— Debes olvidarlo. —miró a otro lado para evitar la mirada ajena—. Si dices que es alguien a quien tenías, entonces debes olvidarlo, déjalo ir.

— ¿Crees que no he intentado? —soltó un pesado suspiro—. Pareciera como si todos lo hubieran olvidado, menos yo. —miró a su mejor amigo bailar con Minho.

— ¿Todos? —frunció su ceño y lo miró pero, al ver que miraba a Jisung volvió a hablar—. ¿Jisung sabe sobre él? —el rubio asintió lentamente.

— Le conté muchísimo sobre Felix, todos los días le hablaba de él pero, ahora parece como si Jisung no pudiera recordarlo. Tampoco he mencionado su nombre otra vez frente a nadie. —giró su vista al pelinegro junto a él.

Antes de que alguno de los dos volviera a decir algo, Changbin se levantó ya que Hyunjin había sujetado su brazo con fuerza para acercarlo a él, llamando no sólo la atención de Chan, sino también de Jisung, Jeongin y Minho, quienes los miraron desde donde estaban pero sin acercarse.

— Changbin tenemos que irnos. —hizo contacto visual con el nombrado.

— ¿Pasa algo, Hyunjin? —Chan se puso de pie y miró a sus dos amigos.

— Perdona Chan, olvidé que debo hacer algo muy importante y que necesito la ayuda de Changbin. —le sonrió leve.

— ¿Es muy importante? Iré con ustedes. —el rubio negó suavemente.

— Está bien, quédate con Jisung. Pídele una disculpa a Minho de nuestra parte y agradecele por habernos invitado, ¿Si? —dio pequeñas palmaditas a la espalda de Chan—. Nos vemos mañana.

Sin dejar a que el mayor exclamara algo más, el rubio y el pelinegro se perdieron entre la multitud hasta salir del gran salón. Chan suspiró al no entender qué pasaba pero aún así volvió a sentarse y a tomar su copa, bebiendo un poco de ésta hasta que el su mejor amigo se acercó junto a Minho y Jeongin.

— ¿Qué sucede con Hyunjin y Changbin? ¿A dónde fueron? —preguntó Jisung sentándose junto al rubio.

— Hyunjin tenía algo que hacer, al parecer lo olvido y era muy importante. —contestó con una leve sonrisa, se levantó e hizo una pequeña reverencia ante Minho—. Me pidieron que te pidiera una disculpa por haberse ido tan pronto y que te diera las gracias por invitarlos.

— No te preocupes, está bien. —respondió la reverencia con una sonrisa.

Entró a su oficina donde estaban tres personas esperando por él desde hace más de tres horas. Aún así, igual que el resto guardó silencio hasta que se sentó en su silla tras la enorme mesa en forma de cuadrado. Jihyo estaba al otro extremo de la mesa, y los dos chicos uno en cada costado.

Finalmente el Jihyo habló:

— En todo el tiempo que investigué a Jisung jamás vi algo acerca de Felix, ni una mención, ni una referencia, nada. —dijo la chica mirando a su Dios.

— ¿Qué me dices tú? —Changbin miró al rubio frente a él esperando otra respuesta diferente a la que la pelirroja había dado—. Eres su guardián, debiste saber que él le contó a Jisung sobre Felix.

— Lo sabía. —respondió mirando sus propias manos sobre la mesa un poco apenado la verdad, sabía que probablemente el peso de ese problema caería sobre él y tan sólo pensarlo le hacía dolerle la cabeza—. Sabía que él le había contado a Jisung sobre Felix hace años, antes de que Felix fuera un ángel. —alzó la mirada al pelinegro frente a él intentando calmarlo con su mirada—. Supuse que Jisung lo olvidaría.

— Lo haya olvidado o no, es muy peligroso si le llega hacer una mención de Felix. No nos vamos a arriesgar, y menos ahora que Felix quiere saber sobre su origen. —continuó Changbin tras haberse cruzado de hombros—. Además, él seguirá atrayendolo... Eso afectará a Felix.

— Dios. —mencionó Jihyo mirando a su superior luego de pensarlo unos segundos. si era honesta no podía evitar sentirse molesta, quizás dolida también—. Usted sabía de esta posibilidad, ¿Por qué le asignó a Felix un dueño el cual está ligado con su origen por uno de sus amigos?

El pelinegro frunció un poco su ceño y se cruzó de brazos al mismo tiempo en que se recargaba en el respaldo de su silla. Changbin y el rubio también lo miraron, ahora todas las miradas estaban sobre él; No le ponían nervioso, sino que sentía que lo estaban desafiando lo cual no le agradaba para nada.

— No creí que el dueño de Seungmin sería la clase de personas que recuerdan a sus amigos. Cuando te traje aquí te olvidó, por eso creí que no habría problema. —respondió en un tono demandante para devolverle sus palabras a Jihyo, cosa que logró ya que ella hizo una expresión de disgusto.

— ¿Qué debemos hacer, entonces? —cuestionó el guardián de Seungmin.

— Nos veíamos geniales, ¿No lo crees? —sonrió ampliamente mientras se quitaba la corbata, segundos después miró al rubio en su espejo.

— Sí, se veían bien... —respondió sintiéndose un poco incómodo aunque lo ocultó para no preocupar al castaño—. Te veías bien, es decir... Tu sonrisa, tu mirada, parecías alguien diferente frente a Minho. —mostró una pequeña sonrisa.

— ¿De verdad? —esta vez sonrió ampliamente por el comentario ajeno—. Bueno, es porque realmente me gusta. Por fin pude tenerlo tan cerca de mí, pude bailar con él, apreciar sus ojos, sus labios. —se dejó caer a su cama y miró el techo sin borrar la enorme sonrisa que adornaba su rostro.

— Te gusta mucho, ¿Cierto? —el castaño hizo un ruido indicando que sí—. ¿Cómo se siente cuando te gusta alguien?

— ¿Cómo te imaginas que es? —giró su cuerpo y se levantó un poco, apoyando su codo en el colchón, y su mentón en la palma de su mano para así mirar a Felix en espera de la respuesta.

— Me imagino que es como una explosión de colores y sonrisas. —hicieron contacto visual, no pudo evitar sonreír levemente—. Porque cuando ves a esa persona, dentro de ti sientes un estallido de sentimientos que podrían describirse como una explosión de pintura de muchos colores.

— ¿Y la explosión de sonrisas?

— Cuando estás con esa persona y la miras fijamente y prestas tu atención a ella, comienzas a sonreír por sus pequeños gestos y acciones. —hizo un ligero ademán con sus hombros y miró hacia abajo intentando averiguar si de verdad era así como se sentía—. También porque su sonrisa te contagia, ¿No crees?

Lo miró otra vez y sonrió, volviendo a hacer un ademán con sus hombros. Jisung soltó una pequeña risa pero al final también sonrió, asintiendo levemente por lo que el rubio había dicho. Para ser alguien que no conocía sobre ese sentimiento (al menos así lo creía Jisung) sabía muy bien sobre cómo se sentían la mayoría de personas sobre eso.

— Nunca me había puesto a pensar en ello pero, creo que lo definiste realmente bien. ¿Seguro que no te gusta alguien? —arqueó una de sus cejas dudoso.

— Creo que... Hay alguien. —sonrió ampliamente.

— Esas son las opciones.

Los tres habían descendido su cabeza al oír las dos opciones que su Dios les había dado. Ninguno (ni siquiera el mismo Dios) estaba de acuerdo. Una de ellas era peligrosa para ellos mismos y la otra muy dolorosa para cierto ángel. Changbin suspiró pesadamente, no era nada fácil y menos si se trataba de Felix, de ese pequeño rubio al cuál quería proteger tanto debido a que lo encontraba muy frágil.

— ¿Changbin? —llamó el rubio frente a él para sacarlo del trance donde parecía estar—. Elige tú, tú eres el guardián de Felix así que debes ver por su seguridad y bienestar. —volvió a decir esta vez intentando animarlo un poco.

— Le decimos a Felix que Hyunjin tiene algo que ver con su origen y alejamos a Chan de Jisung, o le cambiamos el dueño a Felix.

Ante las palabras de Dios volvieron a guardar silencio. Debía sacrificar la amistad de Chan y Jisung o los sentimientos de Felix que se negaba a aceptar; No era una decisión fácil ya que en ambas sabía que el pequeño pecoso saldría lastimado y era lo que menos quería. Cerró sus ojos y los apretó con fuerza intentando saber cuál era mejor opción.

Se sentía nervioso, sus manos sudaban y su corazón latía de forma rápida. No sólo eso, comenzaba a dolerle la cabeza debido a las complicaciones. Soltó un largo suspiro decidido aunque no convenido. Volvió a abrir sus orbes y lentamente subió su mirada a Dios quien lo miró de vuelta esperando alguna respuesta. Finalmente habló:

— Vamos a contarle a Felix que Hyunjin es parte de su origen... —tomó aire para pensarlo una vez más, pero la respuesta no cambió—. Y alejemos a Chan de Jisung. —terminó de hablar.

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• ¡Hola! Espero estén teniendo una linda
mañana, tarde o noche. Esta vez no me tardé,
aquí está el capítulo. La inspiración me regresó
así que ya pude escribir más capítulos por
lo que no tardaré en actualizar muchos días.
Perdonen si tuve algún error ortográfico o en
la redacción, si es así pueden decirme y lo
editaré.

Ya casi son 5k leídas, estoy realmente muy
feliz de todo el apoyo que ha recibido la
historia. Honestamente en un Jilix no esperé
tener tanto ): Pero agradezco tanto que
permanezcan aquí apoyando. ¡Muchísimas
gracias por leer, por sus votos y sus
comentarios los cuales me encanta leer!
Hasta luego.♡

PD: Les recomiendo esperar de 3 a 5 minutos
para leer los capítulos ya que al subirlo lo
vuelvo a editar debido a que wattpad me
cambia los guiones; Y para que su lectura
sea más cómoda lo edito nuevamente a los
guiones largos. Muchas gracias. ✨