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| Capítulo 17 : Viaje Pt. 1 |

── •✧ ✦ Delancy Graham ✦ ✧• ───

Para no alargarme...

Las últimas dos semanas se pasaron volando, mis amigos y yo logramos ensayar a la perfección las canciones de la lista, obviamente incluyendo algunas nuestras, el drama de Stephanie empeoró cuando Brittany llegó a practicar con ella y las demás modelos, eso incluiría que ella y Tyler viajarán con nosotros, se puso como loca. En cuanto a Christopher y yo, pues... Diría que nos hemos acercado mucho más, con las excusas de la práctica de guitarra y lo del asunto principal. Fuera de eso, es agradable tenerlo cerca y casi podría decirse adictivo. Solo faltaba una noche para verlo finalmente en persona. }

Era viernes, nuestra familia estaba reunida en la sala de cine viendo ''Sonic 2'', en silencio, solo se escuchaba la película, si bien en un cine hay que estar callados, pero en uno en casa la familia puede estar conversando. Los convencí para que también estuvieran Loany, Inés, y otras sirvientas de la casa, pero igual el silencio era horrible. Yo solo me dispuse a disfrutar la película.

Stephanie siempre veía de mala forma a papá cuando le dirigía la palabra y mi mamá hacía lo mismo conmigo cuando le preguntaba sobre el desfile, debe estar estresada o algo más pasa, honestamente no quiero saber de más problemas familiares hasta después del evento. Ya estaba todo listo; los boletos para el viaje en nuestro yate, la pasarela en Miami estaba lista finalmente, el evento sería en el InterContinental Miami, an IHG Hotel:

Teníamos listas las reservaciones del hotel donde nos hospedaríamos todos los partícipes principales, la colección es bellísima y el nombre le va muy bien, el escenario donde nos presentaremos después de la pasarela como banda es muy cool:

─── •✧ ... ✧• ───

La película había terminado y todos nos dirigimos a nuestras habitaciones sin decir nada, eran las 08:00 p.m. En el camino a mi cuarto pude ver como papá salía con mucha rapidez hacia la puerta principal, nadie había tocado, seguro va a ver a su amante, regrese a mi trayecto anterior, subiendo la infinidad de escalones de mi casa hasta mi habitación. Me di un baño rápido, me cambié y me acomodé para dormir tranquilamente, y poder verlos como de costumbre...

O eso pensaba.

Toda la noche estuve lidiando con un dolor de cabeza infernal, sentía que me retumbaba y cada mínimo sonido que se produjera, ya sea por mi gatito o el viento, se escuchaba como si me lo hicieran en mi oído como mil veces más fuerte de lo que era. Me dolían mucho los dientes, como si hubiese mordido un pedazo muy frío de hielo, mis extremidades también dolían, mucho y un calor extremo en mi cuerpo se hizo presente. Golpee varias veces la cama, el malestar era insoportable, di un grito ahogado en mi almohada, ya no resistía, daba vueltas sobre mi cama, intentando encontrar una posición en la cual el dolor fuera menos, pero sin resultado.

Juro que solo tenía ganas de gritar en ese momento, y como por arte de magia... Simplemente, el insoportable e infernal dolor se fue, como si nada hubiera pasado, ¿fue algo psicológico o qué? Vi el reloj de mi celular, era la 01: 45 a.m. Me levanté de mala gana, aún tenía algo de migraña, así que me tomé un acetaminofén para calmarlo, es algo que siempre me da mi mamá cuando esos típicos malestares de cabeza aparecen y esa pastilla me los calma. Voltee a ver por la ventana, el cielo estaba en total oscuridad hasta que los rayos lo iluminaron y los truenos aparecieron junto con la lluvia. Regrese a mi cama a intentar dormir, pero Melog estaba ahí, cuando hay tormentas él suele dormir conmigo, así que lo abrace para dormir juntos y esperar que la migraña se fuera.

•⊱ ☪ ⊰•

― Al parecer ya la está afectando. ― decía Eliza.

― Pero hasta en la noche es la luna llena, ¿Cómo es eso posible? ― preguntaba Melody.

― Eso pasa cada primera luna llena para los betas, se siente una noche antes un insoportable malestar en cada parte de tu cuerpo y los que persisten más son los dolores de cabeza. ― explicó Alexa. ― Chris andaba de muy mal humor en la noche de nuestra primera luna. ― se burló de su hermano.

― ¿Sabes que te escucho, no? ― pregunto sarcástico. ― Y tenía migraña esa vez.

― Lo sé... ― bostezó. ― Hay que descansar, mañana finalmente recibiremos a la novia de Christopher. ― volvió a inquietar a su hermano.

― ¡Ella no es mi novia! ― gritó exaltado.

─── •✧ ... ✧• ───

Sábado, finalmente, qué nervios, y no por el desfile.

Me desperté y eran las 09:35 a. m. Escuché un escándalo y me levanté para saber que era, abrí la puerta y vi a mis padres hablar con la servidumbre, quienes llevaban muchas maletas y otras cosas. Día del desfile, día de locos.

― Lleven eso al auto y díganle al chofer que vaya rápidamente al yate en Puerto Cortes. ― ordenaba mi papá.

― Inés, trae mi agenda de contactos, necesito llamar a las modelos. ― decía mi mamá.

― ¿Qué es todo ese escándalo? ― preguntó molesta mi hermana, iba saliendo de su habitación con muy mala cara.

― ¡Niñas, traigan sus maletas ya! ¡No pierdan tiempo! ― ordenaba mamá a lo que hicimos caso.

Hicimos las cosas rápidamente, alistamos la ropa, zapatos y todo lo necesario. Llamé a mis amigos para saber si ellos y sus padres estaban listos y me dijeron que sí, que solamente esperaban a que llegara la hora para ir al puerto. Cuando bajé a desayunar con mi familia conflictiva me encontré a mi abuela sentada en la mesa con los demás.

― Ah, Delancy, tu abuela nos acompañará esta vez.― dijo mi mamá, mientras me iba sentando en mi lugar a la par de ella.

― Delancy, ¿podemos hablar un segundo? ― me pregunto mi abuela, asentí con la cabeza para después levantarnos de la mesa e irnos a un punto más privado, en este caso, a la cocina.

― ¿Pasa algo malo? ― cuestioné.

― No, querida. Solo te diré que no tengas miedo de lo que vaya a pasar hoy, mientras tengas tu collar contigo sabrás cuál es el camino, solo sigan a la sirena que escapará de la tormenta. ― me susurró al oído, ¿está leyendo poesía? Luego nos regresamos a la mesa.

― ¿Qué le dijiste, mamá? ― habló mi madre algo molesta y seria.

― Nada, Valery. Sabes que a ella no le gusta mucho estar rodeada de tanta gente, ella es algo introvertida a veces. ― se excusó.

― Ok...― noté que me vio rara. ― ¿Te pasa algo, Delancy? Estás pálida. ― preguntó.

― Oh, bueno, desde anoche estoy con dolor de cabeza, debe ser por estrés o sueño, no es grave y ya me tomé una pastilla. ― le dije y ella asintió aceptándolo.

― Hubo un cambio de último momento. ― dijo mi papá mientras llegaba. ― No iremos en el mismo yate porque hay cosas que no hemos discutido con los comerciantes, así que los jóvenes irán en un solo yate con suma seguridad y los adultos en otro. Igual zarparemos al mismo tiempo. ― explicaba, Stephanie y mi madre lo veían mal.

― Genial, iré con la estúpida de Brittany y su espantoso novio y los amigos tontos de mi hermana. ¡Hurra! ― expresó sarcástica.

─── •✧ ... ✧• ───

12:00 p.m. Estábamos terminando de alistarnos para irnos al puerto, yo me decidí por un conjunto negro, lo menos que quiero es resaltar, sin embargo mi hermana eligió algo más llamativo:

Veinte minutos después nos subimos al auto de papá para irnos a Puerto Cortes, durante el camino iba escuchando ''Eda's Réquiem'', nuevamente para evitar el silencio tradicional de esta familia.

•⊱ ☪ ⊰•

― ¡¿Dónde están los kitsunes?! ― gritaba histérica la joven bruja. ― Una no puede hacer todo el trabajo, ¿Qué no se dan cuenta de que es hoy?

― Relájate. ― dijo Jian entre risas, quien apareció como un cachorro de zorro en su cabeza para luego bajarse y volver a su forma humana. ― Y él que debería estar más preocupado es Chris, no tú.

― Ya lo sé, pero quiero que todo salga bien hoy, por mi idea tengo a los BlackMoon esperando este momento.

― Tranquila respira hondo y cálmate. Todo va a salir bien.

Suspiró profundo. ― Espero que sí. ― la sirena llegó hasta ellas. ― Melody, ¿todo listo, ya sabes qué hacer?

― Sí, y de paso iré a convivir con los animalitos de esa dimensión mientras ellos llegan al punto.

― No te distraigas. ― Alexa y Christopher llegaron.

― La manada está feliz y preparada para recibir a Delancy. ― comentaba la omega.

― Y cierto alfa también. ― dijo Aurora mientras llegaba al grupo junto con Dalai.

― ¿A caso no se cansan? ― decía el alfa y todos respondieron con un ''No-oh'' cantado. ― Lo suponía. ¿Dónde está Dylan?

― En el Templo del Sol espiando a cierto chico de la mente de Delancy. ― puso los ojos en blanco mientras sonreía queriendo decir ''Este chico...''

― Bueno, hay que arreglar unas cosas, vamos. ― dijo la princesa hada.

─── •✧ ... ✧• ───

Llegamos al lugar y nos encontramos con todos ahí, incluyendo a mi escuadrón. Nos saludamos con un abrazo grupal, contándonos como estábamos y que habíamos soñado, la costumbre. Dayana estaba tan nerviosa que soñó que el barco se hundía, Edward que no lograba ir con nosotros, Cristian que unos tiburones lo devoraban vivo, Angie que le daría pánico escénico y Daniel volvió a soñar con Dylan. Yo aún seguía con migraña pero disimulaba.

Finalmente, nos dijeron a qué barco subiríamos, llevamos nuestras maletas al yate que nos indicaron y nos acomodamos en este, serian casi cuatro horas de viaje. Entramos al yate y dejamos las maletas en una habitación de este y salimos a cubierta mientras mis amigas se tomaban fotos con el hermoso mar de fondo.

Solo podía pensar en que finalmente los conoceré, estaba muy ansiosa y mi cabeza dolía de vez en cuando, pero le restaba atención. Fuimos a platicar mientras estábamos en la cubierta tomando unas bebidas refrescantes hasta que los demás llegaran. Stephanie hizo todo un drama cuando vio a Brittany llegar con Tyler de la mano, parecía que la estaba matando con la mirada, les dijo a las modelos que ensayaran la rutina nuevamente y entraron al interior del barco a practicar mientras nosotros nos dispusimos a calentar la voz en lo que esperábamos a que el barco zarpara.

Media hora después llegó el piloto de navío, quien nos dijo que ya íbamos a partir a Miami, Florida. El barco comenzó a avanzar cada vez más rápido, alejándose del puerto y adentrándose en su ruta a nuestro destino.

― Oh no. ― expreso Daniel, algo mareado.

― No te creo, ja ja. ― reía Dayana. ― ¿Por qué no dijiste nada?

― No lo sabía... ― dijo obvio.

― Iré a buscarte algo en caso de que vomites. ― dije para levantarme, a conseguir algún jarabe medicinal o algo para calmarlo. Entre a la habitación donde dejamos las maletas a buscar el botiquín hasta que una voz me habló.

― ¿Nerviosa? ― escuché, era Chris.

― Solo un poco. ― respondí mientras me acercaba a él.

― No te asustes por lo que vaya a pasar, solo no te quites el collar, ¿sí?

― Nunca lo he hecho. ― le sonreí.

― Y me legro de eso. ― se acercó a una de mis mejillas, tocándola con su mano suavemente mientras dejaba un beso rápido en la otra, juro que mi cuerpo no reaccionaba y que estaba roja. ― Te veo luego. ― dijo para luego desvanecerse. Oh vaya...


Pasaban los minutos, las horas y aún seguíamos en el agua, de repente escuchamos un trueno en el cielo, se nos hizo raro, ya que no había ningún pronóstico de tormenta para hoy, pensamos que tal vez pudo ser una ola chocando contra una roca. Un segundo trueno sonó, luego más y más sonaron, alertando a todos.

― ¿Una tormenta? ¿Ahora? ― se quejó mi hermana. ― ¿Qué no se dan cuenta de que podemos morir?

― Tal vez sea una falsa alarma. ― dije siendo optimista, pero el clima no estaba de mi lado.

El cielo se comenzó a oscurecer cada vez más, la brisa helada invadió el lugar y las olas comenzaban a crecer en tamaño, el yate se movía de un lado a otro con brusquedad mientras la lluvia caía el cielo oscuro, nos movíamos en la cubierta intentando llegar a dentro del barco, pero nos resultó imposible, pues este no dejaba de moverse intentado no perder el equilibrio y no volcarse. Nos aferrábamos a lo que fuera resistente para no caer al agua mientras el capitán intentaba seguir en ruta, pero la tormenta empeoraba.

Las olas grandes chocaban con el bote, moviendo a este con brusquedad, los relámpagos se hicieron presentes y parecían estar muy cerca de nosotros, solo se oían gritos de miedo por parte de todos en el bote, el agua en el suelo nos dificultaba el mantenernos en pie, caímos al agua, mojándonos por completo, pero seguíamos intentando llegar a las habitaciones, difícilmente lo logramos y entramos, buscando tomar calor.

― ¿Por qué un barco? ― decía con miedo y con la voz quebrada una de las modelos.

― Vamos a morir aquí y nunca nos encontrarán.― dijo Cristian.

― ¡Qué optimista! ― dijo Angie. De repente el yate rozó con una roca, sacudiéndonos y tirándonos al suelo otra vez, las cosas caían de los estantes y la puerta volvió a abrirse, el barco subió una ola grande inclinándose hacia arriba, llevándonos a nosotros hacia abajo, hasta el borde de la cubierta.

― ¡Voy a morir rodeada de idiotas! ― gritó mi hermana y de repente el barco se sacudió, levantándola, haciendo que saltara de este con la única manera de no caer al agua sea aferrándose con fuerza al borde mojado. ― ¡Ayuda! ― gritó, yo estaba muy lejos y Daniel fue a ayudarla.

― ¡Tú no me toques, enfermo!

― ¿Sabes qué? Podría dejarte morir- ― lo interrumpió.

― ¡Está bien, está bien! ¡Ayúdame, idiota! ― la tomó de los brazos tirándola hacia adentro con fuerza. ― ¡Mis uñas! ― se quejó.

― ¡Te salvé la vida!

Las cosas empeoraron, el mar se volvió más agresivo, desviando el barco de la ruta haciendo que este diera un giro hacia otra dirección. Quede a una esquina de la cubierta, sujetándome de los bordes mientras intentaba ir con los demás a ayudar cuando algo llamó mi atención; una cola de pez muy grande se asomó por mi lado y avanzaba hacia el frente del yate. Como pude me levante y camine hasta adentro, dirigiéndome hacia donde estaba el capitán del barco.

― ¡Señor! ― grité para que me escuchara. ― Tiene que seguir a esa cosa.

― ¿Que cosa? ― pregunto confundido y la cola que antes vi se asomó dejándose ver desde el cristal de la habitación de donde estábamos. ― ¡¿Qué fue eso?!

― Sígalo, sea lo que sea también está buscando salir de esta tormenta. ― dije mientras me sostenía de su silla.

― ¡Está loca, señorita! No haré eso. ― un rayo impactó en el agua, cerca de nosotros.

― ¡Solo hágalo! ― grité, pude ver como me miro, con miedo, volteo nuevamente siguiendo a la criatura mientras esquivaba las rocas con el mar embravecido. Vi como los chicos iban llegando a nosotros, arrastrándose hasta la cabina.

― Si vamos a morir, que sea entre amigos y una persona odiosa. ― decía Dayana.

― ¡Oye! ― se quejó mi hermana.

Nos íbamos acercando más a la criatura, la tormenta no parecía cesar, más bien estaba volviéndose peor, de pronto vimos una luz saliendo de la nada entre el cielo y el mar, el capitán y todos abrimos los ojos como platos observando el suceso que pasaba. La criatura salió del agua dejando ver su cuerpo mientras entraba en la luz, ¡Era una sirena!

Lo extraño fue que mi collar estaba brillando, nunca lo había hecho más que en mis sueños, prontamente mi vista cambió; comencé a ver todo con más claridad, como si no estuviera oscuro, levante mi vista al espejo retrovisor y... ¿Mis ojos estaban azules? ¡¿Por qué mis ojos estaban brillando en azul?! Avanzamos más y nos adentramos en aquella luz intensa, cerramos los ojos debido a la luminosidad de esta.

Pasaron unos segundos y todo volvió a estar en calma, abrimos los ojos y ya no había tormenta, el agua estaba en calma, ¿ya paso la tormenta? Voltee a ver a todos y parecía igual de sorprendidos y extrañados, voltearon a verme y note como fruncieron el ceño en confusión al hacerlo, hice una mueca de duda, pero nadie dijo nada. Al ver la tranquilidad nos dirigimos nuevamente a la cubierta y lo que vimos nos dejó impactados; había una especie de ¿portal?, frente a nosotros, la tormenta se veía a través de este y luego se cerró dejándonos con la mandíbula caída.

― ¿Qué...

― ... Fue...

― ... Eso? ― completamos la frase. Sea donde sea que estuviéramos había silencio, el mar cristalino estaba tranquilo y el cielo estrellado y con muchos colores, como una galaxia. Nadie decía nada, solo nos veíamos extrañados y mega confundidos, volteábamos a ver a nuestro alrededor, pero no había más que kilómetros y kilómetros de mar abierto.

― ¿Dónde estamos? ― preguntaba Stephanie mientras se acercaba a mí.

― No tengo idea...

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