veía al hombre que tenía debajo de él y no podía creer su suerte de compartir ese momento con alguien tan maravilloso.

Reino Unido, después de tanto tiempo, por fin se sentía amado de verdad por alguien, estaba consiente que todo lo que ambos hacían era por amor y deseo, alguien tenía ese deseo por su persona y su apariencia, le encantaba y amaba de sobremanera a quien se encontraba en ese momento encima de su persona haciendole sentir cosas que no había sentido en mucho tiempo.

Ambos se miraron fijamente en un momento, y no pudieron evitar unir sus labios con deseo, dando ese paso tan puro.

Pero mientras el beso sucedía, algo extraño ocurrió con ellos...

Los dos, casi al mismo tiempo, suspiraron con satisfacción, pero al abrir los ojos y encontrarse con aquellas banderas y cabezas con forma peculiar...los hizo mantenerse en silencio un momento.

Confundidos y desorientados, se miraron fijamente a los ojos, antes de darse cuenta en que situación estaban y pegar un gran grito que se escuchó por todo el departamento.