Por supuesto, el clima para el Festival de Intercambio era muy bueno: el calor del pleno verano ha disminuido, el otoño ha llegado silenciosamente, tanto la temperatura como el viento se han vuelto más frescos.

Gojo Satoru no es una persona que escucha a escondidas a la gente. En lugar de ser subrepticio, prefiere preguntar abiertamente de qué están hablando los demás.

Pero es que él tampoco se escondió, simplemente se quedó allí en silencio sin hacer ningún ruido, y si esas dos personas involucradas no se dieron cuenta, ese no era su problema.

Mei Mei vestía una falda larga, hablando con Gakuganji Yoshinobu, quien estaba frente a ella.

El anciano de larga barba encorvaba diciendo: -Esa muchacha está muy bien camuflada, sólo un anciano como yo puede darse cuenta de que ella no es una persona común y corriente.-

Mei Mei aún no había visto a Makima todavía, solo escuchó las palabras de Gakuganji Yoshinobu: -Te refieres a fuerza, o es decir......-

Gakuganji Yoshinobu dijo lentamente: -Su fuerza y ​​su estado mental, si realmente quiere tomar acción, probablemente será tan problemática como ese maldito mocoso de Gojo Satoru.-

Mei Mei se puso severa por su rostro, solamente entendió que esa mujer llamada Makima, estaría absolutamente loca.

-¿Oh?-

Sin saber cuándo, Gojo Satoru, que estaba parado no muy lejos finalmente habló. Su voz de con mucha interés resonó por el pasillo, Mei Mei y Gakuganji se voltearon la cabeza a la vez.

Gojo Satoru se acercó casualmente, inclinó mirando a los dos a la altura de los ojos: -¿Parece que vosotros estáis hablando sobre algo muy interesante?-

Mei Mei volteó levemente, mirando directamente a las gafas de sol oscuras del hombre: -Gojo Satoru, ¿escuché que esa nueva maestra la trajiste tú de vuelta?-

Gojo Satoru asintió con naturalidad: -Fui yo, ¿hay algún problema?-

-¿Cuánto dinero te dio ella?-

-¿Ah? Le pago yo a ella el salario.-

Mei Mei se burló: -Todo lo que no se puede convertir en dinero es inútil, realmente te gusta entrometerte en los asuntos de otras personas.-

Gojo Satoru casi ponía los ojos en blanco frente de las dos personas: -Jaja, pero si no gasté tu dinero.-

-Gojo Satoru.-

Gojo Satoru y Mei Mei intercambiaban algunas palabras, Gakuganji Yoshinobu de repente abrió la boca con un tono muy serio.

Gojo Satoru se enderezó: -¿Qué pasa~, viejo?-

-Hace un tiempo, una persona en la "ventana" murió por razones desconocidas. El estado muerto se reflejó en la cámara de vigilancia, era como una muerte súbita.-

Gojo Satoru no pudo evitar fruncir levemente el ceño cuando escuchó la descripción de Gakuganji Yoshinobu. Cuando descubrió que la otra parte dejó de hablar, él preguntó: -¿Y luego?-

-Y esa persona, era justamente la persona quien fue enviada a vigilar a esa muchacha.-

Como era de esperar, estaba hablando de Makima.

Gojo Satoru rara vez se puso serio, e incluso su tono se volvió no rechazable: -¿Y entonces? ¿Hay alguna relación entre ambas partes? ¿Estás diciendo que Makima le mató a través del aire o algo así?-

Mei Mei le echó un vistazo, por supuesto inmediatamente notó que algo andaba mal con Gojo Satoru: -¿Te estás ardiendo?-

El hombre de cabello blanco llevando gafas de sol resopló fríamente y dejó de hablar, solamente se quedó esperando la respuesta de Gakuganji Yoshinobu.

En cambio Gakuganji Yoshinobu no tenía prisa, parecía querer verle a él con prisa. Hizo preguntas que no fueron respuestas: -Que tú, un mocoso se comportara de esta manera es verdaderamente raro, al parecer el peso de esa persona en tu corazón no es nada ligero.-

Gojo Satoru hizo un sutil sonido de "tsk" y respondió: -¿Y si es así qué?-

El anciano no respondió, pero Mei Mei, que estaba a un lado, curvó los labios, al fin empezó a explicar: -Ese día había enviado mi cuervo a vigilar, pero antes de que haya podido ver algo ella ya me descubrió, no sé qué método usó para disipar mi Técnica.-

La Técnica de Mei Mei es manipular a los animales, compartir su visión, y el que más utiliza también cual más conveniente era el cuervo, igual el que ha enviado a vigilar a Makima.

A principios de agosto, cuál un espíritu de maldición apareció, en el hospital que Makima había investigado.

-Afortunadamente, alguien de "ventana" fue enviada a seguirla más temprano, pero cuando él regresó no informó nada, ni siquiera la situación de la misión. Las Técnicas de la persona vigilada, junto su comportamiento fueron bastantes anormales.-

Gojo Satoru frunció el ceño, Mei Mei podía sentir claramente su infelicidad actual, y todas estas emociones fueron causadas por la mujer llamada Makima.

-Combinado con la misteriosa muerte del vigilante enviado por "ventana", creo que no es sorprendente culpar a la señorita Makima como asesina.-

Gojo Satoru repasó mentalmente sus palabras de principio a fin, y volvió a sonreír: -Qué falacia, si es una muerte inexplicable, debería atribuirse más a las maldiciones, no a la persona que yo la traje de vuelta.-

En última instancia, las desapariciones inexplicables y las extrañas muertes de japoneses en los últimos años fueron causadas por maldiciones, no existía ninguna teoría de que culpaban a un Jujutsushi como asesino.

Aunque él sabía, la situación de muerte descrita por Gakuganji Yoshinobu podría ser realmente la habilidad de Makima.

Tan pronto cuando se conocieron, Gojo Satoru había visto la habilidad de Makima y casi moría por este movimiento, era una habilidad que podía atravesar su Mugen.

Esa habilidad posiblemente se podía usarse de forma remota y sin ningún tipo de presión en cualquier momento, por lo que no entra en conflicto con el hecho de que Makima no estuviera presente en el momento de la muerte.

Pero él no conocía el rencor ni el agravio entre Makima y el vigilante de "ventana", era imposible que Makima vaya a matar a alguien que no tenía nada que ver con ella, si le quería silenciar, debería haberlo hecho el día de la misión.

Gojo Satoru no sabe el propósito de por qué Makima había hecho esto, por lo que no admitirá que esta es la habilidad de Makima por el momento.

Y tal vez, incluso si él sepa sobre el propósito de Makima, aún así no lo admitirá frente a Gakuganji Yoshinobu esta mandarina podrida. Frente a Mei Mei no estaría tan mal, ya que ella solo hacía las cosas por haber tomado dinero.

Este viejo, Gakuganji Yoshinobu es muy terco, igual de cobarde que los otros superiores. Cuando el asunto de Itadori Yuji acababa de hacer público, él también fue el que más aulló.

Una vez que haya evidencias de que la lanzadora era en efecto Makima, ese grupo de viejos de los superiores definitivamente clamarán por la pena de muerte.

Sin mencionar que Makima también tiene otra identidad, de haber venido del "otro lado del mundo".

Gakuganji Yoshinobu no respondió directamente a las palabras de Gojo Satoru: -No dije que ya se ha confirmado que sea ella, por supuesto existe la posibilidad de que fue un espíritu de maldición, así que no es necesario que andas ardiendo demasiado.-

Gojo Satoru se quedó sin palabras por un momento, sintiendo como si le hubieran pegado firmemente una etiqueta con la palabra "ardido" escrita en ella.

El anciano dijo con calma: -Además no dije que esa muchacha mató directamente a la persona de "ventana", solo estaba suponiendo si había algún tipo de "Restricción" con ella.-

-Por ejemplo, "Moriré si cuento a alguien sobre la Técnica de ella".-

No, esto es muy irrazonable.

A principios de agosto, Makima acababa de incorporarse al trabajo, sobre las Restricciones solo tenía un vago concepto mencionadas por Gojo Satoru, no tenía idea de cómo usarlas, por lo que esta suposición es completamente infundada.

Era imposible que Makima establezca una atadura con la persona de "ventana".

Después de pensar en esto, Gojo Satoru se rió: -Viejo ya tienes una edad, pero tu imaginación todavía es muy abundante, sería una lástima no cambiar de profesión y convertirte en escritor.-

Gakuganji Yoshinobu reprimió su ira: -Niñato desgraciado......-

El hombre de cabello blanco se subió las gafas de sol en el puente de la nariz, dijo de nuevo: -Hablando de eso, vosotros dos elegisteis un sitio tan casual......Uh, tampoco es casual, sólo que sería lo mismo para Makima.-

Gakuganji Yoshinobu pensó que la otra parte se estaba burlando de él nuevamente: -¿Qué dices?-

Gojo Satoru: -Solo te estoy dando un recordatorio, viejo, cuando hablas de otros a sus espaldas, no debes dejar que la propia persona lo escuche.-

Gakuganji Yoshinobu: -No es necesario.-

Gojo Satoru se rió en voz alta, obviamente estaba lleno de confianza en Makima.

-Entonces tal vez vosotros probablemente no sabéis que la audición de Makima no sólo es buena en general, es mejor decir que está más allá del nivel de los oídos humanos, así que mientras vosotros dos estaban charlando aquí, Makima posiblemente también estaba escuchando vuestra conversación en algún lugar.-

-Mientras sigáis estando dentro de este Colegio Técnico, si ella quiere escuchar, no hay forma de que no pueda escucharlos.-

——

Después de terminar una conversación desagradable con Mei Mei y Gakuganji Yoshinobu, Gojo Satoru fue él sólo primero a la sala de espectadores de batallas.

Gojo Satoru entró y saludó a Iori Utahime que ya estaba sentada en su asiento: -Yo, ¡Utahime! ¡Llegaste muy temprano!-

La mano de Iori Utahime se resbaló y el té áspero que tenía en la mano casi se derramaba: -¿¡No dijiste tú que viniera antes porque tenías un asunto!?-

-Jajaja es verdad.- Gojo Satoru se acercó en brincos, encontró un asiento para sentarse.

Iori Utahime tomó un sorbo de té, preguntó: -Entonces, ¿qué es lo que querías?-

Gojo Satoru: -¿Ah? ¿Por qué te enfadas?-

Iori Utahime: -No estoy enojada.-

Gojo Satoru se tapó la boca y susurró: -Efectivamente te has enfadado, cuando una mujer dice que no está enojada, suele ser una señal de enojo.-

Después del incidente de verter la comida para perros, Gojo Satoru se creía por su cuenta que ya ha obtenido una comprensión muy completa sobre los pensamientos de las mujeres.

Maestro, él se ha dado cuenta.

Las venas aparecieron en la frente de Iori Utahime: -¿Hah? ¡¿De verdad qué es lo que querías decir?!-

Gojo Satoru allí dejó de bromear, se puso serio en un segundo: -Alguien del Colegio Técnico coopera con Jusoshi, o con maldiciones.-

Iori Utahime se sorprendió al escuchar esto: -¡Eso es imposible! Jusoshi es una cosa, pero con maldiciones......-

Gojo Satoru tomó un sorbo de té con calma: -Últimamente han aparecido mucho de ellos de altísimo grado, comprenden el habla humana y formaron una facción organizada. Aunque podría ser cosa de un Jusoshi independiente.-

Gojo Satoru hizo una pausa y luego dijo: -Quiero que investigues a la gente de Kioto, Utahime.-

Iori Utahime no pudo evitar tener sudores fríos: -¿Qué harás si yo fuera la traidora?-

Gojo Satoru agitó la mano: -No puede ser no puede ser, Utahime es tan débil, ¡además tampoco tendrías agallas!-

Una taza entera de té áspero casi le golpeaba a la cara, quedó bloqueada por Infinito unos centímetros delante de su frente, Gojo Satoru no pudo evitar suspirar: -Que miedo......las chicas que son histéricas no serán populares~. -

Iori Utahime inmediatamente se derrumbó: -¡Yo soy la senpai!-

Luego de permanecer un rato en silencio, Iori Utahime pensó por un largo rato, abrió la boca de nuevo: -Si ese es el caso, a lo mejor el traidor debería haber entrado recién al Colegio Técnico......-

-Utahime, ¿acaso estás sospechando de Makima?-

-Tampoco es eso, sólo creo que existe esta posibilidad.-

Si hay un traidor, hay una alta probabilidad de que haya sido enviado no hace mucho, por eso pensó en Makima, la esta amiga que acababa de conocer, ella sólo se pensaba así.

Gojo Satoru abría las manos: -Ella no es. El traidor debe ser alguien que quedó un tiempo por el Colegio Técnico, de lo contrario no podría obtener ninguna información confidencial.-

Iori Utahime preguntó retóricamente: -¿Tan seguro estás?-

Gojo Satoru arqueó las cejas: -Pues sí, estoy seguro, Makima y yo hemos estado juntos desde el principio, incluso después de haber estado a mi lado durante tanto tiempo no se ha comportado de manera extraña, así que ella es imposible que sea.-

Allí Iori Utahime exhaló: -Ya veo, eso es bueno.-

Al segundo siguiente, Makima empujó abriendo la puerta de la sala y asomó la cabeza hacia dentro.

-Ah, Makima estás aquí, ¡rápido ven siéntate!-

Cuando Gojo Satoru vio llegar a Makima, levantó la mano para saludarla, luego señaló el asiento entre él e Iori Utahime, indicándole que se sentara.

Makima asintió, caminó hasta su asiento en unos pasos y se sentó.