14
Otra pesadilla más. Desde que descubrió que era mágico, Armin ha tenido sueños extraños, espeluznantes, sueños que simplemente hacían que sus ojos se llenaran de lágrimas. No sabía qué estaba haciendo mal. Intentó hacer todo en las largas listas de instrucciones de Sucrette. Y habían momentos del día en que se sentía incómodo sin ninguna razón y la realidad parecía mucha más ruidosa que antes.
Y no era el único que le pasaba esto. Alexy también sentía algo extraño, pero como él sabía cuales eran sus poderes, podía lidiar con ello. Sueños extraños sobre un niño cantándoles una canción de cuna le resultaban reconfortante al peliazul en vez de desgarrador; los gritos de adultos con el lloriqueo de bebés les causaba a ambos pavor pero Alexy tenía el coraje suficiente como para anotar todo e intentar recordar más.
"¡NO VAS A CAUSAR MÁS DAÑO AHORA!" gritó la voz femenina.
"¡ESTÁS LOCA! DAME A LOS GEMELOS, YA ADAM SE HA IDO POR TU CULPA ¡VAS A HERIRLOS A ELLOS TAMBIÉN!" el hombre siempre parecía ser el más racional.
Los gritos se compilaron de una forma que ya no podía entender nada. El ruido en su cabeza era horrible. Platos rotos... Sirenas de policías y ambulancias... Había despertado pero no era su cuarto...
—¿Aún estoy soñando?— se levantó del oscuro cuarto, las ventanas tenían unas cortinas gruesas que no dejaban el sol entrar, justo como a él le gustaba. Fue hasta el espejo y sé espantó— ¿Señor Farrés...?— se puso aún más pálido que el cuerpo en donde estaba, tanto que se desmayó. Unos minutos después despertó en su cuarto. En su cuerpo.
No consiguió moverse durante unos minutos. Quería ir lo más rápido posible a su celular para relatarle todo lo sucedido a Sucrette. Pero ningún músculo le hacía caso, estaba en shock.
Era otro día de escuela para Castiel. Le disgustaba todo. El fin de semana había pasado demasiado rápido, necesitaba al menos una semana de descanso en su cama sin hacer nada. No podía creer que Debrah haya hecho todo eso, de ninguna manera ¡Él fue su novio! ¡La conocía mejor que nadie! Todo le ardía, en especial, su muñeca en donde antes estaba el brazalete que ella le dio. Le gustaría haber mandado todo al carajo y quedarse en casa, pero su madre insistió que "sus malas vibras estaban arruinando sus petunias" así que lo echo.
A este punto ya todos le habían pedido perdón a Su, excepto él, su orgullo no lo dejaba y seguía insistiendo que había una explicación a todo esto.
—¡Armin!— exclamó la susodicha entrando a la escuela— ¡Me llegó tu mensaje! Hablemos de ello...— ella y los gemelos se alejaron y empezaron a hablar de quién sabe que "Probablemente un estúpido chisme..." pensó el pelirrojo.
La primera ronda de clases pasó y no consiguió absorver nada. Sólo que el profesor Farrés parecía enfermo y que la profesora de lengua parecía molestarle mucho el hecho que no este haciendo nada.
Llegó el recreo y nadie estaba junto a él. Ni el mismo Lysandro, era la primera vez que su mejor amigo no lo acompañaba en un recreo. Todo porque el fin de semana el victoriano fue a consolarlo y él simplemente no dijo nada, no estaba de humor para hablar. Después intentó convencerlo en disculparse con ella y reventó:
—¡No hables de ella!
—Castiel, estás consciente de que ella no hizo nada malo ¿Verdad?
—Quién sabe...
—¡Castiel! ¡Sucrette acaba de perder a su padre! ¡Después de toda esta situación! Lo mínimo que le debes es un disculpas y un pésame...— el chico de cabello celeste no entendía a su amigo.
—Vete.
—¡¿En serio vas a actuar así?!
—TE DIJE QUE TE VAYAS— era la primera vez que le gritaba a su mejor amigo. Era la primera vez que este se enojaba con él. Era la primera vez que todas las pláticas de Nathaniel sobre cómo él "Actua sin pensar" estaban haciéndole peso.
Sus pensamientos en serio lo estaban tormentando porque se tropezó con nada más ni nada menos que Violeta.
—Mira por donde caminas.— dijo de inmediato, a pesar de también ser culpable.
—Podría decirte lo mismo.— le respondió.
Le parecía demasiado extraño el cambio de Violeta. Le parecía muy extraña Sucrette ¿Cómo estaba TAN segura que iba desenmascarar a Debrah? ¿Qué tal si ella no hizo nada y todo fue una trampa? Dake, ese idiota, le hizo ojitos a Debrah y después mostró sus verdaderas intenciones ¿Están todos controlados por Sucrette? ¿Tal y como el soldadito? ¿Cómo ella pudo hacer que hasta Lysandro le tendiera una trampa a Debrah?
—¿Te quieres hacer la dura por alguna razón o fuiste a la tienda a comprar una nueva personalidad? — las palabras salieron más filosas de lo que debería. Le agradaba la chica y estaba empezando a establecer una buena amistad con ella, no quería arruinar eso por su mal humor pero el espiral de ira no paraba.
—¿Disculpa? Simplemente, empecé a tener más confianza sobre mí misma.
—¿En serio es eso? ¿O simplemente haces lo que Sucrette dice sin dudar de ella?— otra vez, sus palabras eran venenosas.
Ella le dio una cachetada de inmediato.
—¡¿EN SERIO ESTÁS INSINUANDO QUE SU TIENE LA CULPA?! ¡¿INCLUSO DESPUÉS DE ESCUCHAR QUE DEBRAH ES LA CULPABLE DE LO QUE LE PASÓ A JADE?!— se fue furiosa, ni le dio tiempo al chico para procesar lo que había pasado.
Jade. Jade era un chico del club de jardinería. Era amigo de Violeta, los dos parecían tener una onda medio romántica. Luego, unos rumores empezaron:
—Escuché un rumor de Jade...— dijo Debrah, la atención de la artista estaba al 100% en ese instante.— Al parecer es gay...
La sangre se había ido de la cara de Violeta
—¡Eso no es verdad!— todas miraron a Violeta con cara de pena, pensaban que estaba en negación porque es su crush— Conozco muy bien a Jade y no es así ¿Dónde escuchaste esto?
—Escuché a Amber y a sus amigas comentándolo.
—Por favor no digan más al respecto. Traerá problemas para Jade esos rumores.
La verdad era que Jade era bisexual, se lo había confiado a Violeta. Los dos estuvieron ansiosos por estos rumores, pues sabían que si llegaba a los oídos de los padres de él, le iría mal. Lamentablemente siguieron y llegaron a los oídos de estes. Una mañana su madre encontró una carta en su habitación, ya era tarde, ya se había lanzado del puente.
Castiel recordó al chico, no le parecía mala persona pero no parecía caerle bien a la de tatuajes. Era demasiado coincidencia que ella fuera una de las primeras en comenzar el rumor, era demasiada coincidencia que ella no presentara ninguna emoción cuando anunciaron su muerte, ni si quiera cuando Violeta estaba llorando.
¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿En serio ha estado fumando en el techo del edificio durante dos horas? Nathaniel lo va a molestar por perder clases... Tenía que hacer algo para que su cerebro vuelva a funcionar como antes.
Sucrette, los gemelos y Dake estaban pensando que podía significar lo que les estaba pasando:
—Tal vez Armin también es vidente, pero tiene más afinidad a tener visiones del pasado— sugirió Dake.
—No.— respondió la chica de inmediato— El tercer ojo funciona de forma muy particular, a veces puedes forzarte a obtener información pero siempre te será limitada y será lo que necesitas ¿Por qué el destino o el universo decidiría que los gemelos deben tener las mismas visiones del pasado? No tiene sentido, sería mejor que uno tuviera unas y el otro, otras. Además que ese detalle de Farrés me da mala espina... Creo que los poderes de Armin tienen que ver con la mente.
—Entonces nuestras opciones son: telepatía, lavar cerebros, poseer personas, IQ alto, poder ver y manipular recuerdos... ¿Me falta algo más?
—Esperen ¿Poseer? Entonces ¿Armin pudo haber poseído al profe?— preguntó Alexy, sentía que una pieza del rompecabezas faltaba pero no sabía cuál.
—Es una posibilidad. Tal vez deberíamos preguntarle al señor Farrés.— Dake le dio otra mordisca a su barra de chocolate.
—Claro, vayamos a preguntar si sintió que su cuerpo estaba raro esta mañana— replicó Armin
—Farrés también es mágico, va a comprender.
—¡¿Qué?!— los gemelos dijeron en unísono.
Por un momento a Sucrette se le encendió un bombillo "No creo que sea eso... Aunque sólo hay una forma de averiguarlo".
—Será mejor no perder el tiempo y preguntarle entonces.— anunció ella con una cara determinada.
Se encaminaron a la sala de profesores, pero encontraron una escena.... Curiosa... Kentin estaba sosteniendo a un chico musculoso, del otro lado, el señor Farrés estaba aterrado y confundido:
—¡¿AHORA ME VAS A DECIR QUE NO ME RECUERDAS?!— fue lo que el misterioso chico gritó ¡¿Cómo rayos esto había ocurrido?!
Esa mañana Kentin se había levantado preocupado, ayer Evan le había dicho que hoy llegaría a la ciudad. Sabía que el chico estaba furioso con su infancia, así que tenía que hacer una rutina de ejercicio para calentar el día, puesto tenía que usar todas sus fuerzas para que no acabe en problemas. Coloco su mano en el bolsillo de su pantalón, se ha vuelto costumbre hacerlo, y poco a poco pensaba que estaba perdiendo su sanidad mental.
"Antes de ir a la escuela quiero que pases por la tienda de antigüedades que queda al lado del café Diamond. Vas a decirle al vendedor que eres un enviado del amante de los caballos y que quieres el plan pegaso"
—Esto es ridículo— Kentin miró el pedazo de papel—Voy a llegar tarde a clase si hago esto— sintió otro papel en su bolsillo.
"Hay suficiente tiempo, pero créeme, si no lo haces, en serio vas a llegar tarde :D" Considerando que la última vez él papel le dijo que fuera a comprar unas cosas en la misma tienda de antigüedades y que cuando se negó terminó atrapado en un ascensor por dos horas.... No tiene opción...
Fue a la tienda con cara de cansancio:
—Soy un enviado del amante de los caballos, vengo a por el plan pegaso— Kentin le susurró al vendedor para que el resto de los clientes no lo vieran raro.
—Por supuesto— sonrió el vendedor y le dio un pergamino.
—¿Cuánto por esto?— dijo abriendo su billetera.
—Si el amante de los caballos te mandó a buscar esto, entonces es tuyo.
Estaba confundido pero no quería llegar tarde así que fue directo a la escuela. En la clase de Farrés no pudo contener su curiosidad y empezó a inspeccionar el pergamino: Era un mapa de toda la ciudad y habían estrellas coloridas en varias ubicaciones. La amarilla estaba titulada como proyecto time, la verde como proyecto overtaker, la roja como fire, la azul como water,... Y bueno, sí, habían muchos nombres del estilo. No tenía idea qué significaba, luego intentaría hablar con la extraña entidad que le deja mensajes.
A la hora del almuerzo sintió un papel:
"Tu amigo Evan está a punto de caerle a putazos a tu profe, me apresuraría si fueras tú :v "
Y así es cómo llegamos a esta situación. Kentin estaba agarrando a Farrés con todas sus fuerzas mientras que el pobre estaba confundido, no era el mejor día para él, por algo no le llamó la atención por no prestar atención en clase.
—¡Oye! ¡¿Qué le estás haciendo al profesor Farrés?!— exclamó Alexy desde la distancia.
Evan se volteó y le gritó:
—¡No te metas!— pero al ver la cara del peliazul se quedó congelado, todos sus músculos dejaron de moverse.
Sucrette y Dake miraban la escena como si supieran exactamente lo que está pasando, mientras que Armin parecía estar buscando otras opciones.
—¡¿Cómo que no me meta?! ¡No puedes andar atacando a alguien sin razón!— Alexy siguió defendiendo sin darse cuenta que todos estaban con los ojos como platos.
—¿Alexy?
—¿Cómo sabes mi nombre?— la fuerza de las piernas de Evan se desmoronó, Sucrette tomó este momento para actuar.
—¡Dake! ¡Kentin! ¡Lleven al señor Farrés a la enfermería!— Dake captó su intención, mientras que Kentin se quedó dudoso ¿Debería dejar a Evan sólo? Pero después de una mirada más de Sucrette él obedeció también.
"Espero que sepa lo que hace porque Evan es duro"
Alexy seguía confundido mirando al chico que estaba en el suelo. Sucrette se arrodilló en el suelo y comenzó a hablar:
—Hola chico misterioso, soy Sucrette. Sólo estoy asumiendo pero, tú estás consciente de tus poderes ¿Cierto?
—Sí...
—¡¿Él también tiene poderes?!— exclamó Alexy, aún no conectando los puntos y Sucrette se preguntaba cómo aún no lo lograba.
—¿Adam?— preguntó Armin y ahí es cuando la expresión de su gemelo cambió.
—Ahora me llamo Evan— tenía la más pequeña y dolorosa sonrisa—¿Armin?
Los siguientes minutos fueron ellos mirándose entre sí y después comenzar a llorar, al final se abrazaron. Sucrette se sintió muy incómoda con la escena pero tenía que permanecer para aclarar bien la situación. Aunque ni si quiera fue necesario que ella dijera algo, puesto a que Armin preguntó:
—¿Qué conexión Farrés tiene con nosotros?— su mirada se endureció.
—Que ridículo nombre eligió para cambiar su identidad... Él es nuestro padre...
Aquí les dejo otro capítulo porque me dio una sobredosis de inspiración :D
Teorías sobre quién es la entidad de los papelitos? Se esperaban lo de Farrés?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro