Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13. Morning sex, Doyoung!


🌷 — resumen.

Porque cada mañana, tenerlo dentro suyo y con una sonrisa egocéntrica era su mayor placer.

Porque quizás, ¡quizás! No era tan malo ser sostenido y follado contra el colchón.

©crdts: Esquer.


Quizás... no era tan malo❞


Estaba harto.

Harto y adolorido.

Mucho.

Bueno, exageraba, pero sí.

Su trasero ardía como nunca antes bajo las sedosas sábanas que lo cubrían con gentileza, brindándole calidez mientras que, su pálido novio, lo abrazaba de la cintura, con un brazo cubriéndole el rostro mientras que el otro dejaba quisquillosas caricias en su cintura, cerca de una de sus rojizas mejillas que, anteriormente, se habían encontrado siendo golpeadas por la pelvis del mayor con fuerza.

Refunfuñó, acomodándose mejor, quedando más cerca de su novio quien no dejaba de roncar. Se sentía molesto, pero eso no significaba que dejara de amar sentirlo cerca de su desnudo cuerpo, en especial, cuando lo hacía acurrucarse como si fuese un bebé. No entendía como Jaehyun podía ser tan versátil en cuestión de actitud; porque en la cama, no lo dejaba ni un poquito.

Y eso que, sí bien ya había logrado una vez estar encima de él, restregándose cómodamente contra su redondo trasero, igual había terminado encima, pero saltando sobre su pene, gimiendo como loco el nombre de quien se negaba a darle la oportunidad de tener un poco de versatilidad de la relación.

Pero no. Jaehyun amaba ser el que estaba al mando, y eso llegaba a molestarlo. En especial cuando sus amigos le hacían burla con eso, se arrepentía bastante de aquella vez, cuando llegó a la cocina con el trasero doliéndole hasta el alma cada que daba un paso, y les comentó acerca de que su bronceado y terco novio no le dejaba ser el de arriba por lo menos una vez. Se arrepentía tanto, pues apenas Doyoung había llegado a la sala, los gritos por parte de Johnny sobre la importancia de la versatilidad en una relación junto a Mark, las risas de Taeil poco disimuladas, los forzados gemidos de Yuta, según, imitándolo y los silbidos escandalosos de Donghyuck, llegaron para formar parte de la hermosa familia y de su día a día. De verdad, de verdad, se arrepentía tanto. Ya no podía ni beber leche tranquilo.

Pero eso cambiaría, y, en definitiva, lo lograría. Lo deseaba, lo anhelaba con todo el corazón.

O eso trataría, tampoco se lo afirmaría con el alma en mano.

—Hola bebé —saludó al verlo removerse, entreabriendo uno de sus ojos.

Jaehyun le dio una cansada sonrisa: —Hola amor —dijo ronco.

—¿Estas muy cansado? —burló, acercando uno de sus dedos hasta la pelvis del contrario para así crear pequeñas figuras.

—Demasiado —Acarició la cadera de su pareja— me acabaste por completo, dulzura —Doyoung se sonrojó, dándole un pequeño golpe.

—Cállate, tonto —Rozó sus labios con el hombro de éste—. Mhm, hoy es un día importante —susurró repentinamente.

Jaehyun agrandó su sonrisa, acercándose hasta rozar narices con ternura. Mordió su labio inferior, juguetón, tentando con la estabilidad de Doyoung, el cual, se encontraba embobado con los dos universos.

—¿En serio? —murmuró el mayor de estatura— ¿qué día es hoy?

Doyoung volvió a reír, sintiendo cada vez más sus mejillas tornarse en un rosado que le encantaba a Jaehyun. Su risa se vio cortada por un leve jadeo al tener los largos dedos del contrario acariciando una de sus sensibles nalgas. Entrecerró los ojos, disfrutando placenteramente.

—Hoy cumple años mi guapo novio —Se removió, acercándose más al toque del contrario—, y le tengo preparado algo muy especial.

Jaehyun gruñó, dando un suave golpe en la caliente mejilla que se restregaba contra la palma de su mano con erotismo: —¿Puedo saber que le darás a tu imbécil enamorado?

Sin previo aviso, un dígito se abrió paso entre las mejillas del bajo. Doyoung alargó un gemido de completo placer al tener el dedo más largo recorriendo su entrada con descaro, llevándolo nuevamente al borde del delicioso placer que tanto amaba. Mordió la almohada, moviendo sus caderas en un caliente vaivén; inevitablemente deseoso por tenerlo dentro.

—Jaehyun, dios —gimió, apretando las sábanas con una mano. Cerró los ojos por la lujuria que de a poco comenzaba a ganarle a todos sus cuerdos sentidos—. Ah, mierda sí.

—¿Te gusta que te toque ahí, cariño? —murmuró, mordiéndose el labio mientras su pene volvía a subir, listo para volver a enterrarse en su lindo novio.

Los sentidos de Doyoung desaparecieron así como las palabras de Jaehyun quedaron en el aire, gracias al largo dígito de que comenzaba a enterar en la estrecha y palpitante entrada del mayor, abriéndose paso con lentitud, disfrutando como Doyoung se retorcía de placer a cada segundo que se profundizaba más su lujurioso toque. El níveo sintió como el infierno del pecado volvía a atarlo con fuerza, entregándose en carne a la tentación del placer que Jaehyun le brindaba con una egocéntrica sonrisa victoriosa. Gimió alto, sacando la punta de su lengua, y aferrándose con más fuerza a una almohada que se encontraba al lado de su ya hirviente cuerpo.

—¡Jae!—gimoteó, elevando su trasero y haciendo entrar más al largo dígito.

Tampoco hubo aviso cuando una dura mano se estrelló con fuerza contra la ardiente nalga la cual, debido a eso, tomo un color más rosado, llegando lentamente al rojo que dominaba los mofletes de Doyoung. Gritó sorprendido.

—Te hice una pregunta, dulzura —Bramó.

Doyoung enterró las uñas en la almohada que casi se ponía a morder para poder callar sus vergonzosos gemidos.

—M-Me encanta —susurró entrecortado, guardándose lloriqueos en reclamo por la nalgada.

—Tan obediente y precioso —Jaehyun sacó con suavidad el dedo, Doyoung jadeó en desacuerdo— y tan caliente para su papi también —gruñó, antes de dar una fuerte embestida, haciéndolo entrar con una delirante fuerza que hizo al bajo lloriquear tras un llamativo gemido.

Doyoung sentía sus nalgas ser golpeadas por la otra mano, mientras que su rosada entrada era embestida con bestialidad, haciendo una deliciosa melodía que era acompañado por sus largos gemidos, llamando a su amado y luego por los lloriqueos cada que lo sacaba, haciéndolo entrar con el doble de fuerza, logrando que su cuerpo diera pequeños saltitos. Se aferró a la cama, con las mejillas hirviendo, con lágrimas de amor cayendo por ellas, con un poco de saliva cayendo por sus labios que habían sido duramente mordidos cada que trataba de guardarse fallidamente un sollozo que terminaba por alentar más a las encantadoras estocadas que lo tenían al borde de la locura.

Su abdomen se contraria, su entrada palpitaba dolorosamente, su cuerpo se había llenado de espasmos, de su pene caía el pre-semen que manchaba la cama magníficamente. Mordió la almohada, cerrando los ojos y dejándose llevar por la oleada de sentires, dejándose arrastrar en la tempestad de la lujuria y necesidad. Apretó los ojos, dejando caer más lágrimas, sus brazos se aferraron a la almohada que mordía, oyendo por encima de los deliciosos choques los gruñidos y gemidos roncos de su novio.

Gritó, sus muslos temblaron y trató de cerrar las piernas al momento en que su punto dulce era tocado con la misma bestialidad. Lloró arqueando la espalda, con los labios entreabiertos, con su lengua de fuera, con los hilos de saliva cayendo por completo sobre la almohada y la capa de sudor cubriendo todo su cuerpo que se movía en un enloquecedor vaivén, haciéndolo ver más encantador con su piel dorada, tan exquisito a los ojos de Jaehyun.

—¡Papi! —gritó elevándose un poco con ambas piernas, las cuales, no paraban de temblar.

Un último gemido haciendo una melodía perfecta con el gruñido salido de los delgados labios de Jaehyun, finalizó con el exótico momento. Ambos se corrieron, primero Doyoung, manchando la cama y su abdomen sin poder evitarlo, luego Jaehyun, dejando la viscosidad en sus piernas y un poco en las sábanas. El dedo salió despacio, dejando a Doyoung caer despacio, rendido y aún agobiado por los tantos sentimientos amorosos que se apoderaron de su corazón.

Sonrió débilmente al recibir un pequeño beso en su cabellera.

—¿Estás bien, amor? —Quitó unos cuantos mechones sudorosos de la frente de Doyoung tiernamente.

Sin abrir los ojos, asintió: —Estoy bien, Jae.

Jaehyun sonrió embobadamente. Con lentitud, se levantó, no sin antes dejar un dulce beso en los labios de su amado. Se colocó el bóxer, sin quitarle la mirada de encima a su sudado cuerpo.

—Iré a ducharme —Avisó tomando más ropa—, te amo.

—También te amo —se apresuró a decir antes de que entrara al baño de la habitación.

Bueno... quizás no era tan malo.


ㅤ✶


Oneshot adaptado, créditos para Esquer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro