No hubo resistencia a su paso. JungKook registró cada segundo en el que su polla atravesaba el estrecho y húmedo canal del rubio, éste dejando sus rosados labios abiertos y gemidos saliendo de manera sinuosa, provocando que su piel se erizara. Estaba duro, tanto como TaeHyung lo estaba, amamantándole con su presemen por el momento. Sus pulmones tomaban de la droga que era aquel momento, donde sus instintos parecían tomar control y su mente solo terminaba siendo un espectador más de la escena que rodaba en sus ojos.

— Mierda, tan lleno.

Logró entender entre los sonidos inteligibles de omega mayor que permanecía quieto sobre sus caderas, completamente sentado, con sus piernas a cada lado. La visión hacía que su cuerpo temblara, sus labios se movieron levemente tomando un poco más de la polla de TaeHyung. El castaño no se empujaba, disfrutaba de la lentitud y las atenciones del alfa que aportaba con su lengua. Una vez el rubio comenzó a alzarse, dejando que la polla de JungKook se deslizara por su canal sin abandonarlo por completo, antes de hundirse todo el camino de nuevo, acertando en aquel dulce punto en su interior. Una vez probó, no se contuvo, montando al alfa con desespero, provocando que este se calentara más. Tener a los dos omegas haciendo de las suyas con su cuerpo era excitante, su mente desconectada dejándose llevar por las sensaciones del celo. 

TaeHyung comenzó a moverse más adentro en su boca, llegando a su garganta lentamente, pero sin miramientos. Tan inexperto como era, JungKook tomó todo bien, perdido completamente en el placer y el fuego que acrecentaba en su bajo vientre. Su polla palpitaba necesitada de más en el interior del omega rubio. Deseaba moverse con libertad, y en un pequeño atrevimiento de su parte, alzó las caderas, encontrándose con los movimientos de JiMin. Los gemidos provinientes de éste y gruñidos mezclados con palabras de ánimo susurradas por TaeHyung le impulsaron a continuar, dejando que sus instintos fluyeran como discurría el semen por su garganta. El omega castaño se alejó una vez encontró su liberación y se dedicó a burlarse del alfa, con sutiles palabras en su oído, picándole a hacer más, dejarse llevar por completo.

— ¿Eso es todo lo que nuestro cachorro sabe hacer? Tan decepcionante.

Las palabras crearon una chispa. Rugiendo dio la vuelta, dejando al omega en celo bajo su cuerpo, adentrándose y saliendo de su cuerpo con facilidad, brutalidad y mucha excitación. El sudor empapaba sus cuerpos y el omega castaño tan solo les observaba con una sonrisa complacida. JungKook golpeó el punto dulce de JiMin con todo lo que tenía, ahogando sus gruñidos en aquellos pezones tan dispuestos que le llamaban. El rubio se agarraba con fuerza a la espalda y caderas del más joven, tratando de no salir despedido por la fuerza que el alfa usaba en él y que le tenía delirando por completo. Su mirada viajaba del suave cabello del cachorro a los ojos satisfechos de su pareja. 

JungKook empujó aún más, buscando finalmente su liberación en el interior del omega, el calor sedoso ahogándole mientras vaciaba su carga. Su frente quedó sobre el hombro del rubio y sus oídos apenas registraron el gemido de satisfacción de JiMin y la aprobación del castaño, como si en verdad fuera un cachorro. Sin embargo, aún con sus cuerpos saciados, en e fondo de su mente, sabía que aquello no era el final.

* * *

Sus pulmones se sentían vacíos. Su boca se sentía pastosa aún si estaba degustando los mayores manjares que nunca pudiera haber imaginado. El sentimiento que tenía con su cuerpo era... casi de asco. Había sucumbido por completo, teniendo buenas cantidades de sexo con los dos omegas durante sus respectivos celos. Soltó el tenedor y observó el cielo azul a través de la ventana. Su mente había guardado algunas imágenes demasiado vívidas que le atormentaban: el rubio bajo su cuerpo gimiendo mientras le penetraba, el castaño siendo jodido mientras le daban un pequeño descanso a su cuerpo, ambos omegas dejando marcas a lo largo de su abdomen antes de preparar su polla para follar a ambos. Aún así, su cuerpo se excitaba ante el recuerdo y ello solo ocasionaba que se odiara un poco más. Agradeció no haber tenido que joder con ambos en alguna posición que le avergonzara, pero no debía tentar su suerte. Cómo había sido de esperar, ninguno quedó embarazado, por lo que al alfa aún le quedaban sesiones de sexo por cumplir.

Su apetito se fue por completo, dejando prácticamente la mitad del plato sin probar. Durante los días en los que aún no sabían si los omegas habían quedado en cinta, éstos le ofrecieron libertades. En cierta ocasión habían salido a comer fuera, como si se trataran de viejos amigos, aunque reservaron todo un restaurante, evitando así que realmente se les viera con un alfa y dañara su imagen, pero la pequeña ventana de libertad había surtido efecto en él.

JungKook sabía que solo era una forma de decirle que si hacía su trabajo, obtendría lo que deseaba y añoraba. Aquello solo acrecentaba sus debates internos.

Hola. Lamento muchísimo la tardanza, pero no he tenido ánimos, ganas ni nada de escribir, además de que el lemon se me suele dificultar, espero no haya terminado la cosa tan mal. No quiero, ahora, que todo este fic sea de puro sexo entre estos tres, así que iré alternando.

Pueden dejar aquí sus sugerencias de posiciones, lugares, etc donde quieren que follen.

Aprovecho para felicitarles las Navidades, y si no escribo antes de final de año, les deseo un buen inicio del 2022. No olviden cuidarse, que la salud es lo más importante en estos tiempos duros. Nos vemos.