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El pelirrosa tomó aire con una sonrisa de orgullo en su rostro, ahora tenía entre sus manitas bastante dinero que había estado ahorrando con las pagas de la cafetería. Se sentía sólo de pensar en la cara de Yoongi cuando lo viese aparecer por allí de sorpresa
-Sana: Jimin-ah, hoy no vendré a dormir. Momo, Jihyo y yo tenemos un trabajo que exponer esta semana así que nos quedaremos a dormir en casa de Jihyo para comenzar a prepararlo mañana temprano ¿si? Cena algo y desayuna mañana, por favor
Rogó la menor apretando con suavidad las pomposas mejillas de su compañero de habitación
-Sana: Oh ¿Y ese dinero? ¿Tienes que pagar algo? Puedo prestarte un poco si quieres
-Jimin: No boba, es para un regalo, eso es todo
La chica le miró sorprendido, ahí iba bastante dinero como para un regalo, aunque tampoco iba a meterse ahí, su amigo era consciente de lo que costaba ganar el dinero, así que él sabrá como administrarlo correctamente
-Sana: Está bien, que vaya bien con <Plan de conquista azucarado>
-Jimin: ¡No lo estoy intentando conquistar!
¿Por qué todos sus amigos creían que estaba intentando ligar con su hyung, él solo había encontrado alguien que se ajustaba a su expectativas de pareja, que tenían gustos en común y le hacía sentir especial...pero quitando eso ¡no estaba intentando nada!
-Sana: Sisi, cómo digas futuro señor azucarillo
En cuando la castaña divisó como el mayor tomaba un cojín para seguramente lanzárselo; salió corriendo entre risas con su maleta en la espalda
Park se tiró de espaldas al colchón una vez estuvo solo, el mullido cojín que iba a ser arrojado ahora estaba tapando su sonrojado rostro, no se encontraba para nada bien, el corazón le latía rápido y odiaba esa maldita sensación
-Jimin: Quién me mandaría a fijarme en ti Min Yoongi
Susurró teniendo miedo de sus propios sentimientos
La realidad es que estaba teniendo un miedo casi fantasma, porque el pálido siempre está presente para ir a verlo cada vez que puede, le propone salidas y además se preocupa diariamente si está comiendo y descansando debidamente. El pelirrosa no tenía ninguna razón como para tener miedo, pero él era alguien que difícilmente confiaba, ya aún más cuando todo estaba demasiado bien
Al darse cuenta de la hora que era se abrigó rápidamente; preocupándose obviamente de guardar bien la gran cantidad de dinero en su cartera, y además maquillándose sutilmente para irse a paso rápido hacia el gimnasio cubierto donde sabía que Min entrenaba con su equipo de baloncesto
Jimin tenía un gran dilema ahora que había llegado a la puerta del gran gimnasio, no sabía si entrar o quedarse allí en la puerta esperando junto al frío, no había cosa que odiara más que tomar decisiones
Suspiró haciendo que el bao se escapara de sus labios
-Soyeon: ¿Jimin oppa?
Ante el llamado el chico giró encontrándose con aquella chica, que desde luego le resultaba bastante familiar; aunque no conseguía descifrar el por qué
-Jimin: S-si
-Soyeon: Si estás buscando a Yoongi-ah está a punto de salir, aunque vamos todo el club deportivo a tomar la cena por la ciudad
Eso si que no lo había tenido en cuanta el menor, obviamente si los dos no habían hecho planes en conjunto Yoongi los habría hecho por su cuenta, es lo más normal; sin embargo eso lo había desilusionado un poquito
-Jimin: Uhm, está bien, gracias por avisarme...lo siento, no recuerdo tu nombre
Sonrió algo avergonzado viendo como la chica rodaba sus ojos con algo de desesperación
-Soyeon: Soy Soyeon, ayudante del equipo donde Yoon está
Entonces ahí recordó de lo que la conocía, pero vamos, Jimin tenía muchas cosas en su cabeza como para acordarse de una chica que iba lamiéndole el culo al chico que a él le gustab-- quería decir, el culo de Yoongi
-Jimin: Ah si, pues gracias Soyeon, supongo que me iré, no hace falta que le digas a hyung sobre que estuve aquí, pasarlo bie--
-Yoongi: ¡Jimin-ah! ¡Estás aquí!
Min corrió esquivando a algunos de sus compañeros hasta llegar donde el -ahora- sonrojado menor, la alegría con la que Yoongi lo recibía siempre le hacía sentir vulnerable, no podía permitirse sentirse tan feliz por la forma en la que el azabache le hacía sentir, por lo menos no tanto
-Jimin: Yoongi hyung ¿Cómo puedes salir con el cabello mojado? Vas a enfermar, hace mucho frío ¡encima no te has abrigado el cuello!
Protestaba el pelirrosa con su ceño fruncido haciendo poco después el amago de quitarse su bufanda para colocarla en el desprotegido cuello del pálido que sonreía atontado
-Yoongi: Oye para, no te quites tú la bufanda para ponérmela a mi, estoy bien, no pasará nada ¿Qué te trae por aquí?
-Jimin: En realidad quería darte una sorpresa, pero me he enterado de que tienes planes, entonces creo que podemos dejarlo para otro día hyung
El mayor en seguida arrugó su nariz desconforme, en realidad si tenía que comparar cualquier plan con estar con Jimin, preferiría mil veces irse con el dulce bailarín
-Yoongi: Está bien, puedo ir contigo, quiero mi sorpresa. No puedes pretender que ahora me quede tranquilo hasta que me la des
-Soyeon: Pero oppa, usted vendrá con nosotros ¿no? Hoy no tiene tiempo para Jimin
Park sonrió algo nervioso, quería pensar que era cosa suya y no que la chica siempre estaba intentando alejarlo de el mayor, aunque aquella frase si que había dañado un poco en su ser
-Jimin: Yoon tranquilo, en serio podemos vernos otro día
-Yoongi: Hace una semana que no nos vemos ¿Crees que en serio que tengo algo más urgente que pasar un rato contigo? Quiero estar junto a ti, aunque sea unos simples minutos para ti, en serio me gusta mucho pasar tiempo a tu lado
Eso había sido como un balde de agua fría para ambos menores, la chica poco a poco fue sintiendo como el calor la recorría de arriba abajo por el enojo y los celos; y Jimin fue sintiendo calidez por las dulces palabras del pálido hacia su persona
Y aunque no lo dijera en alto, para él también era un gusto el hecho de pasar tiempo a su lado
-Yoongi: Pero está bien, supongo que tampoco tienes tantas ganas, así que no te preocupes, en cuanto tengas un hueco libre llámame, iré donde sea
El menor de pomposas mejillas se sorprendió ante eso y ante su nudo en la garganta ¿Por qué le era tan difícil decir lo que sentía? Nunca era vergonzoso o tímido, nunca menos que se tratase de Yoongi, por lo menos ahora que lo conocía
La azabache sonrió asintiendo ante las palabras del pálido, se agarró al brazo de este y estuvo dispuesta a despedirse de Jimin, pero el chico no era alguien que se dejaría vencer, ni siquiera por sus propia timidez
Yoon sintió como la pequeña y ya tan conocida mano del menor había tomado la suya cuando estaba dispuesto a andar, acción que le hizo mirarlo para atender a ver qué quería decir
-Jimin: Me gustaría que vinieras conmigo, me gustaría darte mi sorpresa y me gustaría pasar lo que queda de tarde contigo Yoongi hyung
En cuanto las palabras terminaron de salir mordió su mejilla interior intentando calamar sus nervios y sobre todo intentando adivinar que había detrás de ese magnífico brillo que tenían los orbes del pálido
-Yoongi: En ese caso estaré encantado, lo siento Soyeon, dile a los demás que me he tenido que ir. Os veré en el siguiente entrenamiento, espero que os aproveche la cena
Se soltó del agarre de la chica y se colocó junto a Park pasando su brazo derecho por los hombros de este
-Yoongi: Go honey
Jimin sonrió ante eso y sobre todo ante ser la elección del mayor, no le gustaba aceptar lo feliz que era cuando el azabache lo elegía a cada momento. Entre risas se fueron siendo guiados por el más pequeño, dejando atrás a la chica casi echando humo por sus ojeras de tal enfado
-Yoongi: ¿Otra vez en el centro comercial? ¿Qué clase de sorpresa es Jimin-ah?
-Jimin: El otro día que vinimos pasamos por muchas tiendas, una de ellas era de deportes y a pesar de que posiblemente creas que no me interesé por el gran sermón que me diste sobre zapatos de baloncesto, si que lo hice. De hecho me interesé tanto que al llegar a casa me puse a ver los modelos y precios
El pálido enarcó una de sus cejas a la par que iban andando por el centro comercial
-Yoongi: ¿Vas a comenzar a jugar al baloncesto?
-Jimin: No hyung, no tengo más tiempo libre, apenas tengo tiempo en si. El caso es que, entre tantos botines de baloncesto...unas Jordan llamaron mi atención y pensé que a cierto chico le podrían quedar muy bien
-Yoongi: No habrás sido capaz de comprarme unas Jordan...¿No?
Preguntó entre emocionado, sorprendido y preocupado. Esos zapatos costaban bastante dinero y era muy consciente de que Jimin trabajaba mucho para conseguir sus ahorros, Yoongi pensaba que no se merecía tanto de su parte
-Jimin: Si, ni se te ocurra decirme que no las usarás porque en serio me pondré bastante triste, es mi regalo de navidad para ti
-Yoongi: Jimin, bebé...Sabes que me hubiera conformado e ido encantado con que me hubieras dejado besarte toda una tarde ¿Verdad?
La coqueta propuesta y escuchar su ronca risa después habían conseguido acelerar una vez más el alocado corazón del menor, frunció sus labios al sentir como Yoongi acariciaba su cuello con los yema de sus dedos que rodeaban sus hombros y decidió devolverle el coqueteo, aunque sea por una vez
-Jimin: No quería aprovecharme de tu regalo, los besos lo hubiéramos disfrutado ambos, y quiero que mi presente lo aproveches cien por cien tú
Min rió una vez más depositando un sonoro beso en la pomposa mejilla de su acompañante
-Jimin: Venga, entra y pídelas al empleado; están a tu nombre. Mientras iré pagándolas en el mostrados
-Yoongi: Déjame pagar aunque sea la mitad Jimin, en serio, como mínimo te han costado cien dolares
El menor negó con su cabeza yéndose del lado de su mayor en cuanto entraron en la tienda, era su regalo y no iba a conseguir nada de no aceptarlo o pagarlo a la mitad
Entregó al recepcionista el dinero y se dirigió hacia donde el contrario estaba comprobando que el zapato fuera de su talla y estuviera cómodo
-Jimin: ¿Acerté?
-Yoongi: Yo si que acerté contigo, idiota
Suspiró con una sonrisa en sus labios mirándose al espejo de la tienda, adoraba como se sentían los cómodos zapatos y no paraba de imaginar lo que sería jugar al baloncesto con estos, habían gran diferencia con los botines que él tenía de 40 dólares a estos de 110 aproximadamente
-Jimin: Puedes dejártelos puestos Yoon, ya están pagados
Rió el menor al llevarse unos minutos admirando como el azabache no podía apartar su mirada del espejo por sus zapatos
-Yoongi: Dios, gracias en serio Park, eres increíble
Estaban por irse cada uno por su propio camino, pero Yoongi le había pedido de trescientas maneras sobre acompañarlo hasta su apartamento de habitaciones de la universidad, en serio el azabache no quería de ninguna manera despedirse ya del menor
Ambos hablaban tranquilamente en el camino, poco a poco iban conociéndose un poquito más, esos pequeños detalles que aprendes al pasar tiempo con una persona
Y detalle a detalle llegaron hasta la puerta de la habitación
-Jimin: Es aquí Yoongi-ah...me alegra mucho que te haya gustado mi sorpresa, y gracias por cancelar tus planes por mi hyung, no deberías de hacer eso
El pálido sonrío posando sus manos sobre la cintura del pelirrosa para poder tenerlo más cerca
-Yoongi: Si se trata de ti créeme, rechazaría bastantes planes, a no ser que tuvieran que ir con ver un partido de la NBA, entonces bebé, creo que nos veríamos otro día
Los dos rieron cada vez estando más cerquita el uno del otro, tan cerquita que sus alientos conseguían mezclarse
-Jimin: ¿Por qué no pasas dentro? Podrías cenar aquí si quieres, Sana no está hoy así qu--
Yoongi se encargó de juntar lentamente sus labios con los del menor, si esos belfos los seguían incitando a pecar Yoongi estaba seguro que iría directo al infierno
Se separó con suavidad y asintió a la propuesta del contrario
-Yoongi: Déjame probar una de tus cenas mientras me dejas darte besos, por favor
-Jimin: idiota, vamos a tardar demasiado si lo hacemos así
Se quejó entre risas abriendo con sus llaves
-Yoongi: En ese caso prefiero cenarte a ti
-Jimin: Baja la voz hyung
Susurró avergonzado tomando la mano de su hyung para entrar y cerrar la puerta, sin haber rechazado aquella propuesta
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