Un día más JungKook se encontraba en clases, se estaba esforzando realmente de mantener su atención puesta en lo que su profesora de edición de vídeo estaba tratando de explicar; pero ni modo. TaeHyung estaba en su forma original, casi diminuto, sentado en su pupitre mientras jugueteaba con los anillos de los dedos del humano. 

Como siempre inquieto y sintiéndose aburrido cuando Kook no le prestaba atención. 

-- TaeHyung, estate quieto, me desconcentras... -- Susurró el más joven, aprovechando que algunos de sus compañeros se habían puesto a hablar en voz alta por una duda. 

Ninguna palabra salió de los labios del hadita, limitándose a cruzarse de brazos y tirarse hacia detrás; acabando tumbado sobre el pupitre boca arriba. Con su ceño fruncido e insultando de mil maneras a Jeon en su cabeza por no comprender su aburrimiento, sus ojitos se clavaron en la profesora. 

Desde esa posición la veía al revés moviéndose hacia la ventana, fuera estaba hacía viento; avisando de la próxima tormenta, era por eso que la mujer iba hacia el ventanal para cerrarlo... pero... y si... 

Con una sonrisa divertida; que ya de por si alertó al universitario, el de cabellos turquesas se levantó para revolotear hacia el mismo lugar de la fémina. Claro que JungKook siquiera pudo reclamarle para que viniera, todos le mirarían como si estuviera loco, porque obviamente nadie más aparte de él era capaz de visualizar a Kim. 

Las hadas cuando estaban en su forma original podían decidir hacia a quienes presentarse; no todos tenían el gusto. 

Por debajo de la mesa Kook apretó sus manos con nerviosismo, nada que pasase por la cabeza de ese chico revoltoso podía ser algo bueno. -- Bueno, chicos, como os iba diciendo, la iluminación es muy importante. -- Comentó la profesora mientras cerraba la ventana, dispuesta a volver a la pantalla táctil y seguir explicando; quedando en misión fallida puesto que el mismo objeto que ella había cerrado, se había vuelto a abrir. 

Claro que lo que ella pensaba era que debió de ser debido al viento; sin embargo la causa se escapaba de la realidad. TaeHyung se había sentado en el borde de la cornisa para empujar el cristal cada vez que ella lo cerrase; y así divertirse un poco. 

Ella lo volvió a intentar; y de nuevo entre escandalosas risas el hada volvió a abrir. 

Para suerte de la paciencia del joven azabache, el timbre que daba finalizada la clase sonó. -- Decidle al conserje que esa ventana está rota, que si pudiera repararla sería fantástico. -- Pidió extrañada la pobre muchacha, quien miraba el cristal sin entender demasiado. 

Un suspiro pesado se escapó de los labios de JungKook, definitivamente mañana obligaría a Kim a quedarse en casa; por mucho que le lloriqueara y le amenazase con volverle a mover las cosas de lugar. Con su ceño suavemente fruncido recogió sus cosas; ahora tenía una hora y poco más para almorzar; luego tendría su última clase. << Solo queda el último empujón del día. >> Se animó. 

-- Ggukie~ ¿Dónde iremos a almorzar hoy? -- Inquirió curioso el de cabellos fantasía, sentándose en el hombro del nombrado. Tal y como era habitual cuando se encontraban rodeados de personas, no recibió respuesta, pero algo le decía en el rostro del humano que estaba un "poquiiiito" enojado, por lo que decidió permanecer en silencio y dejar que el chico anduviese hacia donde le pareciese.

A pesar del viento y del cielo nublado, JungKook decidió que subir a la azotea era la mejor idea ¿Por qué? Bueno, nadie con este clima se encontraría allí y podría "ahogar entre terrible sufrimiento" al hadita que lo llevaba atormentando más de un mes ya.

Estando allí, Kim bajó el cuerpo ajeno para poder transformar su anatomía en una corriente de cualquier persona.-- JungK- -- Intentó hablar el mayor, siendo abruptamente interrumpido. 

Las manos de JungKook tomaron el rostro canela del ser fantástico, mirándole con sus cejas juntas por la molestia antes de iniciar su discurso. -- Kim TaeHyung, mosquito hiperactivo, no puedes venir conmigo a la universidad para esto ¿Bien? ¡O aprendes a comportarte o tienes que quedarte en casa! -- Advirtió, viendo claramente como sus gorditos labios se fruncían.

-- ¡Pero es que no me prestas atención! ¡Quiero que juegues conmigo! -- Reclamó, sintiendo que su situación era completamente injusta. 

-- ¿Ah? ¿Cómo carajos voy a jugar contigo si estoy en mis clases? -- 

-- ¡El chico de tu lado juega con su hadita! ¡Si él puede, tú también! -- 

Tras esa declaración los ojos del universitario se abrieron como platos, claro que creía en la existencia de esos seres; concretamente porque vivía con uno, pero nunca había podido llegar a imaginar que después de todo él estuviera viviendo con muchas otros alrededor. -- ¿Hay... hay más aparte de ti? -- Inquirió ahora aparentemente más calmado, soltando el rostro ajeno. 

>> Sus ojitos parecen los de un cervatillo curioso. << Pensó Tae sonriendo para sus adentros, asintiendo con su cabecita antes de sentarse en el suelo y tomar sin permiso la mochila de JungKook, donde estaba su almuerzo. -- En la ciudad no hay demasiadas ni mucho menos, pero sí que las puedes encontrar. Justo a tu izquierda en clase, ese chico tiene un hada junto a él todo el tiempo... -- Explicó sacando su cajita con diferentes frutillas, deseando comer un poco. 

-- El chico de mi izquierda... ese es Min. -- Razonó en voz alta sin darse cuenta. -- ¿Entonces el puede verte a ti? -- Dijo ahora sentándose a su lado. 

-- No lo sé, Gguk. Un hada decide por quien quiere ser vista... pero todo cambia si usas un hechizo. Ya sabes tenemos poderes mágicos diferentes, si usamos uno en concreto podemos hacer que el humano en quien lo utilicemos pueda ver a todas las haditas de alrededor en un perímetro corto. -- Explicó metiendo un trozo de fresa entre sus labios. 

Jeon no quería decirlo en voz alta... pero estaba sintiendo demasiada curiosidad ¿Cuántos bichitos de esos traviesos tenía a su alrededor. -- Y... ¿Cómo se supone que un humano podría verlas? -- Inquirió queriendo hacerse el desinteresado, y no funcionando en absoluto, de hecho provocó que el mayor riera. 

-- Pues tendrías que darme un besito. -- Comunicó Tae con una sonrisa amplia, cosa que hizo que las mejillas del estudiante adoptasen más color de lo que era normal en él. 

-- ¿E-en la mejilla dices? ¿Cómo el que me diste para dormir? -- 

>> Pues sí, serviría, pero... << -- Nop, tiene que ser en los labios; ya sabes, es un hechizo un poco más pesado ya que te estoy transmitiendo parte de mi visión. De hecho tus ojitos para mi se volverían color lila, así asegurándome que está funcionando. -- Mintió en lo primero, pero no se arrepentía en absoluto. >> Necesito probar lo que es uno de esos besitos humanos. << 

Jeon se quedó quieto del asombro, congelándose en la acción de tomar su cajita de comida preparada. Él quería hacerlo ¿pero un beso en los labios? ¿con un hombre? Sus ojos se desviaron hacia el de cabellos turquesas, quien le miraba aún con sus belfos estirados hacia arriba. 

Bueno, Tae era tan bonito que hasta podía llegar a hacerte dudar sobre su género... de hecho, como ya había recalcado en su cabeza con anterioridad era el chico más bonito que había conocido jamás. Aún así no lo tenía demasiado seguro, solamente de pensarlo su corazón parecía volverse loco y fallar en su funcionamiento de mantener sus latidos a un ritmo tranquilo. 

-- ¿Y bien? ¿Quieres ver cuántas más hay? -- Volvió a preguntar el hadita con sus ojos destelleando ante la idea de poder conocer lo que era un beso de esos que tantas veces había visto entre las personas corrientes. 

Las hadas no mantenían ese tipo de relaciones con nadie; siquiera entre ellas, pero eso sería a lo mejor que TaeHyung le explicaría al menor más adelante.

-- Yo... -- El azabache se sentía inseguro, pero ¿por qué? Era un simple beso, ya había dado muchos antes de esto, tampoco era para tanto... y tampoco nadie tenía que enterarse, allí arriba no había ni un solo alma, eso sería un secreto... -- Oye, espera ¿Tú qué ganarás a cambio? No creo que fueras a hacerlo así porque sí, cada que haces un hechizo pierdes energía y te sientes después cansado... no es producente para ti ¿Qué me pedirás? Y no vuelvas a decirme eso de que nos mudemos al bosque, porque no será. La primera vez que me curaste con un beso en la frente fue en signo de disculpa por estar atormentándome ¿y esto, por qué?-- 

-- Yah, Ggukie, quería hacerlo por ser generoso.~ -- Canturreó rodando sus ojos para parecer molesto, siendo obviamente broma; claro que iba a sacar algo beneficioso, ese contacto de labios que tanto deseaba. -- Pero ahora que lo dices ¿Podríamos comprar plantitas? ¡Las cuidaré mucho! Quiero tener plantitas. -- 

-- Uhm... supongo que es un trato factible... -- Murmuró, tener poderes mágicos durante un periodo de tiempo a cambio de unas plantas tontas. -- Está bien, adelante, te compraré eso que quieres. 

El de piel canela no pudo ocultar su emoción ante su doble victoria, dando suaves palmaditas y riendo; iba directo hacia la triple. -- Te aviso, JungKookie, que te deberé de besar de nuevo para deshacer el hechizo, uno para activarlo y otro para desactivarlo ¿Si? -- >> Ahí va otra mentira, pero bueno, ya puestos... <<

Jeon arrugó su nariz pensativo, apretando su cajita de comida mientras miraba fijamente el rostro ajeno; algo que por alguna razón hizo que la sonrisita del hada temblase al temer ser descubierto, pero apenas era el chico pensando. Qué más daba, si ya iba a dar un beso ¿importaba que fueran dos? 

-- Vale, bien, ven aquí. -- Murmuró dejando salir un suspiro mientras dejaba en el suelo, sobre su mochila, su caja -la cual siquiera había abierta todavía.- 

La emoción que recorrió el cuerpo del mayor era casi inexplicable, él podía hacer tantas cosas increíbles... sin embargo se sentía ilusionado por un tonto beso. Tapó su comida para que esta no se manchase y la dejó junto a la del humano, para después acercarse al susodicho. 

TaeHyung se apoyó en sus rodillas, apoyando también las palmas de sus manos en el frío suelo para poder así inclinarse hacia delante con sus orbes cerrados; apenas esperando a sentir los cálidos labios del joven con el que convivía. Y aunque JungKook no es que tuviera especial ganas, no se demoró en iniciar el contacto. 

Con delicadeza; y sin saber qué tan largo debía de ser el beso, colocó su mano detrás de la nuca contraria mientras atrapaba los gorditos labios del precioso hada entre los suyos. Aquel acto hizo que las manos de Tae se volvieran puños poco a poco, y apenas era el principio de miles de sensaciones bonitas... porque cuando los labios del universitario se movieron, aún se sintió mejor.

El sabor a fresas solo hacía que el beso se sintiera dulce, siendo así aún más llevadero para el de cabellos oscuros... quien no podía creer que algo como besar a un chico estuviera siendo ameno; algo que incluso pudiera terminar gustándole.

De algún modo, en busca de ese sabor dulce, JungKook abrió sus labios para dejar salir su lengua; y qué decir, el hadita era alguien de rápido aprendizaje, así que se limitó a repetir las acciones contrarias. 

Tae se frustró demasiado, porque estaba disfrutando de sobremanera ese momento; pero no sabía cuanto más el humano le iba a regalar de esa maravilloso gesto, así que debía de concentrarse en traspasarle parte de su poder en vez de terminar de vivir ese momento con gozo.

Con la misma delicadeza con la que fue iniciado, el contacto acabó. Sus bocas separándose y un chasquido dejándose escuchar a la par que sus rostros tomaban apenas una corta distancia. -- ¿Funcionó? -- Susurró el azabache relamiendo sus labios, los cuales tenían aún toda la atención de Kim, quien tenía aún incluso la mano del joven detrás de su cabeza.

El mayor tuvo que deslizar su mirada hacia los ojos ajenos, viendo entonces que estos estaban de un color totalmente diferentes. -- Sí, funcionó, están lilas... -- Dijo en el mismo tono de voz, y entonces vio como JungKook sonreía en grande por algo causado por él. 

Se sintió realmente bien ver su reluciente sonrisa, la cual dejaba saludar sus paletas de una manera adorabale que hizo que TaeHyung se sintiera tontamente abrumado. -- ¡No lo puedo creer! ¡Comamos y vayamos a ver por los pasillos! Me muero de curiosidad. -- 

-- Como quieras, Gguk-ah. -- Dijo a media voz, aún no pudiendo ser capaz de controlar todo el remolino de maravillosos sentimientos que habitaban en ese momento en su interior. 

JungKook en serio no podía creerlo, esto en serio no había sido una invención del hada o alguna de sus bromas. Después de terminar su almuerzo se habían paseado juntos por los pasillos, encontrándose con unas pocas haditas por allí, tanto varones como hembras.

Obviamente y tal y como el estudiante se esperaba, estas se encontraban molestando a los humanos y estos siquiera eran conscientes, tirándoles los papeles de las taquillas, haciendo que ráfagas de viento entrasen por la ventana o haciendo que tropezasen. Le había quedado claro, las hadas se divertían demasiado a costa de molestar. 

De todas maneras tampoco consiguieron ver demasiadas, TaeHyung le había explicado que no solían estar en las ciudades, que podría ver muchas más si se iba a un ambiente mucho más natural, tal vez al campo o a la playa, una montaña o un río. 

Aún así él ya se sentía contento, después de todo había conseguido ver más seres como con el que convivía; todos siendo ciertamente hermosos... era una característica real de ellos; además, aún no había acabado, le quedaba por ver como era el que acompañaba a su compañero de clase... con el cual por cierto no había intercambiado alguna palabra jamás. 

Fue casi que la primera vez que el timbre que daba inicio a la clase le alegraba, la curiosidad era algo que le movía por completo. Por eso rápidamente se sentó en su lugar de siempre, no es como si tuvieran sitios asignados, pero a JungKook y a YoonGi les gustaba sentarse juntos debido a que no eran demasiado sociables ninguno de los dos; y estaban seguros de que el otro no les iba a hablar o entrometerse en nada. 

Bueno, el menor de los dos estaba rompiendo un poco aquella idealización. 

Cuando vio al pálido entrar por la puerta del aula su emoción se disparó, siquiera siendo consciente de que TaeHyung se encontraba de pie en su hombro, abrazando su cuello y con su cabecita asomada para también ver a ese hada; aunque ya le había visto muchas veces antes, en concreto cada vez que venían a la universidad y los humanos compartían clase.

Jeon tuvo que controlar su asombro, una vez más; su hadita no mentía. Encima del pupitre de su lado pudo ver a otro ser precioso, este teniendo el cabello de color melocotón y dos mejillas completamente adorables. Siempre había pensado que YoonGi era alguien nervioso y por eso jugueteaba tanto con sus dedos, ahora veía claramente que no, que a lo que se dedicaba el de ojos felinos en las clases era en juguetear discretamente con el hada.

Ahora estaba pellizcando sus mejillas con cuidado mientras el pequeñito ser reía, mirándole con ojos brillantes mientras intentaba dejar besos en los dedos que estaban acariciando su rostro. 

Qué decir, lo que restó de esa última clase Kook se la pasó mirando hacia el lado procurando no ser descubierto, totalmente interesado por alguna razón en ver como ese ser de cabellos anaranjados dejaba besitos de vez en cuando por todo el rostro del pálido; u otras veces se tumbaba boca abajo en el pupitre para mirar con adoración a su humano, moviendo sus pies y quedándose quietecito para que Yoon jugase con él más tarde. 

Y por otro lado, cierto hada de piel canela lo único que pudo hacer en esa hora y media fue descansar en el hombro del joven, pensando una y otra vez que podía darle más tarde otro beso, otro como ese que tan bonito se había sentido. 

¡Hola, angelitos míos! Este capítulo está dedicado a Moonlight2078824 porque fue la primera en responderme; y la elegida fue esta obra. Espero que disfrutaseis del capítulo. <3
A todo esto, no seáis como TaeHyung, no mintáis y menos para intimar con alguien más, eso está muy feo, pero bueno, es un fic fantasioso, es comedia sin más. Pero en la vida cotidiano no acepto esas acciones. >:(

Dicho esto, espero que tengáis una bonita semana. Os quiero mucho, cuidadse porfi. Kissuuuu.~~ 220222.