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— Por supuesto que sí, mi alfa. — dije con una sonrisa mientras tomaba su mano con delicadeza, él me llevó al centro de la pista, me tomó de la cintura con una mano y subí una de las mías a su hombro, mientras las otras seguían unidas.

Noté unas cosas antes de que la canción comenzara, primero, vi a Dayana pedirle a Edward  bailar con ella de esta forma:

"¿Bailas conmigo o le temes al éxito?", dijo Dayana, Edward la miró con una sonrisa confundida y asombrada por su pregunta.

"No le temo a nada, excepto a las arañas." Respondió mientras le ofrecía su mano para llevarla a la pista.

También pude ver que Tyler fue con mi hermana a intentar bailar con ella, pero obviamente Stephanie se negó lanzándole el ponche que tenía en su vaso, empapando su traje, Tyler se alejó avergonzado mientras ella seguía con su cara amargada. Alexa fue con su novio Erick, Aurora con Dalai. También escuché a Angie y Daniel:

"¿Por qué no has invitado a nadie a bailar?", le preguntó a Danny.

"Sabes que no me gustan los bailes, ve a disfrutar tú, además tengo hambre." Le dijo para luego ir a la mesa donde estaba la comida. Segundos después llegó Shaoran a invitarla a bailar.

Algo curioso, Dylan tampoco invitó a nadie, pero se quedaba viendo a Daniel.

La música sonó en el lugar, la reconocí de inmediato.

— ¿"Heart by Heart" de Demi Lovato? — pregunté a Chris.

— Si dejas a mi hermana a cargo de la música, cosas como estas sonarán. — me sintió, imite eso.

— No es eso, sino que pensé que sería una clásica, como la de Ed Sheeran, "Perfect". Casi siempre usan esa.

— Pues a ella le gusta ser única. Como tú. — me sonrojé con su comentario, agaché mi cabeza haciendo que cayera en su hombro mientras él reía, me levanté segundos después.

«When your soul finds the soul it was waiting for
When someone walks into your heart through an open door
When your hand finds the hand it was meant to hold
Don't let go
Someone comes into your world
Suddenly your world has changed forever»

El baile era lento, y bastante romántico, nos movimos al compás de la melodía sin desconectar nuestras miradas. Él me sonreía de una tierna manera, yo le correspondía, estaba muy nerviosa, pero tenía que decirle lo que sentía por él. Solo que no sabía cómo empezar.

«No there's no one else's eyes
That could see into me
No one else's arms can lift
Lift me up so high
Your love lifts me out of time
And you know my heart by heart»

Admito que soñé un momento igual a este, solo que en la playa, fue la vez que Chris me comenzó a gustar, pasó en un desfile de mi familia. En esa "visión" yo traía puesto un vestido largo y de tonos azules, pero ahora traía un atuendo más juvenil, hasta que este brillo transformándose en un vestido largo, solo que diferente y más adecuado a mí; más a mi gusto actual:

Creí que usarías el vestido que tenías en aquella visión. — Me dijo.

— Siendo sincera, no tenía planes de utilizar un vestido esta noche, pero... — volteamos a ver a Alexa mientras nos sonreía y nos guiñó un ojo, señal de que ella lo hizo, con ayuda de cierta hada. —... Admito que este me encanta aún más.

— Lo sé.

«When you're one with the one you were meant to find
Everything falls in place, all the stars align
When you're touched by the cloud that has touched your soul
Don't let go
Someone comes into your life
It's like they've been in your life forever»

Seguíamos bailando, él me hacía dar vueltas de una manera delicada, como si fuera algo de cristal, en ese momento solo éramos nosotros dos, nadie más importaba, nadie más existía. Me perdía en esos bellos ojos, su bella sonrisa y su actitud, él era perfecto a mi criterio, no quería separarme de Christopher por ningún motivo, solamente quería estar así para siempre con él.

Cambiamos de posición, ahora yo subí ambos brazos a su cuello y él bajó su otra mano a mi cintura, juntamos nuestras frentes mientras cerrábamos los ojos, estar a milímetros de sus labios solo me hacía querer besarlo.

— Delancy, he querido decirte desde hace mucho tiempo algo y... Estoy nervioso... — decía, aún sin abrir sus ojos, pasó una mano por mi mejilla acariciándola con suavidad.

— No lo estés... — dije calmada, aunque por dentro estaba con un manojo de nervios. Él levantó su frente y me miró. — Creo que... Ambos queremos decir lo mismo... — sonreí tímida, no sé si me habré adelantado y no es eso lo que me quería decir, pero mis palabras y mis pensamientos se esfumaron cuando sus labios tocaron los míos.

Fue mi primer beso, el mejor primer beso.
Fue suave y lento, el tiempo se detuvo para nosotros en ese instante, finalmente nos habíamos dicho todo con ese beso, todo lo que sentíamos el uno por el otro se expresó de la mejor y más romántica manera existente. Él llevó una mano a mi cuello, acercándome más, y yo acariciaba su cabello mientras.

Cuando nos separamos, al abrir nuestros ojos y darnos una sonrisa de un par de enamorados, nuestros collares brillaron levemente y al conectar nuestras miradas de nuevo, sus ojos se tornaron en un color plateado y en su reflejo, los míos se tornaron en azul. No tengo idea de que significa eso, pero su sonrisa y su felicidad me dice que es algo realmente bueno, algo que él quería; algo que nosotros queríamos.

«Your love lifts me out of time
And you know my heart by heart, (whoa, whoa)
And you know my heart by heart, (whoa, whoa)
And you know my heart by heart
And you know my heart by heart»

La canción terminó, las demás parejas aplaudieron cuando nos voltearon a ver, no supe qué cara poner, solo deje caer mi cabeza en el hombro de Chris otra vez mientras ocultaba mi sonrisa penosa y él me acariciaba el cabello. Alexa llegó y nos dijo algo... ¡Increíble!

— Los vi, chicos, Eliza nuevamente tuvo razón.

— ¿Con qué? — preguntamos al unísono.

— Alfa y omega, destinados. — terminó de decir Erick, ambos nos alegramos mucho.

— Soy una muy buena casamentera. — se elogió Alexa, mi cuñada ahora, creo.

— Y una excelente novia. — dijo el tritón. Alexa se sonrojó.

•⊱...⊰•

Retrocediendo un poco, cuando Delancy y Christopher compartieron su primer beso, hubo alguien que se molestó muchísimo, y sí, hablamos de Stephanie Graham.
La joven estaba apoyada en la mesa viendo a su hermana menor bailar con el hombre lobo, según ella, esos dos no podían compartir nada más que ser de la misma especie ahora, pero no tomó en cuenta, aunque leyó el diario de su hermana, los sentimientos que ella compartía con el alfa.

Cuando vio que ambos se besaban, se enfureció a más no poder, ahora sí que había perdido la batalla, gruñó molesta y se alejó caminando furiosa de la fiesta, siendo seguida por Grace y Rebecka quienes intentaban calmarla cuando la vieron apretar la mesa con ira.

La manada BlackMoon, sobre todo su alfa, habían robado a su hermana.

Hablando de besos, pasó algo similar con Dayana y Edward.
Mientras bailaban.

— ¿No sabía que bailaba tan bien? — dijo la chica.

— Talentos ocultos, ¿qué te digo? — se elogió, sacando una risilla de su pareja.

— ¿Y... Cuál sería otro talento que no conozca? — pregunto con curiosidad.

— Bueno... Yo beso muy bien. — la chica abrió los ojos confundida, el otro se dio cuenta de lo que dijo y se avergonzó mucho. — ¡Espera, es broma! ¡No pienses mal, ay qué torpe soy! Da- — la chica lo calló con un beso. Al principio él se quedó inmóvil de la sorpresa, pero no tardó mucho en responderle el beso. Dayana fue la primera en separarse.

— Es cierto, besas muy bien.

— ¿Me acabas de besar? — dijo sorprendido, la otra rio. — Dayana Cooper me acaba de besar. — seguía en shock, esta vez molestando intencionalmente a la chica mencionada.

— Cállate.

— Cállame. — dijo retándola, obviamente su plan funcionó y volvieron a besarse, esta vez con más confianza.

Otro acontecimiento que ocurrió durante el baile en parejas, fue con Daniel y Dylan. El joven humano estaba sirviéndose un poco de ponche de frutas, con la mirada perdida; estaba triste. Un momento con su "exnovio" Enzo llegó a su mente.

"Te prometeré algo, bailaremos juntos el día de nuestra graduación de bachillerato, no me importan las miradas y los rumores, será la ocasión perfecta para revelar y confirmar nuestra relación."

Se pasó noches y noches imaginando como sería el baile de graduación y el bailar con Enzo en la noche, lastimosamente la vida le jugó una mala pasada y ahora el joven no estaba en este plano.
Se distrajo viendo a las parejas y se alegró al ver a su amiga besando al lobo, cuando les contó de la Isla la noche que llegaron, él distinguió como cambiaba su voz cuando hablaba de él, era obvio que le gustaba, y mucho.
Levantó su mirada al cielo, observando las estrellas y la luna brillando.

Una voz lo sacó de sus pensamientos.

— Al parecer a ninguno de los dos nos gustan los bailes. — al voltear a ver, era Dylan quien estaba a su lado.

— Creí que estabas bailando.

— Pensaste mal, no me gusta estar en medio de tanta gente.

— Ya somos dos. — bebió un poco de su bebida.

— ¿Nos vamos? — habló el vampiro, Daniel lo miró confundido. — ¿Qué? No te mataré. — ofreció su mano. — Vámonos a otro lugar más privado, necesito hacer algo, no es nada incorrecto, pero tiene que ser a solas. — el joven castaño dudo en ir, pero no quería rechazarlo. Aceptó y tomó la mano de su contrario y se fueron caminando al bosque cercano.

»»——†——-⛧Dylan Redford⛧——†——-««

— ¿Y qué quieres hacer? — me preguntó.

— Más bien, que te quiero decir. — noté que se confundió. — Daniel, sé que fue imprudente meterme en tu mente esa vez, pero la verdad si llamaste mi atención. — dejamos de caminar, me acerqué a él. — No jugué contigo jamás, y sí, un recuerdo tuyo se atravesó en mi camino y vi como te lastimaron esa vez. — el bajo su mirada y su seño se frunció.

— No tienes que sentirte mal por eso.

— Lo sé, pero ahora entiendo por qué me preguntaste si te había hecho una broma. Daniel... — me acerqué más a él, tomé sus manos. —... Jamás lo haría. Y respondiendo tu otra pregunta...

— ¿Cuál?

— Sí, te convertiría... — el chico abrió sus ojos sorprendidos. — Pero un mal recuerdo viene a mi mente cuando pienso en ello, y no quiero que termines como él. Porque me hice una promesa de no enamorarme tan intensamente, y tenía miedo de que algún día alguien me hiciera romperla. Y llegaste tú, Daniel Jones, me enamoraste.

Noté como sus pupilas se dilataron, su corazón se aceleró, apretó ligeramente mis manos.

— Yo... No sé qué decirte, Dylan... — literalmente parecía no poder hablar en ese momento. — No sé sí confiar esta vez, no quiero terminar mal... — oh por Hades, ¿será que ya no siente lo mismo? Iba a soltarlo, creí por un momento que haberme confesado fue una mala idea, hasta qué... — Pero también me gustas... — vi como se sonrojó y demonios, parecía un lindo angelito.

Me acerqué más a él, juntando nuestras frentes, Daniel cerró sus ojos, estaba nervioso. Fue algo difícil lo que pasó por culpa de Stephanie, fue horrible lo que ese grupo de estúpidos le hicieron, es normal que tenga miedo de repetir eso. Pero quería hacerle saber que conmigo no le pasaría eso.

Estaba nervioso por lo que quería hacer, borré de mi mente toda inseguridad y miedo, quería a Daniel más de lo que pensaba, no iba a permitir que mi propia mente me hiciera perderlo. Ya sé controlarme, puedo hacerlo.

¡A la mierda la promesa!

Me iba acercando más y él a mí, estaba a milímetros de sus labios, casi a rozarlos, para mi sorpresa él eliminó el espacio entre nosotros, uniendo nuestros labios en un tímido, pero hermoso beso.
Estaba en el cielo, sus labios con los míos, no puedo pedir más que esto.

El beso se profundizaba, él subió sus manos a mis mejillas y se apegó más a mí, por inercia lo tomé de la cintura, nos acercamos a un árbol que se encontraba cerca, aún sin separarnos. Lo pegué al tronco mientras seguíamos besándonos más intensamente, agradezco que estábamos solos en el bosque, Daniel llevó sus manos a mi cabello y enredaba sus dedos en este y yo acariciaba su cintura.

Ninguno de los dos queríamos separarnos, el momento era perfecto, pero el oxígeno ya faltaba y nos tuvimos que separar por ello. Nos quedamos viendo a los ojos mientras nuestras respiraciones se normalizaban, acaricie su mejilla con delicadeza y él cedió al tacto.

Ese chico era la mejor imagen que mis ojos hayan visto, verlo así, sonrojado por mí, me gustaba mucho. La forma en que me veía, la forma en que me acariciaba, como se apegaba a mí, era lo mejor. De nuevo nos acercamos y rozamos nuestros labios.

— Quedémonos aquí un rato más. — pidió, yo le sonreí.

— Todo el rato que tú quieras. — le respondí para besarnos nuevamente. Ni que me interesara volver a la fiesta.

•⊱...⊰•

Volviendo con Stephanie.

Ella salió corriendo al Templo BlackMoon con mucha ira, estaba siendo manejada por su enojo y eso causaría muchos problemas. Abrió las puertas de un solo empujón, adentrándose al lugar mientras se quedaba ahí parada, viendo el suelo y sus pensamientos, dando vueltas de la peor manera posible.
Está realmente furiosa. Con su hermana, con todos. Pero más con los BlackMoon.

Volteó a ver el sitio buscando algo, sus amigas llegaron al cabo de unos segundos.

— Stephanie. Por favor cálmate, no cometás ninguna tontería. — decía Grace.

— ¡Tú no te metas! ¡No sabes nada de lo que yo siento por culpa de estos lobos! — le gritó.

— ¡No le grites a Grace! — protestó la otra.

— Como sea. Esta manada me ha arruinado la vida, me quitaron a mi hermana y la pusieron en mi contra. Este era su plan desde el principio y ahora se quedarán con ella para siempre. ¡Eso no puede pasar, nunca! — decía con cólera, las lágrimas de ira pura salían de sus ojos, sentía que se estaba volviendo loca. — Debo hacer algo contra ellos, y debe ser... — vio una luz en el suelo, la siguió con su vista y se encontró con la puerta que llevaba a la cámara de la piedra lunar.

Ella caminó hasta dicha puerta, intentó empujarla, pero no se abría, forcejeaba para abrirla pero era inútil. Vio por el pasillo y una de las armaduras que se encontraban, en el pasillo tenía una espada, la tomó e intentó abrir la puerta una vez más. Luego de un rato más logró abrirla tirándola hacia abajo. Y se encontró con la runa de los lobos.

— Stephanie, no deberíamos estar aquí, es un lugar sagrado para ellos. — dijo nerviosa Rebecka.

— Ese es el punto. — sonrió malvadamente y se acercó a la runa, observándola mientras se imaginaba como sufrirían los licántropos sin su runa. — Si esto es valioso para ellos... — tomó con ambas manos la espada y la levantó en el aire. —... Será una linda venganza. — sonrió y clavó la espada en la piedra hasta el fondo.

La piedra lunar se apagó y una onda de energía salió de ella golpeando a Stephanie haciendo que cayera al suelo, lo mismo que sus amigas. La energía pasó por toda la fiesta, todos lo sintieron. Pero más los licántropos.
Con la runa quebrada, su conexión lo estaba también. Solo que como es una superluna, en vez de debilitarlos hasta la muerte, los convirtió a su lado más agresivo y salvaje.

En la fiesta, los lobos cayeron al suelo cuando sus collares se apagaron y el dolor en su pecho aumentó, gruñidos y quejidos de dolor emitían y luego una rabia apareció, volviendo los agresivos, haciendo que se transformarán en animales rabiosos. La fiesta se convirtió en una masacre en un abrir y cerrar de ojos. Y para empeorarlo todo, como las runas están conectadas entre sí, al destruir la Piedra Lunar, las demás runas se destruyeron, desatando el lado malo de todas las especies.

Las sirenas se volvieron monstruos carnívoros incontrolables, usando su poder de controlar el agua. A las brujas y hechiceros los poseyó la magia negra. Las hadas, iguales, utilizaban el poder de los elementos para matar y provocar sufrimiento. Los vampiros se convirtieron al instante en monstruo sedientos de sangre.

Y lamentablemente, la energía que desprendió la piedra lunar fue demasiado para Stephanie, al estar tan cerca de la runa al liberar la energía la afectó muy profundo, llevándola a la muerte instantánea. Y para colmo, al no existir más las runas, la dimensión se debilitaba, el portal que los mantenía divididos comenzaba a debilitarse.

•⊱...⊰•

Dylan y Daniel seguían en el bosque, dándose de vez en cuando besitos, todo era felicidad entre ellos dos, ambos se sentían de lo más enamorados entre ellos y se lo estaban demostrando con esos besos tan sinceros que compartían y las sonrisas que se robaban, hasta que la ola de magia llegó hasta el vampiro. Dylan soltó un quejido de dolor y accidentalmente mordió el labio de Daniel sacando una gota de sangre, se alejó de su novio lo más rápido que pudo, agachó la cabeza tratando de controlarse, ya había olido su sangre, y eso lo estaba volviendo loco.

— Dylan, ¿está todo bien? — preguntó alarmado.

— Aléjate de mí. — dijo como pudo su voz sonó ronca.

— Dyl, ¿qué pasa? — se acerca a lentamente a su chico. — ¿Dyl?

— ¡Daniel corre! — levantó la cabeza y dejó mostrar sus ojos rojos como sangre y sus colmillos salieron a la luz. Daniel se levantó tan rápido como pudo y salió corriendo al bosque a una rápida velocidad.

Iba chocando con muchas ramas y tropezándose de vez en cuando mientras corría. Volteó a ver atrás y no vio a Dylan, pensó que lo había perdido, pero estamos hablando de un vampiro. Se limpió la sangre de su labio inferior cuando se detuvo, cuando iba a segur corriendo algo, lo tiró de espaldas hacia un árbol golpeando su cabeza, cuando abrió los ojos, vio a Dylan frente suyo, le agarró con fuerza su hombro presionándolo contra el troco mientras se acercaba a él. Estaba aterrado.

— Dylan, soy yo, reacciona. — eso no sirvió de nada, el vampiro mordió su cuello succionando su sangre con gran hambre y deseo, sacando gritos de dolor de su víctima. — ¡D-Dylan, basta! — gritaba, pero le era inútil, él seguía bebiendo de su sangre como si no hubiera un mañana.

Daniel comenzaba a debilitarse, ya no tenía más fuerzas para forcejear con su novio, cerró sus ojos rindiéndose, sus manos apenas se sostenían de los hombros del vampiro, ya no sentía sus piernas y caía lentamente al suelo aún con Dylan bebiéndoselo.

Dylan ya no era consiente de lo que hacía, solo se concentraba en la sangre más deliciosa que probaba en ese momento, no se daba cuenta a quien estaba matando, a su nuevo amor, su historia se repetía, pero esta vez no era su culpa.

La Isla completa estaba hecha una masacre, las criaturas matándose a sangre fría entre sí, los más débiles intentando sobrevivir de la situación y el portal abriéndose dejando pasar la magia y algunos cristales de las runas a la otra dimensión.

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