¿Que qué hago ahora? Pues lo que muchos corazones rotos hacen: ahogar sus penas en alcohol. Con ella yo veía un futuro brillante, lleno de amor y felicidad; pero prefirió abandonarme e irse con otro imbécil. De seguro le romperá el corazón también, o al menos eso deseo... El alcohol no me deja pensar cosas buenas.

Vaso tras vaso, mi dolor se disuelve. En medio de mi mareo, veo unas cuantas botellas vacías. Menos mal mañana llega un nuevo cargamento de licores. Sé que no es bueno beberse la mercancía..., aunque ahora ser un barman ebrio me da igual.

Esta historia está parcialmente inspirada en esta canción.

https://youtu.be/kZ8J0O_Pe_I