"Vivía en el reino de las rosas. En un pueblo alejado de la capital.

Jack y yo teníamos a mamá nada más, porque papá había muerto en un accidente de trabajo.

Mamá nunca me quiso. Odiaba mi apariencia… Jack hacía todo lo que podía para cuidarme de ella.

Ya olvide su nombre real… solo le decía mama o señora pero nada más. Ella me llamaba por distintos apodos y muy pocas veces por mi nombre real.

Hasta que una noche… no se que paso pero Jack llegó corriendo a sacarme de la casa y luego los dos acabamos en un orfanato…

El Orfanato para niños y niñas mágicos "Hada Madrina".

Allí vivimos un par de años…

(Años de los que me gustaría borrar algunas cosas)

Pero un día llegaron…

Rostam y Rosalyne Trappola.

Los mejores padres que podría haber pedido. Nos trataron con amor como si fuéramos sus hijos de sangre.

Pero ni eso logró borrar mis traumas.

A veces… todavía la veo a ella.

Mamá no me quería. Mamá me odiaba por nacer diferente a ellos. Mamá me odiaba.

Me segui tiñendo por ella.

Cambie el color de mis ojos por ella.

Deje de usar magia de luz solo por ella.

Deje de hablar con mi amiga imaginaria por ella.

Porque aun muerta… le tengo miedo.

Riddle no tiene la culpa de que me recordara a ella.

Maellus no tiene la culpa de haber hecho un sueño que se convirtió en mi pesadilla.

Mis amigos no tienen la culpa de que yo sea como sea.

Mis padres, abuela y Jack no tienen la culpa de no poder ayudarme.

Me odio a mi mismo.

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Nunca pensó que la locura y accidentes le buscarían más allá de la escuela.
Pero estaba equivocado.

Era fin de semana y había vuelto a su casa, pero estaba solo.
Su padre fue llamado a último momento al trabajo (era oficial de seguridad), su madre trabajaba hasta tarde en la oficina y Jack ya no vivía con ellos.
Asique estaba solo en su casa…

Sin nada que hacer…

Pensó en volver a la escuela pero últimamente necesitaba otro enfoque luego de todo lo ocurrido con los overblots y demás.

-Hmm vere si hay algo para cenar…-murmuro para si mismo mientras iba a la cocina, pero nada. Sus padres había olvidado comprar las expensas- Mejor iré a la tienda, espero que haya algo abierto a esta hora…

Y entonces tomó su chaqueta, billetera y salió de la casa rumbo a un almacén más cercano.
La noche comenzaba a caer ya en el reino de las rosas y la gente andaba de acá para allá.

Tenía buenos reflejos gracias a la escuela.

Y es por todo eso nombrado que no entendió como, de la nada, alguien lo tomaba desprevenido inmovilizando.

-Si te mueves mueres…- escucho que le susurraban al oído mientras le cubrían la boca y nariz con un trapo.

Luego de eso todo se volvió oscuro.

Al despertar se dio cuenta que estaba en una especie de almacén atado de pies y manos a un poste con una mordaza.
A la distancia vio su teléfono y cosas en una silla vieja pero no podía llegar a ella.

-Vaya vaya la princesa despertó…-escuchó y unos tipos aparecieron frente a él.
Eran adultos, seguramente más viejos que su hermano… la edad de sus profesores.

-Hmm!!! Hmm!!!- gritó él pero no podía hablar bien por la mordaza.

-Mira está desesperado… bueno no importa pronto podremos venderlo bien- dice uno de esos tipos.

-"¿Venderme?"- pensó él sin entender. Al parecer los tipos notaron su mirada de desconcierto por lo que se rieron.

-Jaja tranquilo chico ya entenderas aunque no estaría mal darte un adelanto…- dice otro- Tienes algo que un cliente nuestro quiere… aunque pensándolo mejor deberíamos hacer algo con tu apariencia para "limpiarte"

Eso último dejó en shock a Ace, tanto que se olvidó de tratar de usar magia para liberarse.
Los hombres aparecieron con un balde y trapos y un bidón con una sustancia que desconocía y se la echaron en la cabeza.
Comenzaron a refregarle el cuero cabelludo…

Ace supo que estaban haciendo…

Estaban destiñendo su cabello.

Trato de forcejear pero solo gano que lo agarran con más fuerza y brusquedad causándole dolor.

Sentida dolor. Miedo.

Cuando sintió que el maltrato a su cabeza cesaba… pensó que todo había terminado.

Que equivocado estaba.

Porque ahora sintió como lo obligaban a mantener la cara quieta y a mirar hacia arriba mientras veía como dos tipos dirigen sus manos hacia…

Sus ojos…

Sus lentes de contacto…

Una mano, que sostiene su mandíbula, lo apretó con más fuerza para que se quedara quieto y entonces le sacaron los lentes de contacto dejando al descubierto sus ojos color blanco.

No entendía… ¿porque alguien lo querría? ¿Hace cuánto tiempo estaba allí? ¿Lo estarían buscando?

-Su piel está helada la verdad es raro este chico… oye pásame el agua caliente para limpiarlo- escucho que otro tipo decía.
Acto seguido sintió como le arrojaban agua caliente encima y lo único que pudo distinguir bien, fue el vapor que se formó cuando el agua golpeó su piel fría.

Eso y las risas.

“Ace… vamos pequeño… vamos usame”

El agua comenzaba a gotear por todo el piso…
El vapor seguía atrapado allí.

Algo en su interior… comenzaba a congelarse.

-¿Para qué creen que lo usara?- escuché a uno hablar.

-Supongo que de trofeo o algo… cuando nos contrató parecía muy entusiasmado de poseerlo- dice otro- Es raro encontrar a alguien con ese físico que no sea una bestia o algo

-Oigan… que son esas marcas en su cuello- dice uno de los tipos acercándose hasta él, pero aprovecha para darle un cabezaso- ¡Agrr! ¡Maldito mocoso!- gritó y luego sintió el escozor en su mejilla.

“¡Maldito mocoso!”

El frío comenzó a ser más potente.

-Pff jajaja te ganas por acercarte asi nomas, es de la NRC escuche que esos niñatos son bastante de cuidado. No estaría mal intentar secuestrar alguno, la mayoría deben ser ricos…

-¡Nggho!- grito apenas escucho eso. Que hicieran con él lo que quieran pero sus amigos… ya bastante varios habían sufrido como para ser secuestrados o algo por el estilo.

Las palabras de esos tipos comenzaron a rodar en su mente como un mantra. El ambiente comenzaba a ser borroso y pesado.
Una especie de energía comenzó a recorrerlo…

Una sensación que hace mucho no sentía.

-Aww el bebe está llorando- dice un hombre que lo veía derramar lágrimas sin control de sus ojos. Sus compañeros comenzaron a reírse, pero Ace no se movía.

-Oigan… está comenzando a hacer frío o soy solo yo- dice otro dejando de reír.

-No eres el único…- le contestaron. Todos comenzaron a sentir frío, no uno normal sino que era DEMASIADO.
Ninguno se dio cuenta que la venda en la boca de Ace se había congelado en su totalidad gracias a la saliva y lágrimas derramadas, luego se rompió.

“Vamos… usala~”

Un susurro.

Un susurro por parte de Ace fue lo único que se escuchó antes de que le sucedieran gritos de agonía.

Sangre salpicada por el lugar…

La mayoría decapitados y otros con heridas directo al corazón.

Y luego, cuando volvió en sí.

Nada…

No se escuchaba nada…

Solo la brisa fría…

Hasta que…

“¡No eres mi hijo, demonio!”

“¡Solo eres un problemático! ¡Solo causas problemas!”

“¿Porque no puedes ser más como Deuce o los demás?”

“Ace deja de intentarlo eres un inutil”

“Ace… ríndete”

-Pi-iedhhgg- esa palabra lo sacó de su trance.

Sus ojos blancos escanean la habitación de forma desorientada pero entonces el escenario frente a él lo dejó shockeado.

No… no quería…

Fue en defensa propia pero aun así…

La bilis subió a su garganta.

"No eres un soldado de cartas…"

La temperatura del lugar podría estar bajo cero, pero él no le importo eso. Sus ojos seguían fijos en lo que él había hecho.

"No eres lo que finges ser"

Sentía todavía el poder mágico corriendo por las puntas de sus dedos.
Una fina capa de escarcha cubriéndolo.

"Solo sabes copiar a otros"

Todo cobraba un horroroso sentido ahora.

"Eres solo un mal augurio. Ella te eligio"

Cuando era pequeño amaba el frío. Amaba el queso con chocolate. Amaba jugar al ajedrez. Amaba las estrategias. Amaba las rosas blancas. Estaba en contra de que le quitaran su autonomía.

Nunca encajo.

En el orfanato tenían razón. Los doctores tenían razón…

-No… y-yo… no quiera…- susurro tratando de no vomitar.
La luz en su interior quemaba…

Nunca encajo porque el…

"Grietas han aparecido en ti"

Su magia única… resultó ser esa.

La misma por la que se conoció a la Reina de la que estaba prohibido hablar en Queendom of Roses.

La misma que había sido rebelde e incito a Alicia a ir en contra de las leyes de la Reina de Corazones.

"No temas mi niño. Yo te cuidare de ahora en adelante"

La mujer que a veces veía en sus sueños. Con la que él jugaba como si fuera una amiga imaginaria…

Era la infame Reina Blanca.