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Capítulo 5: No son amigos.

JiMin parpadeó cuando la realización de que llevaba dos semanas y media sin dormir en su departamento lo alcanzó.

Ni siquiera se había dado cuenta de que había sido tanto tiempo.

Observó su bolso a sus pies mientras esperaba que su manager pasara por él. La única razón por la que había regresado a casa esas últimas semanas, era para buscar ropa, ducharse y a veces a comer. El resto del día lo pasaba en casa de sus amigos, en casa de su hermano, o en la casa de su revolcón nocturno.

―¿Ya te vas?

Levantó la vista para encontrarse con la mirada curiosa de TaeMin. Otro de sus amigos idols.

―Uh, sí. Ya me vienen a buscar. Gracias por todo y lamento las molestias ―dijo de repente muy consciente de que había pasado tres días en la casa de TaeMin. El muchacho le dedicó su más genuina sonrisa y movió su mano restándole importancia.

―No hay de qué. Sabes que siempre eres bienvenido aquí.

Antes de poder contestar, SeJin le mandó un mensaje avisando que estaba esperando en la puerta del edificio. Rápidamente JiMin se cubrió la cara y salió disparado de allí tras despedirse.
Ya en la camioneta, SeJin ni siquiera se atrevió a decir algo con respecto a que cada vez lo buscaba de un lugar distinto, y JiMin se dedicó a mirar a través de la ventana, preguntándose en qué momento las cosas se habían vuelto de ese modo.

¿Tan incómodo estaba en su propia casa, que prefería pasar sus pocas horas libres y sus  noches enteras en casa de desconocidos?

Pero él ni siquiera era el único en hacer eso; la "rap line" vivían más en sus estudios que en su departamento. JiMin tenía que admitir que estaba realmente sorprendido de que no se hubieran mudado cada uno a su propio lugar aún. Ellos ya no compartían tiempo juntos a menos que fuera para las cámaras.

Ni siquiera había un motivo específico. Sólo pasó. Se alejaron el uno del otro de a poco hasta que apenas se dirigían la palabra sólo necesario para decir permiso, por favor y gracias, sólo porque sus padres los habían educado para ser amables.

Aunque amabilidad les quedaba sólo lo necesario para ser políticamente correctos. JiMin no iba a mentirse a sí mismo, la fama había arruinado sus personalidades, se habían vuelto egoístas y mimados, caprichosos y arrogantes.

Sintió un pesó en su pecho cuando se dio cuenta que no había nada de su viejo yo en él.

―¿JiMin?

Cuando SeJin lo llamó preocupado, JiMin levantó la vista para darse cuenta de que llevaban un buen rato parados frente a la empresa.

―¿Te encuentras bien?

―Sí. ―Y tras eso salió de la camioneta sin siquiera mirar atrás.

Ignoró a todos mientras entraba en la sala de prácticas, sólo dejó su bolso en alguna parte y tomó su celular. Parpadeó cuando miró la hora, llevaba veinte minutos retrasado y SungDeuk no se lo había hecho saber.

Observó al resto, descubriendo que estaban demasiado distraídos en sus propios mundos (cofcofcelularescofcof) como para darse cuenta de que SungDeuk no había llegado y SungDeuk nunca llegaba tarde.

―¿Dónde está SungDeuk? ―preguntó inmediatamente. Y entonces sus compañeros de grupo se dignaron a levantar sus cabezas.

―Es lo que intento decirles desde hace un rato ―habló una voz temblorosa. La mirada dura de todos los miembros se dirigió a uno de los bailarines. ―SungDeuk no vendrá hoy. No vendrá por los próximos diez días.

Ante esa declaración, las miradas de todos los demás miembros se volvieron de hielo. Y JiMin se sintió intimidado por sus propios compañeros como nunca antes. Pero la peor parte fue saber que la única razón para no haber reaccionado del mismo modo que los demás, era que por algún motivo hoy se sentía terriblemente consciente de sí mismo y de sus malas acciones.

―¿Cómo que no va a venir por los próximos diez días? ―preguntó JungKook abruptamente, haciendo al pobre hombrecillo saltar levemente en su lugar. El hombre parecía temblar y los miraba algo aterrado.

―Pidió licencia está-...

―Él no puede pedir licencia de diez días cuando estamos a un mes del primer concierto, ¿Está demente o qué mierda? ¿Qué clase de broma es esta? ―insistió JungKook sin dejar al hombre terminar.

―Si esto es por el mismo berrinche que hizo ayer, dile que la corte con las estupideces, tenemos trabajo ―dijo en cambio HoSeok.

―P-pero él está-

―Ash, sólo lárgate de aquí ―gruñó YoonGi por alguna parte.

―Yo sólo soy el mensajero ―murmuró el hombre aun temblando de pies a cabeza.

―Pues haz tu trabajo y dile de nuestra parte que no tenemos tiempo para estas jugarretas ―habló NamJoon en cambio, calmado pero mortalmente serio.

El bailarín salió de allí antes de que alguien pudiera decir algo más y JiMin ni siquiera podía culparlo.

―No hacía falta ser tan bruscos ―gruñó SeokJin, pero eso sólo desencadenó una discusión sobre por qué hacía o no falta ser brusco con el pobre mensajero y sobre qué harían ahora que SungDeuk estaba haciéndose el ofendido por ahí.

Sin embargo, JiMin sintió que algo no estaba bien y siguió al joven bailarín fuera de sala.

―¡Oye! ―le llamó al ver que se alejaba junto con otros dos bailarines. El muchacho se dio vuelta y lo miró con molestia y los ojos cargados de lágrimas no derramadas pero pretendiendo que no era así. ―¿Dónde está SungDeuk?

El joven lo miró casi con odio y respondió: ―En el hospital. ―JiMin sintió que se paralizaba. ―Ayer tuvo un accidente en las escaleras y se esguinzó la rodilla. Estará internado los próximos tres días y el resto de los días tiene reposo absoluto. Luego podrá venir pero no podrá bailar hasta que le den el alta oficial.
Sin saber que decir al respecto, se obligó a agradecer por la información e intentó disculparse por el comportamiento del resto, pero ni siquiera llegó a decir media frase cuando el muchacho lo interrumpió.

―Ni siquiera lo intentes. Ustedes ni siquiera son amigos, así que no puedes hablar por ellos. No quiero disculpas mediocres. Me cansé de éste trato, pagan muy bien, pero ustedes son insoportables. Renuncio.

Y tras eso, se fue dejando a JiMin con la palabra en la boca y el cuerpo tenso ante la declaración. Ya era la segunda persona que se iba por sus actitudes. Y no iba a intentar contar las cosas que decían todos a sus espaldas.

¿En qué nos hemos convertido?




Lu Shi 🐾

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