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[15]

— La competencia de Quidditch se acerca — dijo Joo-Hyun, rompiendo el incómodo silencio con una sonrisa encantadora. Su cabello negro azabache se movía ligeramente con la brisa. Cualquiera podría admitir que era una chica preciosa — Me imagino que debes estar agotado por el entrenamiento.

— ¿Eh? — respondió Yoongi, volteando hacia ella con una mirada perdida. No había estado prestándole atención.

— Que si estás muy cansado por el entrenamiento de Quidditch — repitió, esta vez con un tono más molesto, frunciendo el ceño al no tener la completa atención del peligris.

— No mucho — respondió de manera indiferente, mirando hacia el horizonte.

Joo-Hyun observó su rostro inexpresivo, haciendo un puchero. A veces, Yoongi podía ser tan frío. Al menos, así lo veía ella, y no le gustaba para nada. Prefería cuando era más cálido, como cuando eran niños y él siempre se preocupaba por ella. 

Entonces, algo cruzó por su mente. ¿Y si su frialdad tenía una razón más profunda? Sabía lo delicado que era ese mes para él. ¿Debería arriesgarse a tocar el tema otra vez?

— ¿Te encuentras bien hoy? — preguntó con suavidad, mientras su mano se deslizaba con cuidado sobre el hombro de Yoongi. — Sabes... este mes es complicado para ti y en cualquier momento podrías recaer. Me preocupa mucho lo que pueda pasarte, Yoonie. Ya sabes que estoy contigo para lo que necesites.

Yoongi se detuvo de golpe, como si el mundo a su alrededor se hubiera congelado. Suspiró profundamente antes de voltearse hacia su amiga. — Joo-Hyun, ¿cuántas veces tengo que decirte que estoy bien? Por favor, deja de insistir con eso.

— Está bien, fue mi error, no te enojes — dijo rápidamente, aunque no pudo evitar sentir el nudo en su garganta cuando él comenzó a caminar de nuevo, alejándose de ella. Sin pensarlo mucho, aceleró el paso para ponerse a su lado de nuevo. — ¿No estás molesto, verdad?

— No, no lo estoy — respondió con una mirada que, aunque no era cruel, tampoco era cálida. — Solo deja de hablar de eso, ¿sí?

— De acuerdo... 

— ¿Qué haces aquí por cierto?

Joo-hyun sonrió nuevamente — Hoy es sábado, estamos libres, además que tus padres decidieron que tus hermanos se quedaran en el castillo el día de la familia, por eso quería aprovechar para pasarlo contigo. 

— No puedo, estaré ocupado. 

— ¿Ocupado todo el día? — preguntó Joo-Hyun, arqueando una ceja, sospechando que era una excusa. — Si es así, ¿te parece que vayamos por un postre cuando termines tus "asuntos"?

— Me temo que no podré, lo lamento.

— ¡Oh, vamos! — insistió ella, su sonrisa algo más débil pero aún intentando mantener la conversación ligera. — Escuché que trajeron unos dulces picantes nuevos que...

Yoongi dejó de prestarle atención de repente. Sus ojos se desviaron hacia las escaleras del castillo, donde un chico rubio estaba parado con una expresión de frustración en su rostro.

— ...No me llama mucho la atención, pero ¿te gustaría probarlos conmigo? — La sonrisa de Joo-Hyun se desvaneció cuando notó que Yoongi miraba fijamente hacia otro lado. — ¿Me estás escuchando?

— ¡Jimin! — gritó Yoongi de repente, avanzando rápidamente hacia el chico rubio, dejando a Joo-Hyun en medio de la frase.

— Oh, buenos días Yoongi — saludo amablemente Jimin, luego fijó su mirada en la pelinegra. Sería muy descortés de su parte no saludarla también, pero no recordaba su nombre.   

— ¿Vas a la enfermería? — preguntó Yoongi, interrumpiendo antes de que Jimin pudiera decir algo.

— Sí, iba a ver a Seokjin, pero la escalera se movió y me desvió del camino — contestó Jimin, rascándose la nuca con una risa nerviosa.

Jimin se sentía de cierta manera intimidado por la amiga de Yoongi. Esta se encontraba detrás de él con los brazos cruzados, frunciendo el ceño levemente y apretando los labios mirándolo de arriba a abajo, justo como lo había echo el día que la vio por primera vez.

Tampoco olvidaba el trato que tenía con la elfina domestica de los Min. Para él la primera impresión era importante y no se había llevado una positiva por parte de la chica.  

— Te acompaño — dijo Yoongi sin pensarlo dos veces.

— Pero, Yoongi... — comenzó a decir Joo-Hyun, sorprendida por la brusquedad con la que había sido ignorada nuevamente.

— Lo siento, Joo-Hyun — la interrumpió Yoongi, sin siquiera girarse para verla —, pero mi hermano está en la enfermería, herido, y necesito ir a verlo. Puedes ir tú sola a probar esos dulces si tanto te interesan.

La pelinegra se quedó parada en su lugar, observando cómo Yoongi y Jimin se alejaban lentamente, dejándola atrás. Se mordió el labio, frustrada pero sin querer rendirse tan fácilmente.

— ¡Puedo acompañarlos! — propuso con una sonrisa, intentando disimular su incomodidad mientras aceleraba el paso para alcanzarlos. — De igual forma, no tengo nada interesante que hacer.

Yoongi detuvo su andar un momento y giró la cabeza hacia ella con una expresión neutral.

— Será muy aburrido, Joo-Hyun. Además, solo pueden ir dos personas — explicó Yoongi con una mirada rápida al rubio que caminaba junto a él. — Tendrías que quedarte afuera. ¿No es así, Jimin? Tú me lo dijiste ayer, ¿recuerdas?

El rubio parpadeó, claramente confundido mientras intentaba recordar cuándo había dicho algo así. No le sonaba en absoluto, pero cuando cruzó la mirada con Yoongi, lo entendió. Sus ojos oscuros estaban ligeramente más abiertos de lo normal, mostrando una sutil súplica. Era una petición silenciosa, una señal clara de que Yoongi necesitaba su ayuda en ese momento. Si eso era lo que él deseaba, no tenía dudas de que lo apoyaría.

— ¡Oh, claro! — respondió Jimin, reaccionando rápidamente y sonriendo de manera casual. — Lo recordé ahora. Las reglas de la enfermería se volvieron mucho más estrictas este año.

— Ya veo... — murmuró Joo-Hyun, un poco decaída mientras su entusiasmo disminuía. — Supongo que será para la próxima entonces. Si logras tener un poco de tiempo hoy, avísame.

— Está bien — respondió Yoongi sin mucha emoción. Luego giró hacia Jimin y le dio una señal con la cabeza. — Vamos.

Jimin asintió y ambos se alejaron, dejando a Joo-Hyun tras ellos. Mientras caminaban, Yoongi no pudo evitar sentir una creciente incomodidad por el cambio en el comportamiento de Joo-Hyun. Últimamente, parecía que había vuelto a ser esa chica de antes, la que había prometido no ser más. Temía que lo ocurrido años atrás se repitiera, y que la promesa que le hicieron a su tiempo acabará rompiéndose.

El pasillo por el que avanzaban estaba decorado con retratos encantados de magos ilustres. Algunos de los retratos los saludaban amistosamente, mientras que otros los miraban con desdén, claramente molestos por la interrupción en sus charlas. A pesar del ambiente mágico, reinaba un silencio tranquilo entre ambos, pero Jimin no dejaba de sentirse inquieto. Quería establecer una conversación, conocer más de Yoongi. Había algo en él que despertaba una curiosidad sutil en su interior. Lo único que sabía con certeza de Yoongi era que tenía tres hermanos, estaba en Slytherin y que, curiosamente, odiaba el pie de manzana.

Mientras Jimin buscaba las palabras adecuadas para iniciar una charla, Yoongi lo sorprendió rompiendo el silencio primero.

— Gracias — dijo, sin mirarlo, manteniendo su tono bajo y tranquilo mientras seguía caminando con las manos en los bolsillos.

Jimin rió suavemente, sin ocultar su alivio.

— Está bien — respondió. — Por un momento pensé que iba a arruinarlo todo. Casi no capto la indirecta.

Yoongi asintió ligeramente y, por primera vez en el día, le dedicó a Jimin una pequeña sonrisa.

— Te lo agradezco de verdad — murmuró Yoongi. — Fuiste de mucha ayuda.

Jimin se sintió ligeramente aliviado por el cambio de actitud y, con algo de valor, decidió preguntar lo que realmente le rondaba en la cabeza.

— Uhm... disculpa si soy algo entrometido, pero... ¿puedo preguntar por qué no querías que ella nos acompañara? — cuestionó, intentando no sonar invasivo. — ¡Solo si tú quieres! No tienes que responder si no te sientes cómodo.

Yoongi guardó silencio por unos segundos, como si estuviera evaluando la pregunta. Al final, suspiró, relajando ligeramente los hombros.

— Joo-Hyun y yo... tenemos una historia algo complicada — confesó, sin ofrecer demasiados detalles al principio. — Digamos que hay cosas del pasado que prefiero no revivir. Además, ella tiende a ser algo... intensa. Y en este momento, no puedo lidiar con eso.

Yoongi se detuvo brevemente antes de continuar.

— Además, hay dos razones más — explicó, manteniendo su tono tranquilo. — La primera tiene que ver con mi hermano. Jungkook y Joo-hyun no se llevan bien, y prefiero evitar su mal humor. La segunda es su comportamiento reciente conmigo. Últimamente quiere estar pegada a mí todo el día, y no quiero que vuelva a hacerse ideas equivocadas, como en el pasado...

Jimin lo miró, algo sorprendido, aunque en el fondo ya lo sospechaba. No había que ser un genio para notar que Joo-hyun sentía algo más por Yoongi. Lo cierto es que su insistencia se había vuelto bastante obvia.

— ¿Quieres decir que crees que está enamorada de ti? ¿Como antes? — preguntó Jimin, entre curioso y cauteloso.

Yoongi asintió lentamente, sin mirarlo directamente.

— Exacto. Espero estar equivocado. La aprecio mucho, pero no de la manera que ella espera — dijo, aunque había un ligero tono de cansancio en su voz.

Parecía que la conversación quedaba ahí, pero algo en la mente de Jimin seguía dándole vueltas. Mientras caminaban, frunció el ceño, algo confundido. Era cierto que Joo-hyun le daba mala espina por su comportamiento, pero no podía negar que era muy atractiva. De hecho, ella podría fácilmente ser la protagonista de esas películas románticas "muggle" que veía en el orfanato de vez en cuando, aquellas en las que todos los chicos se enamoraban de la chica perfecta.

Yoongi, notando su expresión, lo miró de reojo.

— ¿Por qué esa cara? ¿Olvidaste hacer alguna tarea otra vez? — bromeó, con una ligera sonrisa en los labios.

— Es solo que... tu amiga es muy linda... — confesó

Yoongi detuvo su paso, arqueando una ceja mientras lo observaba, claramente sorprendido por la confesión. ¿Acaso Jimin estaba interesado en Joo-hyun?

Jimin notó rápidamente que su comentario había sido tomado con otro contexto, negó rápidamente moviendo las manos exageradamente.

— ¡No, no, no! ¡No me malinterpretes! Solo quise decir que... es realmente hermosa, pero no de esa forma... ya sabes... — balbuceó, claramente nervioso.

Yoongi asintió lentamente, aunque seguía sin entender por completo a dónde quería llegar Jimin con este comentario.

— Lo que quiero decir es... ¿en serio nunca te interesó ni un poco? — preguntó Jimin, esta vez con más cuidado, genuinamente intrigado.

Ah, ahora Yoongi lo entendía.

— Que sea bonita no es suficiente para que me interese — respondió con una pequeña sonrisa. — No es mi tipo.

Ese último comentario golpeó a Jimin de manera inesperada. ¿Tan claro tenía Yoongi que nunca miraría a Joo-hyun de otra manera? Era una declaración definitiva.

Después de esa pequeña conversación, el silencio volvió a caer entre ellos, pero esta vez, Jimin lo encontró más cómodo, aunque aún procesaba lo que acababa de escuchar.

Finalmente, llegaron a su destino: las puertas de la enfermería estaban abiertas de par en par, y al asomarse dentro, vieron a Seokjin tendido en una camilla, con Taehyung a su lado. Al otro extremo de la sala, Jungkook lloriqueaba mientras observaba su brazo vendado, y a su lado, una chica de aspecto severo lo regañaba con los brazos cruzados.

— ¿Jennie? — dijo Yoongi, sorprendido al ver a la pelinegra.

La mencionada levantó la vista al escuchar su nombre y se acercó a ellos. Cada uno de sus pasos resonaba en el suelo de la enfermería, gracias a los tacones que llevaba. Desprendía una elegancia imponente con su porte refinado y su atuendo sofisticado, que claramente era de alta costura y resaltaba su esbelta figura.

— Ahora resulta que se creen cazadores de arañas gigantes — bufó con una mezcla de molestia y exasperación. Para ese momento, Jimin ya había avanzado hacia sus amigos, dejando a Yoongi y Jennie solos.

— No pensé verte por aquí — comentó, ignorando lo dicho por su hermana.

Jennie lo miró con los ojos entrecerrados, claramente indignada.

— Jungkook es mi hermano, por si se te olvida — respondió con un tono afilado. — ¿De verdad pensaste que no me importaría enterarme de que estaba en la enfermería?

Yoongi levantó las manos en un gesto de paz, sin ánimos de discutir y camino hacia la camilla de Jungkook ignorando a su hermana por completo.

Jimin, al otro lado de la enfermería, intentaba desesperadamente convencer a Seokjin de que tomara la medicina que la enfermera le había recetado para su estómago.

— Vamos, hyung, necesitas tomar esto si quieres sentirte mejor — le dijo Jimin, sosteniendo el frasco verde con una expresión de preocupación.

Seokjin frunció el ceño, mirando el frasco con evidente desagrado.

— Ya no he vuelto a vomitar. ¡Estoy bien! — protestó, cruzándose de brazos como un niño pequeño. — No pienso tomar esa cosa asquerosa. Mejor vámonos, de verdad me siento mejor.

Jimin suspiró, sabiendo que Seokjin podía ser bastante obstinado cuando algo no le gustaba. Recordó que en la madrugada, una compañera de Seokjin lo había llevado a la enfermería con una cubeta. Había estado vomitando toda la noche y Taehyung recibió la noticia esa misma mañana. Aunque parecía mejorar, la enfermera había insistido en que Seokjin necesitaba tomar la medicina para recuperarse por completo.

— Hyung, si no te tomas esto, no vas a mejorar del todo. Además, ¿quieres que la enfermera venga y te haga beberlo a la fuerza? — preguntó Jimin con una pequeña sonrisa, intentando suavizar la situación con humor.

— No, gracias — respondió Seokjin, mirando el frasco como si fuera una poción venenosa. — Te aseguro que me siento mucho mejor. Vámonos ya.

Justo cuando Seokjin intentaba levantarse de la camilla, la puerta de la enfermería se abrió de golpe, y un chico entró corriendo a toda velocidad hacia la última camilla, donde otro estudiante descansaba.

— ¡Soobin! — exclamó el recién llegado, claramente angustiado.

Era Yeonjun, y nunca lo habían visto tan preocupado. Su rostro estaba pálido, y sus ojos reflejaban una mezcla de miedo y desesperación mientras se acercaba a Soobin, quien yacía inmóvil sobre la camilla.

















¡Hola! Lamento la demora :c

En otras noticias, pensé hacer algo especial, así que termine por decidirme a hacer un PDF con especiales, imágenes y datos extras de la historia que no serán publicados en Wattpad. Solo 100 personas podrán conseguirlo (luego diré como) ¡PERO! se los daré automáticamente a las primeras personas que apoyaron mi historia (ya los tengo apuntados) y no serán incluidos en las 100 personas.

Los amo!! 

Aureus ❄️ 




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