Yo soy el mago del destino, el que juega con las cartas de la vida y decide quien gana y quien pierde.

Apuesto tu alma a cambio de un dulce sabor a agonía.

Yo puedo hacer trampa si así lo deseo, yo siempre gano ante los ojos de mi mentor, Lucifer.

¿Que tu sangre sea derramada? ese no es mi problema. Si tu eres débil y no sabes jugar esta partida de supervivencia te hundirás en el más bajo nivel de mi reino, el inframundo.

Tu inútil espíritu humano se resbala entre mis garras. No importa cuanto intentes luchar yo siempre tengo un as bajo la manga.

Después de todo...yo soy el Dios de la muerte, para mi eres un títere, un simple juguete que uso a conveniencia.

Mis ojos color del abismo penetran en tu alma, complicando tu respiración.

Ese ardor que sientes en el pecho es mi presencia, mi llamado. He llegado a tus sueños listo para llevarte al campo de juego.

Estoy aburrido...y quiero jugar un rato. No será difícil ganarle a un bastardo oponente como tu.

No tendré piedad, es hora de que tu sangre sea derramada sobre este mar de cartas. ¿Listo para perder?