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Capítulo 4 🍀

JungKook preparaba dos tazas de té, pero de vez en cuando se quedaba mirando a la nada completamente perdido en sus pensamientos, ¿Cómo iba a solucionar aquello si no tenía una pista de nada? Sólo suponía cosas y eso le colocaba gravemente en desventaja, además, ¿Por qué querrían asesinar a Mia? ¿Acaso era alguien de su academia que tenía celos o envidia de ella? ¿Era eso? ¿Esa persona era contratada por alguien? JungKook recordó la mirada de aquel sujeto, si de algo estaba seguro es que era un hombre de su estatura y de ojos oscuros.

"Estás dando vueltas innecesariamente"

Y esa voz... ¿Por qué se escuchaba tan similar a la de Mia? ¿Acaso nada de eso era real?

Unas manos femeninas se posicionaron en su abdomen y unos brazos le rodearon, volvió a la realidad parpadeando varias veces, Mia le abrazaba cariñosamente apoyando su barbilla en su hombro. El chico suspiró terminando de servir el té en esas dos tazas sintiendo que su cabeza explotaría de nuevo.

— ¿Estás pensando otra vez?

— ¿Estás segura que no es nadie de tu academia?

— Mmm, ¿Crees que sea un Stalker o algo así?

— Podría ser—se encogió de hombros. Lentamente volteó a verla encontrándose con esa dulce mirada, su cabello caía suelto por sus hombros y sus labios eran más rosados de lo normal, amaba a Mia, de eso no había duda, no se había casado con ella por nada y sabía que ella sentía lo mismo, sino no le hubiera salvado esa noche en la autopista.

— JungKook—tenía sus manos en la cintura delgada de su esposo—No puedo imaginarme lo horrible que debe ser para ti verme morir una y otra vez—éste asintió—Es fácil decirte esto, pero difícil hacerlo en el momento—subió sus manos por su abdomen hasta su pecho—No dejes que esto te afecte, ¿Sí? Recuerda que al final del día yo volveré a estar contigo.

"Es una mentirosa y egoísta, al final del día terminarás peor por su culpa"

JungKook deseó gritarle a esa voz que se callara y dejara de atormentarlo pero sabía que perdería el tiempo haciéndolo, acercó a Mia a su cuerpo besando esa linda boquita, la chica rodeó su cuello con sus brazos a la vez que JungKook la cargaba sentándola en el mesón, un juego de caricias comenzó mientras el beso se volvía más necesitado, las respiraciones agitadas de ambos junto al sonido de aquellos besos era lo que se escuchaba en aquella cocina.

Mia se deshizo de aquella camisa blanca que su esposo llevaba acariciando aquel cuerpo musculoso con sus manos, podía sentir su piel arder con su tacto, JungKook introdujo sus manos debajo de aquel camisón apretando los muslos desnudos de su esposa escuchándola soltar un gemido, mordió su labio inferior jalando un poco hasta soltarlo.

Aquello fue subiendo de temperatura dando paso a otros minutos de intimidad en los que los gemidos de la pareja era lo que se escuchaba en esa cocina, escuchar al otro les excitaba aún más y les hacía olvidarse del problema principal, JungKook estaba tan perdido en el placer que le ocasionaba su esposa que no notó la presencia de alguien más en una de las ventanas de la sala que apuntaba perfectamente a la cocina.

🍀🍀🍀

Por la noche, JungKook luchaba con el sueño, eran las once de la noche, se sentía tan cansado de todas las formas, veía a Mia dormir en aquella cama donde le hizo el amor infinidades de veces ese día, la puerta del cuarto se encontraba cerrada con seguro, la luz estaba apagada, le hubiera gustado que esa voz en su cabeza le hablara para mantenerlo despierto pero no fue así, JungKook fue cerrando sus ojos al sentir sus párpados pesados y sin evitarlo más quedó profundamente dormido en la silla de aquella habitación.

Pasó exactamente dos horas, se escuchó el "click" de la puerta en cuanto el seguro fue burlado del otro lado, aquella persona entró con mucho cuidado, miró a Jeon JungKook dormir en aquella silla de brazos cruzados y con la cabeza inclinada hacia atrás, se acercó a él mirándole detenidamente, no llevaba el casco de la moto puesto, en su lugar tenía un cubrebocas negro, exactamente del mismo color de su ropa, acercó su mano protegida por unos guantes negros que dejaban ver parte de sus dedos.

Acarició su cabello, pero la alejó al instante cuando éste se movió un poco frunciendo el ceño en medio de sus sueños.

Su rostro volteó a ver a la persona que dormía en la cama, caminó hasta allí agachándose a su lado observando detenidamente a la chica que dormía cubierta por las sábanas, debajo de ellas estaba desnuda y esa persona lo sabía, respiró profundo deslizando su cubrebocas a su mentón, acarició la mejilla de Mia sabiendo cuanto amaba esa chica a JungKook, era lógico, él era su esposo.

Ella merecía ser feliz pero como era de esperar, la felicidad nunca es eterna.

Mia se movió un poco entreabriendo sus ojos, se acurrucó más con las sábanas y sonrió de lado al ver a esa persona junto a su cama.

— ¿Qué haces despierto? —susurró con voz ronca—Es muy tarde.

— Sigue durmiendo—habló en voz baja también cubriéndola más con las sábanas—Lamento haberte despertado.

— Tienes que descansar, estoy aquí contigo, ¿Sí? —suspiró tomando su mano, pero frunciendo el ceño al hacerlo— ¿Por qué estás usando guantes, JungKook?

— Salí un rato a caminar—mintió descaradamente sonriéndole con dulzura—Duerme.

— Sólo si vienes a la cama conmigo—pidió.

— Lo haré en un momento.

Mia sonrió de lado girando en la cama acurrucada por las sábanas, pero su sonrisa desapareció cuando allí, en la silla cerca de la ventana, estaba JungKook totalmente dormido, su cuerpo entró en alerta, pero era muy tarde, cuando iba a gritar esa persona cubrió su boca colocando un cuchillo en la garganta.

— ¿Por qué nunca haces lo que te dicen, Mia? —susurró mirando fijamente esos ojos, la pobre lo veía aterrado— ¿Ya no me reconoces? Anda, dime, ¿Cuál es mi nombre?

Mia tragó con dificultad temblando de nervios, aquella persona liberó su boca sin quitar el cuchillo de su cuello. Iba a responder, pero entonces un cuerpo se arrojó sobre el chico, Mia no dudó en colocarse aquel camisón cubriendo su cuerpo, JungKook se había arrojado a esa persona intentando golpearlo, pero era él quien estaba perdiendo.

— ¡Basta! —chilló desesperada intentando alejarlos, la persona de negro la empujó y ella cayó al suelo, JungKook iba a defenderla, pero se detuvo en el acto porque un arma le apuntó.

JungKook vio el rostro de esa persona quedándose atónito.

Y Mia dijo su nombre después de todo.

— ¡JK! —aquel chico la miró sin ningún tipo de emoción, completamente diferente al JK que conoció en su supuesto sueño—Eres...eres JK.

Aquí se viene lo chido 😎

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