Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24: Explosión.

Capítulo 24: Explosión.

-

Y/N ha regresado y ahora el lado del bien tiene ventaja sobre el mal. El mago y las brujas ahora tienen que luchar contra dos brujas malvadas para acabar con la amenaza a la humanidad para siempre.

Esto es lo que la propia Ursula quería hacer en su verdadera apariencia de Shiny Chariot, pero desafortunadamente perdió la pelea con Croix, quien usó su tecnología en su contra. Incluso la profesora Finnelan y la directora, que llegaron a tiempo, no pudieron detenerla.

Después de esto, la Noir Rod acumuló una cantidad mucho mayor de energía y finalmente se despierta, para sorpresa de su creadora.

Croix: Nunca imaginé que acumularía tanta energía. ¡La locura del hombre no conoce límites! Ni siquiera tuve que activarla. ¡La Noir Rod ha comenzado sola!

Furui: Ya veo...

Chariot: ¡¿Eh?!

Furui salió de las sombras y se paró junto a su compañera y sonrió ampliamente.

Furui: Bueno, bueno, bueno... ¿No es esta la misma Chariot? Qué honor verte aquí. Es una pena que tengamos que borrarte de la faz de la tierra.

Chariot: ¡Eres Furui! ¡Y/N me habló de ti!

La vieja bruja asintió.

Furui: El hombre muerto no te mintió.

Chariot se extrañó por cómo se dirigió hacia el mago.

Chariot: ¿El hombre muerto?

Furui: Oh, sí, no lo sabes... Yo lo asesiné.

Un escalofrío recorrió la espalda de la joven bruja tan pronto como la escuchó decirlo como un niño orgulloso.

Chariot: ¿Q-qué?

Furui: Repito... Él está muerto.

Chariot: Eso... no puede ser... Es imposible.

Furui: Meh. Por extraño que parezca. Pero no me importa. Tenemos cosas más importantes que hacer que demostrarte lo que es verdad. Nos deshacemos de la magia... Excepto la nuestra. Croix, te veré afuera.

Tan pronto como la bruja asintió, Furui las dejó por el agujero en la pared.

Chariot cayó de rodillas y comenzó a llorar.

Chariot: No... No... Es imposible... ¡Es mentira! ¡Croix! ¡¿Por qué decidiste ayudarla?!

Croix: Con ella, tengo más posibilidades de lograr mis objetivos. Y además, le ofrecí a Y/N unirse a nosotras, pero se negó. Así que es su pérdida.

Chariot sollozó al escuchar su respuesta. Algo dentro de la mujer de color lila decía que era necesario llorar su muerte, pero no lo hizo por su orgullo y naturaleza. Y, sin embargo, que ella podía sentir algo.

-----------------

-----------------

Mientras tanto, debido a las acciones de las brujas malvadas, la Piedra Filosofal dejó de funcionar, razón por la cual los héroes que actualmente intentaban regresar a casa a través del portal terminaron en el Bosque Arcturus.

Akko: Auch...

Y/N: Mi espalda... ¿Dónde estamos?... Oh, en el lugar donde todo comenzó.

Akko: ¡Bosque de Arcturus!

Diana: ¿Este lugar es?

Amanda: Hombre, este lugar me está dando escalofríos. Salgamos de aquí. Tía Freyre!

Amanda intentó despegar en su escoba, pero nada funcionó, al igual que la varita de Diana.

Diana: Parece que nuestro poder mágico se ha agotado.

Lotte: La línea ley también estaba en mal estado. Algo está definitivamente mal.

Y/N: -_- Yo sé quién está involucrado en esto.

Akko: ¡Miren allá!

Akko señaló un objeto volando por el bosque.

Sucy: ¿Qué es eso?

Diana: ¡Sospecho que está relacionado con estos sucesos!

Akko: ¡Vamos!

-----------------

-----------------

Al llegar a la Torre Arcturus, la torre donde se estaba sellando el Grand Triskellion, Croix cambió el Noir Rod a su forma de Excavadora e hizo que la máquina magitrónica perforara el sello, con Chariot incapaz de hacer nada gracias a las restricciones de metal que Croix instaló como una precaución. Una vez que la hazaña está hecha, y su premio ahora está al alcance, Croix con Furui se aventuró en el sello roto donde encontró un palo sin pretensiones con una extraña aura esmeralda a su alrededor.

Furui: ¿Esto es lo que has estado buscando durante tanto tiempo? Es solo un palo.

Croix: Yo tampoco estoy segura, pero al menos debo intentarlo.

Para su consternación, en lugar de un hechizo real, el palo generó burbujas.

Furui: ¿Qué diablos es esto?

Croix: ¡No lo sé!... ¡Cambia el mundo!

Agitó su varita una vez más y esta vez se formaron estrellas a su alrededor.

Croix: ¡No! ¡Todo esto está mal! ¡Esto no puede ser verdad! ¡No hay forma de que esta sea la reconstrucción del mundo con magia! ¡Está mal!

Croix comenzó a desesperarse.

Croix: No hay manera... Este es el Gran Triskelion... Este banal...

Croix cayó de rodillas y dejó caer la cabeza.

Croix: ¡¿Dónde está el Gran Triskelion?! ¡¿Dónde está?!

Woodward: Ya lo tienes en tus manos.

Croix: ¡Eso es mentira!

Inesperadamente, Woodward apareció frente a ella con una naturaleza tranquila.

Woodward: Es la verdad.

Croix: ¡¿Entonces por qué no pasa nada?! ¡¿A qué parte de esto llamas magia de reconstrucción del mundo?! ¡¿Por qué miras más allá de mí?! ¡¿Por qué no me guías?! ¡Si nunca me eliges, entonces deja de mostrarme tu cara! ¡Vete!

Enojada, le arrojó una varita y ella se disolvió en hojas.

Croix: ¡Maldita seas!

Chariot: ¡Croix!

Teléfono de Croix: Patrón emocional: Rojo. Rojo. Rojo. Rojo. Rojo. Rojo. Rojo. R-R-R-R-R-RRR

Croix: ¡Basta! ¡Para!

Tan pronto como su dedo trató de tocar el botón "cancelar", de repente un disparo de un rayo mágico la tiró al suelo.

Chariot: ¡Croix!

Furui escondió su varita y miró decepcionada a la joven bruja.

Furui: Esperaba que reaccionaras más como un adulto o al menos como una bruja orgullosa, pero tú...

Ella entrecerró los ojos en ella.

Furui:... me molestas.

Croix tosió y dio una orden.

Croix: ¡Atáquenla!

Sus discos voladores se precipitaron hacia la vieja bruja para detenerla mientras Croix intentaba cancelar la acción del dispositivo. El sistema en Noir Rod comenzó a actuar por sí solo, y la abominación magitrónica asumió otra configuración para acumular más Fuel Spirit basado en la ira, con Chariot todavía atrapada en sus restricciones. Incapaz de recuperar el control sobre su creación, Croix hizo estallar el Noir Rod en pedazos con el sistema de autodestrucción de sus unidades de hechicería restantes, liberando a Chariot en el proceso.

Después de aterrizar, trató de ayudar a Croix, pero un enorme ciempiés la derribó de la nada.

Croix: ¡¿Qué diablos es esto?!

Furui: ¡Esta es mi mascota! ¡Creé esto cuando estabas ocupada con tu proyecto!

La criatura parecida a un insecto comenzó a luchar contra el monstruo mientras Furui empujaba a Croix y Chariot a un lado. Ambas vieron con horror cómo la vieja bruja se acercaba a ellas con un aura oscura a su alrededor.

Furui: Shiny Chariot... Croix Meridies... Me aseguraré de que sus nombres no sean olvidados.

Su varita se iluminó mientras apuntaba a ambas.

Furui: Realmente lamento tener que hacer esto, pero al menos me dará placer. Nadie te salvará, ni siquiera un muerto Y/N L/N.

Y/N: ¡Yo no estaría tan seguro, escoria!

Furui: ¡¿Qu-?!

Antes de que pudiera terminar la pregunta corta, el golpe con la mano derecha de Y/N la envió a la arquitectura cercana detrás de ella. Los ojos de Chariot y Croix se abrieron al ver a un mago vivo con una sudadera con capucha y sin mangas.

Y/N: -_- Estoy tan molesto ahora mismo.

Furui: ¡BASTARDO! ¡ME ROMPISTE LA CARA!

Con gritos de dolor, se agarró la cara ensangrentada.

Y/N: ._. Te ves mejor ahora... ¿Qué dem-?

Cuando se volvió hacia el ruido de atrás, reaccionó rápidamente y agarró con fuerza la cola del Ciempiés atacante. Miró la cola y luego a la bruja.

Y/N: ¡Sí! ¡Suficientemente bueno!

Él sonrió.

Furui: ¡Oh, tú-!

Bam

El intento de arrebatarle la varita fracasó. Y/N la golpeo con su mascota por todo el cuerpo.

Furui: ¡GAAAAH! ¡BASTA-!

Y/N: ¡Eso es por lastimarme!

Bam

Y/N: ¡Eso es por intentar matar a Akko!

Furui: ¡Argh-!

Bam

Y/N: ¡Eso es por intentar matar a mi novia!

Bam

Y/N: ¡Eso es por tratar de conquistar el mundo!

Bam

Y/N: ¡Eso es porque sobreviviste!

Bam

Y/N: ¡Eso es porque eres una bruja fea!

Bam

Y/N: ¡Eso es porque me gusta lastimarte!

Bam

Y/N: ¡Eso es porque usas ropa muy reveladora!

Bam

Y/N: ¡Eso es porque al autor se le acabaron las ideas!

Bam

Y/N: ¡Eso fue cortesía de Cando!

Bam

Y/N: ¡Y eso fue de parte de Kaito!

Bam

Y/N: ¡Y eso fue porque me agradan esos tipos!

Bam

Y/N: *tu razón*

Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam

Bam Bam

Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam

Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam

Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam

Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam Bam

.

.

.

BAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBMABAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAMBAM

Y/N: ¡Agh!

El mago se detuvo porque le cayó tierra en el ojo. Cuando se la quitó, escuchó y miró a la bruja quejarse del dolor, hundida en la tierra. Ella se levantó. Su ropa estaba rasgada y su cabello estaba muy sucio y desordenado.

Y/N: ¿Qué dem-? ¿Aún puedes ponerte de pie? ¡Esto necesita ser arreglado!

Furui: ¡TÚ... HIJO... DE-!

Y/N: ¡Sayonara, basura!

Whack

Y/N trajo al ciempiés muerto y, como un bate de béisbol, golpeó a la bruja fuera del área directamente en la profundidad del bosque.

Y/N: Ella se ha ido... -_- por ahora.

Chariot: ¡Y/N!

Chariot corrió y lo abrazó con fuerza alrededor de su cuello.

Chariot: ¡Estás vivo!

Y/N: Seh... Seh... Estoy vivo. Yo también te extrañé.

Monstruo: ¡AAAAARGH!

Aquel monstruo restante gritó. El mago notó lo débil que era y decidió que Akko lo aniquile.

Y/N: 0_0 ¡Akko! ¡Es el momento! ¡Usa el hechizo!

Akko: ¡Lo tengo! ¡Noctu... Orfei... Aude... Fraetor! ¡Arco brillante!

El bastón en las manos de Akko se convirtió en un arco y una flecha destruyó al monstruo y se restauró la piedra filosofal.

Y/N: ¡Sí! ¡Lo hiciste, Akko!

La castaña no respondió y en cambio, se acercó a Chariot. Sentándose frente a ella, miró a su ídolo con una cálida sonrisa.

Akko: Chariot... Finalmente nos encontramos.

Akko sostuvo la varita y se la acercó a Chariot.

Akko: Tómalo.

Chariot: Pero... Esto no es mío.

Akko: Decidí devolvérselo a Chariot una vez que la viera. ¡Por favor, aceptalo!

Ella, de mala gana, tomó el bastón en sus manos.

Akko: Vi uno de tus espectáculos de Chariot cuando era niña. Fue tan bonito, divertido y genial, ¡y me sentí como si estuviera en un sueño! ¡Ni siquiera puedo describir lo conmovida que estaba! Fue entonces cuando decidí convertirme en bruja. Creía que si me convertía en bruja, podría volver a ver a Chariot. ¡Ese era mi sueño! Y ahora te he conocido. Mi sueño... se hizo realidad.

Chariot: Akko...

Akko: Pero esto solo sucedió gracias a todos. Nos conocimos en la escuela, nos conocimos, nos hicimos amigos. Y aunque uno de ellos ocultó su secreto...

Y/N: ¡Ey!

Akko te miró y te dedicó una cálida sonrisa.

Akko:... Él siguió siendo mi amigo. Sin todos ellos, yo nunca lo hubiera logrado. Es gracias a ellos, y... y también... Gracias a ti.

Y/N: ¡Awwwwww!

Akko: Pero yo debería haber sabido que Chariot es Chariot, y yo soy yo. Solo puedo ser yo misma. Incluso si no puedo volar y siempre lo estropeo. ¡Profesora, seguiré trabajando aún más duro! Trabajaré duro para convertirme en una bruja que pueda hacer sonreír a todos. ¡Porque para mí, la magia es la cosa más maravillosa del mundo entero! ¡Así que sigue enseñándome a usar la magia, como siempre lo has hecho!

Chariot: ¿Estás segura de que estás bien conmigo?

Akko: ¡Yo no querría a nadie más!

Akko sonrió.

Akko: Gracias, profesora.

Akko y Chariot se abrazaron. La escena parecía ser protagonizada por una madre y su hija. El afecto mutuo entre ellas era tal que sentían que ya nada podría salir mal.

Y/N: Akko... La vara...

Y/N, Diana y Chariot finalmente notaron la luz del Shiny Rod, y esta última le pidió a Akko que recitara la Última Palabra con su corazón. Con eso, Akko convoca al Gran Triskellion de su sello, y una vez más aparece como una ramita sin pretensiones envuelta por un aura esmeralda.

Y/N: Es el palo. Pruébalo.

Para asombro de todos, esto crea un milagro donde el poder combinado del Shiny Rod y Grand Triskellion transforman el bastón en una forma más parecida a una espada que luego libera una poderosa ola de estrellas blancas curativas que revitalizan todo el Bosque Arcturus e incluso forman una capa de musgo y flores alrededor de los restos de Noir Rod junto con un arcoíris sobre la cabeza de Akko.

El mago se sorprendió de esto. Sobre todo de algo.

Y/N: ¿Arcoíris? ¡Cómo lo echaba de menos!

El mago notó el malestar en el rostro de Croix.

Croix: ¿Esto... es la magia de reconstrucción del mundo?

El chico suspiró y se sentó a su lado.

Y/N: Así es como se ve la verdad.

Croix: ¿Eh?

Y/N: Quiero decir, es por eso que Woodward no te eligió. Estás hecha para algo más, que es mucho más fuerte y combativo. En otras palabras, naciste para otra cosa.

Croix se secó las lágrimas y se sentó en la misma posición que él.

Croix: ¿Tú crees eso?

Y/N: -_- Yo sé eso.

Ella sonrió, golpeándolo en el hombro.

Croix: Sabía que no eras tan estúpido para tu edad.

Y/N: -_- Y yo sabía que esa mujer de mierda te traicionaría.

De pronto, un sonido comenzó a emitirse.

Y/N: ¿Eh? ¿Qué es eso?

Akko: ¿Qué es ese sonido?

Chariot recogió el teléfono de Croix del suelo.

Chariot: Es...

Akko: ¿Qué es?

Croix: Un misil, tal vez...

Y/N: 0_0 ¡¿Esa enorme cosa voladora es un MISIL?! Oh, no perdiste tu tiempo.

Croix: ¿Fue tomado por mi criatura mágica?

Y/N: -_- ¿Te refieres a esos extraños cubos?

Croix: Sí, pero lo construí para recolectar Noir Fuel Spirit.

Y/N: ¿Puedes apagarlo?

Croix: Déjame intentarlo...

Croix intentó desactivar su invento, pero la misma tecnología la rechazó.

Croix: ¡No sirve de nada, mi acusación está siendo negada!

Y/N: -_- Es por eso me escapé de la dimensión del futuro.

Chariot usó su magia para mostrar una mejor visión del misil. Las brujas lo miraron y sintieron escalofríos.

Amanda: Oye, oye, ¿estás bromeando?

Lotte: ¿Por qué sucedió esto?

Croix: Las emociones negativas excedieron mis cálculos, el odio engendra más odio, que se alimenta para hacerse más grande.

Y/N: -_- Mis emociones en este momento podrían llenarlo dos veces. De todos modos, ¿cuál es el objetivo de esa criatura?

Croix: Para difundir el odio aún más alrededor del mundo. Continuará por este camino hasta que detone.

Chariot: ¡¿Qué?! ¿No hay forma de detenerlo?

Croix: Su poder creció demasiado... en este punto, está mucho más allá de las restricciones de mi sistema. Quizás solo...

Todas las chicas miraron al mago, al igual que Croix.

Y/N: ¿Yo? No, no, no. Yo estaré ocupado con la bruja, quien volverá en unos minutos. Solo ustedes pueden hacerlo ahora.

Amanda: ¡¿Qué?! ¡¿Estás loco?! ¡Es un maldito misil!

Akko: ¡No! ¡Él está en lo correcto! ¡Podemos detenerlo!

Gritó la castaña parándose en medio de las brujas y mago.

Lotte: Realmente no creo que podamos alcanzarlo con nuestras escobas.

Y/N: Puedo darte la mía.

Amanda: ¡Ella no escucha a nadie más que a ti!... ;_; Lo comprobé.

Akko: ¡¿Pero eso significa que no harás nada?! ¡Tenemos nueve brujas perfectamente buenas aquí mismo! ¡Debe haber algo que solo nosotras podemos hacer como brujas!

Diana: Tienes un punto. Sabiendo que este es el trabajo de una criatura mágica, la magia puede ser nuestra única vía de respuesta. Vale la pena intentarlo.

Amanda: No tienes una oportunidad por tu cuenta, así que te echaremos una mano.

Diana: Yo también iré. Akko y yo podríamos alcanzarlo en el Shiny Balai.

Akko: ¡Amanda, Constanze, Jasminka, Diana!

Lotte: ¡Puedes contar con nosotras para ir también!

Sucy: Estaría demasiada preocupada si fueras sola.

Y/N: ¡Eso es todo! ¡Creo en ustedes, chicas! ¡Pueden hacerlo!

Amanda: ¡Muy bien, hagámoslo! Podemos llevarte a una buena distancia si juntamos nuestras escobas y te damos un empujón.

Y/N: ¿Juntar, dices?... ¡Constanze!

La chica alemana lo miró.

Y/N: ¿Dónde están todos los materiales y restos de los dispositivos de Croix?

Usando sus poderes mágicos, Y/N arregló sus escobas en una formación similar a un cohete de etapas múltiples con tres escobas traseras que tienen dos SSS instalados en ellas. Una vez que se completa la escoba de varias etapas, Akko le da un toque final a la escoba combinada recitando la quinta palabra de Arcturus, fusionándola con el Shiny Balai.

Akko: Bien, ¡esto debería llevarnos allí!

Chariot: ¡Un momento, chicas!

Chariot/Croix: Metamorphie Westesse!

En el siguiente segundo, las brujas estaban vestidas con versiones de color blanco plateado de sus túnicas Luna Nova para protección junto con las bendiciones de sus predecesoras, dándoles un impulso de poder para la pelea que se avecinaba.

Y/N: ¡Buena suerte, chicas!

Akko: ¡Muchas gracias, Y/N!

Amanda sonrió.

Amanda: ¡No te preocupes! ¡No necesitamos suerte!

???: ¡Bastardo!

Un insulto inesperado del lado llamó su atención. Girando la cabeza vieron a la bruja. Furui no solo parecía ilesa sino también intimidante. Mucho más intimidante que antes, gracias a su aura oscura y malvada que se formó a su alrededor.

Y/N: ¿Qué hay a su alrededor?

Croix: Ella debe haber bebido la poción que era el "Plan B". Ahora, ella es más fuerte que nunca.

Y/N sonrió mientras se crujía el cuello y los nudillos.

Y/N: Entonces será más divertido. Nos vemos en cinco minutos.

Con estas palabras, saltó sobre su escoba y arrastró a Furui al bosque a gran velocidad.

-----------------

-----------------

Mientras tanto, en el Parlamento...

Sr. Blackwell: Sr. Hanbridge, Andrew. Ustedes dos deberían ver esto.

El hombre llamó al padre y al hijo y señaló la computadora portátil en la que las brujas se dirigía al cielo súper rápido.

Sr. Blackwell: Supongo que las conoce y me gustaría que...

Andrew: ¡Espera un momento! ¡¿Ese es Y/N?!

El joven señaló a un tipo con una sudadera con capucha y sin mangas.

Andrew: ¡Tengo que ayudarlo!

Pero antes de que pudiera bajar las escaleras después de salir de la habitación, su padre le bloqueó el camino.

Hanbridge Sr: ¡Andrew! ¡Esto es ridículo! ¡Te prohíbo que des un paso más por estas escaleras!

Los ojos del hijo del aristócrata flotaron hacia la izquierda y luego de regreso a su padre.

Andrew: Está bien.

Al segundo siguiente, Andrew simplemente saltó por la ventana y aterrizó de pie frente a su limusina.

Habrindge Sr: ¡Hijo! ¡Regresa!

Andrew: ¡Lo siento, padre! ¡Pero tengo que ayudar a Y/N!

Blackwell Jr: ¿Debería ir tras él?

El señor Hanbridge suspiró y después sonrió.

Hanbridge Sr: No. Déjalo ir. Veamos qué sucede.

Cuando Hanbridge Jr. subió al auto y decidió irse, Frank se lo impidió gritando su nombre.

Andrew: ¡No me detengas, Frank!

Frank: ¡No te detendré! ¡Iré contigo!

Andrew: ¡¿Espera qué?! ¡¿Hablas en serio?!

Frank: ¡Sí! ¡Incluso tengo un plan para entrar en ese bosque!

Andrew: Bien.

-----------------

-----------------

Y/N arrojó abruptamente y con rudeza a la bruja al suelo duro cuando entró en el bosque.

Y/N: ¡Hoy todo se decidirá! ¡Solo tú y yo! ¡Vamos a hacerlo!

Furui se puso de pie y se limpió la sangre de los labios con una sonrisa malvada.

Furui: Como tú desees...

Sus extremidades comenzaron a cubrirse de baba negra y sus ojos se pusieron rojos. Sus brazos y piernas habían desaparecido y en su lugar, había tentáculos gruesos en la espalda.

Y/N: Qué origi-

Y/N esquivó su primer ataque, que dejó una gran grieta en el suelo.

Furui: ¡¿Por qué no regresas a tu dimensión y comienzas una nueva vida?!

Y/N: ¿Hablas en serio? Primero, tú fuiste la estúpida perra que me trajo aquí cuando ya estaba viviendo mi nueva vida. Segundo, ya tengo una razón para quedarme aquí. Y tercero, señora, esas chicas que están tratando de detener esos misiles son la razón de eso... Espera... ¡¿Dos misiles?! ¡¿Me estás jodiendo?!

Él saltó lejos de otro ataque y creó una bola de fuego en sus manos.

Y/N: ¡Prueba esto!

El niño lo arrojó al aire y luego lo pateó mientras caía.

Furui: ¡AAARGGH!

Y/N: ¡Mi patada de bicicleta funcionó de nuevo!

De un solo golpe, su tentáculo arrancó muchos árboles, pero Y/N también se aprovechó de esto y corrió hacia ella a lo largo de su tentáculo.

Furui: ¡MUERE!

Ella agitó su mano y...

Crack

La bruja tosió sangre tan pronto como el mago golpeó su mano primero, desviándola y abriéndole un agujero en el pecho.

Furui: ¿Cómo hiciste-?

Y/N: ¿Para terminar dentro de ti? Sí. Esta pregunta también me preocupa.

Golpeándola en la cara esta vez, saltó hacia atrás y aterrizó en el suelo. La bruja comenzó una "falla" y por un segundo ella incluso volvió a su forma anterior.

Y/N: Te estás debilitando.... Te quemaré como quemé mis sueños de una vida normal.

Furui sonrió con sangre en los labios.

Furui: ¿Cómo?

Y/N tomó su escoba.

Y/N: Lanzaré un hechizo que te quemará junto con tus huesos... Shiak Kasin!

Whoosh

La escoba legendaria voló hacia el cielo como un cohete real, dejando solo humo y a su dueño debajo.

Furui: 0_o... -_-

Y/N: ._.° Bueno, esto apesta.

La bruja arrancó un gran trozo del suelo y lo arrojó. Se rompió en pedazos en vuelo y ahora todos estaban dirigidos al adolescente.

Y/N: HOLYCRAPHOLYCRAPHOLYCRAPHOLYCRAPHOLYCRAP!

Y/N comenzó a correr en diferentes direcciones, esquivando todos los adoquines.

Furui: ¡Deja de ser un tonto!

Y/N: ¡Gaah!

La mujer lo agarró con ambos tentáculos y lo acercó a ella.

Furui: ¡¿POR QUÉ NO MUERES?! ¡¿QUÉ DEMONIOS?!

Furui notó que el mago comenzó a emitir luz verde. Ambos giraron hacia un lado y vieron un enorme árbol que irradiaba energía verde y brillante.

Y/N: Je... Parece que lo lograron.

Se formó una gran carita sonriente en el cielo, que inmediatamente se convirtió en una magia infinita que se extendió por todo el mundo para alegrar a todos.

Y/N: La magia puede ser un dolor en la espalda, pero también puede ser un milagro y poner sonrisas en los rostros de las personas.

La bruja frunció el ceño cuando vio que Y/N se había liberado de su fuerte agarre.

Y/N: Además, la magia es una gran cosa para luchar contra el mal y ahora te lo demostraré. ¿Querías que no me contuviera? ¡Muy bien entonces! Movimiento especial: ¡Movimiento Kickass!

Lo último que vio Furui fue una sonrisa y un puño volando hacia su rostro.

-----------------

-----------------

El Shiny Rod desapareció en las manos de Akko hace apenas unos minutos y ella y Diana tuvieron que bajar para anunciar la noticia.

Akko: ¡Lo logramos!

Las otras brujas corrieron hacia ella y se apoyaron en ella con abrazos y sonrisas en sus rostros.

Chariot: Akko...

La morena vio a su ídolo, inmediatamente se puso de pie y la abrazó.

Chariot: ¡Lo lograste, Akko!

Akko: ¡Te dije que podíamos hacerlo! Pero la vara brillante...

Chariot: No pasa nada. Se suponía que debía ser así.

Whack

Bam

El fuerte sonido se extendió por todas partes. Furui instantáneamente salió volando del bosque y, rebotando en el suelo, golpeó un árbol en su camino. Parecía exhausta, ensangrentada, e incluso su propia madre no habría reconocido su rostro. Fue el resultado de un solo golpe del adolescente. Hablando de él, el mago mismo la siguió rápidamente y se paró frente a la bruja.

Y/N: La situación se repite como en la infancia, ¿no, vieja bruja?

Ella no respondió y trató de atacarlo, pero una limusina negra la empujó a un lado.

Y/N: ¿Eh?

El conductor del transporte era Frank y Andrew estaba sentado junto al conductor con la cara llena de rasguños.

Y/N: Hola, Andrew.

Andrew salió del auto al ver al mago. Andrew sonrió, con la cara aún con rasguños.

Andrew: ¡Hola, Y/N!

Y/N: 0_o ¿Cómo llegaste aquí?

Andrew: -_- No preguntes.

Frank: ._.°

Y/N: Muy bien.

Todas las brujas volvieron su atención a la villana, quien apenas se puso de pie, solo agarrando un árbol cercano. Los chicos también la vieron.

Y/N: Furui, no perdamos el tiempo y déjame matarte ahora.

La vieja bruja miró a todos. A las jóvenes brujas, examigas, aristócratas, y luego al mago. Ella sonrió.

Furui: Nunca...

La bruja les arrojó una bola de energía negra y rápidamente le crecieron alas por detrás mientras el niño esquivaba el ataque.

Furui: ¡Iré a mi tumba solo contigo!

Después de decir estas palabras, voló hacia el cielo tan rápido que en unos segundos desapareció de la vista.

Chariot: ¡¿Qué está tramando?!

Croix: Ella va a disparar un poderoso rayo de energía directamente a toda la tierra, usando todo el poder que queda.

Diana: ¡¿Qué?!

Akko: ¡Podemos detenerla! ¡Vamos, Diana! ¡Vamos!

Croix: ¡No! ¡No puedes! Para cuando llegues allí, ella ya lo hará...

Amanda: ¡Maldita sea! ¡Y/N, ¿tienes un-?! ¡¿Y/N?!

Y/N corrió hacia el lugar temprano donde estaban parados y comenzó a estirar su brazo derecho.

Y/N: Y uno, y dos... ¡Uno, dos, tres, cuatro! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

Akko: ¡Y/N, ¿qué estás haciendo?!

Y/N: Te mostraré lo que sucede cuando uso un poco más de poder de lo habitual.

Diana: ¡¿Un poco más?!

Y/N: ¡Sí!

El mago comenzó a respirar profundamente.

Amanda: ¡¿Puedes darte prisa?! ¡Puede destruir una ciudad entera en cualquier segundo!

Y/N: Ya no es necesario.

Su mano comenzó a soltar vapor y parecía arder como hierro caliente. Él sonrió.

Y/N: Si yo fuera ustedes, tomaría unas cuantas...

Todos retrocedieron unos pasos.

Y/N:... millas de pasos.

Lotte: ¿Es ese hechizo es tan poderoso?

Y/N: Más poderoso que cualquier bastón legendario. Es tan poderoso que podría destruir a Beatrix, Woodward y las nueve brujas al mismo tiempo. Rayos, incluso la mitad de toda la tierra, pero trataré de no lastimarla... Eso espero.

Sucy: ¡¿Qué?!

Y/N no respondió y llevó su brazo derecho detrás de él. Todos vieron cómo Y/N se ponía en una postura como si se estuviera preparando para un puñetazo.

Y/N: ¡¡¡COMEEEEEEEEEEEEEE...

El mago hizo una respiración profunda.

Y/N:... ESTOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Una mayor cantidad de explosión salió volando de su mano, lo que provocó que se formara un enorme cráter a sus pies, rompiendo el suelo debajo de él. La explosión golpeó a todos los que estaban demasiado cerca y ahuyentó todas las nubes del cielo.

Las brujas tuvieron que agacharse para evitar ser víctimas de su enorme poder.

Akko: ¡¡¡GUAU!!!

Lotte: ¡OH DIOS MÍO!

Amanda: ¡¡¡SANTA MIERDA!!!

Chariot: ¡¡¡TOMA MI MANO, CROIX!!!

Croix: ¡¿CÓMO DEMONIOS TIENE TANTO PODER?!

Teléfono de Croix: Tal cantidad de poder es imposible desde el punto de vista tanto de la ciencia como de la magia-

El teléfono de Croix explotó.

-----------------

-----------------

Furui estaba a punto de abandonar la atmósfera.

Furui: Hmm. Él no está volando detrás de mí. Debe haberse dado por vencido y...

Kaboom

Furui: ¡¿Qué diablos?!

La bruja fue interrumpida por una poderosa explosión que ahora se dirigía hacia ella.

Furui: ¡¡¡De ninguna manera!!!

Ella se detuvo, se dio la vuelta y disparó su gran rayo negro hacia abajo, pero la energía de la explosión simplemente lo hizo a un lado y continuó dirigiéndose hacia la bruja.

Furui: ¡¡¡Basta-!!! ¡¡¡AAAAAAARGHH!!!

El poderoso ataque fue recibido de lleno por Furui quien sintió que ardía mil veces en el infierno. Ella gritó desesperada en medio de las llamas.

Lentamente comenzó a caer de nuevo a la tierra cuando terminó el ataque del mago Y/N.

-----------------

-----------------

Y/N: Bueno, eso fue algo.

Y/N dijo esto mientras miraba su brazo desahogándose. En el lugar donde disparó la explosión, estaba completamente envuelto en humo.

Akko: ¡Imposible!

Amanda: ¡De ninguna puta manera!

Andrew: ¡¿Es todo su poder?!

Sucy: ¡Dijo un poco más de lo habitual!

Croix: ¡Entonces, ¿cómo se ve todo su poder?!

Chariot: Alucinante...

Y/N: -_- Sí, sí, sí...

Tan pronto como Y/N salió del humo, una gran cantidad de sangre salió de la nariz de todas las chicas. Y/N estaba completamente desnudo, ya que su ropa no podía soportar una temperatura tan alta y se quemó. Todas las chicas no podían apartar los ojos de su cuerpo y empezaron a babear. Incluso Andrew se sonrojó mucho cuando vio su...

Frank: ¡Dios! ¡Entonces-!

Y/N: ._. ...

Con la cara completamente roja, el mago se cubrió rápidamente su parte íntima.

Y/N: ¡CÁLLATE! ¡¡¡DAME ALGO DE ROPA!!!

El robot de Constanze se acercó a él.

Stanbot: Aquí tienes.

El robot sacó una ropa doblada perfectamente para el mago. Él lo pateó después de tomar la ropa.

Y/N: -_- Ustedes, chicas, son unas pervertidas.

Él procedió a ponerse la nueva ropa.

Limpiándose la sangre de la nariz, Amanda habló.

Amanda: Y/N, ¿eso es todo tu poder?

Y/N: -_- No.

Croix: ¡¿Qué?!

Y/N: Confía en mí. No lo es.

Akko: ¡Tenías razón!

Exclamó Akko, mirando al cielo.

Akko: ¡Esa explosión destruiría la mitad de la tierra!

Y/N: Solo uso ese hechizo si un enemigo es realmente poderoso... -_- o cuando estoy harto de ellos. En resumen, rara vez.

El mago miró hacia el cielo y miró algo.

Y/N: ¡Oh! ¡Ella está viniendo!

Akko: ¿Quién?

Y/N: ¡La bruja loca!

Algún objeto cayó del cielo cerca de los demás. Y/N inmediatamente se dirigió al lugar de aterrizaje.

Dentro del cráter recién formado yacía la mitad de la bruja quemada. Tenía la cara quemada, casi le faltaba el pelo y le habían arrancado el brazo izquierdo. El mago silbó al ver lo que provocó.

Y/N: -_- Por eso no te mostré todo mi poder.

Furui: Es-

Y/N: ¡Es imposible! ¡Ya sé de eso! ¡Es la línea que más he escuchado en mi maldita vida! Caray, parece que todos mis oponentes tienen los mismos diálogos... Y la misma débil fuerza.

Furui: Grrr...

La bruja se dio la vuelta y comenzó a arrastrarse fuera del cráter usando solo una de las manos que le quedaban, mientras Y/N la seguía con calma.

Y/N: ._.

Furui: ¡Muere!

Y/N: ._.

El mago atrapó su brazo atacante y se lo arrancó. Lo hizo como si no estuviera regodeándose, enojado o al menos molesto. Simplemente lo vio y lo hizo.

Furui: -_- Sabía que no debería haberlo hecho.

Y/N: ._.

El mago levantó la pierna.

Y/N: ¿Algunas últimas palabras?

La bruja suspiró, gruñó y escupió sus últimas palabras con mucha rabia.

Furui: Eres un hijo de-

Crack

De un solo movimiento, el chico aplastó su cráneo, liberando el alma de ella de su cuerpo.

Las brujas se giraron para no ver la escena. Algunas se cubrieron los ojos, pero su curiosidad hizo que vieran a través de un pequeño espacio entre sus dedos.

Después de esto, él sacó la pierna de la mujer muerta y limpió su sangre en el suelo.

Y/N: Ya está hecho. Para siempre. Fin del trabajo.

Suspiró mientras se tronaba la espalda, los nudillos y el cuello y se giraba hacia las chicas.

Y/N: -_- La magia es algo muy rara.

Croix sonrió.

Croix: No lo digas.

???: ¡Disculpe!

La voz de una mujer hizo que todos se giraran hacia un lado. Varios hombres adultos con una mujer estaban parados cerca con sus escobas.

Y/N: ¿Quién eres?

???: Soy Dorlin, Ministra de la República de Mogiana Oriental y ex alumna de Luna Nova. Como sabemos, Croix es la causa de todo este caos. Vinimos aquí para arrestarla y llevarla bajo custodia.

Uno de los hombres la tomó de las manos y la esposó. Cuando Croix ya aceptó su destino, Y/N suspiró y les gritó.

Y/N: ¡Oye, tú! ¡Espera!

Dorlin: ¿Eh? ¿Qué quieres, joven?

Y/N: ¿Puedo hablar contigo en privado?

Y/N llevó a los guardias a un lado y les susurró algo que hizo que sus rostros se pusieran pálidos.

Volviendo, Dorling tosió y dijo:

Dorlin: Hablamos con el señor L/N y decidimos no arrestarte, pero estarás bajo su control. Espero que te comportes más moralmente que antes.

Ella ordenó que dejaran ir a Croix y todos volaron de regreso, mirando por última vez a Y/N.

Croix: ¿Quieres que me quede?

Y/N: Sí... -_- De lo contrario, mi conciencia me atormentará por la noche.

Akko: ¿Qué les dijiste, Y/N?

Y/N: -_- Dije que los enviaría a una dimensión donde solo viven osos polares si la arrestaban.

Amanda estalló de la risa cuando escuchó su respuesta.

Amanda: ¡Aparentemente, incluso el gobierno no tiene las agallas para contradecirte!

Croix: Je... Gracias.

Y/N: -_- De nada. Me voy a casa.

Akko: ¡¿Qué?! ¡¿Ya?!

Y/N: -_- Fui torturado, golpeado en la mejilla varias veces, fui enviado al pasado, me dolía terriblemente la cabeza. Y todo esto por culpa de una anciana. Quiero volver a mi departamento, tirarme en la cama y convencerme de que fue otra pesadilla. ¡Goodbye!

Akko: Pero... Pero... Pero...

Amanda: ¡Oye!... Idiota...

Diana: No puedes cambiarlo. Nadie puede.

Croix sonrió.

Croix: Aunque él sea un veterano, todavía tiene un comportamiento infantil.

Chariot asintió.

Chariot: ¿Y ahora qué?

Akko: ¡Volvamos a la academia y organicemos una gran fiesta!

Amanda: ¡Estoy totalmente de acuerdo!

Diana: ¡Yo también!

Frank: ¡Nosotros también queremos unirnos!

-----------------

-----------------

Más tarde...

Todos estaban de fiesta en la academia para celebrar su victoria sobre el mal.

Akko: Y entonces Diana y yo gritamos "¡Shiny Arc!". Y luego...

Y/N: ¡Hola, chicas!

Akko: ¡Y/N!

Andrew: ¡Y/N!

Sucy: Creímos que habías ido a tu departamento.

Y/N: -_- No vas a creer lo que pasó. Regresé y el dueño del apartamento dijo que había transferido la propiedad a otra persona. ·_· Estoy sin hogar ahora.

Diana: Je. No te preocupes, puedes vivir en mi castillo.

Akko: O en la academia. Hablaré con las profesoras.

Diana: Creo que quiere vivir en mi castillo.

Akko: No decidas por él. Él dirá lo que quiera.

Diana: ¿Por qué te preocupas por él?

Diana sonrió, con burla.

Diana: ¿Te enamoraste de él?

Akko: ¡Sí! ¡Es mi novio a partir de ahora!

Y/N: •_•

Diana: ¿Tú?

Akko se cruzó de brazos con orgullo.

Akko: ¡Sí! Pasé más tiempo con él que cualquiera de ustedes y ahora es mío.

Diana entrecerró los ojos.

Diana: Creo que tengo mejores razones.

Akko: ¿Ah, sí? ¿Y cuáles son?

Diana: Lo vi semidesnudo.

Chicas: ¡¿Qué?!

Diana: Y lo besé primero...

Profesoras: ¡¿QUÉ?!

Diana:... usando mi lengua.

Hannah/Barbara: ¡Diana!

Diana: ¿Qué? Eso es cierto.

Chariot: ¡Y/N!

Chariot rápidamente miró al mago, furiosa. El chico señaló a Diana y se excusó.

Y/N: Q_Q ¡Ella me obligó!

Akko comenzó a tener los ojos crispados por la rabia.

Akko: ¡Grrr! ¡¿Ah sí?! ¡¿Ah sí?! Qué tal esto.

Akko agarró a Y/N por el hombro y lo besó en los labios, con bastante pasión.

Akko: Mmmmm~

Akko se sonrojó mucho, pero el mago abrió los ojos a tal punto que sentía que se les iban a salir de sus cuencas.

Y/N: 0_0

Akko se separó del beso y volvió a mirar a la chica rubia y sonrió.

Diana: ¡No cambia nada! ¡Él es mío!

Akko: ¡Atrás! ¡Y/N es mi novio!

Lotte: ¿P-puedo decir algo?

Akko/Diana: ¡No!

Y/N: -_- ...

El mago miró a Lotte.

Y/N: Claro... Sigue....

Lotte se sonrojó al hablar.

Lotte: Puedes vivir en mi casa si quieres.

Y/N:...

El mago no podía creerlo. No sabía si estar sorprendido o preocupado. Él se limitó a parpadear sin ninguna expresión.

Después, se rascó la cabeza al hablar.

Y/N: Lo siento, chicas... Ya estoy ocupado.

Todas: ¡¿Por quién?!

Chariot puso su mano sobre el hombro del chico y sonrió con un sonrojo en su rostro.

Chariot: Por mí...

Todas a abrieron la boca.

Amanda: ¡De ninguna manera!... ._. No sabía que tenías un fetiche por las chicas mayores.

Akko: ¡¡¡Chariot!!!

Chariot: Lo siento, ¿de acuerdo? Él... es tan adorable. Y fui la primera que se llevó su primer beso.

Diana: 0_0

Algo se rompió dentro de Diana. ¿Orgullo? Puede ser.

Todas se quedaron en silencio hasta que Sucy habló.

Sucy: No me importa si vivirá en mi casa. Pero tendré que hablar con mi-

Akko: ¡No! ¡Él es mío!

Exclamó Akko, abrazando al mago.

Amanda: ¡No seas tan tacaña, Akko! ¡Él no es un juguete!

Y/N: Gracias, Amanda...

Amanda miró al mago y le levantó el pulgar.

Amanda: De nada.

Luego, ella se volvió de nuevo hacia las chicas.

Amanda: Además, ¡ya lo he elegido como mi novio!

Y/N: Oh no... No otra vez. ¡¿Hay alguien más aquí que esté enamorada de mí?!

El Stanbot señaló a Constanze.

Stanbot: Ella. Ella también está enamorada de ti.

Y/N gritó en estado de shock, mientras que la chica alemana jugaba torpemente con sus dedos.

Croix: Yo-

Y/N: ¡Todas! ¡Guarden silencio!

Todas en el lugar se callaron al instante. El mago suspiró por su nuevo problema.

Y/N: Puedo entender que todas ustedes me aman. Pero... Pero... ¡Todas ustedes tienen sus propios problemas!

El mago señaló a Akko.

Y/N: ¡Eres demasiada impulsiva!

Akko: ¡¿Eh?!

Señaló a Diana.

Y/N: ¡Eres demasiada arrogante!

Diana: ¡¿Qué?!

Señaló a Amanda.

Y/N: ¡Eres demasiada amante de la diversión!

Amanda: ¡Oye!

Señaló a Sucy.

Y/N: ¡Estás obsesionada con los hongos!

Sucy: •_•

Señaló a Lotte.

Y/N: ¡Estás obsesionada con tus novelas!

Lotte: Q_Q

Señaló a Constanze.

Y/N: ¡Estás obsesionada con tu tecnología!

Constanze: Oh...

Señaló a Croix.

Y/N: ¡Eres una asquerosa!

Croix simplemente sonrió. Después, para el final, el mago señaló a Chariot.

Y/N: ¡Y tú!...

Chariot: ¡¿Yo?! ¡¿Qué pasa conmigo?!

Y/N: No te mentiré, Chariot. Lo primero que me vino a la mente después de que me confesaste es "¡Necesito un adulto! ¡Necesito un adulto!". ¡Y después del beso, quería ir a un psicólogo!

Los ojos de las chicas se abrieron en silencio después de lo que dijo sobre ellas.

Y/N: ¡Y creo que es hora de irse a casa! ¡Adiós!

Amanda bloqueó su camino, abriendo los brazos.

Amanda: ¡Détente ahí, idiota! ¡Todas te confesamos nuestro amor y tú nos insultaste!

Y/N: -_- Decir la verdad no es un insulto.

Amanda: ¡Sin embargo! ¡Tienes que admitir a quién amas aquí!

Y/N: -_- ... ¿Sabes qué? ¡Elegiré a una de ustedes!

Las chicas sintieron nervios al oír eso. Se miraron entre sí y guardaron silencio.

Y/N: Yo elijo...

Todas apretaron los dientes, cada una rezando mentalmente para que la eligiera a ella. Sentían su corazón acelerarse y su respiración descontrolarse.

Y/N: Yo elijo a... ¡Andrew!

Chicas: ¡¿Qué?!

Andrew escupió su bebida hacia un lado. El líquido empapó a Frank quien estaba a lado de Andrew.

Frank: ¡Andrew! ¡Eres un tipo con mucha suerte!

Andrew se sonrojó.

Andrew: ¿Qué estás diciendo, Y/N?

Y/N: Quiero decir... Eres la persona más normal que he conocido aquí y no puedo controlar mi corazón, así que...

El mago le tendió la mano al hijo del aristócrata.

Y/N: ¿Quieres estar conmigo?

Andrew giró la cabeza mientras se sonrojaba.

Andrew: Lo pensaré.

Amanda: ¡Oye! ¡No te atrevas a aceptar ser su novio!

Andrew: Yo... yo...

Akko: ¡Andrew! ¡Eres-! Grrrr...

Andrew: ._. Chicas...

Diana: ¡Me hiciste enojar, Andrew! ¡¿Tú lo sabes?!

Andrew: ._. Y/N... Él...

Lotte: Sabemos que es agradable, pero no sabíamos que él es...

Andrew: ._. Y/N... Él...

Amanda: ¡¿Él, qué?!

Andrew: Saltó por la ventana y escapó.

Chicas: ¡¿Qué?!

Cuando se dieron la vuelta, vieron que Y/N efectivamente había escapado por la ventana.

Akko: ¡Y/N! ¡Regresa! ¡Toma mi amor!

Jadeando, el poderoso mago gritó:

Y/N: ¡¡¡No!!! ¡No quiero ser parte de esta mierda! Q_Q ¡Quiero irme a casa!

Diana: ¡Él no va a ningún lado!

Hannah le dio una escoba a Diana.

Hannah: ¡Aquí tienes, Diana!

Barbara: ¡Sí! ¡Haz de Y/N tu novio!

Diana: ¡No te preocupes! ¡Lo haré!

Diana voló por la ventana en su escoba.

Amanda: ¡¿Crees que lo atraparás?! ¡Ya veremos sobre esto! ¡Él va a ser mío!

Amanda también salió volando en su escoba.

Akko: ¡Maldita sea!

Lotte: ¡Akko, siéntate con nosotras! ¡Podemos alcanzarlo!

Sucy: ¡Sí! Quiero aprender sobre muchos tipos de hongos! Hongos~

Akko asintió agresivamente y las tres estaban afuera con las otras brujas en un segundo.

Amanda: ¡Y/N! ¡Vuelve aquí! ¡Ahora mismo!

Diana: ¡Y/N!

Stanbot: ¡Y/N! ¡Constanze es la mejor opción!

Lotte: ¡Vamos a leer mi novela otra vez!

Sucy: ¡O crear un experimento en Akko mientras duerme! ¡De nuevo!

Akko: ¡Y/N! ¡¡¡Por favor, elígeme!!!

Y/N: Q_Q ¡Odio mi puta vida!

Chariot miró a la sonriente Croix.

Chariot: ¿Crees que estará bien?

Croix: Por supuesto... Es fuerte, resistente y... Nuestro.

Chariot: Pensé que era la única que pensaba en eso.

Ellas compartieron una risa y observaron con una sonrisa mientras el mago intentaba huir de las brujas.

-----------------

-----------------

2 semanas después...

La situación ha cambiado. Y/N se convirtió en su novio mútuo. Empezó a pasar la misma cantidad de tiempo con todas ellas con sus intereses.

¿Qué hay de su lugar de vida?... Las profesoras le hicieron una habitación separada en la academia, pero no de forma gratuita. Y/N ha sido nombrado maestro de Luna Nova con su propia materia en la que tiene que contarles a las estudiantes sobre sus aventuras y sobre diferentes criaturas.

En este momento, Y/N estaba disfrutando del té con Diana y Amanda en la mesa mientras las otras chicas se ocupaban de sus asuntos.

Akko: ¡Viento, comprobado! ¡Escoba, revisada! ¡Fecha, comprobada! ¡Hoy es el día de la Feria de Mayo, después de todo! Tía Freyre!

No volvió a despegar.

Akko: ¡Tía Freyre! ¡Tía Freyre! ¡Tía Freyre!

Sucy: Sí, sí. Es muy mala de nuevo.

Lotte: P-pero sentí que casi lo tenías.

Akko: ¿En serio?

Lotte: ¡Sí, definitivamente estás progresando!

Amanda: ¿Tú crees? Me pareció exactamente igual que siempre.

Y/N: Concuerdo.

Akko: ¡Y/N! ¡Amanda! ¡¿Por qué tú-?! ¡¿Para qué están ustedes dos aquí, si no van a animarme?!

Y/N: -_- Solo quería té.

Akko: Grr... ¡Lo haré hoy!

La morena se puso el sombrero.

Akko: ¡Está bien!

Todos se reunieron a su alrededor antes de que despegara.

Lotte: ¡Akko, puedes hacer esto! Tu corazón creyente...

Sucy: Es tu magia, ¿verdad?

Ella sintió el toque de alguien.

Akko: ¿Eh?

Cuando Akko volteó, se dio cuenta que era su novio Y/N, sonriéndole cálidamente.

Y/N: Una vez... tampoco pude disparar fuego correctamente. Yo creo en ti, Akko.

Un rubor apareció en el rostro de Akko. Ella sonrió.

Akko: ¡Si! ¡Puedo hacer esto!

Y/N: 0_0

Todos jadearon cuando ella comenzó a flotar en el aire.

Constanze: Está volando.

Y/N: ¡¿Qué de-?! ¡Puedes hablar!

Akko se dio cuenta que por fin se separó del suelo. Ella por fin voló.

Akko: ¡Sí! ¡Lo hice!

Lotte: ¡Akko! ¡¡¡Tus manos están en llamas!!!

Akko: ¡¿Qué?! ¡AAAAGH! ¡Ayúdame!

Diana: ¡Déjame este asunto a mí!

Diana sacó su varita y se preparó para recitar un hechizo, pero fue detenida por Y/N.

Y/N: ¡No! ¡Espera! ¡¿Sientes algo, Akko?!

Akko miró sus manos con sorpresa.

Akko: ¡Absolutamente nada!... ¡Espera!

Para poner a prueba sus pensamientos, lanzó un par de bolas de fuego a un lado.

Akko: ¡Sí! ¡Bolas de fuego! ¡¡¡Puedo tirarlos ahora!!! ¡Y/N, ¿esto significa que puedo aprender el hechizo "explosión"?!

Y/N: ¡No! ¡Es muy peligroso!

Akko: ¡¿Para mí?!

Y/N: ¡Para la Tierra!

Akko: ¡Sin embargo! ¡¡¡Puedo volar y lanzar bolas de fuego ahora!!! ¡¡¡Yay!!!

Y/N: Q_Q Oh no...

Y esa día, fue un día inolvidable... Como todos los días desde que todas conocieron al mago más poderoso de todos.

Fin del capítulo 24. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro