⭐Capítulo 9⭐
— ¿Estás bien? —preguntó con voz ronca y agitado. JungKook cambió su rostro a uno preocupado, Lina estaba temblando allí bajo su cuerpo, sus ojos tiernos de repente lucían aterrados y ella lucía muy indefensa—Oye, tranquila, no te obligaré...
— No, no, JungKookie, no pienses eso...—susurró acariciando sus mejillas—Estoy nerviosa, pero es...es todo.
— No hemos hecho nada aún—se miraron aún con las ropas puestas, aunque él tenía su camisa desabrochada. Lina a pesar de la poca luz notó los labios hinchados del maknae y sonrió divertida.
— Deberíamos volver, creo que...nos descontrolamos un poco—acomodó su camisa. JungKookie se sonrojó asintiendo, él si deseaba continuar—Todo llega por sí solo, ya verás.
[...]
— ¿Enserio no quieres venir? No quiero ir solo, Lina—el hermano menor de la chica suplicaba, tenía un bolso en el hombro junto a una maleta.
— Les irá bien, toma muchas fotos, llevas mi cámara.
— No será lo mismo sin ti.
El timbre de la casa se escuchó, los adultos seguían arriba terminando de arreglar las cosas. Lina fue a abrir sorprendiéndose en cuanto...
— ¿Beth? —y no venía sola— ¿JungKook? ¿Jimin? ¿Cómo lle...?
— ¿Quiénes son? —Isaac asomó su cabeza y se quedó como piedra.
— ¿Llegamos en mal momento? —susurró.
— Mis padres ya se van, ahh...—miró a su hermano—Chicos, él es mi hermano menor, Isaac—presentó—Isa ella es Beth, la chica con la que conviví en Corea y ellos son...—no podía dar sus nombres—Sus amigos.
— Es más alto que tú—comentó Jimin. De hecho, Isaac era casi de la altura de Kook, el maknae presentía que algo pasaba con ese chico quien no decía nada.
— Pasen, así puedo presentarles a mis padres—les permitió entrar— ¿Dónde están los demás?
— En el hotel, vinimos a buscarte porque sabía dónde vivías y lo logré—sonrió la de cabello rojizo. Jimin junto a Kookie notaron las fotos en la sala, a JungKookie le gustó ver una donde una mini Lina aparecía sonriente vestida de princesa.
— Lina, estamos lis...
— Mamá—la chica se apresuró a ir en dirección a una mujer de cabello oscuro. Los chicos notaron el parecido de Lina con su padre, era muy sorprendente—Ellos son unos amigos, ¿Recuerdas a Beth?
— ¡Claro! La chica que cuidó de ti en Corea.
— Esa misma, señora, mucho gusto—le ofreció su mano.
— Vaya, ustedes dos se parecen a los chicos de esa banda de chinos que le gusta a mi hija...—señaló el hombre. JungKook y Jimin entendían algo, pero se mantenían en silencio porque no procesaban las palabras.
— ¡Papá! —reprochó la joven avergonzada, a pesar de que Kookie no entendía le apenaba esa escena—No son chinos, son coreanos.
— Es muy guapo—susurró su madre.
— Gracias—contestó inconscientemente un Jimin avergonzado.
Antes de que sus padres se fueran Isaac si sabía quiénes eran porque él había comenzado a escuchar BTS desde hace días, Jeon JungKook y Park Jimin habían estado en su casa. Lo mejor de todo es que conocían a su hermana. ¿Qué clase de suerte era esa?
[...]
— Lamento esa escena con mis padres—se disculpó en lo que entraban a su habitación. Ella les había preparado una taza de té a cada uno, Lina sabía que si JungKook estaba muy callado era porque detallaba cualquier cosa y lo hizo cuando en segundos encontró su diario, ese diario que le había dado hace un año.
— Tranquila, los padres son así—contestó Jimin—Lindo cuarto.
— Gracias, me gusta ser ordenada con mis cosas—tomó asiento en la silla frente al escritorio encendiendo su laptop.
— ¿Los has leído todos? —preguntó su amiga señalando los libros.
— Así es, Beth, ven, quiero mostrarte algo.
Jimin fue donde JungKook quien tomaba el diario al dejar la taza en la mesa de noche, pero al abrir el diario cayeron varias fotos al suelo. Se apresuró a recogerlas notando que esas no eran las que les había dejado, eran nuevas y....lindas.
— Vaya—susurró Jimin mirándolas con una pequeña sonrisa, le gustaba como se veían las luces, pero JungKookie no tenía la misma expresión.
— ¿Quién crees que se las haya tomado?
— Ah, ¿Enserio volvemos a lo mismo? La chica es tuya, deja tus celos—reprochó con tono dulce golpeando su brazo en forma de broma—Lo haré por ti, ¡Lina! —se giró mirando a los chicos y ambas muchachas voltearon a ver—JungKook~ah, quiere saber sobre estas fotos.
Kookie sintió morir, guardó aquello de inmediato pensando que la chica se enojaría por revisar sus cosas, pero no fue así.
— Mi hermano las tomó.
— ¿Se metió a esto de la fotografía también? —Beth miró a su amiga.
— Está en sus comienzos—asintió sonriendo de lado—Oigan, quiero mostrarles esto, en especial a ti, JungKookie, eres mi maestro—le guiñó un ojo.
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