Min Yoongi era consciente de que no era una persona afectiva, también que a pesar de que en ocasiones era un poco hablador no era capaz de expresar sus sentimientos hacia las personas que quería, incluso sabía que era muy directo con lo que decía, por lo que algunas personas admiraban su honestidad.

Otra característica de Yoongi es que de las personas por las que se había sentido atraído a lo largo de su vida (que bien no fueron muchas) ninguna le correspondió, por lo que para él fue una sorpresa que en su segundo año de preparatoria un lindo chico terminara accediendo a salir con él.

Lo irónico es que ellos jamás habían cruzado palabra alguna y no fue hasta que un día llevo una playera de su cantante favorita que se animó a hablarle por primera vez, pero él no se dejó dominar por los nervios de entablar una conversación con alguien nuevo; pues en ese entonces solo quería una amistad con el chico. Así que completamente decidido se acercó y preguntó "¿Cuál es tu canción favorita?" Obtuvo como respuesta una mirada de confusión al principio por lo que señaló la playera que llevaba puesta y el azabache le dedicó una pequeña sonrisa, Jimin, era el nombre de ese joven quien cortésmente respondió su pregunta.

Desde ese día empezaron a tener varias conversaciones sobre sus gustos y sin darse cuenta cayeron en una confianza digna de llamarse amistad, con el paso de los meses se hicieron cada vez más unidos y en el momento que escucho la melodiosa voz de Jimin cantando "Heaven" en una de sus tantas pijamadas se dio cuenta que estaba completamente rendido ante sus encantos.

Aunque él ya había aceptado sus verdaderos sentimientos hacia el menor no tuvo el valor de confesárselo, él azabache no mostraba indicios de querer algo más allá de una amistad y si hubiera sido decisión de Yoongi; él jamás se habría enterado de sus sentimientos.

Pero el destino tenía otros planes.

La madre de Jimin había salido por un asunto de trabajo y regresaría hasta el siguiente día por la tarde, decidiendo así que Yoongi se quedaría para hacerle compañía.

Entre risas y bromas Jimin confesó que había conseguido que un primo le comprara una botella de licor y que confiaba lo suficiente en Yoongi como para cuidarlo en su primera borrachera.

Al final Yoongi terminó acabándose la botella y Jimin solo se sentía algo aturdido pero aún estaba consiente de todo lo que sucedía, estaban acostados boca arriba sobre la cama del menor sin decir nada, pues a ambos les costaba formar una conversación coherente, entonces de un momento a otro las lágrimas inundaron los ojos del mayor causando una preocupación para el contrario del porqué estaba triste, por lo que el más pálido admitió:

"Me gustas demasiado... me gustas y duele no ser correspondido por ti"

Para esa misma mañana despertó con demasiada sed y un leve dolor de cabeza, nada que no pudiera soportar, y sin ser consciente de la declaración que hizo ni de sus acciones después de eso.

Jimin no se encontraba a su lado por lo que supuso que debía de estar desayunando o a lo mejor estaba bañándose, se tallo los ojos tratando de disipar un poco el sueño cuándo su amigo se adentró a la habitación con un vaso de jugo y una pastilla.

Agradeció el gesto pero le puso algo incomodo el hecho de que Jimin no le quitaba la mirada de encima, y lo conocía tan bien que sabía que tenía algo para decirle. "Lo sé" argumento el menor confundiendo un poco al pálido, el cual sintió una inmensas ganas de hacerse tan pequeño como un átomo para no tener que enfrentar esta situación cuando entendió a qué se refería.

El pánico se apodero de él, no podía articular ninguna palabra, pues se sentía sumamente avergonzado al haberse expuesto de esa manera, se levantó de inmediato importándole poco salir en pijama corriendo hasta su casa para refugiarse en su habitación, en donde saco su frustración causando un verdadero desorden, tirando libros y cuadernos, revolviendo su ropa, al final termino recogiendo todo pues era una manera de mantenerse ocupado y no pensar en el ridículo que había hecho.

Jamás podría hablarle a Jimin nuevamente, no podría mantenerse cerca sin que el menor pensara que sus abrazos, o cuando lo tomaba de la mano era un gesto que hacía porque le gustaba, no podrían hablar cómodamente como antes, ni llamarlo durante las tardes como había acostumbrado a hacer. Había arruinado los 8 meses que llevaban de amistad, 8 meses conociéndose de los cuales desde hace unas semanas fue consciente de su enamoramiento y todo porque atestiguo como una chica de un grupo menor le entregaba una carta a Jimin pidiéndole una oportunidad para conocerse.

Y el hueco que sintió ese día en el pecho era consciente que eran celos, claro que le tomo un par de días aceptarlo y ahora sentía el mismo hueco o inclusive más grande porque jamás podría hablar con Jimin de nuevo.

Exactamente pasadas las 6 de la tarde, una vez que se encontró más calmado y su cuarto ordenado, tomo una ducha rápida refrescándose un poco. Terminaba de secarse el cabello con la toalla entrando a su habitación encontrando al menor sentado en su cama, sus manos se volvieron temblorosas dejando caer la toalla al suelo, cerro lentamente la puerta apoyándose en esta, sabía que Jimin quería explicaciones y claro que las merecía.

—Sabía que necesitarías un tiempo a solas para que te calmaras, y ahora necesitamos hablar.

Por más que Yoongi quería responder las palabras se atoraban en su garganta y lágrimas amenazaban con salir en cualquier momento, sus manos se volvieron puños enterrando con fuerza sus uñas en sus palmas tratando de contenerse para evitar derrumbarse a toda costa frente a él.

—Yo...—por primera vez en su vida Yoongi no sabía que decir, y sus nervios eran más que evidentes para el menor.

—Ven.—extendió su mano para que el mayor la tomara y que se sentara a su lado.

Suspiro con un poco de alivio pues al parecer Jimin aun quería estar cerca de él, pensó que lo tacharía de raro por sentirse atraído hacia otro chico y que lo insultaría o al menos le pediría que no volviera a acercarse jamás a su persona.

—Lo... lo siento.—confeso una vez que estuvo a su lado.

—¿Por qué te disculpas?

—Arruine nuestra amistad y... lamento si mi actitud de ayer te incomodo.—una pequeña sonrisa se asomó por los labios de Jimin, levanto su mano acariciando la mejilla de Yoongi con suavidad reconfortándolo un poco.

—No has arruinado nada, y anoche aunque me tomaste por sorpresa realmente me quedaron muy claros tus sentimientos. Del tiempo que te conozco jamás te había visto llorar de esa manera, créeme que cada palabra que escuche de tus labios anoche... realmente nunca nadie me había dicho cosas tan lindas.

—¿Ni ella?—Jimin pareció no comprender a que se refería.—Na-yeon... a ella le gustas.—se alejó levemente del rostro del menor agachando la miranda.

—Yoongi, ella no me conoce.—sujeto la pálida mano del menor acariciando las leves marcas que dejo sobre su palma, hizo una mueca de disgusto pues no le gustaba que Yoongi se hiciera daño así mismo.

—¿Qué quieres decir?.

—Es verdad que le atraigo, pero no sabe nada de mí. Ella quería conocerme pero yo no tenía interés, claro que se lo dije cortésmente y aun así me saluda cuando me ve pero no más. Es difícil que una persona te quiera sin conocerte, y tú me quieres ¿Verdad?

—¿Te dije eso anoche?

—Dijiste muchas cosas, y luego trataste de besarme pero no tenías buena coordinación y terminaste besando mi nariz.

El color carmín se apodero por completo de sus mejillas, se levantó alejándose del menor con evidente incomodidad, no creyó que el sería capaz de hacer eso y se sentía mal por haber querido obligar a Jimin a besarlo.

—Yoongi...

—No.—respondió como si le hubiera hecho una pregunta.

—¿No?

—No puedo estar cerca de ti, no ahora. Lo mejor será que no hablemos durante un tiempo.

—Yoon...

—Por favor, no. Yo me conformo con tu amistad pero por el momento no es sano que estemos juntos.

—¿Y quieres alejarme por qué?

—Porque mientras más voy conociéndote más cariño te tengo, y prefiero que me duela ahora que creo poder soportarlo a después cuando esté completamente enamorado... si es que no lo estoy ya.

—Pero yo no quiero alejarme de ti, no puedo, ya estoy acostumbrado a tu presencia, a pasar las tardes contigo, a llamarte cada día.—se levantó acercándose al mayor.—No puedes pretender salir de mi vida como si jamás nos hubiéramos conocido.

—Y tú no puedes pretender que permanezca a tu lado sin evitar que quiera besarte, y no quiero obligarte a hacer cosas que no quieres, no te mereces eso.

—No me obligaras a nada, Yoongi por favor yo... yo no sé cómo sentirme en estos momentos pero no quiero perderte...—la voz del menor comenzó a quebrarse.—No puedo perderte.

—Y yo no quiero dejarte ir, pero... no puedo... el solo tenerte aquí... en mi habitación. Mierda Jimin, solo quiero besarte, disfrutar de la vida contigo, conocerte aún más, darte regalos que sé que nadie te dará, hacerte sentir especial...

—¿Cómo puedes decir eso y querer alejarte? ¿Crees que voy a dejar todo aquí? ¿Que no luchare por qué te quedes?

—No soy seguro para ti.

—Se que jamás me obligarías a nada que yo no quisiera.—comentó acortando la distancia entre ellos apoyando su frente en la de Yoongi.

—Jimin...—sus labios se rozaron por la cercanía que mantenían.

—Bésame.—interrumpió el menor.

—¿Qué?—sujeto los hombros de Yoongi para evitar que se apartara.

—Cuando quieras besarme solo hazlo, no voy a rechazarte si lo haces.

—No quiero que hagas las cosas por lastima.

—¡No es lástima! ¡También siento algo por ti! Pero no sé cómo catalogarlo, quiero estar para ti y que tu estés para mí, ¿Esta mal pedirte eso?—algunas lágrimas corrían por la mejillas de Jimin, quien mantenía su agarre firme en Yoongi.—No sé qué clase de cariño siento por ti, y tal vez sea egoísta de mi parte pedirte que te quedes cuando posiblemente te afecte más a tí si yo no siento lo mismo... pero lo quiero intentar.

El pelinegro miro los ojos llorosos del contrario, sintiéndose pésimo por haber causado su llanto, levantó una mano limpiando sus lágrimas y se dedicó a acariciar su mejilla. No supo cómo ambos rompieron la distancia juntando sus labios de manera lenta, tímida, temiendo que por un movimiento brusco el otro se alejara.

Los labios de Jimin tenían un ligero sabor salado debido a las lágrimas recientes, pero aun así le fascinaba, los gruesos belfos del menor encajaban perfectamente con los suyos, ambos seguían el ritmo lento que cada vez buscaba más y más del contrario, Yoongi sujeto con firmeza la cintura de Jimin pegándolo más a su cuerpo y agradeciendo que el menor de cierta manera correspondiera sus sentimientos.

♡
No debería publicar esto, al menos no primero que otra obra but me gusto demasiado este cap. Y como dato curioso Heaven es de Ailee la cual obviamente es la cantante favorita de ellos (al menos en esta historia xd) y es una canción muy hermosa que descubrí por YouTube, para no hacer más largo esto...
♡ Gracias por leer ♡