[33]
— No.
— ¿Por qué no?
Yoongi volteo a mirarlo como si la respuesta fuese obvia.
— No seas cabezota, rojito. Si abrimos esa cosa otra vez nos quedaremos ciegos y sin oídos — Taehyung iba a refutar, pero siguió — Además no es como si tuvieras la respuesta.
— Bueno, no...
— ¿Lo ves?
— Tks... no me llames rojito, es tonto.
De nuevo reino el silencio en la habitación de SeokJin, pero fue roto por Hoseok, que se levantó de un salto llamando la atención de los 6 restantes del grupo.
— Yo opino que los gritos son un mensaje oculto que solo los más valientes resuelven porque logran escuchar hasta el final — el chico alzó el brazo — Me ofrezco como voluntario, es muy varonil.
— Hoseok, los gritos son insoportables, dudo que alguno de nosotros pueda — dijo Jungkook antes de meterse una galleta de chocolate — Olvídalo y no te tortures así.
El mencionado hizo un ligero puchero para luego volver a sentarse.
— Oye, mi mamá hizo esas galletas para mí — dijo Taehyung resaltando la palabra "mí" — Dame.
— No, son mías, la señora Kim dijo que son especialmente hechas para los invitados — se aferró al bolo que contenía el postre — De verdad que eres un mal anfitrión...
— ¡Yo no te invite! — Exclamó.
Jimin suspiro cansado. Ver a sus amigos discutiendo era divertido, pero ahora solo empeoraba su estrés.
— Ya cálmense — pidió mientras alargaba la letra "e"
Fue ignorado.
Bufo. Taehyung y Jungkook estaban a punto de tener una competencia de fuerza de brazo para ver quien era el más fuerte y así quedarse con todas las galletas, mientras que Hoseok los animaba. Por otro lado, Namjoon miraba atentamente los libros de escritores muggles que SeokJin poseía, sintiéndose intrigado por todas las historias que podría encontrar en la estantería del castaño.
— Si te gusta, puedes llevarte un libro... o dos, las que quieras — sonrió apenado por tropezar las palabras ante el chico inteligente frente a él — Ese es bueno.
— ¿Este? — Alzó el libro y SeokJin asistió — ¿Los juegos del hambre?
— A los muggles les gusta — se alzó de hombros.
Namjoon no tenía ni la más remota idea sobre los que le gustaban a los muggles, pero si era recomendación del castaño, lo tomaría.
— Ya veo... Tomaré prestado este entonces, si no es molestia.
— Para nada — agito sus manos en negación
Namjoon le ofreció una sonrisa donde dejaba lucir sus lindos hoyuelos como agradecimiento — ¿En serio?
El castaño alzó su dedo índice para dejarlo sobre el hoyuelo de su amigo — Ya deja eso, te digo que no es molestia.
— Esta bien, pero deja de hacer eso.
SeokJin carcajeó mientras su otro dedo atacaba la mejilla del chico — ¿Por qué? Es lindo, yo también quiero unos así.
Jimin se dejó caer en la mesa. No sabía desde cuando esos dos se comenzaron llevar mejor, pero le alegraba.
— Se supone que estamos reunidos para que me ayuden a mí y hyung con la siguiente prueba — murmuró — Esto es imposible.
— Solo es difícil — dijo Yoongi a su lado, llamando su atención — Si fuese imposible no sería una prueba para adolescentes.
— Estas muy relajado, hyung, quisiera estar de esa manera también.
El mencionado se alzó de hombros — El secreto es dejar de abrumarte.
Pero Jimin no podía dejar de pensar que después del baile de navidad llegaría la segunda prueba y que esta vez no contaba con ayuda de Chanyeol y mucho menos de Yoongi, quien estaba en las mismas.
— Yo no puse mi nombre en ese cáliz... ¿Por qué a mí?
— La mesa no te dará la respuesta — dijo — ¿Quieres una galleta?
— No.
— Las de vainilla están buenas.
— Esta bien, dame esas — extendió su mano y segundos después ya tenía el postre en su boca.
De repente, una alarma se escuchó por toda la casa. Yoongi sonrió al ver el sobresalto que tuvo Jimin, era adorable.
— Es algo que nos avisa cuando mamá nos llama, así no tendremos excusas de que no la escuchamos — explicó SeokJin, tomando el tazón de galletas — Ya bajen, seguro la cena esta lista.
— Todos están tan acostumbrados a la magia... — murmuró Jimin.
Al llegar a la planta baja de la casa, se encontraron con un gran festín, casi como a los que estaban acostumbrados a tener en el castillo. Todo se veía delicioso.
— Vengan a sentarse, vengan, vengan.
Yoongi, en un descuido, dejó caer un retrato que se movía, y en ella se podía ver a un señor dibujando en el aire con ayuda de su varita un "Familia Kim" con una gran sonrisa. Cuando estaba por recogerla, el señor Kim se apresuró a hacerlo por él.
— Muchacho, siéntate, me encargare de eso.
— Lo siento, señor Kim — hizo una pequeña reverencia avergonzado.
— Ya está, ve a sentarte, no te preocupes por eso — le dio un empujoncito y Yoongi sintió la verdadera calidad en ese hogar.
Cuando tomó asiento enfrente de Taehyung, este miraba el cuadro en el suelo con una expresión de preocupación para luego suspirar y tomar su tenedor.
— Me esforcé con la cena, espero lo disfruten — sonrío la amable madre de los mellizos.
Todos agradecieron y empezaron a comer, los hermanos Min nunca habían disfrutado tanto de una cena.
Las clases volvieron a la normalidad el lunes y Jimin deseaba tener un poco de tranquilidad luego de haber peleado cara a cara un con dragón, sin embargo, desde que había vuelto al castillo, todos hablaban de su pelea y como había conseguido el cofre de una manera ingeniosa.
Misteriosamente, todos habían olvidado que lo odiaban porque sentía el ambiente menos pesado y las miradas de arriba a bajó hacia su persona habían desaparecido, por suerte.
— Jimin, concéntrate.
El mencionado parpadeo luego de salir de su trance y vio como los palos que estaba manipulando para hacer una bufanda ahora estaban enredando el hilo desenfrenadamente
— Perdón, perdón — dijo luego de bajar su varita — es que no logro entender porque no puedo encontrar la respuesta al cofre, es frustrante.
Yoongi lo miro por un momento sin saber qué decir, él tampoco había tenido demasiada suerte y su compañera peor.
— Esto no funciona...
— ¿Eh?
— Te traje aquí para distraernos juntos, y te estoy enseñando el viejo hechizo de mi abuela para hacer mis bufandas, pero tu solo piensas en el cofre — hablo Yoongi con un ligero ceño fruncido — Empieza desde cero, así eliges otros colores que ese feo amarillo y verde.
Jimin ignoro el insulto hacia su combinación de colores y dejó de lado el enredo de lana que había creado y en cambio sacó un papelito — ¿Y si mejor...?
— No.
— ¿No..?
— No. — volvió a repetir — No quiero.
— Escucha, si pensamos juntos, podremos hacerlo y así-
— Que no — volvió a responder Yoongi — No quiero.
Jimin parpadeo varias veces, en un estado de confusión
Acaso Yoongi... ¿estaba haciendo un berrinche?
— Yoongi-ah.
En ese instante, Jennie apareció con un libro en sus manos y sobre él una carta. Se veía cansada, pero aun así seguía luciendo una perfecta imagen y belleza.
— ¿Qué? — dijo Yoongi cuando su hermana le extendió el sobre.
— Es de mamá, un vocero.
El cuerpo de Jimin se estremeció al escuchar lo último, recordando el vocero que recibió su amigo cuando su madre se entero cuando la había desobedecido.
— ¿Ahora?
Jennie asistió.
— Bien — se levantó — Jimin, vuelvo en unos minutos, espérame y arregla ese enredo.
Jimin apretó los labios ante el silencio incomodo que se formó, siento interrumpido con el sonido de los zapatos de Jennie.
La chica se sentó a su lado y de inmediato colocó sus mechones de cabello rubio detrás de su oreja y terminó de ocultarlos con su vincha negra.
— Jimin.
El chico se enderezó de un respingo cuando escucho su nombre — ¿Sí?
— Oye, tranquilo... perdón, no quise asustarte
El rubio solo le dio una pequeña sonrisa avergonzada.
— ¿Ya tienes pareja para el baile de invierno?
— Eh... no.
La chica asintió despacio, y luego fijo su vista hacia la lana en el suelo.
— Supongo que tú ya encon-
— He recibido algunas propuestas... pero el que debe estar mas preocupado eres tú, después de todo los campeones del torneo tienen que bailar con sus parejas para dar inicio.
¿Qué?
Jimin parpadeo.
— ¿Nosotros tenemos que abrir el baile?
Jennie asistió y luego soltó una pequeña risa.
— Parece que no tenías idea
— Pues, no...
— No te angusties, mi hermano probablemente tampoco tenga a nadie en mente, es así de tonto y testarudo — dijo mirando la puerta por donde Yoongi había salido — Parece que lograste atrapar a mi hermano, cosa que es algo complicado con la personalidad que tiene. Tal vez y vayan juntos.
— No lo creo, seguro hyung irá con Joo-hyung.
La frente de Jennie se arrugó — ¿Con ella? Lo dudo mucho, rubio.
Luego de decir eso, tomo en sus manos el cobre que Jimin tenía y lo analizo con la mirada.
— Ugh, sirenas.
— ¿Sirenas?
Jennie asisto acercando el cofre hacia él para que notara a las sirenas que adornaban el cofre plateado.
— Tendrás problemas si es que vas a competir contra ellas — dijo y luego se detuvo viendo fijamente el cofre — ¿Y si mi hermano y tú van al lago negro? Tal vez y consigan algo.
— ¿Lo crees?
— No pierden nada con intentarlo, resuelve el acertijo y preocúpate luego por conseguir a una linda chica que te acompañe al baile.
De inmediato, Yoongi salió luciendo candado, como si hubiese sido regañado por horas.
— Yoongi, yo ya me voy — dijo tomando su libro y devolviéndole el cofre a Jimin — tal vez quieras dar una visita al lago con Jimin mañana.
Y con eso, se fue.
— ¿A que se refiere?
— A que ya tenemos una pista para encontrar el acertijo — sonrió Jimin.
Yoongi se dejó caer cansado a su lado cerrando los ojos frustrados. Él solo quería hacer bufandas de lana como su abuela y no pensar en nada más.
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