Capítulo 1
Entre la ruidosa multitud, el sonido del corte del aire fue particularmente obvio. Los brillantes fuegos artificiales explotaron en el cielo nocturno y luego desaparecieron rápidamente.
-Bang.-
Probablemente con el festival de los fuegos artificiales, la gente estaba demasiada animada, por lo que nadie le prestó atención a los movimientos que venían del callejón.
-Bang.-
Los ojos de Makima siguieron la punta de su dedo índice para mirar hacia la criatura espeluznante. Hizo con la mano el gesto de la pistola. Ese pequeño ataque que pareciera una broma, en realidad fue totalmente eficiente.
La criatura era repugnante.
Y no lo podía matar, se regeneraba un nuevo cuerpo una y otra vez .
Makima ya había visto muchas escenas tipo como esta. Incluso cuando se enfrentaba a humanos medios muertos y demonios, podía mantener la mente clara. Pero esta vez es una criatura que nunca había visto antes.
-Me gustan los ratones de la ciudad, pero los ratones de la ciudad necesitan caminar con el peligro todo el tiempo, ¿no es así?- Murmuró Makima en voz baja. La velocidad de regeneración de la bola de carne frente a ella se estaba volviendo cada vez más lenta, podría haber llegado a su límite.
La mujer con cabello rosa anaranjado bajó un poco la vista y separó ligeramente sus delgados labios: -Bang.-
Makima levantó la cabeza, observaba la escena que había fuera del callejón.
Sin saber cuándo, se separó de Himeno y Kobeni, quienes había estado paseando junto todo este rato. De hecho se puede decir que, ya no encontraba a nadie de la División Especial 4.
No podía sentir el aliento de sus subordinados en absoluto.
Aquí es Karuizawa. Hace dos días, por capricho, Makima llevó a División Especial 4 hasta aquí para escapar del calor del verano. Hoy era el último día, el plan original era que regresarán justo después de que terminara este festival de los fuegos artificiales.
Pero ahora mismo, Makima está sintiendo una sensación extraña. En teoría, seguía lo mismo con lo del festival de los fuegos artificiales de hace un momento, pero con la aparición de este tipo de criatura que nunca había visto antes, la hizo sentir como si estuviera en otro lugar.
Cuando estaba pensando, la bola de carne que se retorcía en el suelo se movió de repente. Makima quería darle otro ataque para compensar, pero una voz le interrumpió.
Un hombre con cabello blanco y ojos vendados imitó su movimiento de hace un momento. Hizo un gesto de pistola con la mano: -¡Bang!-
Makima se volteó la cabeza para mirarle.
-Las maldiciones no se logran matar sin Juryoku yo, ¿kono ojosan?-
El tono de voz del hombre era enérgico, como si estuviera hablando de lo que había desayunado esta mañana.
-Noroi, maldición...... ¿te refieres a eso?- Makima señaló a la criatura que gradualmente se disipaba en cenizas.
-Sodayo- Dijo Gojo Satoru con una sonrisa en sus labios -No has podido exorcizarlo todo este momento, ¿cierto? Eso es porque los ataques sin Juryoku son inútiles contra él.-
-Ya veo......- Makima se quedó pensativa.
Resulta que ese tipo de criatura se llama maldición. Viendo la seriedad que lo explica el otro, entonces en este mundo, las maldiciones no son tan conocidas como los demonios. Pero esto también se confirma, de que ella ya no está en su mundo original.
Makima ha visto muchos demonios que se pueden regenerarse, incluida ella misma. Por supuesto, el demonio del control también puede regenerarse y recuperarse libremente.
Sin embargo, a excepción de ella, nunca ha habido un demonio que pueda recuperarse infinitamente como una maldición.
La multitud que hay al fuera del callejón estaba bulliciosa, y el sonido de los fuegos artificiales finalmente se volvió más armonioso por la noche.
Formó un fuerte contraste con las dos personas tranquilas en el callejón.
Gojo Satoru hoy vino a Karuizawa en un viaje de negocios. Pasó al lado del festival de fuegos artificiales y decidió dar un paseo. ¿Quién hubiera pensado que en su supuesto "paseíto" encontraría algunos restos de inmundicias de maldiciones? Cuando estaba a punto de exorcizarlos, vio tal escena.
La mujer con cabello rosa anaranjado que pareció que andaba bromeando, "disparaba" al espíritu de maldición que estaba en el suelo.
¿Encima decía algo de "ratones de la ciudad"?
¿Acaso también hay ratones del campo?
Después de un largo rato, Gojo Satoru finalmente abrió la boca para preguntar: -Hablando de eso, ¿puedo preguntarle, señorita, qué ocurre con su poder que acaba de mostrar justo ahora?-
Makima sonrió: -Antes de eso, señor, ¿puede decirme qué tipo de criatura es Noroi?-
Sin el uso de Juryoku, se puede regenerar incluso después de haber sido disparado varias veces, esto es mucho más interesante que los demonios.
-Eso sin ningún problema- Gojo Satoru colocó el puño en la barbilla y se aclaró la garganta pretenciosamente -Las Norois son espíritus resentidos generados por emociones humanas negativas. La criatura que viste, que se llama espíritu de maldición para ser preciso, es un monstruo formado por la reunión de las maldiciones.-
-Así que se llama espíritu de maldición......-
-Ya he terminado de explicar yo, es el turno de la señorita.-
Makima no se apresuró a hablar, levantó las manos frente a su pecho y las giró lentamente contra las palmas.
"Plas—"
Sangre oscura salpicó por toda la pared detrás de Makima, pero lo extraño fue que ella misma no fue manchada ni con una sola gota de sangre.
Gojo Satoru silbó sorprendido y preguntó: -¿Esta también es tu habilidad? Es increíble.-
Ser capaz de convertir el espíritu de la maldición en cecina sin tocarlo es verdaderamente un poder milagroso, pero antes no parecía que estuviera mintiendo cuando preguntó sobre Noroi, por lo que no es una Jujutsushi.
¿Quién es ella?
¿Una maestra de artes marciales escondida entre la gente?
Makima sonrió inofensiva, le miraba fijamente con sus ojos dorados, pero todo esto no era tan simple en los ojos de Gojo Satoru.
Es como que intenta pasar por un cerdo, que luego va y se come a un tigre entero......
Así pensó él.
-Es mi habilidad- Respondió Makima -Entonces, señor, ¿su nombre es......?-
Gojo Satoru inmediatamente puso una mirada de "soy muy popular" y preguntó: -¿Te importa mucho? ¿Te importa mucho mi nombre? Bueno, esto tampoco hay forma, no puedo controlar mi encanto que irradia por doquier......"
Desde la segunda mitad de la frase, parecía más como que está susurrando, pero el oído de Makima es muy bueno, por lo que escuchó la frase en su totalidad.
Makima inclinó la cabeza con duda.
-Ah, mi nombre es Gojo Satoru, soy un Jujutsushi.-
Mientras decía eso, levantó la mano y emitió un sonido de "bang", dando el último golpe al espíritu que estaba a punto de empezar a huir.
El hombre de cabello blanco levantó una sonrisa confiada: -Por cierto, soy el más fuerte.-
¿Vaya?
¿El más fuerte?
Makima finalmente se interesó. En comparación con esas maldiciones o espíritus de maldición, el llamado "Jujutsushi más fuerte" atrajo más su atención.
Si no adivinó mal, el Jujutsushi probablemente es de la misma naturaleza que Cazadora de Demonios de Seguridad Pública, es una profesión dedicada a exorcizar maldiciones.
Al ver que la persona del enfrente estaba en silencio, Gojo Satoru no pudo evitar preguntar: -Señorita, ¿no me dirá su nombre? Encima que lo estoy esperando con un poco de ansias.-
-Makima.-
-¿Eh? ¿Es una extranjera......?-
Antes de que Gojo Satoru pudiera terminar, él vio a Makima haciendo el mismo gesto que hizo en unos segundos atrás. En lo más profundo de su corazón, sentía que algo malo va a pasar.
——!
-Ja, señorita Makima, este poder realmente no está nada mal......-
Gojo Satoru escupió una bocanada de sangre. El antifaz negro de los ojos se rompió en la repentina situación de hace un momento. Así revelando sus ojos azules, y su cabello blanco que inmediatamente fue desmoronado.
¡El ataque que acaba de pasar, atravesó la Técnica de Maldición Ilimitada que está a su alrededor y le tocó directamente!
Si no se hubiera teletransportado a otro lugar a tiempo, probablemente ahora mismo tendría el mismo destino y apariencia que ese anterior espíritu.
Pensando en esto, Gojo Satoru no pudo evitar sacudirse la piel de gallina por todo el suelo.
Sin embargo, esto ocurrió porque fue imprudente. No era difícil ver que la habilidad de Makima era capaz de atacar directamente al objetivo sin que pueda defender, al saber el nombre del objetivo.
Pero no importa, él no planea comer el mismo ataque dos veces.
Al principio, Makima creía que lo que decía Gojo Satoru de ser el más fuerte era fanfarronear. Pero ahora, al ver que parece haber esquivado su habilidad con bastante calma, entonces efectivamente debería ser uno de los mejores entre los Jujutsushis.
Sería demasiado derrochador si le matara.
-Gojo san, ¿puede contarme las cosas sobre Noroi y Jujutsushi con más detalle?-
-Poder puedo, pero no sé cuándo volverás a atacarme. En términos sencillos, eres una persona peligrosa, incluso yo no puedo hablarte todo el rato de nosotros.-
Gojo Satoru levantó la mano para alisar el cabello y luego miró directamente a Makima.
-Ya veo......eso no es irrazonable.-
Makima reflexionó durante unos segundos y luego volvió a decir: -Entonces, hacemos esto, Gojo san puede atacarme tanto como quiera ahora, no contraatacaré.-
-Por supuesto, tampoco habrá ningún problema si me matara. Uso este método a cambio de su confianza. ¿Gojo san, le parecería bien?-
Gojo Satoru se sorprendió, no esperaba que pensara en un método así.
Es la primera vez que alguien se atreve a bromear con él algo así desde que nació. Aunque su personalidad no era muy agradable, la mayoría de la gente básicamente le evitaba en los caminos.
Al final no pudo evitar reírse a carcajadas: -Pfft—jajajajajajaja, estás realmente loca, Makima, ¿de verdad no tienes miedo a la muerte? ¿O estás segura de que no te mataré?-
¿O estás segura, de que no conseguiré matarte?
La expresión de Makima permaneció sin cambios y no hubo ningún temblor en su voz: -Eso no es cierto. ¿Entonces no le hace falta?-
-No me hace falta. Mientras tengas esta conciencia, seguramente no te importará que yo te mate cuando ataques, ¿no crees?-
Gojo Satoru sacó otro antifaz negro de algún sitio, se lo puso lento y ordinario y arregló meticulosamente su cabello blanco.
La sonrisa en la comisura de los labios del hombre volvió aún más grande: -¡Entonces, vayamos a la tienda de Wagashi!-
——
Al mismo tiempo, la División Especial 4.
-El festival de los fuegos artificiales terminó, ¿por qué Makima san no ha regresado?- Hayakawa Aki miró a su alrededor, todos están aquí, excepto su jefa.
En circunstancias normales, esto es completamente imposible. Ya que después de todo, Makima siempre ha sido puntual.
Himeno respondió: -Tal vez regrese en un rato.-
Hayakawa Aki negó con la cabeza: -Para ser honesto, tengo un mal presentimiento.-
-¿Por qué? Si es esa persona, no debería haber nada de qué preocuparse, ¿verdad?- Preguntó Higashiyama Kobeni desconcertada.
-Jajaja, si de verdad hay gente mala, ¡entonces es hora de orar por la gente mala!-
-Eso espero......-
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