[12]
Era un sábado. Para la mayoría, el sábado era un día sagrado de descanso, de relajación, de disfrutar de un par de horas extras de sueño. Pero, lamentablemente para Jimin, ese no sería el caso. Entre sueños, algo o alguien trataba de arrebatarle la comodidad de su cálido edredón, mientras él, medio dormido, gruñía y se aferraba desesperadamente a su refugio de calor.
— Jimin... hey... Jimin... — la voz que lo llamaba era suave pero insistente.
Sintió cómo le arrebataban la sábana otra vez, y de nuevo trató de cubrirse, frustrado por la interrupción. Esta vez, la paciencia del intruso parecía haber llegado al límite.
— ¡Jimin! — Una voz femenina le gritó desde algún lugar de la habitación.
El rubio se sobresaltó, abriendo los ojos de golpe, completamente desorientado. Se frotó los ojos y parpadeó varias veces, tratando de reconocer su entorno, hasta que sus ojos encontraron la sonrisa brillante de Nick, quien lo miraba con una mezcla de diversión y energía demasiado desbordante para una hora tan temprano.
— ¿Qué sucede? ¿Por qué estás aquí? — preguntó Jimin, su voz aún ronca por el sueño.
Nick soltó una carcajada y respondió como si fuera obvio.
— ¡Hoy tenemos entrenamiento de quidditch, Jimin! — exclamó, como si eso debiera ser razón suficiente para saltar de la cama con entusiasmo — ¡Vamos, levántate! ¡Es hora de empezar a ganar!
Jimin se incorporó lentamente, estirando los brazos con pereza. Luego, miró hacia la ventana de su dormitorio y su ceño se frunció. El cielo seguía oscuro, ni siquiera los primeros rayos del amanecer se asomaban por el horizonte. ¡Ni los pajaritos habían comenzado a cantar! Todo esto le parecía una locura.
— Pero Nick... — comenzó, tratando de encontrar algún tipo de lógica en su respuesta — Aún no está amaneciendo, es demasiado temprano...
Nick lo observó como si Jimin no comprendiera el profundo significado de sus palabras. Había un brillo decidido en los ojos del chico, como si esta charla fuera la clave para derrotar a todos sus rivales en la temporada.
— ¡Exactamente, Jimin! — dijo Nick, con un entusiasmo casi contagioso — ¿Cómo se supone que aplastemos a Slytherin si estamos de flojos? Este año decidí que entrenaremos el doble. Si Slytherin entrena cinco horas, nosotros entrenaremos diez. Si Slytherin hace veinte sentadillas, nosotros haremos cuarenta. Si Slytherin...
— Está bien, está bien... — interrumpió Jimin — Entendí tu punto. Aunque deberías saber que Slytherin no es el único equipo al que enfrentaremos. También deberíamos preocuparnos por Ravenclaw y...
— Mi objetivo es Slytherin, Jiminie — lo cortó Nick, decidido — Ningún equipo ha empezado a entrenar todavía, y nosotros seremos los primeros. Este año quiero una victoria asegurada, quiero que...
De repente, una voz irritada interrumpió el fervor de Nick.
— ¿¡Podrían ayudarme por favor!? — gritó una chica mientras forcejeaba con los brazos y piernas de un Taehyung medio dormido que se resistía a levantarse.
Era Alison Johnson, la cazadora estrella del equipo de Gryffindor. Estaba intentando, sin mucho éxito, sacar a Taehyung de la cama. Él, en un acto de pura obstinación, le arrebató la almohada a Alison y la abrazó con fuerza, hundiendo la cara en ella.
— Es demasiado temprano... no quiero... — murmuró Taehyung, su voz amortiguada por la almohada.
Alison, que claramente ya estaba perdiendo la paciencia, resopló con frustración y agarró otra almohada, esta vez una de terciopelo color vino, para golpear con ella a Taehyung.
— ¡Kim Taehyung! — gritó exasperada, lanzando golpes suaves pero repetidos con la almohada — ¡Levántate, ahora mismo!
Entre bostezos y con los ojos entrecerrados, Taehyung se rindió. Se sentó en la cama y alzó las manos en señal de paz.
— Bien, bien... deja de golpearme. Ya me levanté — murmuró, aún somnoliento.
Se levantó lentamente, todavía arrastrando los pies, buscando su túnica de quidditch mientras Jimin hacía lo mismo con un suspiro resignado.
Nick, observando la escena con su energía inagotable, sonrió triunfante.
— ¡Con entusiasmo, chicos! — dijo, palmeando las espaldas de ambos como si fuera su entrenador personal — Nos vemos en el campo. Los quiero a los dos allí en diez minutos. ¡No se demoren!
Al salir de la habitación, Nick se topó con un recién despertado Yeonjun, quien estaba sentado en su cama, despeinando su cabello rojo mientras observaba el alboroto.
— Oh, buenos días, chico rojito — saludó Nick alegremente, antes de desaparecer por la puerta.
Yeonjun apenas levantó la mano en un saludo somnoliento, mientras Taehyung y Jimin, aún en pijama, compartían una mirada de resignación.
— Demasiado temprano para tanta energía — murmuró Taehyung, poniéndose su túnica mientras Jimin asentía de acuerdo, ambos preparándose para un entrenamiento que prometía ser agotador... y muy largo.
Jimin intentó saludar a Yeonjun, pero este esquivó su mirada, ajustándose las mantas con evidente molestia. Desde la perspectiva de Jimin, al menos Taehyung lo miraba, aunque Yeonjun parecía haber decidido ignorarlo por completo. El ambiente entre ambos se sentía tenso. Aunque Yeonjun hablaba con Taehyung sin problema, evitaba cualquier interacción con Jimin, y eso comenzaba a incomodarlo profundamente.
Un suave golpe en la cabeza lo sacó de sus pensamientos: una túnica había caído sobre él. Taehyung le había lanzado la prenda con algo de prisa.
—No tenemos mucho tiempo, y me dijeron que Nick puede dar miedo si llegamos tarde al entrenamiento —advirtió Taehyung.
Jimin asintió, todavía pensando en el frío que se filtraba a través de su ropa. Se puso la túnica sobre su sweater rojo del equipo de Gryffindor. Aún era muy temprano, y la brisa de la madrugada era lo suficientemente fría como para calar hasta los huesos. No le importaba cambiarse de ropa frente a su amigo; con Taehyung había confianza.
Una vez listos, bajaron juntos por la escalera de caracol hacia la sala común, Jimin con su escoba al hombro. Al llegar al retrato para salir, un golpe sordo interrumpió el silencio de la madrugada.
—Lo siento, se me cayó la escoba —murmuró Jimin en un susurro, intentando no hacer mucho ruido para no despertar a todos los que seguían durmiendo.
Con sigilo, salieron por el retrato, respirando el aire fresco de la mañana.
—¿Por qué tenemos que entrenar tan temprano? —se quejó Jimin, caminando junto a su amigo—. Taehyung, ¿te explicaron cómo son las reglas del quidditch?
—Sí, Nick me lo explicó todo —respondió Taehyung, con voz cansada.
Sin embargo, Jimin no podía quedarse callado y, durante todo el trayecto ladera abajo hacia el campo de quidditch, comenzó a relatarle a Taehyung la vez en el orfanato cuando, con apenas diez años, había estado jugando a las escondidas y cayó por unas escaleras. En ese momento, pensó que se había roto un brazo. Taehyung lo escuchaba atentamente, aunque a duras penas podía mantenerse despierto, hasta que finalmente llegaron al campo. Jimin guardó silencio al entrar en los vestuarios.
El equipo de Gryffindor ya estaba allí. Tal como lo imaginaban, el único que parecía realmente despierto y emocionado era Nick. Do Kyung-soo, por el contrario, estaba sentado con los ojos hinchados, cabeceando de sueño. Kwon Eunbi miraba distraída un punto fijo en la pared, mientras que Alison y Emma Miller, las cazadoras, bostezaban agotadas. Emma, más cansada que el resto, estaba incluso recostada sobre las piernas de su amiga.
—¡Bien! ¡Jimin y Taehyung ya están aquí! —exclamó Nick, dando una palmada para llamar la atención de todos—. Dejen de flojear —ordenó con energía.
Los presentes intentaron prestar atención, aunque el cansancio era evidente en cada uno de ellos.
—Veamos, tenemos nuevos integrantes que ya conocen: Park Jimin, Kim Taehyung, Alison y Kyung-soo. Estoy seguro de que ellos nos ayudarán a mejorar este año —anunció Nick, con una sonrisa que habría sido contagiosa si no fuera por el evidente cansancio de los demás.
Nick sacó su varita y, con un movimiento fluido, hizo aparecer un plano del campo de quidditch. Estaba lleno de líneas, flechas y cruces en diferentes colores, lo que hizo que varios de los presentes fruncieran el ceño, aún más confundidos. Para añadir un toque de humor, aparecieron pequeñas figuras representando a los jugadores de Slytherin, todos con sonrisas puntiagudas y un cartel encima de sus cabezas que decía "Loser".
Mientras Nick soltaba su extenso discurso sobre las nuevas tácticas, Kyung-soo, que había intentado mantenerse despierto, volvió a apoyar su cabeza en el hombro de Alison. Jimin, por su parte, comenzaba a adormecerse, sus párpados pesados mientras el monólogo de Nick se extendía indefinidamente.
—¡Perfecto! Eso es todo —anunció finalmente Nick, haciendo un gesto para cerrar el plano—. Creo que lo expliqué lo suficientemente claro, pero... ¿alguien tiene alguna pregunta?
Kyung-soo levantó una mano, visiblemente irritado.
—Sí, yo tengo una pregunta, Nick —dijo con sarcasmo—. ¿Por qué rayos no nos explicaste todo esto ayer cuando estábamos despiertos?
El rostro de Nick se oscureció, claramente molesto por la actitud de Kyung-soo.
—Escúchenme bien, quiero que se lo tomen en serio —advirtió, frunciendo el entrecejo—. Tendríamos que haber ganado la copa de quidditch el año pasado. ¡Lo teníamos todo! Pero nos confiamos demasiado, y Slytherin terminó aplastándonos. Además, perdimos a cuatro integrantes del equipo. ¿Tienen idea de lo humillante que fue para mí ver a Kim presumido Jong-in restregándome la copa en la cara?
La frustración en su voz era palpable. La derrota del año anterior aún lo atormentaba.
—Este año lo daremos todo, hasta la última gota de sudor. ¡Rápido, salgamos a entrenar! —gritó Nick, tomando su escoba y siendo el primero en salir de los vestuarios.
El equipo, aún adormilado, lo siguió a regañadientes. Habían pasado tanto tiempo en los vestuarios que el sol ya había salido por completo. Desde el campo, Jimin pudo ver a Seokjin y Hoseok sentados en las gradas, saludándolos desde lejos. Se apresuró a acercarse a ellos, junto con Taehyung.
—¿Aún no han empezado a practicar? —preguntó Seokjin, con una bolsa de papel en su regazo—. Les trajimos su desayuno.
—Aún no podemos comer —respondió Taehyung, con ojos hambrientos fijos en la bolsa de Seokjin, imaginando las delicias que les habrían traído del Gran Comedor—. Nick nos hará practicar ahora.
—¡Taehyung, Jimin! —los llamó Nick desde el campo.
—Ahí está. Los veo después, chicos —se despidió Jimin apresuradamente.
Montó su escoba y, con un impulso firme, se elevó en el aire. El frío viento de la mañana le golpeaba el rostro, y una sonrisa se dibujó en sus labios. No importaba cuántas veces lo experimentara, el quidditch siempre le hacía sentir vivo. Dio una vuelta rápida por el estadio, a toda velocidad, con Taehyung siguiéndolo de cerca, iniciando una pequeña carrera improvisada entre ambos.
Con el suave murmullo del viento matutino moviendo la hierba, el equipo de Gryffindor se preparaba para su primer entrenamiento del día, cuando una interrupción inesperada llegó en forma de un grupo vestido con túnicas verdes. El aire se volvió tenso en cuanto Emma miró hacia la distancia.
— Oh no... — dijo Emma con un susurro, su mirada fija en el horizonte — ¡Nick, tenemos problemas!
Nick frunció el ceño, claramente irritado al verse interrumpido. — ¿Por qué dices eso?
Emma señaló hacia el grupo que se acercaba — ¡Mira quién nos acompaña!
Un grupo de estudiantes de Slytherin avanzaba con sus escobas al hombro, liderados por Jong-in y, para sorpresa de todos, Yoongi. Vestidos con túnicas verdes y un aire de autosuficiencia, se dirigían hacia el campo como si tuvieran todo el derecho de estar allí.
— ¡¿Qué hacen esos aquí?! — exclamó Nick, indignado — ¡He reservado el campo para hoy!
Sin perder tiempo, Nick descendió rápidamente hacia el suelo, tan furioso que aterrizó con un golpe seco. El equipo lo siguió en silencio, con miradas cómplices, mientras Seokjin y Hoseok cruzaban el campo para ver qué ocurría.
— Jong-in — masculló Nick con visible molestia al acercarse al capitán de Slytherin — Esto es una pérdida de tiempo. Este es nuestro turno de entrenamiento. Hemos estado aquí desde el amanecer. ¡Lárguense!
Emma, siempre más diplomática, le susurró a su capitán — Nick, no discutamos. Hay bastante espacio para todos, podríamos...
— ¡Yo reservé este lugar! — cortó Nick bruscamente — ¡Váyanse!
— No hace falta gritar, Nick — intervino Yoongi, su voz calma, pero cargada de un tono serio. A su lado, Joo-hyun alzó una ceja mientras hablaba también.
— Ellos tienen una orden del profesor Choi para entrenar hoy — explicó Joo-hyun, intentando suavizar la situación —. Seguramente hubo un malentendido. No sabían que ustedes estarían aquí hoy.
La sorpresa llenó la mente de Jimin al ver a Yoongi con el uniforme de quidditch de Slytherin. "¿Min Yoongi está en el equipo de Slytherin?", se preguntó, observando al chico que tanto le había intrigado en los últimos días. No pudo evitar un leve escalofrío al mirarlo.
— Claro, ¿piensas que voy a creer eso? — replicó Kyung-soo con dureza, mirando a Joo-hyun de arriba a abajo — ¡Solo váyanse, llegamos primero!
Jong-in dio un paso adelante, con los ojos entrecerrados. — Tenemos una orden, Kyung-soo. Los que deberían irse son ustedes.
— ¡Maldita sea, váyanse ya! — espetó Kyung-soo, claramente perdiendo la paciencia.
El intercambio de palabras se hizo más hostil cuando Jong-in lanzó su comentario venenoso.
— ¿Y qué va a hacer un sangre sucia para sacarme? — escupió Jong-in, su tono lleno de desprecio — Su equipo no tiene talento. No hay necesidad de que practiquen, igual perderán.
El rostro de Kyung-soo se tornó rojo de vergüenza. Las palabras lo habían golpeado con fuerza.
— ¡¿Cómo te atreves, idiota?! — gritó Nick, sacando su varita, pero Alison y Jimin se apresuraron a sujetarlo antes de que hiciera algo imprudente — ¡Suéltenme!
Jungkook, quien hasta ahora había permanecido callado, decidió intervenir.
— En realidad, tiene razón — murmuró, mirando con desdén a los miembros de Gryffindor — Déjennos jugar en paz. ¿De qué les sirve entrenar si de todas formas siempre pierden? — añadió con un tono burlón — Tienes a jugadores que no tienen ni idea de lo que están haciendo. Kyung-soo apenas se enteró de que era mago, ¿de verdad creen que lo hará bien? — soltó una carcajada — Y es lo mismo con esos dos — señaló a Alison y Jimin — No me sorprendería que Jimin no dure ni cinco minutos sobre su escoba.
Esa última frase fue el detonante.
— ¡Repítelo! — gritó Taehyung, sacando su varita en un arrebato de ira.
Jungkook no dudó en responder, desenfundando su varita también, su sonrisa despectiva aún en su rostro.
— ¡No tienen talento! ¡Se caerán de sus escobas antes de que el partido siquiera empiece!
Pero antes de que Taehyung hiciera algo imprudente, Jimin reaccionó rápido. — ¡Expelliarmus!
Sin embargo, el hechizo no salió como Jimin lo esperaba. En lugar de desarmar a su amigo, la varita de Jungkook salió volando de su mano.
Taehyung no dejó pasar la oportunidad y lanzó su propio hechizo. — ¡Rictusempra!
Un rayo plateado impactó a Jungkook directamente en el estómago, haciéndolo doblarse de la risa. El chico cayó al suelo, incapaz de controlar las carcajadas que lo sacudían.
— ¡Por la diosa luna! — gritó una chica del equipo de Slytherin, con el rostro pálido — ¡No debiste provocarlo!
Yoongi suspiró.
— Te lo advertí, Jungkook — comentó con serenidad, aunque claramente no sabía cómo manejar a su compañero, que ahora se retorcía en el suelo de tanto reír.
Antes de que la situación pudiera escalar aún más, un grito resonó por todo el campo.
— ¡¿Qué está pasando aquí?! — La profesora Luna corría hacia ellos, seguida de la profesora Sun-hee, cuyo rostro irradiaba furia.
— ¡Finite incantatem! — gritó Sun-hee, revirtiendo el hechizo de cosquillas que mantenía a Jungkook atrapado en su ataque de risa.
El campo quedó en un silencio incómodo mientras las dos profesoras observaban el caos que se había desatado.
Jungkook dejó de reír, aunque su respiración seguía agitada. Con la ayuda de sus compañeros, se puso de pie, mirando con una furia contenida al pelirrojo que lo había atacado. Taehyung, por su parte, esbozaba una sonrisa satisfecha, mientras Nick parecía felicitarlo con una palmada en la espalda. Jimin, en cambio, observaba la escena con una expresión de culpa; no había querido quitarle la varita a Jungkook para que su amigo fuera atacado tan fácilmente.
— Quiero que me expliquen qué ha pasado aquí — exigió la profesora Sun-hee, llegando con paso firme junto a Luna, que tenía una mirada entre decepcionada y preocupada —. Esto no es un campo de duelos. Están aquí para entrenar, no para lanzar hechizos sin sentido.
El grupo se quedó en silencio, como si las palabras de la profesora hubiesen congelado el aire alrededor de ellos.
— ¿Quién lanzó el hechizo? — continuó Sun-hee, su con un tono demandante.
Sin dudar, los del equipo de Slytherin señalaron al unísono a Taehyung.
— ¡Él tiene la culpa, profesora! — se excusó rápidamente uno de ellos, intentando desviar la atención de sus propias acciones.
— ¡Insultó a todo el equipo! — saltó Nick, colocando una mano sobre el hombro de Taehyung, para respaldarlo.
Sun-hee alzó una ceja y, cruzando los brazos, dijo con autoridad:
— Suficiente. Taehyung y Jungkook, me acompañarán los dos. No permitiré este comportamiento bajo ninguna circunstancia.
Taehyung miró a su profesora con indignación, los ojos brillando de frustración. ¡Él no tenía la culpa! ¡Había sido provocado! Sin embargo, al ver la firmeza en el rostro de Sun-hee, no le quedó más opción que asentir con desgana y seguirla, mientras Jungkook lo acompañaba a regañadientes, lanzándole miradas asesinas al pelirrojo.
Los demás jugadores de Slytherin comenzaron a retirarse en silencio, algunos murmurando entre ellos, claramente molestos por la situación. Sin embargo, antes de irse, Yoongi dirigió una última mirada hacia Jimin, que seguía parado en su lugar, con el ceño ligeramente fruncido. Había lanzado el "Expelliarmus" con la precisión que Yoongi le había enseñado, y aunque las cosas no habían salido como esperaban, Yoongi no pudo evitar sentir un leve orgullo por su aprendiz. Esbozó una pequeña sonrisa antes de desaparecer junto a su equipo.
El termino Sangre sucia se refiera a las personas nacidas de padres muggle.
Ah... estoy algo cansada pero hay que actualizar
Quiero pedirles algo. Saque mi nuevo fanfic Yoonmin"Snowman" si gustan pueden ir a checar y dar sus lindas estrellitas. No se preocupen, no dejare a "Magic" de lado, lo tendré por encima de "Snowman" Por lo que "Magic" seguirá con actualizaciones rápidas
LOS QUIERO!!
No olviden su estrellita
Aureus ❄️
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