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2

Se despertó y parecía perdido, sentía que sabía dónde estaba, pero al mismo tiempo no sabía. Se levantó de la cama y frotó sus ojos para tratar de despegar las lagañas que tenían en los bordes. Llegó al baño y aun con los ojos hinchados de tanto llorar, se lavó el rostro y comenzó a cepillarse, el cepillo se sentía más fuerte de lo normal, ya no era ligero como antes.

Cuando la mirada llegó enfrente y vio su reflejo en el espejo, gritó sorprendido, se alejó del espejo, viendo al suelo por lo consternado que estaba; a quien veía en el espejo era a Jungkook, no él. Con cautela regresó su vista hacia enfrente para verse en el espejo y confirmar si lo que vio antes era real y, en efecto, quien estaba reflejado era Jungkook, el rostro, el cuerpo, todo era Jungkook.

Tae no entendía qué estaba pasando, se enjuagó la boca y luego el cepillo para salir del baño, necesitaba hablar con Jimin. Cuando salió del baño se dio cuenta de un pequeño detalle que no había notado antes; el cuarto no era el suyo, estaba en el departamento de Jungkook.

¿CÓMO LLEGÓ AQUÍ?

¿POR QUÉ ESTÁ EN EL CUERPO DE JUNGKOOK?

No entendía nada, tenía miedo, pero antes de poder dar un paso más, el cuerpo del menor se detuvo y él perdió el control.

"¿qué mierda hago aquí parado?"

Escuchó Taehyung, pero esta vez no fue él quien pensó eso, sino el pelirrojo, al parecer ya había despertado, eso significa que Tae solo controla el cuerpo de Jungkook cuando el menor está dormido y que también puede escuchar sus pensamientos.

—Oh por Dios, soy un maldito parásito. —se quejó Tae. Al notar la nula respuesta de Jungkook a sus palabras, entendió que este no lo escuchaba.

—¿Qué hora es? —la melodiosa voz lo distrajo, había extrañado escucharlo, verlo vivo de nuevo lo hacía feliz. —¡Mierda son las ocho de la mañana! —rápidamente se puso una ropa más adecuada y sus zapatos, salió de su casa para llegar rápido al lugar que quería.

—¿Dónde vas? —preguntó Tae, pero como Jungkook no podía escucharlo, no obtuvo respuesta.

Jungkook llegó a lo que parecía ser una plaza que estaba siendo decorada para Navidad, pero Tae sentía que esa decoración ya la había visto antes, hace muchos años.

—Kooookiiieeee —se escuchó seguido de un fuerte peso en su espalda, Tae sintió el peso también. —¿Me extrañaste? —el pelirrojo se giró y Tae pudo ver a la hermosa chica que estaba abrazada a SU novio. —Porque yo a ti, sí. —hizo un puchero.

"Qué linda" escuchó Tae, ¿acaso Jungkook pensó eso de ella?

—Te extrañé pequeña zopenca. —se burló de ella, Tae sintió una emergente felicidad en su pecho que, por supuesto, no era felicidad suya. Jungkook estaba feliz. —Vamos al restaurante que querías. —la chica asintió.

Se dirigieron al restaurante más cute que Tae había visto algún día, estaba lleno de gatitos, el menor sentía una gran emoción y alegría, Taehyung también podía sentirlo.

—Me encanta este lugar. —Jungkook estaba sonriendo tanto, Tae nunca lo había visto así, eso lo entristeció un poco.

—Es porque vienes conmigo, idiota. —regañó la linda chica.

"Es verdad", pensó el pelirrojo, Taehyung no podía creer que Jungkook le estuviera siendo infiel, él dijo que las mujeres no lo atraían.

—Puede ser, aunque preferiría venir con mi pareja antes que con mi hermana. —el pelinegro se sorprendió al saber que la chica era hermana de Jungkook, él no sabía eso, el menor nunca le comentó nada sobre una hermana, en realidad, Jungkook nunca le habló de su familia.

—Créeme qué también hubiera preferido venir con Minho, pero él es alérgico a los gatos. —puchereó nuevamente y Tae la vio linda esta vez. Los dientes de conejo parecidos a los de Jungkook aparecieron al momento que la chica sonrió. —Aunque te veo cada año, así que venir contigo también me hace feliz. —comentó con melancolía.

"¿Cada año?" se preguntó a sí mismo Tae.

Una vez que les asignaron una mesa, leyeron el menú y pidieron sus alimentos, a Tae se le antojó un pastel de fresa que se veía superlindo, pero Jungkook pidió un pastel de café.

"Está rico" pensó el menor, pero Taehyung no estaba de acuerdo. Quería su pastel de fresa, odiaba el café.

—Un pastel de fresa, por favor. —pidió la joven y al mayor le brillaron los ojos. —Gracias. —agradeció al mesero una vez que le trajo su orden. —¿Quieres? —le preguntó a Jungkook y era Taehyung que gritaba "SÍ" en su cabeza.

—Un poco. —tomó la cuchara y la llenó con un pedazo de pastel, se la llevó a la boca y la comió.

"QUÉ RICOOOOO" el pelinegro sentía el gusto del pastel en su paladar, eso era magnífico, sabía delicioso.

—Ugh, no sé por qué tenía ganas de probarlo, pero sabe demasiado dulce. —concluyó el menor.

—No sabes de placeres, hermano. —Tae le dio la razón a la hermana del pelirrojo.

La cita de estos hermanos siguió en el cine y luego a la pequeña feria que había venido para diciembre. Tae estaba desorientado, cada vez sentía que estaba en un lugar conocido, pero no sabía por qué sentía que fue hace mucho y la respuesta no tardó en aparecer.

—Estrelita, onde estasssss, quierooo verte sin bromeeeaar y en mi sala comersh paan. —un borracho captó la atención de ambos hermanos. —¡ESSSHTREEELLIIIITAAAAA! —Taehyung casi se muere al verse a sí mismo cantando como idiota en la feria, esto pasó cuando él tenía unos 22 años de edad, no podía ser posible, ahora tiene 30 años, ¿cómo es que se está viendo a él mismo?

—Taehyung, bájate ya de esa mesa, te caerás. —suplicaba Jimin que tenía un rostro completamente rojo por la vergüenza que le hacía pasar su mejor amigo. —Por favor, bájate. —el Taehyung borracho se negó.

—Oh qué guapo es. —halagó la hermana de Jungkook y Taehyung asintió orgulloso. —Que lastima que arruine su imagen haciendo eso. —El mayor se cohibió, pero igual sintió un leve enojo.

—A mí me parece divertido, si fuese mi amigo no me aburriría con él. —La chica sonrió pícara.

—¿Amigo? —preguntó alzando las cejas.

"Ay, no" pensó Jungkook.

—Se te hace guapo, ¿verdad? —preguntó mientras sonreía con diversión.

"Es lindo, pero seguro es hetero" Taehyung comenzó a reír bastante, le causaba gracia que su futuro novio crea que es heterosexual.

—"Es hetero" seguro pensaste eso, pero igual puedes voltearlo y te lo quedas. —bromeó su hermana. —Es una regla que leí en Internet "el que lo voltea se lo queda" —comenzó a reír y salió corriendo, siendo perseguida por su hermano.

Ese fue el primer vistazo de Jungkook hacia Taehyung, ese día el mayor no recuerda nada por lo ebrio que estaba, un leve dolor invadió su pecho cuando se dio cuenta de que no sabía nada de su novio, no sabía que tenía una hermana, tampoco sabía que él ya lo había visto antes, todo este tiempo, Tae nunca supo realmente quién era Jungkook.

Se culpó, quizá él no dejó que Jungkook se sintiera cómodo explicándole las cosas, quizá fue su temperamento explosivo y dramático, pero sentía que fue su culpa no poder ayudar al menor a que confíe en él.

—¡FELIZ NAVIDAD! —un Santa Claus enorme se posó frente a los hermanos, sacando a Tae de su nube de culpa. —El teatro de la ciudad preparó un bello musical Navideño para esta noche a las 9 en punto, ¡no falten! —les dio un volante a cada uno.

—Quiero ir. —dijo la joven de forma alegre y un poco demandante.

—No quiero ir. —dijo al mismo tiempo Jungkook.

"Festival de Navidad, Hoy 24 de diciembre de 2013 a las 9:00 de la noche" leyó Taehyung en el volante.

—¡¿2013?! —gritó sorprendido. —¿Viaje en el tiempo? —tenía dudas que no sabía ni a quién preguntar. —Esto no es posible, es un sueño, sí, un sueño, ah, pero... —una parte de él quería que esto fuese un sueño, pero al darse cuenta de que de serlo Jungkook no estaría vivo, deseaba que no lo fuese. —Tranquilo Tae, esto es parte del deseo que pediste... ¿Creo? —sonrió nervioso.

Era la única explicación, esa tienda podía no haber sido una estafa después de todo, su deseo de conocer mejor a Jungkook se estaba haciendo real.

—Vengamos al musical, hermano. —el mencionado negó. —Ash —se quejó. —, le diré a mi bebé que me traiga, no sé para qué quiero hermanos si no sirven de nada. —blanqueó los ojos y se fue enojada.

—¡Espérame! —regañó para después seguirla.

Ahora Taehyung sabía que Jungkook tenía una hermana, eso era algo nuevo, pero bueno al mismo tiempo.

El pelirrojo subió a su hermana a un taxi y tomó el número, también le indicó al taxista la dirección para que su hermana llegase a salvo.

Una vez que se despidió, se fue a su casa, aquella en donde nadie lo esperaba, un frío y silencioso cubículo de cuatro paredes que deseaba llamar hogar.

—Maldita sacapatos, me hizo caminar mucho. —decía mientras se sentaba en el sofá y se quitaba los zapatos. Taehyung se carcajeó por el apodo con el que el menor se dirigía a su hermana. —Sé que lo hiciste para alegrar la mierda de vida que tengo, pero no poder sonreír cuando tú lo haces me duele más. —el pelinegro sintió el dolor en su pecho, Jungkook estaba sufriendo pero, ¿Por qué?

La respuesta la tendría al día siguiente.

Tae nuevamente se despertó temprano, él controlaba el cuerpo de Jungkook, pero ahora se sentía desorbitado, este no era el departamento del pelirrojo.

Los sonidos de la puerta siendo golpeada despertaron a Jungkook haciendo que el mayor perdiese el control.

—Jungkook, cariño, llegarás tarde a la escuela si no te levantas ahora.

—¿Escuela? —se preguntó Tae. —Pero si él dijo que no asistió. —sacó cuentas y si ayer se encontró con su yo de 22 años, eso significaba que Jungkook tenía 20 años.

—¡JUNGKOOK! —gritó su mamá.

—VOOOOY —respondió y se levantó, ayer se había dormido tarde haciendo su tarea, así que tenía mucho sueño.

—Buenos días, cariño. —saludó su madre cuando lo vio bajando las escaleras ya arreglado para ir a la escuela. —Ven, desayuna antes de irte. —puso el plato con huevos revueltos y pan en el lugar que debería ocupar el pelirrojo.

—Papá, ¿puedo llevar el auto? —preguntó con miedo al hombre sentado en la cabecera de la mesa, Tae sabía que tenía miedo, pues pudo sentirlo. —Es que una chica me pidió pasar por ella y no quisiera ir a buscarla en bicicleta. —los nervios estaban fuertes en el menor.

—¡CLARO QUE SÍ! —respondió su padre. —Mi hijo ya es todo un hombre, si es para impresionar a tu novia, entonces puedes llevártelo. —el pelirrojo liberó un suspiro de alivio.

"No es mi novia" pensó y Tae sonrió, pero esa sonrisa no duraría mucho.

—Gracias por pasar por mí, Jungkookie. —sonrió el joven de cabellos platinados al subir en el asiento del copiloto. —Eres un amor. —lo beso en la mejilla y Taehyung sintió mariposas en el estómago, no sabía si era por la felicidad de Jungkook o por los celos que lo inundaron al ver que otro hombre besaba a su novio (que aún no es su novio).

—Hobi, vendré por ti cuando lo necesites. —sonrió y el peli plateado sonrió al notar los dientes delanteros de Jungkook sobresalir.

—Me encantan tus dientitos de conejo, sonríes y tienes a tus pies a todos. —Jungkook estaba que burbujeaba de felicidad y Tae cada vez se enojaba más.

"Jungkook infiel" se quejó. Sabía que era ridículo, pero odiaba esta sensación, no podía ignorarlo ni ver a otro lado porque estaba atado a ver todo lo que Jungkook veía, tampoco sabía cómo evitar sentir la felicidad que sentía Jungkook al estar con este chico, pues también sentía todo lo que Jungkook sentía.

—¡Vamos a la secundaria entonces! —gritó alegre Hoseok.

"¡¿SECUNDARIA?!", pensó Taehyung, no podía ser cierto, Jungkook debía tener unos 17 años y él celándolo.

Jungkook y Hobi llegaron a la escuela, realmente era sorprendente que el pelirrojo estuviera en la mejor secundaria de Corea del Sur, es decir, a esa escuela solo entraban personas muy inteligentes o ricas.

—Voy a mi clase, nos vemos después. —lo beso en la mejilla y se fue, el menor se llevó la mano para masajear el área besada, se sentía tibia. Hoseok hacía eso con todos sus amigos y amigas, así que le parecía normal, pero para Jungkook, un chico carente de amigos, eso era especial.

—Me gusta. —sonrió y se fue a su aula. No se percató de que alguien lo había escuchado.

—Hobi, qué asco que te lleves con ese chico pelirrojo. —le dijo Beom, un amigo suyo. —¿Sabes lo que dicen de él? —el platinado negó. —Dicen que es gay, qué asco, capaz, no te ve como amigo. —fingió que un escalofrío se paseaba por su cuerpo. —Qué miedo.

—No me importa, yo no soy gay, solo lo rechazo y ya, es como rechazar a una chica que solo ves como amiga. —en la mentalidad de Hobi, amigos y amigas eran igual de importantes, los amaba, pero no de forma romántica.

—Pero es un hombre. —enfatizó su amigo.

—¿Y? —lo miró con duda. —Que se te declare una amiga o un amigo, es lo mismo, si te gusta le dices que sí, si no te gusta, le dices que no. —explicaba mientras movía las manos en cada oración. —No es muy complejo de entender. —levantó los hombros. —Jungkook es mi amigo, lo quiero, así que no hables mierda de él, por favor. —Beom se enojó y dejó a Hobi solo. —No es como si no supiera que es gay. —sonrió.

Después de clases Jungkook le pidió a Hobi encontrarse en el patio de la escuela, Hoseok sabía qué intenciones tenía el pelirrojo, pero aun así fue, pues tenía que rechazarlo correctamente y no solo huir.

Hobi no se equivocaba, sus sospechas fueron confirmadas cuando el pelirrojo llegó al sitio de encuentro con un gran ramo de Myosotis, las favoritas del peli plateado.

—H-Hola Hobi... —saludó, apenas llegó cerca del alegre Hoseok. —Sé que estas son tus flores favoritas y el significado es hermoso, te aseguro que mi amor por ti será eterno. —extendió las flores y el mayor las tomó con gentileza, sí, eran sus favoritas.

—"hi-hili Hibi, mi imir pir ti siri itirni" —se burló Taehyung. —Pinche Jungkook, esto no me lo dijiste, ash, ¡me molesta! —estaba dolido.

—Gracias, pero no puedo corresponderte. —lo miro con lástima. —Yo no soy homosexual, Jungkook. —Taehyung quedó paralizado, él creía que sí, él pensó que el mayor incluso le coqueteaba al menor.

—Oh, eso... Em... Yo... —quería clavar la cabeza al suelo como los avestruces, quería que la tierra lo trague y lo escupa en México. —Yo-yo creí q-que te gu-gu-gustaba. —Taehyung sentía lo mal que se sentía su futuro novio, tanto que las lágrimas salían en sus ojos, porque Jungkook se negaba a llorar. —Perdón, esto seguro fue desagradable para ti. —dijo muy apenado.

—Kook, no- —antes de decir algo más, fue interrumpido.

—¡Claro que lo fue! —Beom hizo aparición, tenía un celular con la cámara activa en su mano. —Qué asqueroso, pobre Hobi, solo te ofreció amistad y tú apuntabas a su culo, qué mal amigo. —Jungkook se sorprendió al verlo ahí. —¿Verdad, Hobi? —ambos tipos miraron a Hoseok, antes de que el platinado negara, vio cómo varios de sus compañeros aparecían, habían estado escuchando todo.

—Hoseok, ¿estás bien con esto? —presionaron los demás. —¿No te parece asqueroso que sienta eso por ti? —Sabía que lo que diría ahora arruinaría la vida de Jungkook, sabía que estaba siendo un cobarde, pero solo era un adolescente que pensaba que un error en secundaria, era el fin de su vida. —Es un pervertido, viendo de esa asquerosa forma a su amigo. —el mayor no pudo contra la presión social.

—Sí, es asqueroso. —esas palabras fueron lo suficientemente catastróficas para demoler a Jungkook.

Su corazón se quebró. Las mariposas que revoloteaban en su estómago terminaron pisoteadas y desaladas. Aquellos fuegos artificiales cesaron y los nervios, junto a la esperanza de declararse y ser aceptado, se convirtieron en dolor y sufrimiento.

Taehyung pudo sentir cómo cada fibra de Jungkook se disolvía, cómo la felicidad desaparecía de su ser y, en cambio, solo había oscuridad. Tae lloró, lloró como nunca lo había hecho, el dolor era mucho, no podía creer que su pequeño kookie había sufrido esta humillación.

—¡MALDITO, DEBISTE DECIR QUE NO, AMAR NO ES ASQUEROSO, SUS PENSAMIENTOS HOMOFÓBICOS LO SON! —gritaba enojado, en realidad deseaba poder estar ahí y defender a Jungkook, quería poder decirles que ser gay no era nada por lo que sentirse asquerosos ni asqueados, pero no podía y eso lo llenaba de impotencia.

—¿Lo ves? —Beom sonrió al escuchar la respuesta de Hobi. —Largo marica, aquí nadie quiere a un gay esparciendo su enfermedad. —Jungkook miró a Hoseok con dolor y salió corriendo de ahí.

Después de mucho correr llegó a un aula vacía, parecía un aula de artes. En ese espacio oscuro y desolado, lloró, sus lágrimas formaban caminos húmedos en sus mejillas, no podía negar que le dolía lo que había pasado.

—Es mi culpa, no debí sacar conclusiones. —Hobi es muy cariñoso con todos sus amigos y el menor no supo entenderlo. —SOY UN IDIOTA. —se dijo a sí mismo.

—No, bebé, no lo eres. —Taehyung quería abrazarlo, reconfortarlo, quería apoyarlo y decirle que todo estaría bien.

No hay peor sentimiento que el querer hacer algo, pero no tener ni una sola forma de poder hacerlo.

Era como ver caer lo que más amas frente a tus ojos, pero no poder evitar que se impacte al suelo por estar atado de manos y pies a un árbol.

El mayor se quedó ahí, sintiendo y escuchando los llantos de dolor de su amado Jungkook.

Las clases por fin terminaron y ya era hora de ir a casa, realmente creyó que yendo a casa se sentiría mejor, lástima que no fue así.

—Jeon Jungkook del 2A, favor de venir a la oficina del director. —eso no era una buena señal.

Y tampoco lo era el que sus padres estén sentados en las sillas frente al escritorio del director.

—Bienvenido Jungkook, por favor toma asiento. —apenas cruzó miradas con sus padres, supo que estaban enojados con él. Esto iba a ser feo. —Jungkook, tus compañeros encontraron un video tuyo molestando a uno de tus compañeros de tercer año. —informó el director. —Al parecer lo acosaste, tus compañeros dicen que incluso lo ibas a buscar a su casa y lo obligabas a subir a tu auto. —eso era una vil mentira.

—No es así. —negó rápidamente.

—Hoseok no piensa igual. —no es verdad, él no pudo haber dicho eso. —Sus padres estuvieron aquí y él confesó todo, dijo que no eran amigos, pero que tú lo seguías siempre. —Jungkook no podía más, se sentía tan traicionado.

—¿Es verdad eso Jungkook? —preguntó su madre.

—¿Acosaste un chico? —preguntó, más en tono de enojo, su padre. —Si fuese una chica te entendería, pero ¿un chico? —hizo muecas de repulsión. —¿No te da vergüenza? —el menor no podía decir nada, no sabía qué responder.

—¡Vergüenza que te mueras mientras estás cagando! —gritó Tae, aunque sabía que nadie lo escucharía. —¡MALDITOS PADRES DE MIERDA! —estaba enojado, frustrado e impotente. —Por eso mi kookie nunca habló de ustedes, no valía la pena perder tiempo ni aire hablando de gente tan mierda. —hablaba tan rápido que se le entendía muy poco.

—Es verdad. —eso sorprendió a todos, incluso al pelinegro. —Perdón papá, perdón mamá, pero soy gay. —el silencio reinó en la oficina, los padres no sabían qué decir o hacer, sentían tanta vergüenza de que el director escuchara eso.

—SÍ, MI AMOR, ASÍ SE HABLA, PRONTO TENDRÁS A UN DIOS TODO GUAPO A TUS PIES —refiriéndose a él mismo. —, PUEDES RESTREGARLES EN LA CARA QUE CONQUISTASTE AL MÁS DIFÍCIL DE TODOS, YO LES CALLARÉ LA BOCA A GOLPES POR TI, LO JURO. —no paraba de dar su cátedra, realmente quería poder hacer eso.

—Hablaremos en la casa de esto. —se levantaron. —Con permiso —los tres reverenciaron hacia el director. —, que tenga un buen día. —se despidieron y salieron del lugar, directo a su casa.

—¡UN MARICON! —gritó aquel hombre hacia su hijo que solo se asustaba por los repentinos arranques de ira de su padre. —MI HIJO NO PUEDE SER UNO DE ESOS ASQUEROSOS.

"Asqueroso pensar como usted" pensó Tae, podía sentir el miedo de Jungkook.

—¡MÁS VALE QUE ESTO SEA UNA MUY MALA BROMA JEON JUNGKOOK! —se unió su progenitora. —¡TÚ NO ERES GAY!—Jungkook ya harto los miró.

—Soy gay, me gustan los hombres. —un fuerte golpe en su mejilla lo hizo lagrimear. —No puedo evitar ser quien soy, el que me gusten los hombres no me hace diferente, sigo siendo su hijo. —su voz ahogada y sus lágrimas convertidas en mini Ríos, hacían al menor verse lamentable.

—A partir de hoy, no tengo hijo, estás muerto para mí. —escupió cruelmente su madre. —No quiero que te quedes en esta casa, solo causas vergüenza a la familia Jeon. —Tae podía sentir cómo las palabras se convertían en estacas que apuñalaban el corazón del menor, el dolor lo hacía llorar y gritar, no podía creer el sufrimiento por el que pasó su lindo Kookie.

—Jungkook...Kookie...amor... Duele. —decía con dificultad, en serio que dolía sentir el dolor de Jungkook y no poder hacer nada, nunca había pasado por algo similar.

—Lárgate de esta casa y nunca regreses. —Jungkook miró con dolor a su hermana de 13 años que estaba sentada en las escaleras llorando.

—No quiero que digas que soy tu padre. —dicho eso, se retiró y su esposa detrás de él.

La chica no soportó más y corrió a brazos de su hermano, ambos se abrazaron con afecto, la chica lloraba en brazos de su hermano y Jungkook la abrazaba protectoramente mientras besaba su cabeza.

—No te vayas hermano, ¿quién me llevará a mis clases de danza? —decía entre sollozos.

—Papá te llevará Jena, él se encargará de cuidarte a partir de ahora. —la apartó para besar su frente. —Tienes que ser una buena chica, iré a verte bailar, así que tienes que ser la mejor. —Jungkook ignoraba que para entrar a un musical debía poder pagar la entrada y, aun teniendo el dinero, sus padres se iban a encargar de evitar que viera a su hermana.

—Papá no ensayará conmigo como lo haces tú, él no baila, tampoco querrá practicar en mis sesiones de los jueves y... Y él no es tú, yo no quiero que te vayas. —comenzó a llorar más fuerte, se abrazó nuevamente a su hermano.

Ambos estaban en su momento, Tae estaba invadido de sentimientos, tanto de Jungkook como suyos, no sabía cuáles eran suyos y cuáles pertenecían al pelirrojo.

—¡ALÉJATE DE MI HIJA! —el padre de ambos apartó a la chica de brazos de su hermano con brusquedad, casi hiriéndola en el proceso. —NO QUIERO QUE UN PERVERTIDO SE LE ACERQUE. —los gritos hacían eco en la habitación.

Jungkook se hizo trizas, ya no podía soportar más, no era un pervertido, solo se había enamorado.

Ahora no podía ni ver a su amada hermana.

—¡LARGOOO! —su padre lo jaló de la camisa, haciendo una mueca de asco en el proceso y los arrastró hasta la puerta, donde al abrirla lo aventó fuera y cerró con un fuerte portazo.

—No... No soy un pervertido. —se quedó ahí, de espaldas al suelo, no podía levantarse, quizá era por el dolor físico de la caída o por el dolor sentimental del trato que sus padres le dieron.

¡ERA SU HIJO!

—Jungkook... —Taehyung no había parado de llorar en todo el rato, él quería poder abrazar al pelirrojo y decirle que todo estaba bien, pero su condición no se lo permitía.

El menor se levantó después de un rato y caminó sin rumbo, no sabía a dónde ir, realmente, no tenía a dónde ir.

¿Amigos? Lo traicionaron.

¿Familia? La única familia que tenía lo abandonó.

¿Pareja? La única persona en la que se había fijado para ser pareja, lo había herido y condenado.

No tenía a nadie ni nada, ¿qué más podía hacer?

En su trayecto hacia ningún lado, su estómago comenzó a quejarse de la falta de alimento. No había comido nada, más que el desayuno, pues en la escuela se sentía tan nervioso por su declaración que no tenía apetito.

El hambre iba en aumento y deseaba al menos tener un vaso de agua para poder engañar su estómago, pero no había nada.

Mientras caminaba, su estómago ardía y se retorcía, así que al ver un basurero en la parte trasera de un restaurante, no dudó en correr hacia el contenedor y revisar si, por suerte, habían tirado algo de comer.

Taehyung miraba horrorizado aquella acción, sabía que Jungkook tenía hambre, pero no creyó que llegara a hurgar en la basura, eso le rompía el corazón, sentía como se oprimía.

El menor encontró una caja de donas que parecían estar en buen estado y, aunque no lo estuvieran, se las comería. La desesperación con la que las metió a la boca y las masticó, era como de un animal a ojos de cualquiera.

Tae pudo sentir el mal sabor de las donas, pero Jungkook las sentía como un manjar, eran deliciosas, las mejores que había probado algún día.

—¡Ey! —la voz de una mujer lo sorprendió. —No comas eso, está caducado. —el pelirrojo tenía ganas de llorar, ahora no podía sentirse peor, lo habían atrapado. —¿Tienes hambre? Pasa, te serviré un poco de arroz con leche. —el chico dudó al principio, pero su estómago lo obligó a entrar al restaurante.

—Gracias. —dijo cuando la mujer le dio una taza de arroz con leche caliente.

—¿Cómo te llamas? —Tae amaba a esta señora, agradecía que ayudará a su futuro novio.

—Jungkook. —no dijo su apellido a propósito.

—Jungkook, debes estar realmente hambriento para hurgar en mi basura, si tienes hambre, entra con confianza, siempre tendrás un tazón de arroz gratis o unas ricas donas y un café. —el pelirrojo no soportó tanta amabilidad y comenzó a llorar.

Nadie, ni su familia lo habían tratado así, pero seguro era porque no sabía que era gay.

—¿No deberías estar en la escuela? —comentó al verlo en uniforme.

—Me expulsaron.

—Ve a casa entonces, es peligroso andar solo.

—Me corrieron.

La mujer quedó estática, este joven había sufrido mucho y por el semblante de Jungkook, sabía que todo había sido hoy. Los recuerdos de su hijo fallecido vinieron, como hubiera agradecido que alguien lo hubiese cuidado en su lugar.

—Puedes quedarte en el cuarto de arriba, era de mi empleado, pero hace una semana que renunció, así que está libre. —sonrió con amabilidad.

—No puedo aceptar eso, no tengo dinero para pagarle.

—No es necesario, puedes trabajar como mesero aquí, en lugar de pagar la renta, puedes solo ayudarme en el restaurante, estoy sola y esta semana ha sido pesada. —Jungkook asintió a la oferta, no podía hacer más, no había otras opciones.

Así fue su vida, él creció siendo mesero en el pequeño restaurante de la señora Yoonji, quien lo trató como su hijo incluso cuando le confesó que era homosexual

La mujer le dijo lo que quería escuchar de sus padres.

—Jungkook, cariño, te quiero y el que tengas a un hombre de pareja no cambia eso. —acarició su mejilla. —El amor es un bello sentimiento que nadie puede evitar, no entiendo tu malestar, solo estás amando a otra persona, no hay nada más común que eso.

Tae pudo presenciar ese momento, se dio cuenta de que estaba presenciando los momentos más importantes de Jungkook.

La magia era increíble.

Holiwilis <3

¿Qué tal este capítulo?

Espero que les haya gustado ☺️💜

Ya solo falta el capítulo 3 jsjsjsjjss

Gracias por leer 😸

Recuerden, que Mali las ama lunitas bellas <3

*Mali fuera*

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