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LAS PISADAS SE ESCUCHABAN DE UN LADO A OTRO, INCLUSO, KATHERINA nunca supo cuando entro a la sala de los F4 con cuatro escritorios y se escondía debajo de uno de ellos, sabiendo que ese lugar nadie buscaría.Trato de controlar su respiración y como saldría de ese lugar sin caer en un ataque de pánico o lanzándose de la azotea y decorar el suelo con sus entrañas, hasta que escuchó la puerta abrirse y un montón de risas y voces, haciéndola tapar su boca y encogerse más contra la madera.
—¿Realmente usaste la tarjeta con ella?—Kavin preguntó mientras que negaba— vaya formas de ligar tienes.
—Yo no lo hice, alguien simplemente hizo eso—Thyme respondió con un suspiro— alguien tiene llaves y la dejó ahí...¿alguien ha visto a Ren?
—Solo debes esperar el mejor momento y hacerte el héroe—Kavin respondió sentándose en su escritorio.
Kath vio como las piernas de MJ se posicionaban en frente y tuvo que encogerse más.
—Encuentro ridículo que no hagas nada, digo, ella se te hacía linda, ¿no?—suspiró— ¿o solo quieres dejar que esto pase porque arruino tus planes ayer?
—Voy a efectivamente poner el alto, pero no puedo hacer nada si no se donde está—admitió— ¿y si Ren la dejó ahí?
—Ren no lo haría, ayer lloraba porque ella le estaba ignorado—admitió el de coleta.
Kath sabía que escuchar conversaciones ajenas estaba mal, pero simplemente no era algo que pudiera decidir, incluso peor sería si tratará de hacer algo.
—Ren lloraba porque Mira aveces ni le miraba, no es nada nuevo—Thyme suspiro desordenado su cabello— en un tiempo más estará tras Gorya, así es Ren.
—No lo sé, se veía muy enamorado esta vez—Kavin habló al mismo tiempo que MJ, el cual, prosiguió— dudo que tarde en aparecer.
Y tal como el moreno habló, la puerta fue abierta violentamente junto a unas pisadas fuertes, por lo que, Kath con mayor razón supo que no debía estar ahí.
—¿Crees que es divertido, Thyme?
—Buenos días para ti también, Ren—saludó.
—No me es gracioso, retira la orden, ahora.
—Yo no he hecho nada.
—¿En serio?, ¿me tomas por estupido?
—Relájate Ren, Thyme nos dijo que no fue él...—MJ trató de calmarlo.
—¿En serio?, vaya... porque tengo un montón de pruebas y testigos que dicen lo contrario—su voz se había echo un poco más gruesa— ¿tanto no soportas la idea de que yo no sea feliz, no?
—Ren creo que estás exagerando...
—Creo que plantar tarjetas rojas y hacerle el héroe es estúpido—admitió Ren molesto— ¿qué crees que Anong piense cuando lo sepa?
—Ella no me interesa y no, no es nada personal contigo, Ren—rodó los ojos— además, ¿crees qué no debo hacer algo por lo de ayer?
—¿Te importa más tu ego que una chica, en serio?... eres tan...
—Cuidado Ren, tengo más de esas y las ganas de darte una no me están faltando—respondió de la misma forma— lamentable me gusta ella, ¿no estaba el código de amistad de que si alguien nos gusta el otro se echa para atrás?
—Thyme...—Kavin le miró mal.
—¿Qué?, MJ se echó para atrás por la apuesta y todo lo que relacione a tu noviecita... ¿no?, porque si queremos hablar, hablamos todos.
—No puedo echarme para atrás porque soy su novio, Thyme—respondió cínico— así que, tu debes echarte atrás... quizás seas mi mejor amigo y seas más fuerte de carácter, pero yo también lo tengo y créeme que dejarlo salir no va a gustarte—amenazó— tienes cinco minutos para bajar la tarjeta.
—¿O sino qué?, ¿qué vas a hacer?, ¿llorar?
—Creo que yo no soy el encargado de hacerlo, ¿no es así, Katherina?—habló sonriendo.
—Buen intento, ella no está aquí—respondió el pelinegro.
Kath empujó suavemente a MJ en su silla de escritorio para salir de ahí abajo ganándose miradas del de coleta que no pudo descifrar, volteando y tragando saliva.
—No pretendía escuchar nada...—admitió colgando su bolso al hombro y arreglar su cabello— pero no había otro lugar seguro que esté.
—¿Son novios de verdad?—preguntó MJ.
—Sí, ¿no es linda mi novia?—Ren respondio yendo hacía ella y jalarla de una de sus manos para atraerla a él.
Kath miró sus ojos sabiendo el objetivo claro, subiendo sus manos a sus mejillas para besarlo, notando como Ren le abrazaba las caderas. Los aplausos de Kavin y MJ sonaron provocando que Thyme ardiera en celos porque claramente siempre quería lo que los demás tenían, sobre todo si era Ren.
—¿Vas a bajar la tarjeta?—preguntó al separarse, relamiendo sus labios y mirarlo— ya no sirve tu plan del héroe, mala mía.
—Si...—asintió mirando como la castaña simplemente lo miraba de la única manera que no quería ser mirado por ella— pero solo quiero decir que yo no hice nada, solo me pidieron una tarjeta y yo accedí, los mensajes claramente los viste.
—Gracias Thyme, eres un gran amigo—sonrió caminando sin separarse de la chica a la puerta— ¿vas a echarte para atrás?, ya sabes... los amigos y sus códigos.
Y salió de ahí con ella, haciendo a MJ y Kavin reír y a Thyme con un mal gusto en la boca.
REN NO DEJABA DE BESUQUEAR LA CARA DE KATH EN LA AZOTEA MIENTRAS QUE sus brazos estaban aferrados a sus caderas, sin embargo, la castaña seguía sin procesar la información.
—¿Cómo sabías que estaba ahí?
—No lo sabía—admitió mirándola— lamento tardar en llegar pero estaba solucionando el problema...—respondió tranquilo, escondiendo bajo el suéter de la chica sus nudillos dañados mientras acariciaba su espalda sobre la blusa— tenía tanto miedo de que algo llegara a pasarte.
—Tuve unos minutos para correr—admitió— fue el primer lugar que se me ocurrió entrar pero MJ se sentó y no pude salir....—suspiró.
—¿Debo sentirme celoso por eso?, digo... no me hubiese molestado que te pusieras bajo mi escritorio—soltó gracioso.
—Eres un pervertido—rodó los ojos y negó— fue el que estaba más lejos de la puerta.
—Mmmm... es cierto—suspiró— lamento tanto esto.
—Da igual, ¿así que eres mi novio, hm?—alzó una ceja— nunca me preguntaste nada.
—Suena mejor que decir "eres mi novia", si el privilegio de estar contigo es mío y no al revés, duh—habló en un tono como si fuera una diva— mmmm... estoy esperando el momento, ¿pero por qué me besaste?
—Debía ser creíble, ¿no?
—Mmmm... ¿creíble o no quieres admitirlo?
—Ibas a besarme de todos modos, ¿no?
—No, no iba a hacerlo—admitió— pero confirmaste mi hipótesis.
—¿Cuál?
—Mmmm... ¿qué han dicho tus hermanos de mi?
—Cambiando el tema...—suspiro— quieren que los lleves al parque de diversiones.
—¿Es una cita?
—¿Cita?
—Si, tu y yo... ellos son un extra—le guiñó el ojo.
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