Baby Callmara
Los efectos Callmara comienzan a hacerme efecto, ¡OH, CREO QUE VOY A...!
"Technical Difficulties, Please Stand By :v"
Sorry, no lo resistí, heme aquí de nuevo con una nueva historia Callmara calientita y lista para ser transmitida a sus lindas mentes mis polluelos apasionados de ingresar al magisterium.
Esta historia esta dedicada a @Madame_Nox mil gracias por aceptarme en el grupo de Whatsapp eres una gran escritora y me encanta tu trabajo, sobretodo tus historias de Call en baby, por eso te traigo aquí una historia Callmara 100% en pañales, disfrútala 7u7.
WARNING: Esta historia es en un universo alterno en donde Tamara fue criada en el mismo pueblo que Call, pero por motivos familiares sus padres deciden mudarse a su mansión llamada las Tejas. pero de seguro se están preguntando ¿que problemas familiares? tranqui ahora lo sabrán, ademas eso sería espoiler y no soy de esos ;v
Tamara Rajavi era una niña de no más de cinco años que juntos jugaba en el parque corriendo detrás de su hermana mayor Kimiya. Siempre que iba al parque con sus dos hermanas se la pasaba como nunca, jugaba a la pelota, se subía a los árboles, y explotaba ardillas. Aunque esa última había sido un incidente de hace un año en el que se vieron involucradas sus hermanas pero aún así a ella le había encantado.
Su hermana Raven, era una reconocida maga del magisterium que estaba a punto de cruzar su último año para ingresar al Coleguium, pero por alguna extraña razón su hermana no había venido a verlos aquel verano ni el siguiente. Aunque la pequeña Tamara ignoraba la terrible noticia que estaba apunto de llegar sobre el paradero de su hermana.
Cuando por fin alcanzó a su hermana mayor está la miro con la mayor seriedad del mundo.
Le hizo indicaciones para que se sentarán en una banco de madera junto a ella, Tamara la obedeció sin una sola queja, su hermana se veía muy nerviosa, no dejaba de jugar con las coletas de su cabello.
—Tamara, escúchame bien, yo tengo... algo que contarte
—¿Que es hermana?
—Es... es nuestra hermana Raven.
—¿Que pasa con Raven? ¿En donde está? ¿Esta bien?
—No. —Eso fue lo único que pudo decir Kimiya antes de que sus ojos se llenaran de lágrimas, odiaba mentirle a su hermana, ¿pero como explicarle eso a Tamara? Ella era tan solo una niña, cuando sus padres le contaron a Kimiya no quiso salir de su cuarto en un mes entero ¿Cómo reaccionaría Tamara? No alcanzaría a comprenderlo por completo.
—Tamara... nuestra hermana hizo algo que está muy mal, espero que algún día lo comprendas.
—¿Kimiya de que estas hablando? Lo que dices me asusta.
—Tamara. —Las lágrimas se le escurrían por las mejillas y sus ojos estaban rojos por tanto haber llorado. —tienes que saber que...nuestra hermana... ya no va... a regresar.
Las palabras de Kimiya se clavaron en su mente como dagas que apuñalaron su pequeño e inocente corazón, su hermana nunca volvería, sus padre y hermana ya no volverían a ser los mismos, y ella estaría sola, sola sin ninguna compañía.
—Mientes. —Susurró ella mientras agachaba la cabeza y las lágrimas comenzaban a recorrerla las mejillas a ella ahora. —¡Mientes! Ella nunca me dejaría, ella nos quiere, ¡ERES UNA MENTIROSA!
Dicho esto se levanto y salió corriendo del lugar con su vestido blanco ondeando por el viento.
—¡Tamara espera por favor!
Pero la dulce niña no respondió a sus súplicas, estaba dolida por las palabras de su hermana. Corrió sin parar hasta que sus piernas le suplicaron descanso. Entonces se acurrucó debajo de un árbol y comenzó a llorar presa del sufrimiento que se le venía encima.
************
Call se encontraba sentado fuera de la comisaría de policía. Al parecer que a nadie le había hecho gracia que soltara a un montón de ratones en medio del desfile del primero de mayo y robado un topo en el proceso.
En eso su padre le había dicho que esperara fuera mientras hablaba con el oficial que lo había traído, sería una plática muy larga.
Mientras Call jugaba viendo sus pies balanceándose sobre aire, un ruido captó su atención, entonces levanto la vista y vio como una hermosa muchacha de su edad se sentaba y comenzaba a llorar debajo de un árbol, Call era ajeno a todo el sufrimiento de esa niña, pero su bonito rostro y su cabello color chocolate le llamaron la atención. Miro hacia tras y vio a su padre todavía discutiendo con el oficial que estaba más rojo que un tomate. Sin que nadie lo viera se levanto del banco y inocentemente se acercó a aquella chica.
—¿Oye por que lloras? —Preguntó Call. La niña levanto la cabeza sorprendida y se puso de pie mientras se enjugaba las lágrimas.
—Yo no lloro. —Dijo Tamara.
—Si que lo haces. —Dijo Call. La chica soltó un bufido. Las sospechas de Call se habían comprobado, aquella niña era como un ángel.
—Eres un niño muy molesto, déjame sola.
Call se sentía algo ofendido sin embargo decidió ignorar su comentario.
—Por lo menos dime tu nombre. —Dijo Call inocentemente.
—Tamara Rajavi ¿y tú eres? —Tamara le extendió una mano y Call se la dio mientras sentía un hormiguero en el estomago.
Callum Hunt. —Contestó.
—Un placer Callum Hunt. —Dijo Tamara de manera educada.
—El placer es mío. —Contestó Call mientras le sonreía, Tamara soltó una pequeña carcajada al ver la falta de sus dos principales dientes superiores.
—¿Que? —Preguntó el sin saber de que se reía.
—Eres muy raro Call, pero me agradas.
—Tu también.
—¿Soy rara?
—Si... -Call entonces comprendió lo que había dicho. -¡quiero decir no! No eres rara sino que también me agradas, no es que no seas rara sino que nunca había conocido a una niña que quisiera hablar conmigo, eso si que es raro ¡quiero decir...!
—Tu si que eres raro. —Dijo Tamara riendo entre dientes mientras un hormiguero comenzaba a hacer presencia en su estómago.
—Jajaja creo que si. —Dijo Call también riendo. —oye ¿quieres jugar?
—Claro. —Contestó Tamara. En realidad no le apetecía en nada jugar con alguien que acababa de conocer, pero había algo en aquel chico que le llamaba la atención.
Comenzó a llover, pero a ellos les daba igual. Se lo estaban pasando como nunca. Call no podía apartar la la vista de Tamara, parecía un ángel con su cabellos color chocolate empapado y su vestido blanco también mojado y manchado de tierra, por primera vez en la vida Call estaba jugando con otra persona que le daba igual su problema de pierna.
Tamara por su parte veía en Call a un niño agradable y divertido. Aquel horrible día en que su hermano no volvería también sería el día en el que se enamoro, y es que el amor es así, nadie escoge su amor, ni el momento, ni el sitio, ni la edad y mucho menos a la persona.
—¡Call es hora de irnos! —Gritó su padre desde la comisaría.
Call se giró viendo a Tamara directamente a los ojos, esos ojos que lo cautivaban.
—Tengo que irme. —Dijo Call amargamente.
Tamara no hizo más que asentir con la cabeza, debía de estar preparada para no volver a ver a aquel muchacho que sin querer le había robado el corazón.
Call se giró tristemente al no recibir una sola palabra de ella y se dispuso a irse cuando una mano le atenazó la muñeca.
—¡Espera! —Gritó Tamara mientras lo agarraba de la muñeca. —Esto es para que no me olvides.
Tamara Entonces se acercó más a el y se puso de puntillas para darle un fugas beso en la mejilla.
—Hasta pronto Call.
Call se sonrojó. Aquella chica le había robado su primer beso el sabía que nuca podría olvidarla aunque quisiera.
—Si, hasta... hasta pronto, hmm... adiós. —Fue lo único que pudo decir antes de soltarse de su agarre y correr hasta su padre que lo esperaba con algo de seriedad seriedad y preocupación en su rostro.
—Te dije que esperaras afuera. —Dijo Alastair.
—Perdón papá, me aburrí.
—Bueno supongo que no importa. Vamos a casa antes de que se arrepientan y te envíen a una correccional.
Call no dijo nada, solo se limito a asentir y seguir a su padre los más rápido que le permitía su pierna.
************
Esa noche Tamara se durmió entre lagrimas pensando en aquel chico de cabello negro y ojos grises como nubes de tormenta. finalmente quedo dormida, completamente ajena a que aquel niño tampoco podía dejar de pensar en ella, en su cabello color chocolate y sus ojos que según el parecían dos destellos de luz en la más siniestra oscuridad.
Entonces se llevo la mano a su mejilla en donde Tamara le había dado su primer beso, y entonces supo que no seria la ultima vez que la vería, pues sabia que nadie se librada de Callum Hunt tan fácilmente, mucho menos su lindo ángel caído.
¿Que tal? ¿quieren segunda parte? en realidad no se si darle una segunda parte ya que me gustan estas historias cortas pero fascinantes, pero no estoy seguro ¿ustedes que dicen? comenten y los veo para las siguiente.
Grim se despide :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro