Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#39

— No. —respondió en un tono serio—. No tengo nada qué decir. ¡Tú me conoces perfectamente, siempre he buscado lo mejor para el Reino! ¡No sé de lo que está hablando!

— Ibas a ser su ángel... —murmuró Changbin poniéndose de pie también para enfrentarla—. ¡Tú ibas a ser ángel de Felix! Tenías que hacerlo feliz, ¡Pero cuando se suicidó no dejaste de insistirle a Dios para traerlo!

— ¡Porque era lo mejor para él!

— No tienes derecho de decidir eso... —murmuró alejándose un poco—. Felix se suicidó, eso significaba que Chan iba a llorar por él, únicamente por él ya que a ti no te recordaba.

— Hiciste... —dijo ahora Dios sorprendido—. Hiciste que trajera a Felix sólo para que Chris tampoco pudiera recordarlo. —dirigió su mirada a la pelirroja que estaba frente a él.

Jihyo frunció su ceño y miró rápidamente a Felix, quién seguía sujetando con fuerza su cabeza debido al dolor que sentía en ésta. Sin saber qué hacer, qué decir o cómo actuar, se puso de pie para alejarse lentamente de los tres, pero detrás de ella estaba Hyunjin, quien la sujetó con fuerza por los hombros.

— Jihyo...

Felix susurró con la voz rota, lentamente el pecoso alzó su mirada a la chica, a aquella pelirroja que había alguna vez considerado su mejor amiga. Por otra parte, Jihyo miró al rubio, no paraba de derramar lágrimas, se vería realmente destrozado pero debía admitir que la manera en la que el menor se encontraba no logró causar nada en ella.

— Perdón...

Se arrastró con lentitud hasta las piernas foráneas, abrazándose a éstas con fuerza mientras seguía pidiendo perdón. Ahí fue cuando finalmente Jihyo sintió pena por él.

— Felix... ¿Por qué...? —ni siquiera pudo argumentar la pregunta, estaba en shock ante la actitud del menor, y se sentía nerviosa ante la mirada de todos.

— Te gustaba Chris hyung... —se aferró aun más a las piernas de la chica—. Lo lamento por gustarle, enserio perdón. —se disculpó entre lágrimas.

— ¿Cómo puedes pedir perdón...? —dijo entre dientes en un tono molesto—. ¡¿Cómo eres capaz de pedirme perdón, Felix?!

Con sus manos deshizo el agarre ajeno para así alejarse, liberandose también del agarre que Hyunjin tenía sobre sus hombros. Una vez apartada de los cuatro chicos, miró al rubio que seguía en el suelo. Sin embargo, a diferencia de la mirada de Felix, Jihyo lo miraba con odio y rencor.

— ¡Arruinaste la poca vida que me quedaba! ¡¿Sabes cuánto tiempo duré intentando hacer que Christopher me notara?! ¡No es justo que...! —apretó los puños al sentirse contagiada por el llanto ajeno— No es justo que le gustaras después de haber aparecido de la nada... —cayó de rodillas al suelo—. Y no es justo que me pidas perdón cuando la mala aquí soy yo, Felix...

— Puedo entenderlo... —comentó con la vista en el suelo—. Como dijiste, tú llevabas mucho tiempo intentando hacer que te notara y yo lo arruiné todo... Entiendo lo que hiciste...

Alzó su mirada a la pelirroja y frente a todos, decidió continuar hablando:

— Entiendo porqué me empujaste aquella vez desde el puente de Sidney... —sonrió dulcemente.

La habitación se quedó en silencio. Jihyo aún en el suelo se arrastró un poco alejándose del menor, pudo escuchar sus propios latidos los cuales iban muy rápido, al mismo tiempo se sintió intimidada ante las miradas de todos.

— ¿Qué...?

Murmuró Dios con grande sorpresa.

— ¿No fue un suicidio? —cuestionó Hyunjin en un tono bajo debido a la sorpresa también.

— Era muy difícil... —habló el pecoso obteniendo las miradas de todos—. Era muy difícil vivir esa vida, con mis padres, con los chicos que me golpeaban en la escuela... ¿Pero sabes, Jihyo? —lentamente se puso de pie, limpiando sus mejillas al mismo tiempo. aún con la dulce sonrisa en su rostro bajó su vista a la pelirroja, mirándola desde arriba— Mi vida se iluminaba por ti y por Chris hyung... Sólo por ustedes dos yo quería seguir viviendo.

— Felix... —dijo su ex-guardian acercándose a él.

— ¡Quería seguir viviendo! —alzó la voz ante la chica—. ¡¿Sabes cómo fue que me sentí cuando me dijeron que habías muerto?! —las lágrimas no tardaron en volver, pero esta vez no eran de tristeza— Y aún después de tu muerte yo quería seguir viviendo... —sintió las manos de Changbin sobre sus hombros—. Tú lo sabías... Sabías que ese día me iba a confesar a Chris...

— Era el mismo día que ibas a iniciar como ángel, por eso aún podías salir del espejo. —miró a la chica—. ¿Dijiste que buscabas el bienestar del Reino? ¡¿Cómo puedes...?! No, ¡¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así?! ¡No conforme con asesinar a Felix, tuviste el descaro de insistirme para traerlo!

— ¡¿Y qué vas a hacer?! ¡¿Desterrarme?! —lo enfrentó quitando su vista del pecoso para dirigirla a su Dios—. Si lo haces entonces afectaras el equilibrio del Reino, no puedes hacerlo. —sonrió ampliamente.

— ¿Crees que me importa más el Reino? —sujetó a Jihyo del brazo para levantarla, sujetandola con fuerza.

Changbin con el agarre sobre Felix logró alejarlo de ambos al mismo tiempo en que Hyunjin también se alejaba para cubrir al pecoso, poniéndose frente a él y estirando sus brazos a los lados.

— ¿Lo harás aquí? —preguntó Hyunjin a su superior.

— ¿Tengo otra opción? —alzó su mano libre a la altura del rostro de la pelirroja quien asustada intentó zafarse.

— No puedes hacer esto... ¡Hyunjin... Él también te traicionó!

— Lo sé. —respondió en un tono firme y seguro—. Él también será desterrado del Reino, sin embargo; a él sí lo necesito ahora, a ti no.

— Maldita sea... —con su mano libre apareció un espejo frente a ella, logrando así zafarse del agarre de su superior.

Jihyo aprovechó ese momento para atravesar el espejo al mundo real, desapareciendolo después para así poder huir lejos del Reino y de Dios.
Hyunjin lentamente bajó sus brazos y miró sobre su hombro para comprobar que Felix estuviera bien.

— ¿Voy tras ella? —cuestionó Changbin soltando el agarre que tenia sobre el pecoso.

— No. —respondió su superior—. No tiene la energía suficiente para permanecer en el mundo real, pronto debe volver y si no es así, entonces cuando se quede sin energía será más fácil de traerla de vuelta.

— Dios. —habló Hyunjin.

— Sabes que no puedo cambiar las reglas, me traicionaste, traicionaste al Reino... Y debo desterrarte quieras o no. —se dio la vuelta para regresar a su oficina pero se detuvo en la entrada de ésta—. Pero no te preocupes, por el momento no lo haré... Te necesito junto a Changbin, después del problema del aeropuerto Chan y Jisung los necesitarán más que nunca.

— Hyung estaba... —murmuró Felix—. ¡Jisung!

Sin mirar a nadie más, corrió en dirección opuesta al resto, los tres lo persiguieron pero no lograron alcanzarlo, el menor había llegado a Beomgyu que estaba en otra habitación sentado junto a un espejo.
Felix dedujo que era el espejo que conectaba con Jisung, pero no podía ver nada a través de él.

— Beomgyu, por favor... Déjame ver a Jisung, aunque sea una última vez, te lo suplico. —pidió al castaño.

Beomgyu miró por detrás del pecoso a su Dios, quien lo dudó unos segundos pero al final terminó por darle la aprobación, así que el castaño se levantó y paso su mano por el espejo, dándole así a Felix visión a través de él.

— Es él... —dijo en un murmullo, su expresión se veía feliz—. Todo este tiempo, fui ángel del amigo de Chris con el cual compitió en Corea del Sur hace algunos años...

Sonrió ampliamente y avanzó hasta el espejo, sabia que Han no podía verlo, pero aún así puso su mano sobre el objeto, acariciando sobre éste la piel de Jisung que podía recordar perfectamente cómo se sentía. Un dolor en su pecho se hizo presente al igual que las lágrimas, pero por más que doliera no quería apartarse, quería quedarse ahí, admirando al chico que le hizo poder sentir el amor de nuevo.

— Hyung...

Salió de su trance y se giró, ignorando por completo a los tres chicos que estaban frente a él. Avanzó a ellos, evitandolos y esta vez con más calma fue hasta otro lado de la habitación, siendo seguido en todo momento por Hyunjin, Changbin y por supuesto su Dios. Al otro lado se encontró a Seungmin, quien al verlo no dijo nada debido a los tres chicos tras el rubio.

— Seungmin, ¿Puedo ver a Hyung un momento, por favor? —le pidió con la mirada vacía.

— ¿Hyung...?

Murmuró el ángel, Seungmin miró a su guardián y a su Dios en busca de respuestas las cuales obtuvo con tan sólo ver sus expresiones faciales. Tras recibir la aprobación ajena, aún con algo de duda hizo la visión de Felix visible. Al otro lado del espejo estaba Chan, terminando de meter sus cosas en una maleta sobre la cama.

— Hyung... —puso sus dos manos sobre el espejo.

Ante sus ojos, Chris se veía un poco diferente, y no hablaba de su aspecto físico, en realidad físicamente era igual a cuando niños, de eso estaba seguro. Se refería a lo mental, no podía percibir esa aura alegre que emitia cuando eran más jóvenes, pero logró entenderlo.

— Jamás me olvidó, ¿Cierto?

Seungmin negó.

— Yo también le gustaba... —dijo con una pequeña sonrisa aliviada en su rostro.

— Su amor por ti era tan fuerte que no pudo olvidarte —escuchó a su Dios decir—, y debido a que él seguía recordándote, tú tenias recuerdos de tu pasado, porque inconscientemente Christopher te estaba manifestando, ¿Entiendes? —no hubo respuesta pero supo que el menor lo captaba — De la misma forma... Debido a que querías seguir viviendo, tu mente quería volver a los momentos donde estabas vivo, es por ello que te enamoraste de Jisung, porque en vida tú estabas enamorado de Chris.

— Me enamoré de Jisung... —repitió las palabras de su superior pero no aparto su mirada de Chan.

— Felix... —habló Changbin.

No sabían cómo tratar a Felix, se estaba portando extraño después de recordar su origen, sabían que se estaba aguantando muchas cosas, pero al mismo tiempo las demostraba.

— Quiero estar solo. —finalmente se apartó del espejo, quitando su mirada de su antiguo mejor amigo luego de unos segundos.

En silencio paso a un lado del resto, dirigiendose hasta otra habitación que estuviera sola. Se sentía tan confundido, todo parecía un sueño, tampoco sabía cómo sentirse respecto a Jihyo. Su mente, sentimientos y emociones estaban mezclados entre su yo del pasado antes de morir y su yo del presente. Por un lado quería abrazar a su ex mejor amiga, quería llorar con ella, al igual que quería estar junto a Christopher, pero al mismo tiempo sólo quería estar con Jisung.

No sabía qué hacer.

— ¿Me enamoré de Jisung? —se cuestionó a sí mismo confundido de sus propios sentimientos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro