Habían ido a la tienda que queda cerca de casa, es pequeña, pero tiene lo esencial, TaeHyung había ido a visitar a Lina después de lo que Kookie le contó. La chica realmente estaba pasándola bien con las ocurrencias del chico y bueno, ella apoyaba el Vkook fuera real o no. Los chicos estaban pensando en visitar el nuevo parque de atracciones que abrieron hace poco por el verano y al que muchos han ido.

— ¿Estás seguro de que eran ellos...?

— En la habitación de Jimin, ¿Quién más crees que puede estar? —Tae fue por lo obvio—Casi no duermo escuchándolos.

— ¡Aquí están los huevos! —Lina interrumpió dejándolos en el carrito de compras, ambos chicos tenían los cubre bocas, la chica intentaba cubrirse lo más que podía con la capucha de su sudadera— ¿Por qué se quedan callados?

— Tae cree que Jimin y Beth estaban en...

— Creo no, lo sé—corrigió—Escuché gemidos de su habitación.

— ¿Enserio? —la chica sonrió divertida-Bueno, ahora entiendo porque no me ha escrito ni pudo quedarse anoche en mi casa—comprendió—Bien por ellos.

— ¿Bien por ellos? Lina, tuve traumas que marcarán mi vida—los menores comenzaron a reír ante eso—Oigan, creí que haberte visto a ti sobre Lina besándola sin camisa era sufi... ¡Auch! —se quejó cuando JungKook golpeó su brazo.

— Eso es innecesario recordarlo.

— De acuerdo, oigan, iré a buscar la leche, ¿Podrían ir al pasillo de las frutas y buscar lo de la lista?

— De acuerdo.

[...]

— ¿Todavía no lo han hecho? —Tae era muy indiscreto para algunas cosas y Kook lo sabía, pero apreciaba a su amigo, lo quería de esa forma.

— Si no hubieras interrumpido creo que lo habríamos logrado—acusó.

— Perdón.

— Olvídalo, ni siquiera lo hicimos cuando estuvimos a solas en el hotel o en su casa...

— Espera, ¿Qué hotel? —quiso saber. El chico recordó que ellos no sabían nada de la primera vez que fueron a otra habitación para tener privacidad—Jeon JungKook, ¿Qué le estás haciendo a la chica?

— No estoy haciendo nada—recogió algunas manzanas guardándolas en la bolsa. TaeHyung lo miraba sin creérselo.

— Estás corrompiendo a la niña.

— Lina no es una niña.

— Lo es, ella es pura y quieres llevarla al lado oscuro—bromeó. Tenía una sonrisa burlona detrás del cubre bocas.

— Si es por eso entonces yo también lo soy.

— ¿Enserio los dos son vírgenes? —por suerte hablaban otro idioma porque de hablar inglés, la mujer junto a Tae los hubiera visto avergonzada por el tema de conversación—De acuerdo no preguntaré más—ambos llevaron las frutas seleccionadas al carrito, mientras JungKook organizaba todo en él, Tae sonrió divertido— ¿Crees que sea buena?

— Hyung—gruñó.

— ¿Qué?

JungKook ya no veía gracioso el tema, Tae sabía que el maknae era muy celoso con lo suyo.

— Ni se te ocurra imaginarla.

— Ah, JungKook~ah, ella no me gusta...

— De todas maneras, no lo hagas, ella es mi novia e imaginarte a la novia de otro está mal.

— Yo creo que ella necesitará silla de ruedas—bromeó ganándose otro golpe.

— ¡Oye! No lo golpees—defendió Lina tomándolos por sorpresa, guardó la leche en el carrito mirándolos— ¿Quién necesita silla de ruedas?

— Nadie—respondieron al mismo unísono.

[...]

Unos días después los chicos decidieron ir al parque de atracciones, Lina notó que Beth estaba..."más suelta" con Jimin y en parte se sintió hasta ignorada por su amiga, ambos empalagaban demasiado y fueron los primeros en irse a un juego.

— Lo sé, también quiero vomitar—susurró Suga junto a Lina.

— Somos dos.

— ¿A dónde vamos primero?

— ¡A esa cosa que gira! —señaló Tae la bailarina que daba vueltas sin parar. Las personas que bajaban de allí terminaban mareadas o vomitando.

— Una vez subí allí y....acabé vomitando a mi hermano—admitió avergonzada.

— Oh, Lina, ¿Qué tal...? —Jin fue interrumpido.

— ¡Nada de alturas! —aclaró Hoseok y los demás rieron.

— ¿Qué tal eso que dice "Torbellino"? —propuso NamJoon. Eran cuatro asientos juntos y en medio algo parecido a un volante que al girarlo daba vueltas, la altura era más o menos mucha para Hobi quien se negó de inmediato.

— A ese si resisto—sonrió Lina.

[...]

Al juego subieron Jin, Tae, JungKook y Lina. En la segunda ronda fueron Suga, NamJoon, Hobi (quien se atrevió a intentarlo a petición de la chica), Lina y Tae de nuevo. Al bajarse el maknae tomó una foto con su cámara.

Estuvieron un largo rato subiéndose a diferentes juegos, los chicos a pesar de estar encubiertos no dejaban de llamar la atención por sus colores de cabello, sobretodo Kookie quien parecía estar en llamas con ese color rojo. Había muchas máquinas cerca de los puestos de comida, Lina intentaba tomar un peluche similar al de Cooky, pero la estúpida máquina se quedaba pegada y ella acababa perdiendo su moneda.

— Pierdes el tiempo—comentó Beth.

— Vaya, la chica se acuerda de su amiga—bufó.

— Oye, ¿A qué te refieres?

— Tú y Jimin nos han estado ignorando desde que llegamos—acusó dándose por vencida. Prefirió ir a uno de los puestos donde había peluches más grandes, Lina siempre quiso ganar uno de esos, sus ojos brillaron cuando notó el panda de casi dos metros, ¡Sería excelente para abrazarlo por la noche!

— Eso no es cierto—Beth la devolvió a la realidad.

— Lo es—la miró—Oye, está bien que su relación vaya creciendo, pero nosotros seguimos aquí, ni siquiera me has contado de tu primera vez con Jimin...

— ¿Cómo sabes eso? —susurró ahora más roja que un tomate.

— ¿Ves? No me lo has dicho.

— Lina, lo siento, nosotros...creo que nos encerramos en nuestra burbuja...

— Sí, claro, ya, ahora dime, ¿Fue lindo? —preguntó mientras aceptaba los aros del hombre. Debía insertarlos en tres botellas diferentes, tres distancias diferentes, ella enserio quería su peluche de panda.

— Lo fue—miró a su amiga arrojar el primero con éxito—Jimin fue cuidadoso...al principio...

— ¿Te lastimó?

— No, sólo...ya sabes, le pedí que fuera más...

— Mucho detalle—bromeó ganándose un golpe suave de su parte.

— ¿Aún no lo hacen?

— No—entendió a la primera. El segundo aro se insertó en otra botella más lejos, sostuvo el último con firmeza.

— Los chicos dicen que JungKookie hace creer a todos que es dulce y tierno, pero es un pervertido—bromeó—Tal vez le guste atarte a la cama o le encanten los látigos...—y ante eso Lina falló. Ella realmente se imaginó en esas posiciones con el maknae.

— ¡No! ¡Mierda!

— ¿Qué palabra es esa, señorita? —reprochó SeokJin.

— ¡Quería mi peluche!

— ¿Cuál? —JungKook le entregó el refresco que había comprado para ella junto a algunas galletas.

— ¡El panda! —hizo puchero.

Dos minutos después, Lina sostenía su gran peluche con orgullo gracias a su novio.

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Quedan ocho capítulos para el final 😊