─── •✧ ✦ Delancy Graham ✦ ✧• ───

El día finalmente se convirtió en noche, la luna salió brillando en todo su esplendor, estaba todavía en mi habitación en el Palacio de las Hadas, caminado en círculos nerviosa, ¡la iniciación es hoy!, ¿qué es una iniciación de lobos?, ¿cómo rayos debo actuar y que debo hacer? ¡Oh por todos los dioses del olimpo! Qué nervios.

Mis amigos estaban conmigo en la habitación viéndome raro, Stephanie también estaba aquí, aunque no hacía nada más que decir: "Esto es una perdida de tiempo", "Deberíamos estar buscando una forma de salir de este lugar", "Tú no perteneces aquí" y bla, bla, bla.

Honestamente que esperaba de mi hermana.

— Delancy, cavarás un agujero en el suelo, solo caminando, ¡cálmate! — dijo Edward.

— ¡Eso intento! Pero no me sale, en cualquier momento llegarán y no me siento lista, pero ya acepté y no quiero retroceder. — explicaba mientras me sentaba en la cama.

— Hubieras dicho que no en primer lugar, nos habrías ahorrado esto. — dijo a regañadientes mi hermana mientras veía su teléfono. Todos voltearon a verla mal.

— Pregunto nuevamente, ¿por qué la salvaste, Daniel? — le cuestionó Dayana a Daniel, quien solo rio.

— Por qué no iba a contaminar al océano. — Stephanie les lanzó una mirada asesina.

Unos segundos después llamaron a la puerta, un escalofrío recorrió mi cuerpo, fui a abrirla y era Aurora.

— Hola. — nos saludó. — Imagino que estás supernerviosa.

— Más de lo que crees. — respondí tensa, la dejé pasar.

— Hablé con Alexa y llegarán en un rato, solo relájate y respira. No es algo tan complicado, lo único que debes hacer es aceptar tu lado animal. — me dijo, ¿mi lado qué?

— No sé cómo hacer eso. — respondí confusa. Ella suspiró.

— Ellos te explicarán mejor.

Unos minutos después llamaron a la puerta otra vez, abrí y esta vez era Chris, quien me saludó con su característica sonrisa suya, hice lo mismo y lo invité a pasar.

— ¿Ya estás lista? — me preguntó.

— Todos lo estamos. — dijo Angie, y todos mis amigos se levantaron de donde estaban sentados.

— Me alegra el optimismo, pero solamente Delancy puede ir con nosotros. — se acercó a mí, rodeándome con su brazo.

— ¿Por qué? — preguntó mi hermana un tanto agresiva.

— Es cosa de lobos. Puede ser peligroso para ustedes porque solo Delancy fue elegida por la runa. — aclaró.

— Bien. — se levantó y se acercó a Christopher. — Pero la quiero de vuelta en una pieza, ¿oíste, cachorro? — le dijo ofensivamente, él se molestó.

— No le hables así, Stephanie. — reclamé.

— Claro, defiende a tu novio, quien te puede llevar a la muerte con todas estas cosas extrañas de esta isla. — contestó violentamente. Comencé a molestarme más.

— Deja de decir esas cosas, y yo jamás le haría daño a Delancy. — contestó Chris ya fastidiado.

— No hablaba contigo. — volvió a decirle, los ojos de él comenzaban a brillar en un color plateado y su esclera se empezaba a teñir de negro mientras la miraba directamente.

— Chris, tranquilo. — le dije al tiempo que tomaba su mano, volteó a verme y sus ojos volvieron a su color whisky normal. Suspiró.

— Se hace tarde, debemos irnos. Y no te preocupes, regresará sana y salva. — le dijo por último a Stephanie antes de que ambos saliéramos de la habitación hasta a fuera del castillo.

Caminábamos tomados de las manos, al parecer ninguno se había dado cuenta hasta que yo volteé a ver, no sabía si separarme o dejarlo así, él no me soltaba y ni parecía querer hacerlo. Iba platicando e sobre cómo es posible que seamos hermanas, hasta yo me pregunto eso.

Llegamos hasta la puerta de entrada del castillo y salimos de este, nos alejamos lo suficiente para que el hechizo de encogimiento se acabara. Una vez regresamos a nuestro tamaño normal, Chris se transformó en lobo para que me subiera en él con la excusa de que así llegaríamos más rápido, comienzo a creer que le gusta esto.

─── •✧ ... ✧• ───

Llegamos al Templo BlackMoon, Chris dijo que nos esperaban en la Cámara de la Piedra Lunar, caminamos hasta ahí y cuando entramos había muchas personas allí, más de las que estaban antes.

El lugar era iluminado por la luz de la runa licántropa y las piedras en los collares de los hombres lobo, ahí también estaba Alexa, caminamos hasta la runa.
El techo de la habitación se abrió dejando ver el cielo estrellado y la luna brillando, la piedra se encendió más y los que ahí se encontraban se transformaron en lobos.

Christopher se me acercó por detrás y me dijo lo siguiente.

— Toca la runa, permítete sentir la libertad, el poder... — tomó mi mano suavemente y la llevó hasta el cristal sin quitar la suya. — Relájate, estoy contigo, imagínate como una de los nuestros, siente el poder fluyendo en ti, concéntrate en ello... — en ese momento sentí una corriente viajar por mi cuerpo, cerré los ojos para concentrarme, al abrirlos mi vista se aclaró, voltee a ver el lugar y los colores de los ojos de los demás resaltaba.

De repente todos comenzaron a aullar, la runa brilló más intensamente junto con todos los collares, el suelo también mientras formaba el patrón de la puerta de la habitación e iluminaba aún más el sitio. La piedra lunar reflejó en su cristal el símbolo de la manada BlackMoon frente a mí:

Sentí ganas de aullar, un instinto algo peculiar, lo hice y los demás se unieron a mí, la verdad me sentí como un lobo verdadero en ese momento, me sentía fuerte, poderosa y... Libre. El techo volvió a cerrarse, el suelo dejó de brillar, todo volvió a como estaba antes, quité mi mano de la piedra cuando Christopher se separó de mí retrocediendo hasta su manada, como si esperara que pasara algo, mientras todos me miraban.

— ¿Pasa algo? — pregunté confusa. Me veían con felicidad y sorpresa, no entendí por qué hasta que volteé a ver mis manos, ¡tenía garras de lobo! Volteé a verlos nuevamente y Chris caminó hacia mí.

— Manada BlackMoon, con ustedes nuestra nueva Omega. — dijo mientras me volvía a tomar de la mano y me sonreía, fue inevitable no hacer lo mismo. Los demás aullaron de felicidad y se nos acercaron para celebrar el momento. ¡Soy una de ellos! ¡Soy una mujer lobo! ¡WOW!

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Mi hermanita es suicida, pero es obvio, está enamorada de ese estúpido lobo.
Me fui a mi habitación después de eso y llamé a mis "amigas", es increíble que aquí sí haya señal de celular, hubiera sido de gran utilidad en el yate pero en fin.
Al cabo de unos minutos llegaron y nos sentamos a platicar en la habitación.

— ¡Está loca! ¿Soy la única que piensa que arriesgarse así es peligroso? — exclamé.

— Efectos del enamoramiento, no encuentro otra manera de interpretar su comportamiento. — dijo Grace.

— ¿Pero y en qué te afecta a ti? Si le pasa algo, tú serías el centro de atención para tus padres y no tendrías que preocuparte por una hermana odiosa como Delancy. — me decía Rebecka. Me molestó su comentario.

— ¿Cómo puedes decir eso? — grité causando un silencio en el lugar.

— ¡Tu misma lo demuestras! Es obvio que no te agrada.

— Que la trate mal no quiere decir que la odie. — aclaré seriamente. — Es mi única hermana, obvio que la aprecio. Además, como la mayor es mi trabajo cuidar de ella, pero no me hace caso, no quiero que le pase nada malo.

— No es tu culpa que ella sea así, Delancy es algo rebelde a veces y le encanta probar nuevas cosas. — mencionaba Grace, a la vez que se me acercaba.

Suspiré, es increíble que me esté preocupando por ella cuando ella está haciendo lo que quiere, está corriendo muchos riesgos con eso de "ser la elegida" ¡por favor!
Pasamos el rato platicando sobre otras cosas para distraernos del tema de mi descuidada hermana menor, viendo alguna película en la TV del cuarto, cuando nos llamaron para ir a cenar. Bajamos hasta el comedor real y nos sentamos en nuestros asientos asignados, faltaba Delancy.

— Princesa Aurora. — le hablé y ella me prestó atención.

— Solo dime Aurora, "Princesa" suena muy respetuoso. ¿Qué sucede?

— ¿Por qué mi hermana aún no llega? — pregunté.

— Oh, por los encantos etherianos de Etheria, ¡deja de fiscalizarla! Está con los lobos, no se la está comiendo una bestia. — me dijo irritada Angie.

— No te hable a ti, sino a la princesa, metida. — demandé.

— ¡Señoritas! — dijo la reina. — Dejen sus malentendidos en sus habitaciones, la cena es un momento de convivencia armónica.

— Si, alteza. — dijimos al unísono.

— Y contestando su pregunta, señorita Graham, su hermana no vendrá esta noche, se quedará con su manada. — dijo la reina.

— ¡¿Que cosa?! ¿Cómo que "su manada"?

— ¡¿En serio?! ¡Cool! — gritaron el grupo de tontos con felicidad mientras celebraban.

— Creo que me adelanté con la noticia. — sonrió.

— Delancy es oficialmente la última Omega de la manada BlackMoon. — decía el rey mientras llegaba y se sentaba. — Me acaban de decir. Lo raro es el rango de "omega" tan pronto.

— Pues, Eliza nos contó que también puede ser que sea la pareja destinada de un alfa. Tal vez de Christopher. — habló el homosexual.

— ¡Ojalá que sí! — gritó eufórica Aurora. — Ya era hora de que ese lobo tuviera novia, si no se iba a quedar soltero toda su vida.

— Pero si es así... ¿Ella deberá quedarse aquí? — cuestioné con preocupación. Se quedaron callados un momento. — ¡Alguien diga algo!

— Sea o no sea el caso, si ella es feliz aquí con o sin él, deja que ella decida. — me dijo Dayana.

No pude más, me levanté y salí del salón cerrando la puerta, estruendosamente, me dirigí a mi cuarto y me encerré, ¡eso no podía pasar!
Ella no puede dejarme, no puede dejarnos, ¡no puede!

Me negué a llorar de preocupación, así que me calme para pensar claramente en que hacer para que Delancy no se quede y se retracte a esa estúpida idea, ella es feliz con sus amigos en nuestro mundo y quiero que se mantengan así las cosas.

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