REN ESTABA CON LA CABEZA SOBRE LOS MUSLOS DE KATHERINA, MIRANDO EL CIELO lleno de nubes mientras que las manos ajenas le hacían piojito en la cabeza, relajándolo y alejando cualquier mal pensamiento.

—¿Esa nube tiene forma de dinosaurio?

—Yo diría que es una gallina en skate con un casco con púas

—¿De dónde lo sacas... olvídalo, ya lo vi, pero no es un pollo, es una gallina

Y ambos rieron. Aquellos momentos eran los que Ren apreciaba con su corazón, momentos en donde ambos compartían un momento íntimo donde sus almas se abrían con la del otro.

—¿Crees qué Thyme quiera oírte?

—Tendrá que hacerlo, fue un mal entendido, Ren, a todos nos pueden pasar

—¿Dudas de mí?—alzó una ceja.

—¿A qué te refieres con dudar?

—De mis sentimientos hacia a ti, solo me gustas tú y solamente tu, Katherina—sonrió dulce— y sino, lo diré inglés, i really like you, Katherina

La castaña rió con sus mejillas rojas, negando con la cabeza.

—No tengo porque hacerlo, se que tus sentimientos son honestos y debo de decir que los míos también.

—Lo sé, pero quería aclararlo de igual manera—comentó, acariciando su mano al quitarla de su cabeza— no quiero que pienses que juego a dos bandos o siquiera, que imagines eso...

—Nunca podría pensarlo ni imaginarlo, Ren

—Se que lo hiciste

—Que tu pensaste que lo hice, es tu problema, pero yo, no lo hice—admitió.

Ambos se miraron y achinaron sus ojos junto a una sonrisa, como si fueran el reflejo del otro, analizando sus acciones.

—¿No planeas ir a clases?—le preguntó el chico.

—¿Me estás echando de aquí?

—No no, solo que... no quiero arruinar tu hoja de vida—comentó incómodo.

—He avisado a dirección que iba a estar contigo y me lo han perdonado—sonrió la chica—estaré toda la jornada contigo si es necesario

—Bueno, tampoco iba a dejarte ir— entrelazó sus manos.

—¿Dejarme ir a clases?

—En todo sentido de las palabras "dejar ir"

Y Katerina se tomó el atrevimiento de besarlo, un beso bastante extraño debido a que sus caras estaban en direcciones distintas, pero que de igual forma, congeniaban a la perfección.

—¿Crees qué deba hablar con Thyme?

—El puede esperar.

Y volvió a unirlos a ambos en un beso bastante dulce, acariciando su rostro con dulzura y cepillando su cabello con los dedos.

EL ALMUERZO ERA DIGNO DE UN PICNIC SACADO DE PELÍCULA DE ROMANCE ADOLESCENTE, desde la manta roja con blanco a cuadros, hasta la canasta con sandwiches, dulces y más.

—¿De dónde sacaste esto?—soltó graciosa, mientras acomodaba las cosas junto a la ayuda de Ren.

—Bueno, realmente mientras fuiste al baño lo pedí—se encogió de hombros.

—Bueno, quizás no estemos en un parque, pero la azotea se siente tan única—sonrió ella— es como si fuera hecha para nosotros

—Yo también siento lo mismo—sonrió mientras que sacaba un jugo de naranja— ¿quieres?

—Claro—le extendió los vasos para que sirviera.

—¿Podría considerarse cita, no?

—Claro que si, una cita escolar—le guiñó un ojo— ¿entonces, tomamos fotos?

—Claro.

Kath sacó su celular para tomarle una fotografía al mantel y luego a ellos, donde Ren se tomó el atrevimiento de abrazarla por detrás y besarle la mejilla en una fotografía y luego, apoyar su barbilla en su hombro.

—¿Por qué eres tan adorable, Ren?

—Porque tu me haces ser así, Kath

Y la chica volteó el rostro para besarle la mejilla.

—¿Comemos?

—Claro que si—la soltó, sentándose a su lado, tomando un sándwich y se lo dio— solo pedí cosas de picnic, no pensé en algo más...

—Bueno, los sándwiches del Subway son llenadores, diría que este es un buen almuerzo, con postre y todo

El chico asintió, comiendo junto a ella, disfrutando del un rato agradable lleno de besos, abrazos y miradas cómplices. Sin notar que en la otra azotea, alguien los observaba con una mueca de disgusto y un teléfono en la mano, tomando fotografías y grabando para destruir la imagen de alguno de ellos dos.