#13
— ¿Otros pueden verte? —el rubio asintió—. ¿Y escucharte? —volvió a asentir. el castaño frunció un poco su ceño—. Deseo que no sea así.
— ¿Mh? —miró a su dueño y ambos hicieron contacto visual.
— No conoces mucho acerca de este mundo, ¿Cierto? —se encogió de hombros y desvió su mirada—. Quiero mostrarte algunas cosas pero si giro el espejo ellos podrán verte y oirte, eso me causará problemas.
Felix guardó silencio, le había sorprendido el hecho de que Jisung quisiera enseñarle cosas de su mundo, ¿Por y para qué? Sin importarle la respuesta se limitó a sonreír, estaba emocionado así que cuestionarse algo así ahora podría causar un cambio de opinión en el castaño. Asintió y chasqueó sus dedos para conceder la petición ajena.
No pudo evitar sonreír aún más, pero esta vez giró su rostro a otra dirección para que el castaño no lo notará. Estaba feliz, Jisung no era tan malo como parecía; Se atrevía a decir que tuvo suerte al ser asignado a él, comenzaba a sentirse útil en compañía de su dueño. Volvió a mirar al dicho, se encontraba caminando por una calle extremadamente grande, era de noche y podía observar las hojas de los árboles moverse por el viento.
— ¿A dónde vas? —murmuró alzando su mirada para verlo gracias a que el mayor había puesto el espejo en un pequeño bolso delantero de su suéter.
— ¿Qué a dónde vamos? —esa pregunta incluyéndolo le hizo sonreír, anteriormente también lo había incluido cuando dijo que iban a salir—. Es una sorpresa, hay algo que quiero mostrarte en nuestra cita. —soltó una risa.
— ¿No crees que es peligroso? Se está haciendo muy tarde...
— Si se hace tarde entonces sólo tengo que desear estar en casa, ¿No? —miró a la pequeña hada en su espejo y sonrió ampliamente.
Lo observó, su forma de expresarse y su sonrisa eran diferentes, o quizás esa era su personalidad siempre; Como Felix ya sabía, habían muchas cosas de Jisung que no conocía. Tal vez Jisung siempre sonreía así, sólo que no lo había visto anteriormente. Pensar en esa posibilidad le hizo feliz; Ver ese lado del castaño le gustaba.
— Mira. —tomó el espejo entre sus manos y lo apuntó hacia el agua, mostrando las luces de colores reflejar en la misma—. Es el río Han, como mi apellido. —sonrió—. Aquí suelen venir las personas cuando están teniendo mucho estrés... —suspiró y suavizó su expresión—. Muchos se suicidan aquí por la presión que tienen en su vida, por eso hay frases que pueden motivarte, ¿Puedes verlas? —bajó un poco el espejo, mostrándole a Felix aquellos escritos.
El rubio observó algunas frases, tan sólo verlas le hacía sentir mal por todas esas personas que pusieron fin a su vida ahí; Eso le volvía a cuestionarse si ese mundo era realmente cruel o difícil. ¿Qué tan malo debe ser para que las personas decidan terminar con eso, tirándose por el puente? Volvió a mirar el agua reflejar las luces cuando Jisung subió el espejo de nueva cuenta.
— También suelen desahogarse aquí, te paras en el centro y gritas todo lo que quieras soltar. El resto de personas no puede escucharte... —se apoyó en la rejilla.
— ¿Tú lo has hecho? _cuestionó con miedo a que dijera que sí—. ¿Te has desahogado aquí?
Guardó silencio unos segundos, no le gustaba pensar en el pasado; En realidad ya no había pensado en el pasado desde que Felix había aparecido, sin embargo en ese momento le fue imposible no hacerlo. Suspiró tranquilamente y después una ligera sonrisa se formó en sus labios antes de responder a la pregunta del rubio:
— Sí, muchas veces. —el menor frunció su ceño—. Antes solía venir casi todos los días... Realmente tenía mucho que gritar, y creo que aún tengo cosas que soltar.
— Hazlo ahora. —hicieron contacto visual ya que el castaño había girado el espejo hacia él cuando escuchó eso último.
—sonrió y negó—. Claro que no, niño. No haré de nuestra cita un recuerdo triste. —se apartó de la rejilla y comenzó a caminar de regresó por donde había llegado.
— Moh... No te preocupes por mí, puedo alejarme para que puedas desahogarte. —se cruzó de brazos.
Jisung se detuvo, sacó el espejo de su bolso (ya que anteriormente volvió a meterlo allí) y miró al rubio fijamente, haciendo contacto visual con él.
— No te vayas. —Felix relajó su cuerpo al oírlo—. Estamos en una cita, ¿Me vas a dejar?
No respondió nada, no sabía qué responder así que sólo descendió su cabeza para no tener que mirarlo más. Jisung rió leve y continuó caminando tras guardar el espejo donde anteriormente lo había hecho asegurándose de que el rubio pudiera ver al exterior. No mencionaron algo más hasta que después de unos largos minutos de silencio llegaron a su destino.
Felix apreció muchos árboles rodear una enorme área verde, parecía un bosque aunque no tan profundo, era más bien espacioso. Le gustaba, se veía la luna alumbrar las hojas y el terreno; Además podía observar el cielo estrellado también. Sonrió ampliamente mientras seguía observando todo lo que podía.
— ¿Te gusta? —miró como el menor asentía varias veces, también pudo notar sus ojos brillar, gracias a eso sonrió—. Estamos en el parque Yongsan, es un lugar agradable para pasar el rato.
— Es realmente bonito. —sonrió ampliamente.
Sujetó el espejo para poder acostarse en el césped, puso el pequeño objeto sobre su pecho para que el menor también pudiera mirar el cielo, lo cual hizo inmediatamente quedando hechizado por lo bonito que se veía; Era la primera vez que lo miraba de esa forma. Sonrió relajado tanto por la vista como por los latidos del castaño que claramente podía oír.
— Ahora que lo pienso... Tienes pecas, ¿No es así? —preguntó haciendo que el rubio tocara sus propias mejillas—. Eres como el cielo de noche, tienes las estrellas en tu rostro, Felix.
— ¿Qué estás diciendo tan de repente? —murmuró avergonzado, y aunque el castaño no lo estaba viendo tapó sus pecas.
Si la primera vez que lo conoció le hubieran dicho que Jisung era así de directo y ¿lindo? quizás, se había reído. Se sentía nervioso y avergonzado, pero también se sentía feliz porque creía estar haciendo un vínculo con el mayor; Sin embargo no iba a negarlo, eso de una forma también le estaba aterrando demasiado.
— ¿Podrías contarme cómo ocurrió aquel día? ... ¿Cómo eran las cosas antes, y cómo fueron después? —cuestionó intentando ser lo más sutil posible.
Jisung entendió sus palabras y sólo suspiró para después asentir.
— Cuando era pequeño me mudé a Malasia, allá escribía canciones, mejor dicho hacía rap tanto improvisado como escrito. —cruzó sus brazos por debajo de su cabeza—. Entré a una competencia de música cuando iba en primaria, ahí conocí a Chan, él ganó mejor track y yo mejor rap. Nos hicimos buenos amigos, hablábamos todos los días, le hablé de Corea y que pronto regresaría, a él le gustó tanto el país que convenció a su familia de mudarse...
Hizo una pausa y frunció su ceño.
— Aunque... Siento que no fue la única razón por la que se mudó.
— ¿A qué te refieres?
— Me dijo que quería vivir en Corea, experimentar algo nuevo, pero en el fondo ocultaba algo... Se portaba extraño y no quería hablar más de Australia, fue raro aunque nunca le pregunté. —respondió, le restó importancia y cerró sus ojos para continuar—. Me mudé tiempo antes de entrar a preparatoria, era el primer día ahí... A mí hermano menor y a mí nos gustó mucho la habitación, pero ya que llegué primero ahí la gané, aún así no salí para que él no hiciera trampa. —soltó una pequeña risa.
Nuevamente hizo una pausa, ésta vez no para intentar recordar, sino para intentar decirlo sin sentirse mal como siempre ocurría.
— Eran las 4am creo, desperté porque hacía frío así que bajé, allí estaban ellos, tendidos en mantas que habían puesto sobre el suelo; Después de todo era la primera noche ahí, no podíamos hacer mucho. —liberó su brazo derecho para ponerlo sobre sus ojos—. Prendí la chimenea, creí que eso les daría un poco de calor. Regresé a mi habitación y dormí... Cuando volví a despertar, todo se estaba quemando, había demasiado humo y bastante ruido, eran los policías, las ambulancias y los bomberos. Realmente no podía respirar, pero recuerdo que me sacaron de ahí.
— ¿Tu familia...?
— Cuando abrí los ojos estaba en el hospital. Mi padre y mi madre murieron por el humo y el fuego. —quitó su brazo para observar el cielo tras abrir sus orbes—. Mi hermano tenía quemaduras de tercer grado, creí que podría cuidar de él, comencé a pensar miles de cosas, debía conseguir trabajo, quizás dejar la escuela; Pero dos días después falleció. —pudo sentir la primera lágrima deslizarse por su mejilla—. La familia de Chan me apoyó, cubrieron los gastos del hospital y los destrozos de la casa; Desde entonces mi vida ha sido así, como ahora la ves.
— Perdona... —se encogió de hombros—. De verdad lo lamento.
— No tienes porqué pedir perdón... —sonrió leve—. Intentaba culparme y odiarme por ello, aún sigo intentándolo, ni siquiera asistí a sus funerales, ni los he visitado desde entonces... Pero aún así no puedo odiarme, me estoy esforzando pero no puedo.
— ¡Pero no es tu culpa! —alzó un poco la voz para que el castaño no lo interrumpiera—. ¡Sabes que no es tu culpa...! Así que Jisung, por favor no te culpes...
Jisung a pesar de no conocer lo suficiente al menor, pudo saber una cosa en ese momento gracias a su voz; Felix estaba llorando.
꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦
• ¡Hola! Espero estén teniendo una linda
mañana/tarde/noche. Lamento actualizar
después de siete días, esta semana me
mudé así que estuve ocupado con eso.
Gracias por la paciencia, y muchísimas
gracias por leer y por apoyar la historia.
Perdonen si tuve algún error ortográfico o
en la redacción, si es así pueden decirme y
lo editaré. De verdad muchas gracias por
las 1.2k leídas, estoy feliz que les guste la
historia. Una vez más gracias por todo, y
hasta luego.♥︎
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