Durante la pubertad el moreno era un inexplicable tornado de emociones, literalmente no había palabra que lograse definirlo con exactitud. Más de uno de sus compañeros en aquella época lo habían tildado más como un demente, un sin vergüenza o un maldito psicópata, esta última era la definición preferida de su amiga Jessi Glacer ya que, sus decisiones y acciones rara vez tenían sentido común.

Pero el tiempo pasa y las mentalidades cambian, por eso el que había sido un chico alocado que era su propio monstruo hormonal paso a ser uno de los adolescentes más ardientes de la escuela. 

》¡Así como lo leen perras! ¡Soy super sexi!《

Entonces, ahora con 18 años, Jay Bilzerian que desde los 13 se autopersivia como una máquina sexual se había convertido en la encarnación de un roba suspiros no solo para sus compañeras, sino también para más de un chico heterosexual. Y esto era algo que le fascinaba al enérgico bisexual. Aunque todo su atractivo y locura no evitaba que eligiera a la persona incorrecta para entregar su corazón. 

El no circuncidado ahora estaba comiendo un helado de vainilla frente al local donde había hecho su primera mamada, recordando ese momento como cualquier persona normal haría. No fue sino hasta que noto que su novio de hace exactamente 74 días, Charles Lu pasaba de la mano con Gina Alvarez. Jay no habría sospechado nada si no fuera porque su novio miraba fija y cariñosamente a la chica. Esto era sospechoso porque Charles rara vez mostraba expresiones o se reía de sus chistes cuando estaban juntos y dudaba que Gina fuera una persona tan graciosa. Era una chica hermosa obviamente, pero no era Gabriel Iglesias.

Obviamente Jay hizo lo que todo novio haría en su situación, los siguió. Fue a paso tranquilo sin hacer mucho esfuerzo por ocultarse detrás de otras personas que pasaban por ahí o de algún cartel que le cubriera la cara. A su edad ya había perfeccionado y pulido sus habilidades de acechador.

—Charles, gracias por acompañarme hoy—dijo Gina mientras se cubria los ojos con sus manos—. De verdad no sé qué hubiera hecho sin ti. Con todo esto que está pasando con mi abuela y... Solo gracias...

》OK. Hasta ahora todo normal y aburrido como toda amistad entre personas atractivas.《

—No hay problema. Estamos para apoyarnos.

—Charles...—Gina se emocionó y se lanzó sobre el chico para después besarlo y ser correspondida—. Eres el mejor novio de 78 días que una chica podría tener.

》¡¡¡Eso fue extremadamente específico!!!《

Jay solo se quedó viendo la situación. Optó por alejarse y enviarle un mensaje a su "novio" para encontrarse esa misma noche. Obviamente cuando ambos chicos se encontraban las palabras que intercambiaban no eran muchas. Lo que abundan son los jadeos, gemidos y suspiros pero aprovecharía la oportunidad para preguntar.

(...)

Ambos chicos ahora estaban acostados en la cama de Jay solo con los calzoncillos puestos. Fue ese el momento que Jay aprovecho para interrogar al asiático.

—Charles, tengo un par de preguntas sabes. Solo digo que, creo que sería excelente que me las respondieras con la mayor sinceridad.

A esto el otro solo asintió con la cabeza mientras lo miraba algo cansado y adormilado.

—Muy bien, primera pregunta: ¿Por qué Gina Alvarez dice que eres su novio desde hace 278 días? Esos son cuatro más que nosotros.

La expresión en el otro no cambio mucho:—Ella es mi novia.

—¿Eso quiere decir qué... yo soy tu otro novio? Creí que estábamos en una relación monógama Charles.

—No—hizo una pausa ya sentándose en la cama para mirar al moreno a la cara—. Eso quiere decir que eres mi mejor amigo. Y los mejores amigos son los mejores amantes.

—Espera—Jay hizo una pausa para agarrar su cabeza con sus manos—. ¿Eso quiere decir que no estábamos saliendo en realidad? ¿Qué todo en todo este tiempo que pasamos juntos no fuimos una relación real?

—Jay...—hizo una pausa—¿En qué momento surgió esa idea de tu cabeza?—pregunto con honestidad.

—¡¡¡Es qué!!! ¡¡¡Creí qué!!!—se contuvo de continuar y bajo la voz recordando que estaban en su casa y lo más probable era que despertaría a alguno de sus hermanos psicópatas—. Creí que estábamos saliendo. Ya sabes cómo en una relación. Tú y yo.

Después de un incómodo silencio Charles respondió:—No...

La puerta se abrió y un pitbull con una condición extraña que lo hace conciente de su existencia entro acercándose a su dueño. Jay lo abrazó mientras se volteaba para ver por la ventana y poder asimilar toda esa información. Ahora entendia porqué el asiático no quizó salir con él durante el día de San Valentín ni era muy afectuoso en el colegio, sus presentaciones como mago o el porqué mantenía una actitud distante cada vez que salían.

》Es una locura hermano, ¡Era la amante!《

El asiático intento acercarse pero Jay rápido volteo con una mueca que intentaba ser una sonrisa:—JA—dijo cuándo se volteo antes que el otro tocara su hombro—. ¿Te lo creíste? Tengo clarísimo que no tenemos ese tipo de relación. Eres un crédulo Charles Lu. Solo era una broma. Quería... Quería saber cómo reaccionarias. Nada más—volvió a fijarse en la ventana agradecido porqué los primeros rayos de sol se asomarán en la casa del señor y la señora Albert—. Creo que ya tienes que irte, es decir, está saliendo el sol y lo más probable sea que mis hermanos se levanten a joderme temprano. 

—Claro...—dijo mientras empezaba a vestirse. Despedir al pitbull que le gruño desde su lugar y salir por la ventana.

El moreno espero a que el chico llegara al suelo y se alejara para tirarse en su cama con su amigo canino y contener con muecas bastante feas su tristeza.

》¡Mierda! Ni siquiera estábamos saliendo como para decir que terminamos. Maldito Charles Lu. ¡No! Soy un estúpido por asumir que estábamos saliendo. Yo y mi cabezota. ¡Idiota!《

Eran los pensamientos de Jay mientras se frotaba la cara intentando no orinar por los ojos.

(...)

Habían pasado ya unas semanas tras esa decepción amorosa, mismas semanas que Jay utilizó para regresar a su pasión original: la magia. Su fuente de eternas alegrías.

—Así es perras, Jay Bilzerian ha regresado. ¡Wooo!—dijo después de aparecer con una cortina de humo frente a sus colegas magos en aquel café del centro. Mismos que le miraron con cansancio, pensaron que no lo volverían a ver después de haber dicho que: ¡había encontrado a su asistente perfecto!

—Qué bueno que estes tan entusiasmado Jay. Los hechiceros de la mesa cuadrada te dan la bienvenida... Otra vez.

El moreno estaba algo impaciente así que pregunto directamente lo que quería preguntar:—¿Cuándo es la siguiente presentación? Necesito alcanzar el límite. Estoy pensando en algo grande cómo–

Fue interrumpido por Todd:—Tranquilo Jay, aún no definimos la fecha.

—¡Oh! Está bien—dijo sonriendo.

(...)

—Entonces... Tienes el corazón roto por un chico—dijo Andrew Glouberman—. Y es por eso que ahora volviste a la magia para intentar sentirte mejor con una actividad que dejaste por el mismo chico que te dejo pero que en realidad no dejo porque no eran pareja.

Incluso Nick Birch lo miro con algo de lástima después de oir ese resumen.

—¡Así es!—dijo emocionado—. Y tendré una presentación con los chicos Y... Y están más que invitados chicos, pueden llevar a quien quieran. 

—Sabes Jay no crees que empezar tan de repente una actividad que tu "ex"—dijo Nick haciendo las comillas con dedos—catalogo como gay: ¿Podría hacer que estés un poco vulnerable?

—¿¡Qué estas diciendo Nick!? Es imposible, eso ya no me afecta. Soy literalmente como el viejo Jay: ardiente, impulsivo y mágico. Cualquier persona estaría más que satisfecha por salir con un mago. Te lo aseguro: ¡Somos lo máximo!—hizo una pausa para decir—. Además, la magia no es gay ya que trasciende la sexualidad.

Andrew interrumpio lo que haya querido decir Nick en respuesta:—Ahí estaremos amigo. No te preocupes.

—¡Genial! No lo olviden, pueden llevar a quien quieran—Jay empezó a alejarse para después detenerse persona por persona para invitar a todos los de su curso.

—Enserio viejo, no termino de entender como es que aún se comporta así, ya casi somos adultos.

—Ahí esta tu error amigo mío porque Jay Bilzerian ya es un adulto. Y no te olvides que resulta extrañamente atractivo con su actitud y sus abdominales que ha entrenado y tonificado desde los 13—El bocón no respondió las palabras del cuerpo de pera y se quedó callado.

(...)

Había llegado el día de la presentación que era un miércoles por la tarde. En total debían haber unas treinta personas entre las que estaban sus amigos y algunos compañeros de clase que habían aceptaron ir.

》¡Yo puedo! No hay porque estar nervioso. Soy el padrino de la calentura, la máquina de follar definitiva, el chico mago loco.《

—Ahora con ustedes...—Todd leyó la presentación y suspiro volteando al costado  del escenario improvidado donde estaba Jay esperando a que lo anunciaran—. ¿En serio esta es la introducción que preparaste?—susurro y el chico afirmo—. Con ustedes—volvio a suspirar—... el lobo solitario, la máquina de follar definitiva, el mago loco: ¡Jay Bilzerian!

El joven mago se revelo en una cortina de humo en el medio del escenario acompañado de una música tranquila y agradable que creaba un ambiente agradable en el café. Lo primero que llamó la atención de los presentes era el traje ajustado, costecía de un "prestamo" de su hermano Val que era más delgado que él, que resaltaba la figura atletica del chico, en especial su pecho, piernas y tracero, acompañado por una capa y galera blancas.

—¡¿Qué tal?! Soy el maldito Jay Bilzerian ¡Wooo! Y hoy les mostraré como estas cartas—paso una baraja de póquer entre sus manos con gran habilidad—van a atravesar las ventanas del establecimiento y después ¡volverán a mí!

Una de las meseras se plantó y dijo fuerte:—Si rompes algo otra vez lo pagaras Jay Bilzerian.

—¡Muy bien abuela!—dijo sin perder su entusiasmo—. Ahora, voy a necesitar un voluntario del público para este truco.

Nadie levantaba la mano hasta que la mano de Matthew MacDell uno de sus compañeros y antiguo crush, fue levantada contra su voluntad por Jessi, acción que no paso desapersibida por él pero poco le importo.

—Aquí, este chico quiere ser voluntario—dijo Jessi conteniendo la risa mientras el rubio la miraba feo.

—Muy bien, vamos Matthew acércate al escenario, necesitare tu ayuda—mientras el ayudante se acercaba Jay paso a explicar en que consistía su truco—. Bien, ahora mi asistente tomará una de las cartas que se encuentran en la baraja en mi mano y no me la mostrara a mí, pero a ustedes sí. Por lo que serán ustedes los únicos que sabrán que carta es.

Cuando Matthew subió al escenario algo incómodo al principio pero con el orgullo que podía representar el rubio hizo lo que Jay había indicado, revelando así un Rey de Trébol. 

—Ahora devuelve la carta a la baraja en mi mano, tranquilo no voy a mirar—dijo a la vez que empezaba a mezclar otra vez las cartas—. Muy bien creo que con esto debería ser suficiente—exclamó Jay muy tranquilo con una sonrisa en sus labios. 

Fue en ese momento que la música y la expresión del joven mago cambiaron. Ahora el ambiente paso a ser tenso acompañado por un rostro que paso de ser amigable a frío y misterioso. Esto fue algo que dejó a Matthew algo fuera de lugar, no era usual ver a Jay Bilxerian con esa expresión tan aterradora y extrañamente cautivadora. Lo que paso después le sorprendió, el mago arrojo la baraja con muchísima fuerza en dirección a la ventana más cercana que era la que daba a la calle del café dejando como única carta a la visa y pegada en ella.

—¿Esa era su carta?—su voz —. Ahora acércate y revisa si está atravesó o no la ventana.

Matthew no fue el único en acercase y sí, efectivamente su carta había atravesado la ventana.

—¡Guau!—dijeron almenos diez de las pesonas para después aplaudir.

—¡Muy bien, es hora del siguiente truco!—dijo manteniendo esa actitud misteriosa y cautivadora tan extraña en él.

Sentados en la mesa 10 estaban Andrew Glouberman, Nick Birch y su mamá Diane que estaban aplaudiendo al mago. Obviamente acompañados por unas gaseosas y unas papas fritas.

Andrew orgulloso de su alumno dijo:—Vaya, las clases de actuación en verdad funcionaron incluso parece otra persona ¿No es así? Parece tan genial—termino uniendo sus manos y acercandolas a su cachete derecho como toda mamá orgullosa de su trabajo.

(...)

Hasta acá por ahora. Espero te haya gustado, porque me diverti escribiendo esto :)