⭐TWO - "Si tienes el corazón roto, solo arriésgate"⭐
Meses después...
Luego de larga jornada de trabajo Jin llegó a su departamento y se arrastró hasta su cama solo para arrojarse a ella y morir de sueño como todas las noches. Realmente solo dormía un par de horas porque su turno en el bar terminaba en la madrugada y por las mañanas tenía otro trabajo. Constantemente cambiaba de trabajos pero esos eran los últimos en los que se había mantenido.
Cuando su alarma sonó como 10 veces, se levantó maldiciendo su vida y tomo una ducha, trataba de tomar en paz una taza de café pero en su edificio las paredes eran tan delgadas que todos los ruidos del exterior se filtraban, además de sus conflictivos vecinos, sus gritos hacían que le doliera la cabeza todos los días y no pudiese descansar realmente.
Observó sobre su mesa el montón de facturas atrasadas, ya tenía un montoncito enredado con un listón rosa. Se jalo los cabellos de la desesperación que le causaba estar en esa situación, maldecía por dentro a Taehyung, lo había destruido desde su núcleo, en verdad solo era la imagen de un Jin triste, roto, sin ganas de nada.
Abrió su bandeja de correo por error mientras trataba de abrir su app de juegos, hasta que vio que estaba llena de mensajes de la empresa a la que solía enviarle sus Webtoons. La última vez había dejado claro en un mensaje que estaría en "hiatus" por tiempo indefinido alegando que no le llegaba la inspiración, que estaba pasando por una situación difícil y que pedía disculpas por su repentina desaparición.
Pero los mensajes prácticamente llegaban por día, habría ignorado por completo esa situación pero alcanzó a ver que en uno le suplicaban una respuesta con una maravillosa oferta para que regresara, cuando sus ojos vieron la cantidad llena de ceros casi se cae de la silla donde estaba.
Inmediatamente contestó el mensaje para platicar sobre su situación, esperaba que le contestaran en algunos días pero grande fue sorpresa al ver que en cuestión de minutos el mensaje tuvo respuesta.
Se dirigían a él por su seudónimo "Abyss" pues ellos jamás supieron de su identidad, le pedían reunirse en persona ya que había términos que negociar y era de suma importancia conocerlo en persona, asegurando que mantendrían en confidencialidad su verdadero nombre y rostro. Al final se despedía respetuosamente dejando los datos de la cita ese mismo día, un tal CEO Kim.
Jin dudo si debería ir o no, pero ya que las deudas lo estaban ahogando no tenía opción, esa cantidad que ofrecían prácticamente saldaría sus deudas además iniciar nuevamente una obra podría traerle estabilidad económica.
✍🏼🦄
Observando el reloj y sabiendo que ya llevaba algunos 15 minutos de retraso llego corriendo al restaurante donde lo habían citado, llegó preguntando por el CEO Kim tal cual le había dicho en el mensaje, la jovencita que lo recibió le mostro donde sería su mesa y que el señor Kim ya lo esperaba. Jin camino y antes se fajó la camisa para simular un poco de etiqueta pero la verdad es que iba más casual que cuando iba de rol por los parques.
Antes de llegar a su mesa que estaba pegada a una terracita, pudo notar a un hombre aparentemente alto, de espaldas parecía tener una complexión de una persona joven y no como pensó que tal vez su editor era un hombre viejo y fastidioso por la insistencia en que se mostraba en los mensajes, estaba sentado cómodamente bebiendo una taza de café, unos pasos antes de llegar notó por la vitrina que estaba a un lado de su mesa el reflejo del rostro de ese hombre.
-¡Maldita sea!- se detuvo de golpe y soltó aquella maldición con un tono fuerte.
-¿Sucede algo?- preguntó algo preocupada la joven que lo llevaba escoltado hasta su mesa.
Jin se dio vuelta rápidamente listo para huir nuevamente, pero aquel hombre había escuchado claramente esa maldición, se paró de golpe y se acercó a él.
-¿Abyss?
Jin se quedó quieto en su lugar maldiciendo, pero ya no podía huir, en su desesperación tomó de una mesa cercana una bolsa de papel craft que usaban para las hamburguesas de los niños, le hizo dos hoyos con un tenedor y se la puso sobre su cabeza.
-Mami ese hombrecito de ahí tomo la bolsa de mi hamburguesa...- señaló una niña de apenas 5 años en la mesa de donde había tomado aquella bolsa.
-Tranquila hija debe estar un poco mal de la cabeza.
-Lo lamento prometo devolverla- dijo eso e inmediatamente se dio vuelta hacia el hombre que lo esperaba.
-Señor Kim, él es la persona que espera, pero creo que le hace falta un tornillo...- se acercó la chica diciendo eso ultimo casi susurrando y mirando de forma extraña a Jin.
-Está bien- se adelantó a decir y sonrió al ver a Abyss de esa forma, aunque realmente no logró ver su rostro.- Hola soy el CEO Kim NamJoon ¿quieres sentarte? Para hablar cómodamente.
Jin asintió y se acercó tropezando con algunas mesas y sillas pero llego ileso hasta su asiento.
NamJoon solo se reía de lo gracioso que se veía Abyss con esa bolsa encima, pero entendía que no quería mostrar su rostro, ya era mucho pedirle reunirse en persona. Bebió de su taza de café y sin quitarle la mirada lanzó solo para romper el hielo.
-Pensé que Abyss era una niña adolescente, realmente me sorprende saber que es una persona madura, espero no ofenderlo. Esto podría facilitar las cosas de cómo manejar su situación de "autor anónimo".
Jin se quedó en su asiento, solo asintió pero no quería siquiera hablar sentía que podría reconocerlo incluso con su voz. Estaba tan nervioso que las manos le sudaban, estaba tronándose los dedos y sus pies no dejaban de bailar.
"¿Enserio que hice en mi vida pasada?" "debe ser una maldita broma, que el CEO Kim sea el tipo con el que me acosté en Navidad" "¿Qué hago?". Los pensamientos de Jin eran un lío, estaba pensando en que debería hacer, pero no tenía ni idea.
-Lo que menos quiero es hacerte sentir incomodo, aquí está el documento, lo preparé hace mucho para cuando estuvieras listo y decidieras volver a ser creador. Nuestra empresa no quiere perder a una de los autores que más fama ha tenido por sus contenidos, necesitamos revivir ese género romántico. Sin embargo, necesitamos que este comprometido a entregarnos una obra para nuestro Fest que se lanzara en la plataforma en algunos meses. Tendrá sus derechos, su anonimato y ganancias repartidas en porcentaje como le había comentado en los correos, ¿le parece bien?
Jin solo asintió, era gracioso verlo sentado con esa bolsa sobre la cabeza pero realmente solo quería acabar con eso e irse corriendo, pero NamJoon aunque no estaba incómodo aun con todos alrededor viéndolos le causaba curiosidad quien estaba tras esa bolsa.
-Abyss sé que estas muy metido en eso del anonimato pero puedes estar tranquilo en que soy una persona que cumple con su palabra, respetaré tu decisión en no ser reconocido pero me gustaría escuchar tu opinión acerca de todo esto.
Jin suspiró un poco y temeroso de su voz contesto.
-Leeré estos papeles en mi casa y le devolveré un correo con mi respuesta.
-Espera...- NamJoon lo tomo de la muñeca para detenerlo.
Jin ya se había parado de su asiento pero como si la mala suerte lo acompañara, una ráfaga de viento saco volando aquella bolsa de papel por lo aires, dejando el descubierto su hermoso rostro y peor aún, dejando ver su identidad frente a NamJoon.
La cara de NamJoon fue de sorpresa, abrió aún más los ojos con una expresión de incredulidad cuando vio que el chico al que había citado como Abyss era nadamos y nada menos que aquel chico con el que había pasado NocheBuena en un Hotel.
Jin se tapó la cara sorpresivamente, estaba muerto de la vergüenza, quería que ahí mismo la tierra se lo tragara e imploraba al cielo que el aire que se había llevado aquella mascara improvisada también se lo llevara por los aires, pero su realidad era otra.
-¿Jin? ¿SeokJin? ¿Eres realmente tú? ¿Tú... eres Abyss?
Jin ya no podía mentir ni tampoco esconderse, así que con todo la pena del mundo asintió, se llevó una de sus manos a la cara tapando su vergüenza, abrió sus dedos dejando ver sus ojos a través de ellos y vio a Nam Joon sonriendo, no parecía molesto, más bien todo le causaba gracia.
-Siéntate- suplicó.
Jin se sentó de nuevo, bebió agua del vaso que tenía NamJoon al frente y lo dejo de golpe.
-Si yo soy Abyss.- contesto jadeante.
-¿Me recuerdas no es así?
-NamJoon si el chico con el que me acosté en Navidad. Pero eso no es relevante ahora. ¿No lo crees?
-Sí, así es... Jin... SeokJin, ¿ya podemos hablar ahora si de negocios?
NamJoon fue claro con todos puntos del contrato, le explico a detalle lo que la empresa le pedía, tiempos y tarifas. Acuerdos y condiciones que él debía respetar, le insistió en una firma publica de autógrafos de sus anteriores obras pero Jin se negó, le explico que aun quería seguir en anonimato, y que muy pronto le tendría algo.
Después de ese desastroso día, aunque intercambiaron números, Jin realmente solo quería morir, ahora tendría que rendirle cuentas a un chico con el que había tenido una noche, pero NamJoon se portó respetuoso y no volvió a tocarle ese tema.
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Pasaron semanas pero Jin no tenía nada, recibió correos de NamJoon, pidiéndole algún avance pero Jin siempre le decía que pronto, sin embargo ese día no llegó.
Como todas las noches Jin se fue a su trabajo nocturno, trabajar largas jornadas lo dejaban tan agotado que no tenía tiempo para pensar realmente en una nueva obra.
Detrás de la barra sirvió un coctel a unas chicas que no dejaban de verlo e insinuarse toda la noche, aunque Jin degustaba de la compañía de chicos, tenía un encanto masculino capaz de hipnotizar a cualquier mujer, pero realmente no ponía atención, sirvió otra copa y luego se giró para ir por un vino, pero al final de la barra, vio claramente aquel chico con el que había tratado de ser cortante y distante... NamJoon. Su cara fue de asombro y se quedó inmóvil, hasta que uno de sus compañeros le toco el hombro.
-Jin... la bebida de aquel hombre, vamos, pidió que tú le sirvieras un trago de vino tinto.
Jin no tuvo de otra que servirle el trago, cuando le extendió la bebida NamJoon solo sonrió.
-¿En verdad crees que solo vine a tomar una bebida y ya?
-¿Existe otra razón?
-Jin, ignoras mis mensajes, y cuando contestas te portas frío ¿Sucede algo? ¿Hice algo malo?
-No, no, nada de eso, es solo que, aun no tengo inspiración.
-Oh, inspiración. ¿O tiempo?
-¿de qué hablas? Y ¿Cómo me encontraste?
-Tengo mis medios... bueno quizá le pregunté a Jhope, pero... ahora que sé que consumes todo tu tiempo en trabajos de medio tiempo... me lleva a pensar que es por eso que no puedes crear algo nuevo.
-Lo tendré, lo prometo.
-Ven conmigo.
-¿Cómo dices?
-A vivir conmigo... tendrás tu espacio, tu sala de estudio. No me mal intérpretes, realmente no paso mucho tiempo en mi departamento, trabajo casi todo el día. En verdad Jin, queremos una de tus obras nuevamente.
-¿Entonces solo es por tu trabajo?
-En parte... pero también quiero ayudarte, no preguntaré que te ha pasado, solo quiero que revivas a ese chico romántico de esas obras rosas y melosas.
Jin solo se rio, sirvió otra copa y le extendió el trago a NamJoon.
-Lo pensaré.- guiñó su ojo y se fue a atender a otros clientes en la barra.
NamJoon solo se rio y después de beber un poco más se marchó. Jin pensó que por el momento NamJoon retrocedería, pero realmente no conocía a ese chico determinado, insistente y firme.
Después de eso, apareció en la cafetería donde trabajaba, aparentemente solo iba a beber una taza de café, pero ya era diario verlo, siempre le dejaba propina y una nota que decía "Arriésgate".
Jin podía notar la insistencia de NamJoon, pero la idea de vivir con él era pésima. Salió de su trabajo nocturno ya en la madrugada, había llovido mientras él estaba encerrado sirviendo bebidas. Piso algunos charcos de agua y camino por las calles solitarias de la Ciudad rumbo a su casa, mientras iba caminando notó que desde calles atrás lo venían siguiendo dos tipos, intentó no parecer nervioso pero ya era extraño que llevaran la misma dirección que él y siempre manteniendo distancia.
Quiso cortar vuelta por otra calle para perderlos pero se los topó cerrándole el paso y encarándolo, sabía que estaba en problemas.
-El jefe quiere verte, le debes dinero.- señaló uno de los tipos.
-¡Oh! ¿Acaso es la policía?- señaló hacia atrás de los tipos y estos un poco temerosos giraron por un lapso de segundos, segundos que Jin aprovechó para escapar.
-¡Pequeño mocoso! ¡Ven aquí!- gritaron aquellos hombres persiguiendo a Jin.
Jin salió corriendo a toda velocidad, como ya le faltaba poco para llegar a su departamento solo aceleró un poco más el paso, subió tan rápido como pudo la escaleras sin mirar atrás, sacó las llaves con tal desesperación que las dejó caer al suelo, justo cuando la llave entró al cerrojo, abrió y entró corriendo, cerró de golpe, pero una mano detuvo la puerta.
Jin tenía cara de susto, los tipos lo habían alcanzado, pero empezó a presionar la puerta para cerrarla, sin embargo no pudo con la fuerza de ambos tipos que prácticamente le derribaron encima la puerta.
Uno de ellos entró y lo tomó por el cuello de su camisa.
-¿Así que aquí vives? Pequeña rata.
-Déjame en paz, voy a gritar y van a llamar a la policía.
-¿Quién? Déjame decirte algo niño, le debes al jefe mucho dinero de esos préstamos, y no damos plazos de pagos. Voy a arruinar esa bonita cara de muñeco que tienes.
El tipo la lanzó un golpe a Jin en la cara haciéndolo caer al piso, Jin solo se rio y escupió sangre.
-¿Eso es todo?
-El chico es rudo, o un idiota, pero no por mucho- habló el otro tipo que solo estaba viendo como su compañero trataba de someter a Jin.
Sacó una navaja de su pantalón y se acercó a Jin lentamente.
Jin se quedó inmóvil y cerró los ojos, solo escuchó un ruido de una botella quebrándose en mil pedazos, lo sabía porque era común ver eso en el bar, el sonido le era familiar. Pero cuando abrió los ojos vio como NamJoon ya había derribado al tipo de la navaja, y el otro en defensa se le arrojó, pero NamJoon lo esquivó y lo empujó hacia una esquina.
-¿Qué esperas? Corre.- gritó NamJoon y lo jaló de la muñeca hacia él.
Jin se sintió extraño al tocar su mano, no era como si no recordara haberlo tocado aquella noche, pero era diferente en ese momento. Salieron corriendo a toda prisa, bajando las escaleras casi rodando, cuando NamJoon llegó a la calle activo el coche para encenderlo con la llave y metió a Jin a toda prisa.
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-¡Auch!- Jin se quejó cuando sintió el toque del antiséptico rozando su piel con ese algodón que sostenía NamJoon en su mano.
-Lo siento ¿fui muy brusco?- los ojos verdes de NamJoon se conectaron con los de él y Jin se sintió extraño porque sintió una rara conexión con aquel chico.
-Está bien solo fue una reacción, estas siendo gentil. Gracias Nam.- contestó sonriendo.
-Seok Jin. ¿Estás en problemas graves? ¿Acaso tú les debes a usureros?
-Sí, tengo aun algunas deudas.
-¿Pensé que con tus éxitos tenías una mini fortuna?
-Pasaron algunas cosas, y ahora por eso estoy en esa situación, como viste incluso donde vivo es un lugar peligroso, pero la renta es barata.
-Jin, esto no puede seguir así. Van a matarte un día de estos. Por favor múdate conmigo.
Jin se quedó mirando a NamJoon por un momento, quería decirle que no, pero cuando iba a decir algo, la mascota de NamJoon salió corriendo de su cuarto con un pequeño cascabel en su cuello, salto sobre ellos al sofá y empezó a jugar con Jin.
-Piénsalo, por ahora creo que deberías quedarte aquí, te daré algo de ropa y mi cama esta noche, no te preocupes me quedaré en el sofá.- se apresuró a decir luego de ver la cara de Jin.
-No, yo...
-Descuida, duermo la mayor parte del tiempo aquí, porque siempre llego cansado. Además la habitación donde pensaba dejarte aún no está lista.
Jin solo sonrió y NamJoon desapareció en un pasillo, cuando dejó al cachorro en el suelo ahora sí pudo observar detenidamente el departamento, era enorme, con acabados entre rústicos y modernos, algo sofisticados, todo ordenado y limpio.
Por la mañana, y siendo despertado por el sonido de un toc, toc en la puerta, Jin se levantó un poco desorientado, se arregló los cabellos todos desordenados y rápidamente se quitó las legañas de los ojos.
-Pase.
NamJoon entró demasiado sonriente, traía un delantal color beige con una charola llena de algunos bocadillos, una taza de café y jugo. Jin se quedó perplejo al ver esa escena, parecía como si un esposo le llevara de desayunar a su esposa por la mañana, había notado que ya estaba listo para irse al trabajo porque estaba vestido formalmente y además olía a perfume.
-Desayuna.
-No tenías que molestarte.
-Jin, no es para mí ninguna molestia, realmente no recibo visitas y tengo que atender bien, además mi propuesta sigue en pie, necesito convencerte de alguna manera.
-¿Eso incluye los desayunos todos los días?
-¿Aceptarías?
-Tengo que pensarlo realmente- Jin sonrió y comió un poco pero hizo una mueca al probar aquel desayuno.
-¿Sucede algo?- preguntó NamJoon, pero Jin solo sorbió rápido de la taza de café.
-¿No cocinas realmente, no es así?
-¿Tan malo es?
-Un poco, pero, descuida, creo que puedo arreglarlo.- al decir eso Jin salió de la cama dando un salto y se llevó los platillos.
Se metió a la cocina y rápidamente comenzó a preparar el desayuno. Jin había estado a cargo de la cocina en su matrimonio y realmente era bueno, era un estuche de monerías bien hecho, incluso en su trabajo elogiaban sus lonches, incluso el idiota de su ex esposo jamás se quejó y siempre le hacía cariñitos por su excelente comida.
Cuando terminó dejo un bufete en la isla de la cocina, NamJoon se quedó asombrado observando todo lo que había preparado Jin en poco tiempo.
-Es lo menos que puedo hacer, es en agradecimiento por lo de ayer.
NamJoon solo sonrió y comenzó a desayunar. Sus ojos verdes brillaron al sentir esos sabores en su lengua, miró a Jin que parecía estar satisfecho y luego lo miró algo serio.
-Me encanta, es delicioso. Tengo que irme pero enserio piensa en mi propuesta de quedarte.
Jin sonrió y luego tomó la taza de café que NamJoon había preparado
-Tu desayuno es un desastre pero parece que tu café me ha convencido.
NamJoon sonrió, lo miró y luego se paró de aquella silla en la isla.
-Haré que todas tus mañanas conmigo sean tan placenteras como esa taza de café que sostienes en tus manos. – Sonrió dulcemente.- Debo ir a trabajar, te enviaré la clave de seguridad de la puerta para que puedas entrar y salir cuando quieras, te ayudaré a mudarte pronto.
🧳🏢
Jin iba pujando cada que daba ciertos pasos, cargando aquellas cajas enormes, realmente no tenía muchas cosas en su pequeño departamento, ya había subido sus maletas, pero esas cajas llenas de sus tomos de los Webtoons que él había escrito era lo que más pesaba. Aquellas obras eran lo que más amaba pues había puesto su alma entera en ellas.
Las puertas del ascensor se abrieron de par en par y supuso ya había llegado al piso donde estaba el departamento de Nam, dio unos pasos al frente y chocó con algo, pero solo escuchó al otro lado de esa pila de cajas un quejido.
-¡Auch!
Jin solo hizo un gesto de "ups" en sus labios, se asomó por de lado de esa pila de cajas y vio a un chico un poco más joven que él y se disculpó.
-Como lo siento.- hizo una reverencia y solo sonrió.
El jovencito solo sonrió, ingreso al ascensor y presionó el botón para poder bajar.
Jin se quedó parado observando el pasillo notó que se había equivocado de piso, estaba dos pisos debajo de donde estaba el departamento de Nam.
-¡Demonios!- hizo una maldición y una rabieta haciendo que una de sus cajas cayera al piso, todo el interior de la caja se regó por los suelos y Jin solo hizo una expresión de frustración.
El jovencito con el que había chocado alcanzó a ver toda esa escena antes de que las puertas se cerraran, se apresuró a bloquear el cierre y salió del elevador. Corrió a ayudarle cuando Jin ya estaba casi arrodillado en el piso metiendo sus cosas a la caja. El chico tomo algunos libros y sonrió tímidamente.
-Gracias, no te hubieses molestado, seguro llevas prisa.
-Está bien, mi esposo tendrá que esperar a nuestra cita pero eso no es problema. ¿Eres nuevo en el edificio?
-Sí, algo así.
-Oh entonces seremos vecinos, ¿en qué departamento vives?
-En realidad me equivoqué de piso, viviré arriba, ¿qué tonto no?
-No, está bien, con toda esa pila de cajas no podrías haber visto el número donde se detuvo el elevador. Mi nombre es Jungkook.- el chico le extendió la mano y Jin le devolvió el saludo.
-Jin.
-Oh, déjame ayudarte con esas cajas, parecen ser pesadas...
Jin sonrió y aunque quería negarse, acepto la ayuda del joven, ya le dolían los brazos por cargar esas cajas y maldecía a NamJoon por cancelar ese día en ayudarle a mudarse pero le dijo que lo compensaría más tarde, solo que no sabía a qué se refería.
Mientras iban dentro del elevador Jungkook lo miraba de reojo, Jin parecía estar nervioso pero no sabía porque.
-Perdón mi atrevimiento pero ¿eres fan de ese autor?
-¿Cómo dices?
-Es que, note que eran obras de Abyss.
-Ah... es la cuestión es que... bueno yo...
-Descuida, no te avergüences, yo también soy su fan. Me encantan todas sus obras, son muy bellas. Debe tener una vida de ensueño y bastante romántica ¿no lo crees?
Jin solo sonrió y asintió avergonzado, no iba a decirle que era el autor pero tampoco a decirle que las leía, iba a inventarse otra excusa pero ya no quería moverle. Salieron del elevador con todas esas cajas y caminaron hacia el departamento, cuando llegaron al departamento con el número 613, Jin tecleo la clave de seguridad y la puerta se abrió en un click.
Jin ingreso con una de las cajas y no sintió los pasos de Jungkook a su espalda, se giró y lo miró aun parado en la entrada.
-Pasa, estás en tu casa, ¿Sucede algo?
-Jin, ¿Vives con el señor Nam?
-Sí ¿lo conoces?
-No, no en realidad, hemos cruzado saludos, como vecinos es algo misterioso, todos saben que el señor Nam vive solo o eso creíamos, es un poco reservado, hasta donde se no convive con los demás vecinos, no asiste a juntas y pocas veces lo vemos, sale temprano y regresa tarde. Es amable, cuando sonríe se ve que es una persona bastante agradable pero realmente no pasamos de un saludo y ya.
-Oh supongo que es por el trabajo. Por eso no me ayudó a mover mis cosas, Nam es un adicto al trabajo, pero realmente es una persona muy amable y linda cuando lo conoces te das cuenta que es alguien fácil de tratar.
-Tú pareces ser esa persona linda también, además eres atractivo.- lanzó el chico tímidamente.
Jin solo sonrió completamente sonrojado por aquel cumplido y se rascó la cabeza, se fue a dejar las cajas y luego a la cocina.
-¿Te ofrezco algo de beber?
-Solo agua. Wow el departamento del señor Nam es bastante amplio, elegante, ordenado y limpio.
Jungkook admiro aquel departamento con acabados en caoba y estilo moderno, veía todo en completo orden, además pudo notar una vitrina con algunos papeles encuadrados con el nombre del señor Nam con algunos reconocimientos.
-¿El señor Nam es un editor?
-Oh si- Jin sirvió un vaso de agua sobre la isla y otro más para el- en realidad es el CEO de esa empresa... es un excelente editor en jefe, su profesionalismo es realmente increíble. Nam tiene esas cualidades perfectas, cuando se compromete con algo no desiste.
-Oh hablas tan lindo sobre él.
-Bueno ahora no podré separarme de él, nos une un papel que difícilmente podrá cancelarse, teniendo acuerdos específicos con deberes que cumplir, solo muriendo podré separarme dé el.-Jin se rio por su metáfora, no se refería a la muerte literalmente pero si a que si no cumplía con el contrato no pagaría sus deudas a tiempo y aquellos tipos serían capaces de desaparecerlo si no les liquidaba.
Pero eso no fue lo que Jungkook entendió.
-Oh ahora lo entiendo son recién casados...
-¿Cómo? Creo que te estas confun....
-¡Qué emoción! No sabía que el señor Nam salía con alguien, pero lo entiendo es sumamente reservado, son como nosotros, solo que nosotros cumpliremos un año de casados, es emocionante alguna vez deberíamos salir los 4 juntos, claro si el señor Nam está de acuerdo.
-Jungkook yo quise decir...
El teléfono de Jungkook empezó a sonar interrumpiendo la conversación, el chico le hizo una seña con los dedos para que le permitiera contestar. Tomó la llamada, modulando su voz un poco más tierna.
-Si amor, ya voy, estaba ayudando a un nuevo vecino, estaré ahí en unos minutos.-colgó y luego le sonrío a Jin- Debo irme, como lo siento, mi chico es muy celoso con su tiempo, Jin estaré en el departamento 412 para lo que necesiten, sabes realmente tampoco convivo mucho con nadie, ya que nuestros esposos son unos adictos al trabajo ¿Por qué no convivimos? Seria genial, tomar el té, leer algunos Webtoons ¿te parece?
Jin asintió pero realmente no quería, solo que no quería parecer grosero.
Después de despedirlo en el ascensor regreso para acomodar sus cosas y abrio la puerta de la lavandería donde tenían encerrado a Bills, salió corriendo a toda velocidad lo sentó junto a él en el sofá, mientras hojeaba algunos de sus webtoons, hasta que su teléfono sonó.
-¿Cómo va la mudanza?
-Ya terminé de mover mis cosas pero me equivoqué otra vez de piso.
-Lo lamento dije que te ayudaría, ¿Estás molesto?
-No, claro que no.
-Te compensare, I promise you. ¿Qué tal una cena? ¿Qué te gustaría cenar?
-No lo sé, alitas y cerveza.
-Bien, entonces paso por ti más tarde. Nos vemos Jinnie.- Y colgó.
-¿Jinnie? ¿Acaso me dijo Jinnie? Bills tu papá es algo extraño y meloso.- acarició el pelaje del cachorro y se sonrojo.
🐭🐨🍜🍲
-No tenías por qué recompensarme con esta cena...
-Sí, si tenía. Seguramente estás cansado.
-Nam, tus vecinos ahora piensan que soy tu pareja...
NamJoon casi se atora con su vaso de cerveza, fue repentino lo que dijo Jin que lo tomó por sorpresa, se limpió un poco del sobrante en su boca y luego lo miró con una cara de gracia.
-¿Así? ¿Y cómo fue? Creo que soy demasiado reservado con mi vida personal.
-En realidad fue mi culpa, me topé con tu vecino llamado Jungkook, él fue quien me ayudo con mis cajas. Pero creo que entendió mal. ¿Estás molesto? Puedo aclararle este mal entendido.
-No, déjalo así, si a ti es a quien le molesta estás en tu derecho de arreglarlo, sobre ese chico, creo que he cruzado algunos saludos, todos deben pensar que soy un tipo engreído porque no convivo con ellos pero realmente me la paso en la oficina, ni siquiera tengo tiempo para Bills.
-Sobre eso, yo puedo sacarlo a pasear, no me molestaría.
-Está bien creo que le haría bien estirar las patas. Y dime Jinnie ¿Ya tienes algo pensado para tu obra?
"Jinnie" "¿Por qué de sus labios suena tan lindo?" "Ya Jin basta, concéntrate"
-Aún estoy en eso. Quiero atreverme a hacer algo diferente a lo que siempre he hecho, sé que mi fuerte es el género romántico y no quiero soltarlo pero quizá tenga que hacerlo, mi vida amorosa es un desastre, tendría que pasar algo mágico para que mi vida cambie de negro a rosa.
NamJoon solo sonrió y lo miro detenidamente, no sabía exactamente qué pero entendía que Jin había pasado por algo demasiado duro, pero quería darle espacio y tiempo para que el mismo se abriera a él.
-Lo harás bien y si necesitas ayuda yo estaré ahí, quizá no sea esa magia que esperas o deseas en tu vida pero tratare de que hagas un excelente trabajo.
Jin solo sonrió tímidamente, sus ojos enormes se posaron en los ojos verdes de ese hombre pelinegro que lo miraba tiernamente, NamJoon era del tipo que podía transmitir esa paz con su mirada y además con sus palabras consolar a cualquiera.
Cuando salieron del restaurante, una fuerte lluvia comenzó a caer sobre la ciudad, se quedaron parados bajo el establecimiento observando como las personas corrían escapando del agua y ocultándose bajo un techo o sus paraguas.
-Vaya pensé que estaría despejado, con un cielo estrellado pero parece que la vida solo quiere hacer parecer cualquier atmosfera triste.
-¿Lo dices por la lluvia?
-Sí, me recuerda a todo lo malo que pasa en mi vida, siempre llueve.
-Mmm- NamJoon lo miró detenidamente y entonces dio un paso fuera de la carpa que los cubría de la fría lluvia.
-¿Qué haces?
-Disfrutando- habló bajo la lluvia y sonrío, le extendió la mano pero Jin se negó.
-Nam no estoy seguro de esto.
-¡Arriésgate SeokJin!- habló un poco más fuerte y animándolo de manera dulce, aún tenía la mano extendida, Jin se la dio temeroso y poco a poco salió de esa carpa.
NamJoon lo tomó de la mano delicadamente como si Jin fuese una pieza de porcelana cara a la que hay que cuidar por su fragilidad, le sonrío nuevamente y lo empezó a girar con el como si bailaran.
-Quiero que ahora que veas la lluvia solo recuerdes este momento, que borres todo lo malo que has vivido, ¿Puedes hacer eso? ¿Por mí?
Jin se le quedó mirando un poco sorprendido pero mecánicamente asintió como si las palabras de NamJoon fuesen una orden, pero más que nada una petición. Empezó a moverse con él, sentía el agua mojar su ropa pero no le importaba y aquellos recuerdos que le habían destrozado la vida parecían olvidarse por un breve momento, no sanaría de la nada pero de alguna manera parecía que su vida estaba teniendo una chispa mágica ahora.
Después el agua empezó a caer con más fuerza y NamJoon lo jalo para correr en dirección al auto, parecía que amaba correr y mojarse por que iba riendo mientras corrían tomados de la mano.
Cuando iban en el auto Jin se estaba secando el cabello con una toalla que Nam le había proporcionado, estaba un poco tembloroso por lo que NamJoon puso la calefacción.
-Cuando nos conocimos, tú me preguntaste si estaba bien... la verdad es que no fue así.- Jin suspiró hondo y luego sus ojos se llenaron de lágrimas. – Ese día, mi Yeontan falleció, tuve que dormirlo, salí corriendo bajo la fría lluvia, cuando tu abrigo me lleno de calidez me sentí un poco mejor.
-Como lo siento Jin- habló Nam al escuchar su voz quebrada.
-Está bien, no odio la lluvia en sí, solo me trae pésimos recuerdos, entre ellos la pérdida de Yeontan.
Jin comenzó a llorar, se había quebrado en ese momento, NamJoon lo abrazó, sintió la necesidad de reconfortarlo, de protegerlo y cuidarlo. Más adelante le compró un café caliente, y ropa, tal vez no era mucha la distancia para llegar a su departamento pero no quería que Jin se enfermara.
Mientras se cambiaba en el auto, NamJoon alcanzó a ver nuevamente el tatuaje que llevaba a nivel de su costilla final de lado izquierdo, aunque trato de hacer parecer que no lo había visto, Jin lo había atrapado.
-Me lo hice en preparatoria, las flores de cerezo, ¿Es eso lo que viste no es así? ¿Te sorprende?
-No, ¿Debería?
-Parece que sí, tus ojos reflejaron un poco de incomodidad. Eres un poco conservador, no te agrada esto de los tatuajes ¿No es así?
-Soy conservador, si, hasta cierto punto pero no es el motivo de mi incomodidad.
-¿Entonces?
-¿Enserio quieres saberlo?
-Sí.
-Recordé que recorrí ese tatuaje con mis labios aquella noche...- NamJoon sonrió coquetamente, miró a Jin cuando dijo esas palabras y vio como el pelinegro se encogió de hombros y se sonrojó por completo, sus mejillas incluso se pusieron coloradas.- Delicadeza, juventud, fertilidad, amor, amistad y lo efímero de la vida, ese es el significado de la sakura, de esas bonitas flores de cerezo.
NamJoon comenzó a reírse pero para no hacer sentir más incómodo a Jin puso un poco de música. Jin prestó atención a la letra pero también al rostro de NamJoon, no había admirado la belleza de ese pelinegro, tenía unas facciones bien marcadas, su tez morena era por mucho caliente para los ojos de cualquiera, nariz perfilada y labios gruesos, las venas marcadas en sus manos que iban al volante le hicieron volar la imaginación por unos segundos, pestañeó un momento y se quedó hechizado por la magia de su bello rostro pero fue encontrado con la mirada de NamJoon.
-¿Tengo algo en el rostro?
-No, lo lamento. Perdón si fui grosero.
NamJoon solo se rio y siguió conduciendo, realmente se había dado cuenta que Jin lo había estado analizando como un escáner, no le molestaba y Jin se veía tierno a sus ojos haciendo ese tipo de cosas, además le encantaba hacerlo sonrojar.
🐨🐭🏢🧳✍🏼🍜⭐
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