Único ♡
[Conozco esa inseguridad, porque incluso si hablas con el corazón, acabará regresando a ti como cicatrices.]
—¡Hyung! —exclamó contento el pequeño castaño, rodeándolo con sus pequeños brazos al verlo otra vez, sintiendo como ese vacío que siempre mantenía en su pecho cuando se encontraba solo, se llenaba de a poco—. ¡Te extrañé muuuuucho!
El mayor sonrió, devolviendo el abrazo, sintiendo la misma sensación de calidez cada que lo tenía entre sus brazos.
—Yo también, pequeño —se cuclillo a la altura del castaño, acariciando su cabeza—. ¿Cómo te han tratado?
—¡Increíble, Hyung! Aquí todo es muy bonito, están todas las cosas que me gustan y las personas son muy buenas conmigo —los ojitos negros de Taehyung brillaron al recordar algo muy importante—. ¿Hyung, hoy sí se quedará para siempre? —preguntó ilusionado.
Con una mueca triste, el de hebras grises negó lentamente.
—Lo siento, TaeTae, aún no puedo quedarme —dijo, viendo como su hermanito hacia un tierno puchero, la alegría que sentía disminuyendo. Le dolió verlo así, por lo que decidió cambiar de tema rápidamente—. ¿No tienes algo nuevo para mostrarme, pequeño?
Taehyung lo miró, devolviéndole una gran sonrisa cuadrada al ver la bonita sonrisa de su hermano, asintió varias veces, tomándole de la mano, caminó por el sendero luminoso, el cual los guiaba a la casa del árbol, su hogar desde que había llegado allí.
—¿Por qué se ve tan grande cada vez que me visita, Hyung? —levantó la cabeza, mirándolo directamente a los ojos.
—He crecido, TaeTae.
Al llegar a la casa, subió las escaleras que se encontraban en la entrada, siendo seguido por Yoongi.
—¿Por qué yo no he crecido, Hyung? —frunció el ceño, entrando a la casa y dándole paso al peligris para que pasara.
Yoongi se mordió la lengua, apretando disimuladamente sus manos, contuvo las lágrimas que rápidamente se acumularon en la esquina de sus ojos al escucharlo.
—Oh, ¿qué es eso? —cuestionó de repente, cambiando el tema bruscamente al verse incapaz de responder esa pregunta. Miró los juguetes regados por todos lados, sorprendido al ver más cosas nuevas que la última vez que estuvo ahí.
Taehyung no quiso insistir cuando se dio cuenta que su hermano evadió su pregunta tan obviamente.
—Una vez me dijeron que cuando quisiera algo, lo pensara y ¡pum! iba a aparecer en frente mío —se puso delante del mayor─. Mira, Yoongi Hyung.
Taehyung cerró los ojos, pensando en un lindo gatito blanco con pequeñas alas. Duró unos segundos así, y al abrir nuevamente los ojos, el pequeño animal apareció volando alrededor de él.
Con los ojos abiertos de par en par, Yoongi observó asombrado a su hermanito jugar con el felino.
—Woah... está muy cool —fue lo único que se le ocurrió decir.
—¿Verdad que sí? Uh, ahora tengo que ponerle un nombre... —se llevó la mano derecha al mentón, luciendo pensativo y muy concentrado ante los ojos de Yoongi, que sonrió levemente al verlo así—. Hyung... no se me ocurre un nombre —volvió hacer un puchero, viendo de reojo a su hermano, sonriendo en grande cuando una idea se le cruzó por la cabeza—. ¡Ya sé! Lo llamaré como usted, Hyung.
El peligris enarcó una ceja, cruzándose de brazos.
—¿Por qué como yo? —preguntó curioso.
—Porque se parecen, Hyung —dijo en un tono burlón, pero sin darse cuenta. Yoongi soltó una carcajada—, hasta yo me doy cuenta, Hyung, y tengo 6 años.
—Bien, bien, no tiene caso pelear contigo por eso.
—Porque sabe que pierde contra mí, Hyung.
Yoongi soltó una risita, negando divertido—. Este niño...—
Iba a decir otra cosa, pero una fuerte alarma comenzó a sonar.
Una que los ponía muy tristes.
—¿Qué, tan rápido? —Taehyung corrió hasta llegar con Yoongi, aferrándose a las piernas de este—. ¿No se puede quedar más tiempo, Hyung? Apenas llegó y...no quiero que se vaya ya —susurró, intentando no llorar porque sabía que eso ponía triste a su hermano mayor, apretó los labios para no soltar algún sonido que lo delatara—. P-por favor, quédese, Hyung —afianzó más el agarre.
Yoongi echó la cabeza hacia atrás, reteniendo las lágrimas en una mueca melancólica.
—Te prometo que volveré, siempre lo hago, ¿no? —el cuerpo de Taehyung comenzaba a desvanecerse, así que acercó su mano a la cabellera castaña de su hermanito, una lágrima traicionera resbalando por su pálida mejilla—. No olvides que al final de mi desesperación, te encontraré, pequeño. Volveré lo más pronto posible, adiós, TaeTae.
Y despertó.
Sus ojos llenándose de lágrimas al instante que los abrió, y sin querer retenerlo por más tiempo, dejó salir el llanto, contemplando el blanco techo, sus sollozos llenando la soledad de esa habitación.
—Perdona por no quedarme, Tae...
—¿Qué crees que haces, imbécil? —sintió los golpes de ese horrible señor –que decía ser su familia– en cada parte de su cuerpo─.¿Acaso eres masoquista, idiota? Por eso te encanta desobedecer mis órdenes, al menos el mocoso que tenías por hermano era más sumiso que tú.
Con la mínima mención de su pequeño, sintió su sangre hervir, llena de ira y rencor.
Claro que quería largarse de una maldita vez, dejar de lado esa asquerosa vida que le había tocado e irse a jugar con su hermanito sin preocupaciones. Desde pequeño, cada día que abría los ojos y notaba que comenzaba un nuevo día, se preguntaba por qué tenía que sufrir de esa manera. No le parecía justo, él no había hecho nada malo para que la vida le diera aquel horrendo destino.
Pero muy en el fondo, agradecía ser él quien tuviera que sufrir y pasar por todas esas cosas dentro de esas cuatro paredes, y no su pequeño Taehyung.
—Eres un bueno para nada, un inútil que le encanta que lo jodan. ¿Qué tan dañado estás de la cabeza para seguir viviendo? —preguntó burlón, una sonrisa maliciosa apareciendo en su desagradable rostro al no tener respuesta del otro—. Eres igual que tu estúpida madre, me das asco, Yoongi. Hubieras sido tú el de la enfermedad; al menos el mocoso de Taehyung me serviría más.
Algo dentro de Yoongi explotó al escucharlo.
—¡No hable de Taehyung, maldito cerdo! —empujó el cuerpo que yacía sobre él, propinándole una patada en el estómago, haciendo que este cayera a un lado. Como pudo se incorporó, viendo la escoria que se retorcía de dolor en el suelo. Volvió a patearlo en el estómago al escuchar la escandalosa risa de ese señor, importandole poco lo que le pasaría a partir de ese momento—. ¡Nunca vuelva a pronunciar el nombre de mi hermano! ¡No tiene el derecho para hacerlo!
Quiso salir corriendo pero las malditas cadenas en sus tobillos lo detuvieron. El hombre se recuperó, soltando un gruñido después.
—¡Estúpido! —volvió a carcajearse como loco—. ¿A dónde pensabas ir, eh? —preguntó una vez se puso de pie, caminando en dirección al peligris, propinándole una fuerte patada en la cabeza que lo tumbó de inmediato—. Una basura como tú no tiene donde ir, deberías agradecer que aún te mantenga —otro golpe, esta vez en la espalda, escuchó el quejido que apenas y había salido del menor.
Yoongi cerró los ojos, respirando entrecortado. Más y más golpes por parte de su tío, el dolor consumiendo cada parte de su ser.
Esta vez, Yoongi pensó que no saldría vivo de ahí.
[Vivo parado en el borde de mi acantilado]
¿Por qué no sólo dar un paso más y acabar con todo?
—Como les gusta, sírvanse —escuchó voces lejanas, sabía lo que seguía y lo odiaba.
Odio ser yo, sólo quiero desaparecer para siempre.
Quería tener a alguien para poder sostenerse. Alguien que lo ayudara, alguien que lo quisiera, que le tendiera una mano y lo abrazara cuando ya no podía más.
No.
Realmente no necesitaba a alguien así.
No quería a alguien.
Quería a Taehyung.
Quería estar con su hermanito.
—¡Este estúpido es tan bueno! —sentía su cuerpo adolorido, no sabía cómo estaba aguantando—. ¡Tienes buena mercancía, Ryu! —oír ese nombre le dolió más que cualquier golpe.
Después de eso, todo se volvió oscuro a su alrededor.
—¿Dónde estoy? —se incorporó, frunciendo el ceño cuando abrió los ojos y no vio aquel techo blanco, encontrándose con la nada.
—Bienvenido, Yoongi —de repente escuchó a alguien, y supo que era una mujer por el tono de su voz. Miró a todos lados pero no vio a nadie a su lado—. Es bueno que ya esté aquí, él lo está esperando, venga conmigo.
—No puedo verla —dijo, sintiendo una molestia al oír una risita. ¿Acaso se estaba burlando de él? Iba a mandarla a la mierda, pero ni siquiera tuvo tiempo de abrir de nuevo su boca, cuando un camino apareció frente a él. Asombrado, observó cómo unas huellas se dejaron ver.
─Venga conmigo, por favor —repitió, comenzando a caminar, y sin tener muchas opciones, Yoongi la siguió.
Caminaron por un buen rato, hasta dar con una gran puerta dorada, la cual se abrió cuando ellos estuvieron en frente. La mujer invisible –como Yoongi había decidido catalogarla– volvió a hablar.
─Hasta aquí lo puedo acompañar.
─¿Qué? Espere, no tengo ni la más remota idea de dónde estoy, ¿cómo me va a dejar solo? ─comenzó a ponerse nervioso─. No sé qué lugar es este.
─El camino lo guiará hasta su verdadero destino, el pequeño estará muy feliz de verlo ─ante eso, Yoongi sintió su corazón latir desenfrenado. ¿Ella hablaba del mismo pequeño que él conocía?─. Adiós, Yoongi, es un gusto tenerlo con nosotros ahora.
—Oiga, ¿de qué pequeño está hablando? ─lo siguiente que lo acompañó fue un profundo silencio─. Ugh.
Sin más remedio y sin darle mucha traba, caminó por el sendero luminoso, haciéndose familiar al verlo. Mientras avanzaba, sin quererlo, las horribles palabras de ese sujeto hacían eco en su cabeza, y dolía saber que tenía razón.
Porqué Min Yoongi no tenía a donde ir.
Nunca supo, ni conoció más allá que esa habitación, vivió atado a un sufrimiento que no había elegido, solo por el simple hecho de haber nacido en el momento menos indicado. Nadie merecía pasar por tanta crueldad. Sus recuerdos estaban llenos de dolor, podía contar con una mano los momentos que en verdad fue feliz, y fue sólo cuando Taehyung aún estaba con él.
Al pensar en su hermanito, una leve sonrisa se asomó en sus labios, recordando uno de los momentos en que él fue la persona más feliz.
─Tae... no puedes hacer eso ─lo regañó en un susurro, tomando el marcador que estaba usando el niño, quien solo atinó a sonreírle─. Si llega y ve todo esto...─ cerró los ojos, pensando en las feas consecuencias que tendría después de que ese señor llegara.
─Pero es muy divertido, Hyung ─el menor tomó de nuevo el marcador negro, ahora pintando la cara de su hermano con una dulce sonrisa en su tierno rostro─. Te hice bigotes ─sin pensar realmente en lo que les pasaría, Taehyung empezó a rayar su propia carita, sin dejar de sonreír.
Yoongi no pudo evitar reírse al ver a su hermanito con rayones mal hechos en ambas mejillas. Solo Taehyung podía llenar de vida ese horrible lugar. Sin darle importancia a lo que les podría pasar, le siguió el juego, disfrutando ese breve momento junto al ser que más quería en el mundo, rayaron el lugar de garabatos para hacerlo más bonito, según Taehyung.
─Siempre quise ser el mejor, así que era impaciente ─susurró para sí mismo, aún caminando, sus ojos le ardían por estar llorando ante el recuerdo. Ese día se había divertido mucho, ese día...─. Ahora que lo pienso mejor, sí fue mejor que hubieras muerto TaeTae. No solo quería ser el mejor, quería consolarte, quería acabar con tu tristeza y dolor. A pesar de que apenas eras un niño, comprendías las cosas fácilmente, eras inteligente y muy valiente ─sollozó, limpiando sin ningún cuidado las lágrimas que salían y salían sin querer detenerse.
─Hyung... p-perdón, debí haberle hecho caso, soy un niño m-malo ─sostuvo a su hermanito en sus brazos, llorando, odiándose por no poder hacer nada. Negó fervientemente al escucharlo.
─No eres un niño malo TaeTae, nunca pienses eso. No es tu culpa, ni mía, solo... sólo nos divertíamos. No hay nada malo en hacerlo, pequeño─ acarició la cabeza del menor, intentando ocultar el temblor en sus manos.
─Es mi culpa que esté así...Hyung...me duele aquí ─señaló el lugar donde estaba situado su corazón, mirando con ojos aguados los de Yoongi.
A Taehyung también le dolía como el infierno ver a su hermano mayor ser lastimado, verlo triste y con esos feos moretones, lo hacían sentir culpable.
─Ya pronto acabará tu sufrimiento, pequeño, sólo espera...─abrazó más fuerte el delgado cuerpo de Taehyung─. Después de eso, podrás ser feliz, ¿recuerdas?, el lugar mágico que te conté, donde todo es muy bonito. Allá podrás estar bien, yo luego te acompañaré y estaremos juntos para siempre.
─¿En serio, Hyung? ─una muy leve sonrisa apareció en su rostro pálido, viendo directamente los ojos llorosos del mayor─. Entonces, si llegas a ese lugar y abres la puerta, estaré allí esperándolo, Hyung. Justo... justo como me lo contó ─su respiración se hacía cada vez más débil, y Yoongi no pudo evitar llorar aún más fuerte─. Lo quiero mu...cho, Y-Yoongi Hyung.
─Al final el estúpido de mi tío no tenía razón, porque... sí tengo un lugar a donde ir ─sonrió en grande al ver el final del camino luminoso, dejando ver una gran casa encima de un gigantesco árbol, una casa que conocía a la perfección.
Una puerta se abrió tímidamente, dejando ver a un pequeño castañito. En cuanto el pequeño Taehyung se dio cuenta de quién se trataba, una amplia sonrisa adornó en cuestión de segundos su lindo rostro, corrió hasta llegar al lado de su hermano.
─¡HYUNG, VOLVIÓ! ─Yoongi se agachó para recibir el fuerte abrazo que Taehyung le otorgó, su alma sintiéndose por fin en paz, completa─. Pensé que se iba a demorar más tiempo en visitarme.
─Te lo prometí, ¿no? Ahora vamos a estar juntos, TaeTae.
El niño se separó, mirando fijamente al otro, sus ojitos brillando por la emoción, llenos de esperanza e ilusión al escuchar lo que tanto había estado esperando.
─¿Ahora sí se quedará para siempre, Hyung?
─Ahora sí, pequeño.
Taehyung dio varios saltos, su alegría siendo la más sincera en mucho tiempo. Jaló a Yoongi, llevándolo hasta la entrada de su hogar, que ahora iba a ser de ambos, con muchas cosas nuevas por mostrarle.
Por fin podrían estar juntos, sin tener miedo del mañana, disfrutando el presente para toda la eternidad.
Eran sólo ellos dos, y no había mejor destino que ese, el que tanto Yoongi había esperado.
Palabras utilizadas: 2519
La verdad no sé qué escribí pero espero que se entienda al menos un poco ksksjdj
Gracias por tomarte el tiempo de leerme ♥
(Editado 2022)
Esta es otra historia que tenía en mi anterior cuenta, le cambié muuuuy poquitas cosas, yyyy quisiera darle más desarrollo y contar más cosas, pero prefiero dejarla así. Primero, porque la pereza me puede más, y segundo porque no le voy tanto a las historias complejas xdxdxd.
Nuevamente, espero que se entienda un poco y les haya gustado, muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leerme. Cuídense mucho 🥺🖤
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