Mia despertó encontrándose en el sofá de la casa, miró alrededor encontrando su celular, eran las dos de la tarde exactamente, la fecha fue lo que le hizo sentir que estaba en un deja Vú.

2 de abril del 2016.

Se levantó dirigiéndose al cuarto, tomó un suéter y salió con prisa de casa. Detuvo un taxi que la llevó a donde necesitaba, bajó de él pagándole al hombre y entró corriendo, algunos la identificaron ya que era la esposa de Jeon JungKook, ir por esos pasillos le trajo recuerdos, subió en el ascensor hasta la oficina que necesitaba encontrando a SeokJin en ella.

— Mia—se sorprendió al verla allí—Oh, no sabía que vendrías a ver a JungKook...

— ¿Dónde está?

— En la sala de reuniones en una jun...

Y Mia salió de allí sin ponerle atención, comenzó a revisar preguntando a los que iban por el pasillo donde estaba tal lugar, al llegar abrió la puerta sin dudarlo encontrando a su esposo con varios hombres en una mesa, entre esos estaba Jung Hoseok, pero claro, éste no la reconoció.

JungKook se levantó de la silla haciendo una reverencia.

— Disculpen—se excusó dirigiéndose donde Mia tomando su mano sacándola de allí, fue con ella hasta otra sala igual que estaba vacía.

— No puedes firmar ese contrato, tú no...

— No lo hice—contestó tomándola desprevenida—JK me pidió que hiciera lo correcto y eso estoy haciendo—sonrió apenas.

— Lo recuerdas—respiró con cierto alivio, pero luego entendió porque el chico lo había asesinado una última vez—Eres un...—comenzó a golpearlo en el pecho y JungKook detuvo sus muñecas abrazándola por detrás al voltearla en un movimiento—Creí que realmente estabas muerto y....Dios mío, después de esto terminaré loca.

— Tranquila, no pienso dejarte de nuevo—besó su mejilla—Estaremos bien, todo estará bien.

— Idiota, me preocupé por ti.

— Lo sé, JK dijo que eso mismo harías—susurró.

— JK era inocente, JungKook—comentó—Él sólo intentaba entender lo que estaba sintiendo, pero TaeHyung lo usaba de la peor manera—se volteó mirándolo—Tienes que avisarles sobre TaeHyung, sobre sus planes.

— Pero sin el contrato JK no existe.

— Pero él sí y hará lo que tiene en mente con otro robot, pasará lo mismo con alguien más—tomó sus brazos—Tienes que advertirles, haz que te crean, inventa algo, no lo sé.

JungKook asintió abrazándola de nuevo, besó su frente frotando su espalda, posiblemente nunca olvidarían a JK, pero si sabían que el pobre era un robot que fue creado para fingir ser humano, TaeHyung lo había hecho dudar de sí mismo y en vez de apoyarlo sólo lo dejó más confundido.

— Debo volver, pero necesito que vengas conmigo y hables también.

— ¿Qué? —lo miró.

— Eres mi esposa—tomó sus manos acariciando el dorso—Estamos juntos en todo, ¿Recuerdas? —dio un corto beso a sus labios.

— JungKook—llamó antes de que abriera la puerta—Te amo, pase lo que pase.

— Y yo a ti, sin importar qué—y besó sus labios por unos minutos más.

Dos años después

Mia alisaba la falda que tenía puesta, estaba nerviosa, no lo negaba, sus manos incluso estaban frías de los nervios, su corazón latía con prisa en su pecho, JungKook tampoco estaba muy tranquilo que digamos, caminaba de un lado a otro en aquella oficina, revisaba su reloj en señal de nerviosismo, la directora estaba tardando mucho.

— ¿Y si pasó algo? —preguntó Mia mirándolo— ¿Y si alguien más decidió llevárselo?

— Eso es imposible, fuimos claros en nuestra decisión.

— Cierto, fuimos claros—Mia asintió levantándose de la silla, caminó un poco estirando sus piernas, pero no pudo evitar seguir igual— ¿Estás nervioso?

— No, sólo un poco ansioso—tomó asiento y ante la mirada de su esposa se corrigió—Estoy realmente nervioso.

Y cuando Mia iba a decirle algo para calmarlo o apoyarlo, la directora apareció con una de las mujeres del personal del orfanato, tanto JungKook como Mia sonrieron al ver al pequeño bebé de meses en los brazos de la mujer, la joven pareja había adoptado al fin un niño que se había ganado sus corazones, le habían llamado Ian, su cabello era negro, tenía mejillas regordetas, manitas llenas de hoyuelos, risa contagiadora, una sonrisa adorable, cuerpito regordete y muy tierno, la primera vez que lo vieron fue al tercer día de ir al orfanato, habían entrado a la sección de bebés y allí estaba.

Ian se reía con las muecas o las cosquillas de JungKook e incluso se quedó dormido en los brazos de Mia por primera vez causándole emoción, regresando a la oficina de la directora, Mia lo cargó sonriendo más feliz que nunca.

— Hola Ian, ¿Te acuerdas de mí? —usó un tono dulce. El bebé la miró como si intentara reconocerla llevando sus manitos a su boca, Mia sonrió cuando notó una sonrisita angelical en esa criatura—Sí, sí me recuerdas.

JungKook revisó el bolso de Mia sacando un peluche con forma de oso muy bonito y del tamaño de Ian.

— Hola campeón—sonrió al cargarlo y el bebé vio con atención aquel peluche— ¿Te gusta? Es tuyo—se lo entregó, Ian no dudó en abrazarlo mordiendo una de sus orejitas, Mia sonrió llena de emoción y no pudo evitar derramar algunas lágrimas disculpándose con las dos mujeres.

🍀🍀🍀

Ya en casa llevaron al pequeño a su nueva habitación, la habían decorado con juguetes, dibujos infantiles, su cuna, su armario, entre algunos detalles más. Mia se encargó de mostrarle todo con JungKook grabando aquel momento, no pasó mucho en el que el timbre de la casa sonó, Jin y NamJoon, los primerizos tíos estaban más que ansiosos por conocer al nuevo miembro de la familia.

— Es más adorable en persona—Jin sonrió al tenerlo en brazos.

— Felicitaciones—Nam los miró.

— Gracias, oppa—Mia lo abrazó. JungKook veía como Ian reía tocando el rostro de su hermano. Cuando a los minutos sintió que lo abrazaban notó a su esposa más feliz que nunca y recordó las palabras de JK.

"Se honesto con Mia, ella se preocupa por ti, decirle tus problemas no te hace débil, te hará bien y....esas voces...enfréntalas, hagas lo que hagas sólo haz lo correcto"