Capitulo 31 (Amenaza)
Ange: (aterrorizada) ¿Qué? ¿Cómo que control de tus poderes?
Kasumi: (sonriendo) ¿enserio? ¿La bruja más poderosa y ni idea de qué significa esto?
Sakutaro: (molesto) ¿Qué es lo que pretendes hacer Sumadera?
Kasumi: (sonriendo) explicare todo lo más fácil entendible. Tener el diario de María en mis poderes, no me da control de sus poderes, solo me da el poder de destruirlos.
Leo: (preocupado) ¿Cómo que destruirlos?
Kasumi: (mira con asco a la tortuga mutante) ¿Qué cosas son estos?
María y Ange se molestan por ese estúpido comentario de Kasumi, al tener conocimiento de la magia, podía ver a todos los mutantes. La pelirroja quería atacarla, sin duda lo haría... más sin embargo María no lo podría hacer, cada que trataba de usar su magia le concedía un dolor horrible en el pecho, estando en su forma mágica.
María: (controlando el dolor y poniéndose de pie) son amigos que a ti no te importa de donde salieron. Deja de parlotear y habla de una vez.
Kasumi: (sonríe) cierto... estaba contando lo que tengo aquí. Verán, si destruyes el primer elemento en que una bruja puso parte de su poder, ese objeto se conecta directamente a ella, a su corazón de bruja y esas cosas, se vuelve vital en cierta forma, si lo destruyes por completo la bruja en cuestión sentirá una tonelada de punzadas de dolor, (señala a María) lo que has sentido y aun sientes ¿verdad? (ríe) como sea... al estarlo destruyendo aparte del dolor, también pasara algo con la bruja aun peor... el dolor solo se calmara con la muerte, pero... convertirse en piedra creo que sería mejor. Y eso lo que pasara.
Aquellas declaraciones impactaron a los presentes mágicos y mutantes en ese lugar.
Pero impactar no solo quiere decir sorprenderse, si no que por tales palabras que amenazaban a una de ellos y sin duda estaban dispuestos todos a defenderla.
Lucifer: (junto con sus hermanas) si tú piensas que vamos a dejar que lastimes a tales grados a nuestra ama, no tienes la suficiente inteligencia para saber que aquí terminara tu vida, maldita zorra.
Sus hermanas que estaban detrás de ella se convirtieron en estacas.
Kenkyo: (serio delante de sus hermanos) nosotros tampoco dejaremos que lastimen a María-sama.
Sus hermanos se trasformaron en martillos y el quedando enfrente de ellos.
Igual las tortugas desenvainan sus armas apuntando a Kasumi.
Mikey: (molesto) más te vale que devuelvas ese diario a su verdadera dueña, antes de que te aniquilemos.
Los guardias de la mujer de cabellos plateados, se colocan delante de ella, apuntando con sus armas de fuego a todos los que estaban defendiendo a la peli castaña.
Los brujos presentes hacían lo mismo ponerse en guardia y atacar es lo que harían sin dudarlo ni un minuto.
Kasumi: (sonriendo) creo que necesitan una demostración de lo que quiero decir... (Abre el diario y lo hojea, deteniéndose en una página) ¡wow! ¡¿No es fabuloso?! ¿Magia para hacer llover dulces desde el cielo? ¿Espolvorear azúcar sobre agua brillando bajo el sol y decir un encantamiento? ¿Qué demonios es esto? (arranca la hoja por la mitad arrojándola en el piso).
Peli castaña siente una punzada en su vientre con lo cual hace que caiga de rodillas al piso.
Rosa: (desesperada grita) ¡¡¡MARÍA... YA BASTA KASUMI!!!
Ange: (se acerca y agarra los hombros de la mayor) María... María... ¿estás bien?
La pelirroja ve el dolor en el rostro de María, su cara reflejaba el dolor físico que tenía, muy grande, pero también era el dolor de su magia que le impedía moverse.
Ange: (enojada, se levanta delante de María) ¡¡¡YA DETENTE KASUMI!!! Déjala en paz y dinos que es lo que quieres.
Kasumi: (sonrisa) ¿Cómo supiste que buscaba algo? Mi pequeña sobrina lista.
Ange: (seria) ere una mujer demasiado ruin, que busca descarga el dolor en los demás. ¿Así que di a que vienes? y no importa lo que sea, mientras dejes en paz a María.
Kasumi: (sonríe) bien, primero diré que todos bajen sus armas, se tranquilicen y no intenten dañarme, si no... yo lastimare a su querida María.
Ange, mira a los demás y con la pura mirada de esos ojos azules les indicaba que arrojaran sus armas y dejaran sus deseos de atacar a esa mujer a un lado, por el bien de María.
Hicieron lo que se les indico y con esto la sonrisa de Kasumi se intensifico.
Ange: (molesta) ya hicimos eso ¿ahora qué más?
Kasumi: (ríe) jajajajajajajaja, muy bien que lo hicieran la segunda cosa que quiero... es más fácil (señala a los demás presentes) ustedes tendrán que escoger que vida salvar, si la de María o la de Ange.
Natsuhi: (molesta) ¿Qué ridiculeces estas diciendo?
Hideyoshi: (preocupado) ¿Por qué tendríamos que escoger entre nuestras dos sobrinas?
Kasumi: (sonríe) muy fácil, de una u otra forma una de ellas morirá, la verdad matar a María no me dará la misma satisfacción que destruir a Ange.
Kyrie: (furiosa) ¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres Kasumi? Ya para con esto.
Kasumi: (enojada) no lo hare, (señala a la mujer de cabello más corto) tú fuiste la que me condeno a ser la líder de la familia Sumadera, algo que a ti te correspondía, mi juventud la vive llena de presiones, humillaciones y estar bajo un entrenamiento muy estricto, no pude ser feliz después de eso. Fui condenada a romper cualquier relación con el hombre que en verdad amaba y casarme con el que tu rechazaste, todo esa presión fue un gran dolor que cargo hasta ahora, pero... (Sonríe) lo descargare ahora con tu hija.
Rudolf: (furioso) ya basta maldita loca, deja en pasa a todos nosotros y lárgate, y si llegas a lastimar a nuestra hija, te juro que no saldrás viva de aquí.
Kasumi: (seria) ¿te atreves hablarme a mí? Estúpido hombre mujeriego.
María: (sumida en el dolor) detén esto... Sumadera... si quieres la cabeza de alguna de las dos... yo... te doy...
Ange: (seria y firmemente ante todos) yo te doy mi cabeza, no me importa solo para de lastimar a mi prima ahora mismo.
Raph: (sorprendido y desesperado) ¿Qué has dicho? No seas estúpida, no hagas nada de eso.
Ange: (desesperada) si no hago eso, lastimara a María y eso no lo permitiré... siempre ella es la que me cuida y protege y ahora yo debo de cuidar de ella. No me importa lo que tenga que hacer por salvarla.
Kasumi: (aplaude y ríe a carcajadas) muy bien, muy bien Ange Ushiromiya... tu as cambiado tu vida por la de María, pero... no dejare este diario aun, es mi única garantía de que nadie hará nada y tú te entregaras.
María: (tratándose de levantar) no... no hagas una tontería así... Ange... no le des el gusto. Por favor detente.
Ange: (seria no voltea a verla) tu siempre me cuidas y hasta moriste una vez por salvarnos, ¿Por qué yo no puedo hacer lo mismo para salvarte a ti?
María: (se levanta) ¡¡¡ELLA NO CUMPLIRÁ SU PROMESA, DATE CUENTA DE UNA BUENA VEZ!!!
Kasumi: (molesta, tomando el diario en sus manos, lee otra hoja) magia para hacer croquetas de crema en la cena de mañana. ¿Magia para hacer delicioso pimentones?, ¿magia para hacer que el clima sea bueno cuando sales afuera? (arranca la hoja) ¡RIDÍCULO!
María de nuevo siente el dolor que la hace retroceder y doblarse del mismo, pero de este escupe sangre... el dolor era la destrucción de su magia y le provocaba daño interno físico igual.
Lucifer: (molesta) ¡basta! ¡No profanes la magia de lady María con tu maldita toxina!
Kasumi: (sonriendo en otra página) ¿Qué es esto? ¿Amigas mágicas: las siete estacas del purgatorio?
Ange: (desesperada) deja en paz esa página, no la toques...
María: (se incorpora pesadamente, estando muy seria) podrás lastimarme a mi... ¿sabes? Eso realmente no me importa, pero no lastimaras a los que quiero (mira a las estacas) les ordeno que se conviertan en sus antiguos recipientes y se queden en ese estado hasta nuevo aviso.
Lucifer: (mirando a su ama) pe-pero... ¿María-sama?
María: (seria) es una orden, acátenla de una vez.
Las hermanas desaparecen, sus recipientes antiguos están lejos, pero las mantendrían a salvo de esto.
Kasumi: (sonriente) chiquilla lista, sin duda muy lista, las has salvado antes de que pudiera hacer que desaparecieran. (Toma la hoja) pero aun así eso te lastimara a ti, no debes usar tu magia recuérdalo. (Arranca la hoja).
María es derrumbada hasta el piso y el dolor aumentaba más, de sus ojos lágrimas brotaban, el dolor era intolerable para cualquier humano y más sangre escupía.
Los tres chicos se aman a María, aprovecharon el descuido de Kasumi y fueron al auxilio de la joven pali castaña, pero al tocarla su piel estaba fría y su cuerpo muy pesado, el convertirse en piedra se estaba acelerando por el uso de magia que implemento en las estacas.
Sakutaro: (desesperado) no te dejare morir... tienes que resistir.
María: (abre sus ojos pesadamente) morir es una probabilidad muy alta, pero no me llevare a nadie conmigo.
Leo: (acercándose a ella) la pararemos de alguna forma... tiene que ver algo.
Mikey: (abrazándola) te prometo que algo se hará, no puedes irte de esta forma.
Kasumi: (mira con aires de superioridad) esto es muy tierno, lástima que deba destruir algo más.
La mujer de kimono lila, da una hojeada más y se encuentra con algo que podría servirle de utilidad.
Kasumi: (sonríe) ¿Qué es este horrible garabato de un león? ¿Sakutaro? Que extraño nombre.
Sakutaro: (serio mirando fijamente a Kasumi) adelante, destruye esa hoja, no la dañaras a ella, si no a mí.
Kasumi: (sonríe) destruir algo que aprecian ambas, será muy divertido.
Sakutaro: (enojado) adelante.
María: (sujeta la pierna de Sakutaro) estas muy idiota si piensas que dejare que mi hermano menor le pase algo.
La mano que sujetaba al rubio de esta salió una luz blanca, rodeando a Sakutaro y convirtiéndolo a su antiguo recipiente.
María: (con los ojos cerrados) vamos recuerda tu antigua forma y permíteme verla una vez más.
De la luz dejo ver frente a todos un peluche de cría de león, el cual estaba en sus dos patas traseras levantado.
María: (sonriendo débilmente) gomene... Sakutaro...
Sakutaro: (yendo con ella) María... ¿Qué has hecho? ¿Por qué me conviertes en esto otra vez? Uryuu
María: (sonríe) no dejaría que mi hermanito fuera lastimado. (Mirando a Kasumi) de esta forma... no podrás hacerle daño, ya no es mi mueble... la única que podría dañarlo, nunca lo volvería hacer.
Kasumi: (sonríe) para a ti nadie te podrá salvar, te convertirás en piedra y morirás, con solo esto. (Agarra la hoja, pero se detiene al oír una voz).
Ange: (seria) la única que puede salvarla, soy yo... Kasumi, puedes matarme si así lo deseas, no hare nada contra ello.
Kasumi: (sonríe) muy bien mi pequeña, solo aléjate de tu prima, colócate más cerca de mí.
Kyrie: (se levanta de su asiento) ¡¡¡NO, NO LO HAGAS HIJA, NO REACCIONES DE ESA FORMA!!!
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