—Hey, ¿podemos sentarnos aquí? El tren está lleno —preguntó uno de los dos chicos que Jimin había visto antes de abordar. Ambos le sonreían, amables.

—Claro, adelante —respondió Jimin, haciendo un gesto con la mano.

El chico más alto se sentó frente a él, mientras que el otro ocupó el lugar a su lado.

—Soy Kim Seokjin —se presentó con una sonrisa amigable.

—Y yo soy Kim Taehyung, hermano menor por cinco segundos —añadió el otro con una sonrisa traviesa, notando la expresión confusa de Jimin—. Somos mellizos.

El rostro de Jimin se iluminó con sorpresa, formando una perfecta "O" con su boca. Nunca había conocido a mellizos antes.

—¿Gustan algunas golosinas? —interrumpió una voz desde la puerta del compartimiento. Era la señora del carrito de dulces. Los ojos de Taehyung brillaron de emoción, pero Seokjin lo bajó rápidamente de su nube.

—No, gracias —respondió Seokjin con un poco de pena—. Nuestra madre nos preparó algo de comida. —Los dos hermanos compartieron una mirada, ambos sabiendo que, aunque amaban a su madre, su comida no era precisamente deliciosa.

Jimin, viendo la pequeña decepción en sus rostros, recordó las monedas de oro que Chanyeol le había dado. Los mellizos habían sido muy amables con él, y quería devolverles el favor.

—Lo quiero todo —dijo Jimin de repente, mostrando sus monedas de oro.

—¡DE LA QUE NOS SALVASTE! —exclamó Taehyung, aplaudiendo con entusiasmo—. ¡La rana de chocolate es mía!

La señora sonrió y aceptó las monedas de Jimin, dejando el carrito lleno de dulces en su compartimiento. Los tres chicos miraron el montón de golosinas con asombro.

—Te agradecemos mucho... —comenzó Seokjin, claramente sorprendido por la generosidad de Jimin.

—Mi nombre es Park Jimin —dijo él tímidamente.

Al escuchar su nombre, los dos hermanos lanzaron un grito ahogado.

—¡POR LA DIOSA LUNA, ERES PARK JIMIN! —exclamó Taehyung, su cabello pelirrojo casi vibrando de la emoción.

—Lo espantas, Taehyung —murmuró Seokjin, dándole un codazo a su hermano menor. Taehyung sonrió, susurrando un apenado "lo siento" antes de meter una grajea de chocolate en su boca.

—Estoy igual de sorprendido —continuó Seokjin, mirando a Jimin con curiosidad—. Dime, ¿dónde estuviste todo este tiempo?

—Estuve en un orfanato —respondió Jimin con sinceridad—. Chanyeol hyung me trajo hasta aquí.

Seokjin asintió, y luego miró el desordenado cabello de Jimin con una pequeña sonrisa.

—Oh, entiendo... —Se inclinó hacia él, sacando su varita con un aire de decisión—. Conozco un hechizo para arreglar tu cabello. Dame un segundo...

Antes de que pudiera hacer algo, unos golpecitos en la puerta interrumpieron la conversación. Todos los chicos giraron la cabeza para ver a un joven alto con hoyuelos sonrientes en la entrada.

—Buenas tardes, mi nombre es Kim Namjoon —dijo el recién llegado con una pequeña reverencia—. Solo quería informarles que llegaremos pronto, así que prepárense. —Notó el intento de magia de Seokjin y sonrió—. Oh, ¿están haciendo magia? Quiero ver eso.

Namjoon se adentró en el vagón y, sin dudarlo, se sentó junto a Taehyung, quien le ofreció una grajea de chocolate con una gran sonrisa.

—Pelo liso, pelo amarillo, arregla este cabello, hazlo ahora mismo —recitó Seokjin, moviendo su varita con confianza. Sin embargo, en lugar de simplemente arreglar el cabello de Jimin, su melena azabache se transformó en un llamativo rubio.

La carcajada de Namjoon resonó en todo el vagón, llamando la atención de los demás.

—Por la Diosa Luna, ¡nunca había visto un hechizo así! —se burló Namjoon con una sonrisa burlona—. ¿Estás seguro de que eso es un hechizo real?

Seokjin enrojeció, claramente avergonzado.

—Yo... no estaba listo —se excusó rápidamente—. Lo siento mucho, Jimin.

—Te recomiendo que te acostumbres al rubio —comentó Namjoon con una sonrisa, dándole un leve golpe en el hombro a Jimin—. Y tú, Seokjin, deberías mejorar esos hechizos.

Taehyung, que había estado observando la escena con gran interés, estalló en risas.

—Está bien, Seokjin hyung. ¡Todos cometemos errores!

Namjoon se levantó y, antes de irse, le guiñó un ojo a Seokjin.

—Un placer conocerlos —dijo Namjoon, saliendo del vagón.

—Tks —chasqueó Seokjin con la lengua, claramente molesto consigo mismo—. En serio, lo lamento mucho, Jimin. Prometo arreglarlo.

Jimin miró su reflejo en la ventana del tren, viendo su nuevo cabello rubio. No lo diría en voz alta para no hacer sentir mal a Seokjin, pero prefería dejarlo así antes de arriesgarse a un nuevo desastre.

—No te preocupes —dijo Jimin rápidamente, esbozando una pequeña sonrisa—. Me gusta el rubio.

—¡Yah! —exclamó Taehyung, atrayendo la atención de los otros dos—. Tenemos la misma edad. Dejemos las formalidades. Jimin, seremos amigos, dime como te sientas más cómodo.

—Pueden llamarme como quieran —respondió Jimin, sintiéndose un poco más relajado.

—Cuéntanos, Jimin —dijo Seokjin, su curiosidad brillando—, ¿cómo es el orfanato? Siempre he sentido curiosidad por la vida muggle.

—Esto es una mierda —se quejó Jennie por quinta vez, mientras los tres chicos que la acompañaban rodaban los ojos, claramente acostumbrados a sus comentarios desagradables—. Jungkook, tú deberías estar de acuerdo conmigo.

Jungkook levantó la mirada de su libro, observando a su hermana mayor, quien le lanzaba una mirada suplicante en busca de apoyo.

—¿Quieres saber qué es una mierda, Jennie? —preguntó él, con una seriedad que hizo que Beomgyu intentara no reírse—. Que nos obligaras a ir en este maldito carruaje cuando pudimos tomar el tren.

—¿Y qué hay de mí? —protestó Jennie, indignada—. Estoy siendo obligada a ir con ustedes a esa tonta escuela cuando yo quería ir a Beauxbatons. 

Sus tres hermanos la ignoraron de nuevo, demasiado acostumbrados a sus quejas constantes. Yoongi solo suspiro, pues sabia que los berrinches de u hermana solo eran porque aún estaba herida, y él la entendía, claro, pero su paciencia tenía un límite. Jennie cruzó los brazos, derrotada y frustrada. 

—Más te vale comportarte —advirtió Jungkook sin mirarla —. Beomgyu, a pesar de ser el menor, es más maduro que tú.

Jennie abrió la boca para replicar, pero el carruaje dio un brusco salto y la hizo callar, su queja murmurada ahogada en el repentino movimiento.

—Ah, hyung —gruñó Beomgyu, el más joven—. Deberíamos habernos ido en tren y dejarla sola en su estúpido carruaje.

— Solo come un dulce gyu  —bufó Jungkook, cerrando su libro por un momento para suspirar—. Igual ya estamos por llegar.

El viaje continuó en silencio, algo que Jungkook agradeció internamente, ya que le permitía seguir repasando el libro de hechizos que había tomado prestado de la biblioteca de su padre antes de partir. Si quería derrotar a su hermano mayor, tendría que esforzarse más.

De repente, Jungkook levantó la vista de su libro, observando a Yoongi con curiosidad. No había dicho una sola palabra desde que salieron de casa. Tendría tiempo de preguntarle después.

Finalmente, el carruaje llegó a su destino. Al frente de los cuatro hermanos se erguía el imponente castillo de Hogwarts, su estructura majestuosa iluminada por la luz de la luna. Un joven abrió la puerta del carruaje y esperó en silencio a que cada uno de los Min descendiera. Después de acompañarlos hasta la entrada, el chico hizo una reverencia antes de despedirse.

—¿Familia Min? —Una mujer, de unos cuarenta años, los miraba detenidamente desde los pies hasta la cabeza. Llevaba un gran sombrero puntiagudo y una varita en la mano.

—Estamos muy contentos de recibir a chicos tan talentosos de la familia Min —les dijo, sonriendo—. Soy la profesora Sun Hee.

—Soy Min Yoongi —se presentó el mayor, haciendo una reverencia—. Ellos son mis hermanos: Jungkook, Jennie y Beomgyu, que es el menor.

—Fueron los últimos en llegar. Todos ya están en el castillo —explicó la profesora, aún con una sonrisa amable—. Sus pertenencias ya están en sus habitaciones. Como saben, mañana será la ceremonia de selección, así que necesitan descansar. Tobby los acompañará. Que tengan una linda noche.

La profesora Sun Hee se despidió con una inclinación de cabeza antes de girarse y marcharse.

Tobby, el chico que los había acompañado hasta la puerta, les hizo una señal para que lo siguieran. En silencio, los cuatro hermanos obedecieron, caminando hacia lo que sería el inicio de su nueva vida en Hogwarts.

Les presento a los hermanos Min 🐍 Al parecer no son muy unidos ¿Qué les parece?

Aun queda un integrante mas. sin mas los leo en otro capitulo. 

 Beauxbaton: La academia de magia Beauxbatons (en francés l'académie de magie de Beauxbâtons) es una escuela ubicada en el sur de Francia, bueno, siendo exacta en el Pirineo, Francia, Europa. Es una de las escuelas mas finas.

Aureus ❄